La propuesta es un Israel para todos los israelíes, un Israel para todos sus ciudadanos. Para los electores que llevan en sus corazones los valores de la izquierda: paz, justicia, igualdad, democracia, derechos humanos para todos, feminismo, protección del medio ambiente, separación entre estado y religión. Hablo de una izquierda renovada que defina un nuevo modelo del Estado de Israel, con una sociedad civil participativa. Soy un israelí postsionista, no antisionista.
miércoles, 4 de agosto de 2010
La esencia del post-sionismo, juntos contra los fascismos por Carlos Braverman
El post-sionismo en su verdadero significado está muy lejos del anti-sionismo. Reconoce los logros históricos del sionismo: la formación de una nueva sociedad, la revitalización del idioma hebreo y la creación del Estado de Israel. Lo hace sin ignorar los aspectos menos elocuentes de su historia, los menos meritorios.
Hoy existe la nación israelí, formada por los ciudadanos de Israel judíos y árabes. El propósito es buscar el camino hacia una democracia amplia e inclusiva, con justicia en tanto equidad distributiva de los bienes básicos societarios y una estructura jurídica que asegure su normativización efectiva, tanto en su legitimización social como en su estatus legal.
Como dice Uri Ram: "En una sociedad civil multi-cultural la conciencia histórica ya no refleja en forma exclusiva la imagen de la realidad de un solo grupo social". Entiendo que se deben articular distintas narraciones nacionales sin mitos fundacionales.
Es la hora del diálogo, la hora de impulsar el nexo entre grupos, de la creación de mitos compartidos que reemplacen al sistema de valores de las viejas élites.
Es una revisión de la vieja historiografía con miras a la necesidad del presente, para contribuir al acercamiento entre judíos y árabes en la sociedad israelí, así como con el pueblo palestino.
Es revisar por ejemplo, el movimiento laborista y en especial al primer ministro David Ben-Gurión, poniendo un énfasis especial en su dimensión moral: el movimiento sionista laborista prefirió entonces abandonar principios socialistas, como ser la solidaridad con los obreros árabes y priorizar los aspectos nacionales, como el "trabajo hebreo", así llegamos a la “relativización” de la existencia de la población árabe en muchos aspectos más, como factor relevante durante el proceso de construción del Estado. Es revisar también a la derecha nacionalista para entender su nefasto presente y su alianza con el neo sionismo colono y expansionista.
¡Dos estados para dos pueblos y Jerusalem una capital para dos estados!
¡Por la fraternidad, el socialismo y el entendimiento entre los pueblos! Juntos contra los fascismos.
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judeo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).
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