sábado, 30 de abril de 2011

POR NUESTRA Y VUESTRA LIBERTAD por Carlos Braverman


El Holocausto, también conocido como Shoah es el nombre que se aplica a la persecución y genocidio de los judíos y de algunos otros grupos minoritarios de Europa y norte de Africa, llevado a cabo por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial mediante el asesinato sistemático e industrializado.
Según el criterio para definir el Holocausto, la cifra de víctimas varía. Algunos historiadores lo circunscriben a lo sucedido entre los judíos y el Tercer Reich (uno 5,8 millones de víctimas). Otros estudiosos consideran que debe aplicarse también a las víctimas polacas, y a otros pueblos eslavos y gitanos. Un tercer grupo amplía el término para que abarque también a los homosexuales, los disminuidos físicos y mentales y los Testigos de Jehová, de modo que se estiman en 11 o 12 millones las víctimas del Holocausto, de las cuales la mitad eran judíos
Naciones Unidas instituyó el Día de Recordación del Holocausto cada 27 de enero (Liberación de Auschwitz) y reconoce la responsabilidad especial de la ONU en asegurar que las lecciones del Holocausto nunca sean olvidadas.
Iom HaShoah en Israel y el ámbito judío en todo el mundo, es el día 27 de Nisán del calendario hebreo, el 1 de mayo de 2011 por la noche. Este día es recordado anualmente como día en memoria de las víctimas del Holocausto, siendo feriado nacional en Israel.
Originalmente, el día propuesto para esta conmemoración fue el día 15 de Nisán, aniversario de la revuelta del Gueto de Varsovia (19 de abril de 1943), pero esta propuesta cambiada por causa de coincidir con el primer día de Pésaj. El día 27 fue escogido por ser ocho días antes de la conmemoración de Iom Ha'atzmaut, Día de la Independencia de Israel. El Iom HaShoah fue establecido en 1959 como ley en Israel. A las 10:00 horas del Iom Hashoah, las sirenas aéreas suenan durante dos minutos.
Este día es recordado anualmente como día en memoria de las víctimas del Holocausto, siendo feriado nacional en Israel.
Rechazando toda negación, ya sea parcial o total del Holocausto como hecho histórico, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución 60/7, condenando sin reservas todas las manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación, acoso o violencia contra personas o comunidades basadas en el origen étnico o las creencias religiosas, dondequiera que tengan lugar.
Según Pierre Truche en «La Notion de crime contre l'humanité», el crimen contra la humanidad es la negación de la condición humana a miembros de un grupo de hombres en virtud de la aplicación de una doctrina.
Para él, lo que distingue al crimen contra la humanidad de otros crímenes es que se comete sistemáticamente por la aplicación de una ideología que niega a un grupo de hombres el derecho de vivir su diferencia, ya sea de origen o adquirida, atentando a la propia dignidad de cada uno de sus miembros, que es la esencia del género humano.
A la víctima se la despoja de su humanidad, de su naturaleza humana y se la cosifica para ser expulsada de la comunidad de seres humanos.
El odio al pueblo judío fue emblemático en esta oscura etapa irracional de la historia y lo acompañó en la desgracia cuanto segmento de población consideró necesario para sus planes, la industria criminal nazi- fascista al servicio de la más tenebrosa fórmula que optimizara el rinde del capitalismo.
Así colectivos políticos, de género, millones de miembros de múltiples naciones y pueblos sucumbieron ante esta lógica industrializada del terror y la muerte.
Es mucho aún lo que se debe hacer para revertir este lúgubre legado, es poco lo que avanzamos, las guerras fraticidas, de lógica geoeconómica imperialista, el terrorismo de estado y otras variantes de la ideologización del crimen, es decir de convertirlo en actos de lesa humanidad no han cesado, sino por lo contrario han aumentado.
Treinta y cuatro conflictos bélicos activos, 1,400 Billones de dólares relativos al comercio mundial de armas, 750mil millones de víctimas fatales al año producto de estos conflictos y 2.7000 millones de víctimas potenciales y colaterales de ellos entre las cuales pueden haber fatales o no, hablan por sí solas del tema.La lógica capitalista del rinde y multiplicación del capital se encuentra enhebrado en estos conflictos.
Veamos, el Pentágono ha gastado en casi doce años alrededor de 300.000 millones de dólares en aproximadamente 3000 contratos de servicios militares que han ido a parar a una decena de empresas privadas, contratos de servicios para la ocupación y el control de poblaciones invadidas, no de armamentos.
A esta privatización de los conflictos se deben añadir las inversiones en reconstruir lo destruido pues el rinde del capital, así aumenta considerablemente.
Otra estadística aleccionadora al respecto es la guerra que enfrentó a serbios, bosnio-musulmanes y croatas en Bosnia-Herzegovina entre 1992 y 1995 dejó más de 100.000 muertos, 1,8 millones de refugiados y desplazados y una economía e infraestructura totalmente destrozadas. Se estima que, tras el conflicto, más del 80% de la población de Bosnia pudo sobrevivir gracias a la ayuda humanitaria.
Esa ayuda estuvo canalizada por la Agencia Internacional de Financiación y el Banco Mundial como canalizadores de inversiones privadas que rondaron los 5.500 millones de dólares que no son precisamente una donación.
La historia se sigue repitiendo, pero la iniciativa de la UN y el recuerdo a los mártires del holocausto son reparatorios, más en esta época de fanatismos fundamentalistas muy propios de ideologizaciones del crimen.
En Israel cada Iom Ha Shoa seguirán sonado las sirenas, nos detendremos y meditaremos
Los luchadores de los Guethos se lanzaron a la resistencia gritando: por nuestra y por vuestra libertad.
Sabían que se ofrendaban en sacrificio, pero querían abrir un camino concreto, un legado y creo que el mejor homenaje hacia ellos es comprender que cuando un oprimido lucha por su libertad, es por añadidura, la libertad de todos y sin excepción, los amantes de la justicia y la equidad estamos comprometidos con él.
¡¡Por nuestra y por vuestra libertad!! ¡¡Por la de las amplias mayorías en busca de dignidad y justicia!!

