viernes, 13 de septiembre de 2013

Mensaje de Iom Kippur por Carlos Braverman


Mañana viernes en Israel desde las 18 hs, hasta las 19 hs del sábado es Iom Kippur, como en el judaísmo fuera de Israel con sus respectivos horarios. En el calendario hebreo Kippur es el día 10 de Tishrei, coincidente este año con las fechas enunciadas. En este día sagrado, las personas se presentan ante el Creador del universo, orando y excusándose por las faltas cometidas durante el año, y Éste, en un acto de total misericordia, perdona a sus criaturas.
Aunque esta remisión no incluye las faltas perpetradas entre un individuo y su prójimo. Pues las mismas no son expiadas en Iom Kipur, a menos que el que cometió la infracción ofrezca sus disculpas y se reconcilie con su compañero.
Desde mi perspectiva esta iniciativa supera lo religioso para instalarse en lo secular, aún más, va más lejos que lo judío.
Estos dos pasos, la reconciliación con Dios y con el prójimo determinarán la suerte que uno correrá en el año entrante.
Por tal razón, si es nuestra intención que el Creador dictamine que este año sea bueno para nosotros, en ese caso, es menester tomar la iniciativa. Será necesario realizar una introspección, reflexionar y determinar sin demoras cuáles serán las mejoras que incorporaremos a nuestro comportamiento.
Estas rectificaciones asumidas, deberán orientar básicamente a la obtención de una conducta correcta y honorable, tanto frente a Dios, como frente a nuestros semejantes.
Independientemente de lo religioso, el valor más fundamental que rescato de Kippur, es asumir la responsabilidad individual, hacer frente al que perjudicamos. Todos incurrimos por comisión u omisión en ofensas, conductas no honestas, negación de verdades y otros hechos hacia el prójimo. La reflexión y el coraje de asumir que lo hicimos y encarar su reparación es una oportunidad única.
La falta de responsabilidad individual es más amplia. Leemos en las noticias que “el sistema es injusto”, ”los mercados colonizan la política”, “el actual sistema económico expulsa o excluye trabajadores”, "las estructuras societarias no cubren las demandas del ciudadano” etc
La pregunta es si estos entes tienen vida propia y sabemos que no, que hay hombres y mujeres que se encargan con ellos que los pueblos vivan con más carencias. Debemos hacer frente a la responsabilidad personal y exigírsela al otro, al prójimo.
Este es el mensaje universal que encuentro en Kippur, asumir nuestras responsabilidades en los hechos que generamos, en nuestras omisiones, en nuestro compromiso, en nuestra cobardía y reflexionar sobre ellos para superarlos positivamente.
Si ofendí o agredí a alguien  si no fui justo con mis amigos, en esta fecha con humildad ofrezco mis disculpas y ver la forma de reparar el daño. Este es el mensaje universal de kippur, que desde mi perspectiva, se une al de otras creencias y pueblos.
¡¡Jatima Tova, buena inscripción en el Libro de la Vida!!

*Carlos Braverman es Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles en Israel, militante por la coexistencia judeo-árabe en Israel y la paz con el pueblo palestino. Es miembro del Partido Socialista de Israel (Meretz), e integrante de Paz Ahora (Shalom Ajshav). Es Presidente del Instituto Campos Abiertos de Israel (Investigación y desarrollo en Ciencia Política). Su trabajo está centrado en la investigación, la academia, la docencia y la actividad política; así como en el periodismo y el trabajo por los derechos civiles.

