miércoles, 11 de agosto de 2010

Los israelíes aspiramos a no ser una armadura sin ninguna persona adentro, vaivenes de la Comisión Turkel por Carlos Braverman


Deshacernos de este gobierno ya deja de ser una vocación política de alternativas y propuestas, pasó a ser un imperativo categórico y existencial. Vuelvo a repetir, peor que un mal gobierno es no tener oposición y agrego: mucho peor aún es no vislumbrar opciones y alternativas a él.
La desvergüenza y la cobardía irresponsables no tienen límites y la falta de ética es tan asfixiante como ventilar un cuarto pequeño con hidróxido de carbono.
Es así evidente que las Fuerzas de Defensa de Israel “tienen la culpa” y el Comité Turkel puede comenzar la formulación de sus conclusiones, si el curso de la investigación sigue su actual camino. Pero demos un poco de crédito.
Netanyahu y Barak señalaron con el dedo al ejército, mientras que el ejército no puede responder ahora y protegerse a sí mismo.
Es claro por otra parte qué el ministro Barak está empeñado en deshacerse del Comandante en Jefe de la peor manera, es el chivo expiatorio ideal, a punto de ser reemplazado después de ser despedido por su jefe con artilugios reglamentarios, o sea el mismo ministro, acepta tácitamente la responsabilidad de las fuerzas armadas. Veremos qué ocurre luego cuando llegue a su retiro efectivo.
Los dos líderes del gabinete son los primeros en abandonar el barco, la diferencia entre la cobardía oportunista de ambos difiere en matices.
En Ashkenazi se encontró el jefe del Estado Mayor de la Guerra de Yom Kippur, David Elazar, el que debió cargar entonces con la ineptitud política de la dirigencia de turno.
En su testimonio del martes, Barak dijo que el fracaso de la operación no es consecuencia de la decisión de llevarla a cabo, sino de su planificación y ejecución por los militares.
El lunes, el Primer Ministro Benjamin Netanyahu también implicaba al ejército israelí y no a los políticos como responsables de la interceptación que provocó la condena internacional y llevaron a las Naciones Unidas a establecer su propia investigación.
Hoy a la mañana, miércoles 11 de agosto declaró Ashkenazi, en el interrogatorio Turkel le preguntó “cómo era posible que las organizaciones de inteligencia israelí no hayan podido obtener información de la presencia de activistas violentos del IHH, el grupo turco islámico a bordo de los buques”
"Parece un poco extraño, teniendo en cuenta los éxitos anteriores en la prevención de barcos con propósito de llegar a Gaza", dijo Turkel .
Ashkenazi respondió: "Es cierto, ya he dicho que no se sabía lo suficiente acerca de la organización IHH, y no se la investigó. No estaba en nuestra lista de prioridades como la de otros grupos."
Añadió: "Turquía no es un estado enemigo y espero que nunca lo sea. Tenemos contactos militares, incluso a pesar de la crisis actual", refiriéndose a la casi ruptura de relaciones diplomáticas de Israel con Ankara después de la redada. "Desde el momento en que comenzó la operación, era evidente que las circunstancias no tenían precedentes", dijo Gabi Ashkenazi al Comité, alegando que los soldados no usaron fuerza excesiva en la operación que mató a nueve civiles.
Hay hasta ahora cortes profundos en los discursos, se deslindan responsabilidades y se habla de la eficacia o no de la acción militar, pero la Comisión pidió una ampliación que se le adjudicó y es sacar conclusiones sobre actos personales de los implicados que determinen el sentido mismo de la operación y consecuencias.
Se dice que el respeto purifica el alma y si no se lo tiene, es que nunca se tuvo alma.
Yo diría que el respeto es la actitud y la acción del ser humano de no dañarse a sí mismo, a sus semejantes ni a su entorno. Verdaderamente estamos muy lejos de esto.
Queda un intenso trabajo de la sociedad civil que es presionar la investigación. Es un trabajo de la prensa, los medios de comunicación, las organizaciones de derechos civiles y de fortalecer los canales de nuestra defectuosa pero aún activa democracia, con todos los actores sociales pidiendo por ese respeto, por ese alma que estamos convencidos que la tenemos y nos permite sostener los más nobles ideales de justicia y dignidad, Quisiera que podamos desmentir la genial crítica del brillante David Grossman: “Los israelíes somos ya sólo una armadura sin ninguna persona dentro”.
Como ayer dije debemos buscar un mejor ambiente cívico para pensar que aún los sueños son el principio de la responsabilidad y que seguimos siendo un pueblo con sueños e ideales responsables.
El Comité Turkel ha hecho bien en no estar contento con el mandato limitado que recibió de Netanyahu y Barak y en la decisión de examinar la naturaleza de sus decisiones. Las contradicciones significativas entre los testimonios y los intentos del primer ministro y el ministro de defensa de pasar la pelota hacia abajo muestran que hay algo básico roto en la parte superior. El comité debe examinar a fondo las cuestiones para que podamos aprender lecciones y reducir el riesgo de accidentes similares en el futuro.

*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judeo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).
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