*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judéo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).
Derechos reservados: Instituto Campos Israel ISBN963-03- 0316- 2 מסת"ב

Shoá: El Holocausto


El Holocausto, también conocido como Shoah o Shoá (en hebreo, ; en Yiddish, Halokaust, o más precisamente Khurbn), es el nombre que se aplica a la persecución y genocidio de los judíos, y de algunos otros grupos minoritarios de Europa y norte de Africa, llevado a cabo por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial mediante el asesinato sistemático e industrializado.
Según el criterio para definir el Holocausto, la cifra de víctimas varía. Algunos historiadores lo circunscriben a lo sucedido entre los judíos y el Tercer Reich (uno 5,8 millones de víctimas). Otros estudiosos consideran que debe aplicarse también a las víctimas polacas, y a otros pueblos eslavos y gitanos. Un tercer grupo amplía el término para que abarque también a los homosexuales, los disminuidos físicos y mentales y los Testigos de Jehová, de modo que se estiman en 11 o 12 millones las víctimas del Holocausto, de las cuales la mitad eran judíos.
Etimología y uso del término
El término holocausto significa literalmente ''todo quemado''; deriva del griego (olos) ''todo'' y del verbo , (kausoo) ''quemar''. Este término era usado tradicionalmente para referirse a los rituales del mundo antiguo en los que se quemaba un animal como ofrenda a un dios. El animal era ofrecido voluntariamente al sacrificio para conseguir el perdón por acciones cometidas por el grupo. Así, el término holocausto aplicado al asesinato de los judíos a manos de los nazis implicaría que los judíos se ofrecieron voluntariamente al fuego, que era una ofrenda a la divinidad y que ello "lavaría" sus pecados. Por esta razón, y algunas otras, muchas personas consideran este concepto inapropiado e inaceptable, ya que vuelca la responsabilidad del asesinato en las propias víctimas. En este sentido, un número creciente de personas, especialmente en el ámbito judío, prefieren utilizar el término hebreo shoá (????) porque no tiene las connotaciones religiosas de holocausto, considerando que es inapropiado asimilar el asesinato masivo de los judíos a los sacrificios rituales ofrecidos a una divinidad.Shoá describe un fenómeno natural, un cataclismo, una hecatombe, sin ningún calificativo valorativo ni explicativo. Es un desastre. La palabra hebrea le proporciona el sentido de que esto les ha sucedido a los judíos, el único pueblo designado para ser destruido en su totalidad por el nazismo. Una última consideración es que aún la palabra shoá no alcanza a describir el fenómeno porque se trata de un término aplicado a acontecimientos de la naturaleza (inundaciones, terremotos, maremotos), no a algo creado y ejecutado por los seres humanos.
El uso moderno de Holocausto aplicado al trato que los nazis dieron a los judíos aparece ya definido en 1942, en el Diccionario Oxford inglés, aunque no se generalizará hasta la década de 1950. El término genocidio fue también acuñado durante el Holocausto por el judío polaco Raphael Lemkin.
Una segunda cuestión debatida, y sobre la que no existe acuerdo entre los estudiosos, es si reservar el uso del término Holocausto sólo a las víctimas judías o bien incluir a todos los grupos que fueron objeto sistemático de la persecución nazi, o solamente a algunos de ellos. Algunos historiadores sostienen que no debería aplicarse exclusivamente al tratamiento que sufrieron los judíos por parte del Tercer Reich, sino también a los horrores que sufrieron a manos de los nazis los polacos, otros pueblos eslavos y los gitanos. Otros autores ampliaron el término asimismo al tratamiento que sufrieron discapacitados, homosexuales y Testigos de Jehová. Un último grupo aplica el término holocausto de forma genérica a asesinatos y matanzas en masa no cometidas por los nazis, haciéndolo sinónimo de genocidio.Por el lado opuesto, varios historiadores señalan el carácter único, ''singular'', del genocidio judío, por lo que prefieren reservar el uso del término Holocausto al exterminio nazi de la población judía.