Derechos reservados: Instituto Campos Israel ISBN963-03- 0316- 2 מסת"ב

martes, 10 de septiembre de 2013

11- S y la memoria de Salvador Allende por Carlos Braverman





Mañana 11 de setiembre es otro aniversario del 11-S de 2001 en el World Trade Center y el 40 aniversario del sangriento derrocamiento del presidente Salvador Allende. Terrorismo es el uso sistemático del terror indiscriminado y sin ningún parámetro humanitario para coaccionar a sociedades o gobiernos, utilizado por organizaciones políticas-armadas en la promoción de sus objetivos. Existe también el terrorismo de estado, que no se diferencia de los terrorismos en general en las metodologías contra los ciudadanos para lograr sus fines. Hoy, la multiplicación de víctimas y la industrialización del crimen contra ciudadanos son un asesinato cada vez más difícil de matizarlo con el barniz de una causa principista, es parte de un engranaje económico que tiene como sabemos un presupuesto global y se llama negocio de la guerra y del terror.
El terrorismo y la industria de la guerra vulneran los derechos humanos, cosa que es una verdad obvia, desprecia la vida, la dignidad y cosifica al hombre frente al manipuleo del poder hasta su desaparición física con penurias insufribles.
 
El 11 de setiembre de 1973 es derrocado el gobierno de Salvador Allende en Chile y la Operación Cóndor comienza a articularse en el Cono Sur de la América Latina. Es el fin de las instituciones democráticas en la zona, el triunfo del imperialismo y el Plan Nixon. Los derechos humanos como expresión del conjunto de facultades y garantías que cualquier persona debe poseer para proteger su integridad física y su dignidad moral, los derechos que el hombre exhibe por el mero hecho de serlo desaparecen. Su estatus de inalienables y fuera del alcance de cualquier poder político se desvanece. El razonamiento que la dignidad humana representa la garantía que la persona no va a ser objeto de afrentas a su integridad moral, preservando además el respeto a su dignidad física, parece una broma de mal gusto frente a este panorama actual. Las dictaduras latinoamericanas con su metodología paradigmática del terrorismo de estado representaron la violación infinitamente multiplicada de este concepto; para solventar su proyecto político y económico, generaron entre otras atrocidades la existencia del cruel estatus del “desaparecido”. Sus oponentes, o a quienes consideraban enemigos, no estaban ni vivos ni muertos. Sinónimo por antonomasia de Desaparición Forzada de Personas, pilar de un régimen de terror que se ejecutó con matemática precisión.
 
Los atentados terroristas mencionados antes no representan menos, especialmente el 11- S da lugar a polémicas, están quienes hablan de auto atentado o permisividad para el mismo, pero hay que ser muy mal avenido para no considerar las decenas de millares de víctimas civiles que ofrendó. Los otros atentados, no son menos tributarios de la cruenta negación de los derechos humanos y la sistemática industrialización de la muerte. Me canso de repetir según la definición de Pierre Truche en «La Notion de crime contre l'humanité», que el crimen contra la humanidad es la negación de la condición humana a miembros de un grupo de hombres en virtud de la aplicación de una doctrina. Los crímenes de lesa humanidad se distinguen de otros, según la Corte Penal de Roma, ya que son cometidos “como parte de un ataque generalizado o sistemático”, es decir, pueden ser ejecutados por una agresión militar o en la aplicación de las llamadas medidas administrativas en cumplimiento de objetivos políticos (desaparición forzosa, tortura, etc.), por parte de las acciones de un estado o una organización armada subversiva o rebelde. La acción de estos actos que atentan contra el derecho internacional humanitario no es exclusiva de los estados como mencioné, incluyen también a aquellas organizaciones no estatales que delinquen a lo largo y ancho de los territorios nacionales, junto a sus similares de carácter transnacional que enmarcan sus acciones en guerras asimétricas contrariamente a la garantía de los Derechos Humanos y a la aplicación del Derecho Internacional Humanitario. Recordamos entonces así hoy, hechos que se encuadran en la violación de la dignidad del ser humano. Estos hechos no se pueden resolver con fobias étnicas o religiosas por una parte, o con guerras preventivas que aumenten las ganancias del capitalismo bélico por otro. En el caso latino americano se debe rescatar y honrar la memoria de los pueblos con resoluciones legales efectivas aunque ya tardías contra los genocidas que entronizaron el terrorismo de estado contra sus conciudadanos, pero se debe trabajar sin pausa para preservar los derechos civiles y humanos del día a día. Para mí, lo fundamental es la batalla global por los derechos humanos, la dignidad del hombre y el “no definitivo” al coqueteo con cualquier desviación de los mismos.
Ninguna organización terrorista de cualquier signo puede merecer simpatía alguna; como ningún estado que invoque la negación de garantías constitucionales o jurídicas “para el bien de la población”, debe ser tolerado por la comunidad internacional democrática.
 