Características del Holocausto
Se calcula que murieron víctimas de este exterminio 6 millones de judíos, aparte de unos 800.000 gitanos, 4 millones de prisioneros de guerra soviéticos o víctimas de la ocupación (fueron también objeto de exterminio sistemático), polacos e individuos calificados de asociales de varias nacionalidades (presos políticos, homosexuales, discapacitados físicos o psíquicos, delincuentes comunes, etc.). La exactitud de las cifras de muertos es dudosa, pero las aproximaciones oficiales son las siguientes:
polacos judíos (15,56 %) y no judíos (13,78 %),
alemanes judíos (13,33 %),
eslavos ( 26,66 %),
prisioneros de guerra soviéticos (17,78 %),
gitanos ( 3,56 %), y alemanes ''arios'' opositores políticos (generalmente personas con ideas de *izquierda y librepensadores) (6,67 %),
discapacitados (1,34 %) y
homosexuales (1,12 %)
La eliminación física de los judíos se realizó de forma sistemática, meticulosa y efectiva conforme a una estrategia bien elaborada que a veces se califica de "industrial". Ello no quiere decir, necesariamente, que el Holocausto tuviera un plan definido desde el principio: precisamente este es uno de los puntos que divide a los estudiosos, entre intencionalistas y funcionalistas:
Los intencionalistas consideran que existió un plan calculado minuciosamente de antemano, destinado desde el principio a dar muerte a todos los judíos que estuviesen en la órbita del Tercer Reich. El plan habría sido esbozado por Hitler desde muchos años antes, y ejecutado en sus diferentes etapas por funcionarios y soldados sumisos al líder una vez obtenido el poder. Algunos historiadores hacen mención a comentarios en privado que hizo Hitler antes incluso de publicar Mein Kampf que podrían sugerir la matanza masiva de judíos. Públicamente, la única declaración al respecto del partido nazi se encuentra en el programa del partido, adoptado en febrero de 1920: allí se reclamaban leyes antijudías, que les anulara la ciudadanía, y les impidiera votar o inmigrar, y expulsara a los judíos llegados con posterioridad a 1914 y se comprometía a castigar con pena de muerte a "usureros y especuladores" y los que comentan "delitos fundamentales contra el Pueblo".
Los funcionalistas sostienen, por el contrario, que cuando el partido nazi llegó al poder ninguno de los dirigentes del Tercer Reich tenían una idea clara de cómo actuar con respecto a los judíos. En su opinión, la idea de la liquidación en masa se fue desarrollando sobre la marcha. Los historiadores que defienden esta postura suelen presentar el asesinato en masa como un proceso de "radicalización acumulativa", a partir de iniciativas individuales de funcionarios del partido, del gobierno y del ejército y en las que Hitler tuvo poca intervención directa, limitándose a trazar las líneas generales sobre el "peligro" que representaban los judíos, pero sin decirles qué hacer para afrontarlo. Eso habría dado lugar a distintas estrategias, a veces incoherentes entre sí, antes de que desembocaran en el exterminio.
En términos generales, la estructura del Holocausto fue la siguiente:
Primero, se creó el concepto de judío de acuerdo a unos criterios bien distintos de los utilizados hasta entonces. Una parte de la población europea quedó así marcada como enemiga según el ideario nazi.
En segundo lugar, se procedió a desposeer a los ciudadanos marcados de sus derechos de ciudadanía y sus bienes, separándolos así virtualmente del resto de la sociedad.
En tercer lugar, se emprendió la separación física de los judíos, con su concentración en guetos o su deportación a otros territorios.
El cuarto paso era solucionar definitivamente el problema judío: se pensó inicialmente en su deportación fuera de Europa y después se optó por su asesinato masivo, fundamentalmente por dos medios: ejecución por unidades militares creadas a tal efecto (en la Unión Soviética ocupada, sobre todo) o ejecución en campos de exterminio también creados al efecto (en el caso de los restantes judíos europeos).