Nunca más miremos para otro lado y rindamos homenaje a todas las víctimas de estos hechos diciendo muy fuerte:”presente”.
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judeo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv).
Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).Derechos reservados Instituto Campos Abiertos Israel ISBN 965 387 008 9 זכויות יוצרים

La gran negligencia por Ury Avnery. 40 Aniversario de la Guerra de Iom Kipur



El 6 de octubre de 1973 fue Guerra de Iom Kipur según el calendario común, representó una inflexión en la historia de nuestra sociedad. De acuerdo al calendario hebreo, este sábado, Iom Kipur, es el 40 Aniversario de la misma. Uri Avnery nos brinda este agudo análisis político del conflicto en cuestión, también conocido como Guerra del Ramadán o Guerra de Octubre, que fue un enfrentamiento armado a gran escala entre Israel, Egipto y Siria. También fue la última gran guerra convencional en múltiples frentes en el conflicto árabe-israelí . C. B.

Original en hebreo de Gush Shalom:
 http://zope.gush-shalom.org/home/he/channels/avnery/1348845521/
 En español: revisado y compaginado por Carlos Braverman

Estoy sentado aquí escribiendo este artículo a 39 años desde el momento en que las sirenas comenzaron a gritar, anunciando el comienzo de la guerra.
Un minuto antes, reinaba total tranquilidad, igual que ahora. No hay tráfico, no hay actividad en la calle, a excepción de unos pocos niños montados en sus bicicletas. La sacralidad del Yom Kippur, el día más sagrado para los judíos, reinaba. Y entonces...
Inevitablemente, la memoria comienza a trabajar.
Este año se liberaron muchos documentos nuevos para su publicación. Abundan los libros y artículos críticos.
Los culpables supremos son Golda Meir y Moshe Dayan.
Han sido acusados  antes, desde el día después de la guerra, pero sólo por los superficiales delitos militares conocidos en ese momento como “El fallo”. Así se llamó por el fracaso en la movilización de las reservas, y no mover a tiempo los tanques al frente, a pesar de los muchos indicios de que Egipto y Siria estaban a punto de atacar.
Ahora, por primera vez, se está investigando el verdadero error: el trasfondo político de la guerra. Los resultados tienen una relación directa con lo que está sucediendo ahora.
Se tiene constancia de que en febrero de 1973, ocho meses antes de la guerra, Anwar Sadat envió a su ayudante de confianza, Hafez Ismail, al todopoderoso Secretario de Estado de EE.UU., Henry Kissinger. El delegado ofreció el inicio inmediato de las negociaciones de paz con Israel. Había una condición y una fecha: todo el Sinaí, hasta la frontera internacional, tendría que restituirse a Egipto sin ningún tipo de asentamientos israelíes y el acuerdo tenía que alcanzarse en septiembre, a más tardar.
A Kissinger le gustó la propuesta y la transmitió de inmediato al embajador israelí, Yitzhak Rabin, quien estaba a punto de terminar su mandato. Rabin, por supuesto, inmediatamente informó a la Primera Ministra, Golda Meir. Ella rechazó la oferta rápidamente. Se produjo una acalorada conversación entre el embajador y la Primera Ministra. Rabin, que estaba muy cerca de Kissinger, estaba a favor de aceptar la oferta.
Golda trató la iniciativa en su conjunto como otro truco árabe para inducirla a abandonar la península del Sinaí y eliminar los asentamientos construidos en territorio egipcio.
Después de todo, el verdadero propósito de estos asentamientos -incluida la brillante ciudad blanca nueva, Yamit- era precisamente para evitar el retorno de toda la península a Egipto. Ni ella ni Dayan soñaban con abandonar el Sinaí. Dayan ya había hecho la declaración la famosa que él prefería "Sharm al-Sheik, no a la paz sin Sharm al-Sheik" (Sharm al-Sheik, que ya había sido rebautizado con el nombre hebreo Ophira, se encuentra cerca de la punta sur de la península, cerca de los pozos de petróleo a los que Dayan también estaba poco dispuesto renunciar).
Incluso antes de las nuevas revelaciones, el hecho de que Sadat había hecho varias gestiones de paz no era ningún secreto. Sadat había manifestado su voluntad de llegar a un acuerdo en sus negociaciones con el mediador de la ONU, el doctor Gunnar Jarring, cuyos esfuerzos se habían convertido en una broma en Israel.
Antes de eso, el anterior presidente egipcio, Gamal Abd-al-Nasser, había invitado a Nahum Goldman, presidente del Congreso Judío Mundial (y por un tiempo presidente de la Organización Sionista Mundial) a entrevistarse en El Cairo. Golda había impedido esa reunión, y cuando el hecho se supo se levantó una tormenta de protestas en Israel, incluyendo una famosa carta de un grupo de estudiantes de duodécimo grado diciendo que sería difícil para ellos servir en el ejército.
Todas estas iniciativas egipcias pudieron rechazarse como maniobras políticas. Pero no corrió la misma suerte un mensaje oficial enviado por Sadat al Secretario de Estado. Así, recordando la lección del incidente Goldman, Golda decidió mantener en secreto todo el asunto.
Así se creó una situación increíble. Esta desafortunada iniciativa, que podría haber sido un punto de inflexión histórico, se puso en conocimiento solo de dos personas: Moshe Dayan e Israel Galili.
El papel de este último necesita explicación. Galili fue la eminencia gris de Golda, así como de su predecesor, Levy Eshkol. Conocí a Galili bastante bien y nunca entendí el de dónde vino su fama de brillante estratega. Ya antes de la fundación del Estado fue el máximo representante de la organización militar ilegal Haganah. Como miembro de un kibutz, era oficialmente socialista pero en la realidad era un nacionalista de línea dura. Fue quien tuvo la brillante idea de levantar los asentamientos en territorio egipcio, con el fin de imposibilitar la devolución del norte del Sinaí.
De manera que la iniciativa de Sadat era conocida sólo por Golda, Dayan, Galili y Rabin y el sucesor de Rabin en Washington, Simcha Dinitz, un don nadie que era lacayo de Golda.
Por increíble que pueda parecer, el Ministro de Relaciones Exteriores, Abba Eban, jefe directo de Rabin, no fue informado. Tampoco lo fueron todos los demás ministros, el Jefe de Estado Mayor y los demás líderes de las fuerzas armadas, incluidos los jefes de Inteligencia del Ejército, así como los jefes del Shin Bet y el Mossad. Era un secreto de Estado.
No hubo debate al respecto, ni público ni secreto. Septiembre llegó y pasó, y el 6 de octubre, las tropas de Sadat golpearon en el canal y lograron una exitosa sorpresa que sacudió el mundo (igual que los sirios en los Altos del Golán).
Como resultado directo del gran error de Golda, 2.693 soldados israelíes murieron, 7.251 resultaron heridos y 314 fueron hechos prisioneros (junto con decenas de miles de egipcios y sirios muertos).
Esta semana varios comentaristas israelíes lamentaron el silencio total de los medios de comunicación y de los políticos de la época.
Bueno, no tan así. Varios meses antes de la guerra, en un discurso en la Knesset, advertí a Golda Meir de que si el Sinaí no se devolvía pronto, Sadat iniciaría una guerra para salir del callejón sin salida.