La definición de judío
El Partido Nazi, que tomó el poder en Alemania en 1933, tenía entre sus bases ideológicas la del antisemitismo, profesado por una parte del movimiento nacionalista alemán desde mediados del siglo XIX. El antisemitismo moderno se diferenciaba del odio clásico hacia los judíos en que no tenía una base religiosa, sino presuntamente racial. Los nacionalistas alemanes, y a pesar de que recuperaron bastantes aspectos del discurso judeófobo tradicional, particularmente del de Lutero, consideraban que ser judío era una condición innata, racial, que no desaparecía por mucho que uno intentara asimilarse en la sociedad cristiana. En palabras de Hannah Arendt, se cambió el concepto de judaísmo por el de judeidad. Por otro lado, el nacionalismo suponía el Estado nación, es decir, la homogeneidad cultural y lingüística de su población. Los judíos, considerados como personas pertenecientes a otra raza, inferior por lo demás, y por tanto inasimilables a la cultura nacional, sólo podían ser separados del cuerpo social. Frente a la raza judía, extraña a la nación, colocaban los nazis a la raza aria, que era la que constituía la nación alemana y estaba llamada a dominar Europa.
El primer problema era determinar quién era judío. Los nacionalistas alemanes no habían logrado establecer una línea divisoria clara entre judíos y no judíos; había en Alemania numerosas personas descendientes de judíos conversos que no tenían ya ninguna relación con la cultura judía, así como numerosas familias mixtas y sus descendientes. En este sentido, la primera preocupación de los nazis fue crear un criterio en el que basar la posterior segregación.
Las primeras leyes dirigidas contra los judíos no incorporaban todavía una definición del ser judío y se hablaba en general de "no arios". La definición finalmente adoptada fue la siguiente: judío era quien tuviera al menos tres abuelos judíos (es decir, practicantes de la religión judía), fuera cual fuera la religión de la persona interesada. Quienes tuvieran dos o un sólo abuelo judío eran Mischlinge, es decir, medio judíos. Los primeros, con dos abuelos judíos, eran "Mischlinge de segundo grado" y podían ser reclasificados como judíos en función de complejas consideraciones (su religión o la de su cónyuge, por ejemplo). Podían también ser "liberados" de su condición y convertirse en arios en pago a los servicios prestados al régimen, o podían seguir siendo Mischlinge, con lo que estaban sometidos a ciertas restricciones en tanto que "no arios", pero no a las persecuciones dirigidas contra los judíos. Los Mischlinge de primer grado eran los que tenían un único abuelo judío y en general eran tratados como arios plenos. Los Michlinge de uno u otro grado abundaban en Alemania y a menudo lograban ocultar su condición. El dirigente de las SS Reinhard Heydrich, El Carnicero de Praga, era Mischling de segundo grado, dato que fue ocultado celosamente por sus superiores nazis.

Genocidio
El primer elemento es la ideología nazi, la cual es fervientemente nacionalista, aunque de corte político centralizado con un componente mítico añadido, que divide al mundo en cuatro categorías:
Primero: la raza aria, superior al resto de las razas y destinada a dominar el mundo (y los arios que no estuvieran de acuerdo deberían ser eliminados); el resto de las razas, consideradas inferiores y destinadas a ser dominadas (y aquellos de esas razas que se resistieran deberían ser eliminados); los ''impuros'' (gitanos, homosexuales, enfermos, discapacitados, dementes, etc.), que estaban destinados a ser exterminados;
los judíos, considerados la antítesis de la raza aria y encarnación del mal, destinados a la exterminación masiva y sistemática. El discurso y la estructura ideológica nazi están cargados de significación religiosa y mitológica.
El segundo elemento es la sistematización de los procesos de asesinatos masivos, los cuales comenzaron con la concentración de la población judía en guetos y posteriormente en campos de concentración y culminó con la implantación de la llamada ''solución final al problema judío'', que consistió en el asesinato masivo y sistemático de la población judía.
El principal elemento de dicha ''solución'' fueron los campos de exterminio, los cuales funcionaban como auténticas fábricas de muerte, cuya materia prima era la población a ser exterminada.
Durante el Holocausto, unos seis millones de judíos (alrededor de un tercio de la población judía mundial de la época) fueron exterminados. En algunos casos desaparecieron comunidades enteras, entre ellas la floreciente comunidad judía de Polonia (de más de tres millones de miembros) y la comunidad sefardí de Salónica (en Grecia).
El número exacto de personas asesinadas durante el régimen nazi no se ha podido determinar, aunque se consideran fiables los siguientes números:
5.600.000 a 6.100.000 de judíos, de los que entre el 49 y el 63 % eran polacos,
3.500.000 a 6.000.000 de civiles eslavos,
2.500.000 a 4.000.000 de prisioneros de guerra soviéticos,
2.500.000 a 3.500.000 de polacos no judíos,
1.000.000 a 1.500.000 de disidentes políticos,
200.000 a 800.000 gitanos,
200.000 a 300.000 discapacitados,
10.000 a 250.000 homosexuales,
En total las víctimas suman una cifra de 20.000.000 (veinte millones de personas).