Yo sabía de lo que estaba hablando. Por supuesto, no tenía ninguna idea acerca de la misión de Ismail, pero en mayo de 1973 asistí a una conferencia de paz en Bolonia. La delegación de Egipto estaba dirigida por Khalid Muhyi al-Din, un miembro del grupo original Oficiales Libres que hicieron la revolución de 1952. Durante la conferencia me llevó aparte y me dijo en confianza que si no le devolvían el Sinaí antes de septiembre Sadat iniciaría una guerra. Sadat no se hacía ilusiones de victoria, dijo, pero esperaba que una guerra obligara a los EE.UU. e Israel a iniciar las negociaciones para la devolución del Sinaí.
Mi advertencia fue completamente ignorada por los medios de comunicación. Ellos, como Golda, tenían por el ejército egipcio un desprecio abismal y a Sadat lo consideraban un imbécil. La idea de que los egipcios se atrevieran a atacar al invencible ejército israelí parecía ridícula.
Los medios de comunicación adoraban a Golda, igual que el mundo entero, en especial las feministas. (Un famoso cartel mostraba su cara con la inscripción: "¿Pero ella puede escribir?") En realidad, Golda era una persona muy primitiva, ignorante y obstinada. Mi revista, Haolam Hazeh, la atacaba prácticamente todas las semanas, lo mismo que yo en la Knesset. (Me pagó con el cumplido único de declarar públicamente que estaba lista para "montar las barricadas" para sacarme de la Knesset).
La nuestra era una voz que clamaba en el desierto, pero al menos hemos cumplido una función: En su “Marcha de la Locura", Barbara Tuchman estipulaba que una política podría ser calificada como una locura si hubiera habido al menos una voz de alerta en contra de ella en tiempo real.
Tal vez incluso Golda habría reconsiderado si no hubiera estado rodeada de periodistas y políticos que le cantaban alabanzas, celebrando su sabiduría y coraje y aplaudiendo cada una de sus estúpidas declaraciones.
El mismo tipo de personas, incluso algunas de las mismas personas, ahora están haciendo lo mismo con Binyamin Netanyahu.
Una vez más, estamos mirando el mismo magnífico error de frente.
Una vez más, un grupo de dos o tres están decidiendo el destino de la nación. Únicamente Netanyahu y Ehud Barak toman todas las decisiones, "manteniendo sus cartas cerca de su pecho". ¿Atacar o no atacar a Irán? Mantienen a los políticos y a los generales en la oscuridad. Bibi y Ehud lo saben mejor. No hay necesidad de ninguna otra opinión.
Pero más revelador que las amenazas que hielan la sangre sobre Irán es el silencio total sobre Palestina. Las ofertas de paz de los palestinos se ignoran, igual que las de Sadat en su época. Los diez años de la Iniciativa de Paz Árabe, avalada por todos los árabes y todos los Estados musulmanes, no existen.
Una vez más florecen y se expanden los asentamientos con el fin de impedir la devolución de los territorios ocupados. (Vamos a recordar a todos los que decían en aquellos días, que la ocupación del Sinaí era "irreversible". ¿Quién se atrevería a levantar Yamit?)
Una vez más, una multitud de aduladores, estrellas de los medios y políticos compiten entre sí en la adulación de "Bibi, el Rey de Israel". ¡Qué bien puede expresarse en inglés estadounidense! ¡Cómo convencen sus discursos en la ONU y en el Senado de los EE.UU.!
Bueno, Golda, con sus 200 palabras de mal hebreo e inglés primitivo, era mucho más convincente, y le gustaba la adulación de todo el mundo occidental. Y al menos ella tenía el tino de no impugnar al presidente estadounidense en ejercicio (Richard Nixon) durante una campaña electoral.
En aquellos días, llamé a nuestro gobierno “la nave de los locos". Nuestro gobierno actual es peor, mucho peor.
Golda y Dayan nos llevaron al desastre. Después de la guerra, su guerra, fueron echados, no por elecciones, no por ninguna comisión de investigación, sino por las masivas protestas populares que acumuló el país.
Bibi  nos está llevando a otro desastre mucho peor. Algún día muchos, serán expulsados  por las mismas personas que los adoran ahora, si sobreviven.