(*) Redacción de Bitácora.
Iom Hashoah, es el día 27 de Nisán del calendario hebreo, 1 de mayo de 2011 por la noche. Este día es recordado anualmente como día en memoria de las víctimas del Holocausto, siendo feriado nacional en Israel.
Originalmente, el día propuesto para esta conmemoración fue el día 15 de Nisán, aniversario de la revuelta del Gueto de Varsovia (19 de abril de 1943), pero esta propuesta cambiada por causa de coincidir con el primer día de Pésaj. El día 27 fue escogido por ser ocho días antes de la conmemoración de Iom Ha'atzmaut, Día de la Independencia de Israel. El Iom HaShoah fue establecido en 1959 como ley en Israel.A las 10:00 horas del Iom Hashoah, las sirenas aéreas suenan durante dos minutos.
Iom Hashoah, es el día 27 de Nisán del calendario hebreo, 1 de mayo de 2011 por la noche. Este día es recordado anualmente como día en memoria de las víctimas del Holocausto, siendo feriado nacional en Israel.
Originalmente, el día propuesto para esta conmemoración fue el día 15 de Nisán, aniversario de la revuelta del Gueto de Varsovia (19 de abril de 1943), pero esta propuesta cambiada por causa de coincidir con el primer día de Pésaj. El día 27 fue escogido por ser ocho días antes de la conmemoración de Iom Ha'atzmaut, Día de la Independencia de Israel. El Iom HaShoah fue establecido en 1959 como ley en Israel.A las 10:00 horas del Iom Hashoah, las sirenas aéreas suenan durante dos minutos.
http://www.memoriales.net/fotos/clandestina.html

http://www.cacheirofrias.com.ar/Holocausto.htm

http://www.cacheirofrias.com.ar/etimologia_y_uso_del_termino_holocausto.htm

Iom Hashoá Vehagvura. Entre la destrucción y la vida. La resistencia judía frente a la maquinaria nazi


“Cuarenta años después, mi tatuaje forma parte de mi cuerpo. No me vanaglorio de él ni me avergüenzo, no lo exhibo ni lo escondo. Lo enseño de mala gana a quien me pide verlo por pura curiosidad; lo hago enseguida y con ira a quien se declara incrédulo. Muchas veces los jóvenes me preguntan por qué no me lo borró, y es una cosa que me crispa; ¿por qué iba a borrármelo? No somos muchos en el mundo los que somos portadores de tal testimonio.”
Primo Levi, Los hundidos y los salvados
El 27 de Nisán en Eretz Israel, el 1 de mayo por la noche se rinde homenaje a los 6.000.000 de judíos que perecieron en fecha desconocida durante la Shoá. Durante la primera noche de Pesaj en 1943, los judíos confinados en el Ghetto de Varsovia dijeron basta a la exterminación. La resistencia judía había optado morir luchando.
El 19 de abril ha sido declarado como el Día de la Tolerancia, el Pluralismo y la Convivencia. Tolerancia es convivir con todos los seres humanos incluyendo a los que no son físicamente parecidos a nosotros o no piensan lo mismo. Convivencia es el arte de compartir la vida con los otros, respetando sus derechos y exigiendo que se respeten los nuestros. Pluralismo es no violentar las ideas y formas de actuar propias de ciertos grupos culturales, aun cuando no coincidan con lo que es correcto según nuestra cultura.
La Shoá fue el asesinato planificado y organizado de 6.000.000 de judíos en el seno de casi 50 millones de muertos ocurrida durante la segunda guerra mundial en Europa.
La Shoá representó una poderosa máquina empeñada en deshumanizar al hombre. Pero existió una respuesta judía digna y valiente.
Cada uno de los judíos lucho como pudo. Hubo levantamientos armados en Auschwitz, Treblinka, Sobibor, en los ghettos de Vilna, de Bialistok, de Varsovia. Morir no enorgullece a nadie. Pero sostener la vida cuando todo alrededor muestra inutilidad, eso es un acto ético y de heroísmo. Hicieron lo que pudieron, resistieron con todas sus fuerzas y de todas las formas posibles.
En los ghettos había escuelas clandestinas, conferencias, debates, coros, decenas de publicaciones, un sistema de ayuda social; en los campos mantuvieron la moral y fueron capaces de conductas de solidaridad aún cuando pretendían someterlos al grado de inhumanidad.
Después del asesinato de Abel, cuenta la Torá, que D”S se dirigió a Caín y le dijo: “La voz de las sangresde tu hermano claman a Mi desde la tierra” (Bereshit, Génesis, IV:10). Esa voz es la que habla. Esa vozes la que no pudo callar jamás el nazismo.
¿Por qué está en plural: sangres? Está escrito en Sanedrín IV:5 “En el comienzo fue creado un solo hombre, para enseñarte que quien destruye una vida humana, es considerado según la Torá, como si destruyera el mundo entero , mientras que quien salva la vida a un hombre es como si salvará a todo un mundo ”.
En la Shoá no murieron 6 millones de judíos, sino que murieron sus mundos, sus ilusiones, su futuro, su descendencia.
Cada uno de nosotros tiene un compromiso, un mandato, recordar para no olvidar pues las voces de lassangres siguen clamando.
La memoria no debe consistir en recordar en silencio, porque nuestra tradición nos enseña que la muerte no paraliza, duele, pero el dolor es motor de cambio, de compromiso, de lucha y de vida. El nazismo no contaba con nuestro recuerdo, por eso debemos hablar.
Todos somos sobrevivientes de la Shoá por eso nuestro compromiso es mantener viva su memoria.
¿Qué significa ser humano?
Tener la capacidad de preocuparse por otros seres humanos.
La intensidad de cuan humanos somos esta en la proporción directa de cuanto nos preocupamos por otros”
Abraham Ioshua Heschel
Iom Hashoah, es el día 27 de Nisán del calendario hebreo, 1 de mayo de 2011 por la noche. Este día es recordado anualmente como día en memoria de las víctimas del Holocausto, siendo feriado nacional en Israel.
Originalmente, el día propuesto para esta conmemoración fue el día 15 de Nisán, aniversario de la revuelta del Gueto de Varsovia (19 de abril de 1943), pero esta propuesta cambiada por causa de coincidir con el primer día de Pésaj. El día 27 fue escogido por ser ocho días antes de la conmemoración de Iom Ha'atzmaut, Día de la Independencia de Israel. El Iom HaShoah fue establecido en 1959 como ley en Israel.A las 10:00 horas del Iom Hashoah, las sirenas aéreas suenan durante dos minutos.

Iom HaShoa: Resistencia y Lucha


El 1 de mayo de 2011 por la noche, 27 de Nisán del Calendario hebreo es Iom HaShoah. Este día es recordado anualmente como día en memoria de las víctimas del Holocausto, siendo feriado nacional en Israel.
Originalmente, el día propuesto para esta conmemoración fue el día 15 de Nisán, aniversario de la revuelta del Gueto de Varsovia (19 de abril de 1943), pero esta propuesta cambiada por causa de coincidir con el primer día de Pésaj. El día 27 fue escogido por ser ocho días antes de la conmemoración de Iom Ha'atzmaut, Día de la Independencia de Israel. El Iom HaShoah fue establecido en 1959 como ley en Israel.A las 10:00 horas del Iom Hashoah, las sirenas aéreas suenan durante dos minutos.
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La resistencia judía se cumplió en tres planos:
1- Las rebeliones armadas en los ghettos y en los campos de concentración.
2- La lucha y el traslado de los judíos de las aldeas y de los ghettos a los bosques, para que se plieguen a la lucha de los guerrilleros-partizanos.
3- La ocultación de judíos individuales en escondites diversos, la salvación de grupos y la salvación de niños.
La rebelión del ghetto de Varsovia fue un levantamiento popular judío contra el régimen y sirvió de ejemplo y bandera a las otras concentraciones judías en los ghettos y en los campamentos. Esta rebelión fue la primera resistencia armada en toda la Europa ocupada.
Un factor de mucha importancia fue el sentimiento personal y la situación de los judíos. Los combatientes judíos no abrigaban ninguna esperanza de vencer ni de salvarse por medio del combate. La lucha que emprendieron era ante todo un acto de sublimidad humana y nacional.
Los judíos desempeñaron un papel notable guerra de guerrillas y en los movimientos de resistencia clandestinos en algunos países de Europa, también cumplieron operaciones de salvación de niños y cruces de fronteras.
Cabe destacar otro aspecto de la participación del pueblo judío todo en la lucha contra el nazismo, y es el hecho que miles de jóvenes judíos se hayan enrolado en los ejércitos aliados a fin de combatir al nazismo, destacándose entre ellos los jóvenes de Eretz Israel a través de su participación en el ejército británico.
Sin embargo la lucha por la supervivencia, no se caracterizó únicamente por la lucha armada, la insistencia en la vida, en el mantenimiento de las estructuras comunitarias, las escuelas, la vida cultural y especialmente las instituciones de ayuda mutua, el reparto de alimentos y de medicinas, etc. Fueron una manifestación constante de la resistencia judía frente al enemigo. Ante el designio de exterminio por parte de los nazis, el pueblo judío demostró su ferviente y profundo deseo de VIVIR.

La formación de los movimientos clandestinos
En el proceso de organización de los movimientos clandestinos combatientes gravitaron, decisivamente los movimientos juveniles (especialmente los sionistas). Durante la Guerra y la conquista de Polonia, huyó la mayor parte de los dirigentes reconocidos en el plano comunitario y partidario e incluso en el de los movimientos juveniles. Sin embargo en estos surgió bien pronto la exigencia de renovar la actividad y consecuentemente, "la necesidad de que sus hombres retornen a fin de actuar en la clandestinidad dentro del territorio ocupado por los nazis”.
Hay que prestar atención al hecho de que en aquel momento, el concepto de la acción clandestina no significaba acción armada, sino una actividad ilegal destinada a mantener la existencia de los marcos del movimiento y a estimular los ánimos. Así fue que retornaron a los territorios ocupados por los nazis en Polonia muchos de los dirigentes de los movimientos juveniles sionistas socialistas, entre ellos ltzjak ("Antek") Zuckerman y Tzivia Lubetkin del movimiento "Dror" y Mordejai Anielewicz del "Hashomer Hatzair". Los movimientos juveniles, impulsados por sus líderes, se asimilaron con relativa rapidez a la nueva situación y comenzaron a actuar en marcos clandestinos. La ideología como columna vertebral, el pathos social cultivado en la mayor parte de estos movimientos juveniles, el compañerismo y el entusiasmo: todos estos factores constituyeron elementos de peso en el mantenimiento y fortalecimiento de dichas agrupaciones.
Esta recuperación de los movimientos juveniles resaltaba en comparación con la parálisis que hizo presa de los otros movimientos políticos y comunitarios por la huída de sus dirigentes. Partidos políticos judíos de gran influencia y frondosa actividad en la vida previa a la ocupación, como el "Bund", "Agudat Israel" y los partidos sionistas, redujeron su actividad al mínimo: los portavoces partidarios dejaron de aparecer, los centros sociales se clausuraron y casi no se realizaban asambleas (entre otros motivos, por la prohibición de las autoridades).

El desarrollo de los acontecimientos en Varsovia
En la etapa que antecedió a la aniquilación, los movimientos juveniles que operaban en la clandestinidad se ocupaban especialmente de actividades educativas y no de preparativos para una rebelión armada. Suponían que debían prepararse para el período que sobreviniese después de la liberación, porque entonces el pueblo judío requeriría de su joven generación, firme y entera en cuerpo y alma. La actividad clandestina en aquel entonces incluía, entre otros temas, los siguientes:
- Organización de centros sociales clandestinos destinados a albergar círculos de estudio y talleres de literatura.
- Organización de grupos para el trabajo agrícola, para la capacitación agrícola ("hajsharot") y "kibutzim" urbanos. Estos se ocupaban de trabajos fuera de Varsovia, suministrando alimento y bebida a los más famélicos.
- Cuidado de la juventud abandonada en el ghetto y lucha contra actos de delincuencia y pillaje.
- Publicación y difusión de prensa ilegal; en un primer momento para el uso interno de los movimientos y más adelante, para el público general.
Los intentos esporádicos de preparación en el plano militar en esta época provenían más que nada de la sensación general de peligro que el nazismo despertaba en los judíos como en todo el mundo, y no de una expectativa previa a un operativo de liquidación física absoluta del pueblo judío.
Los objetivos de los movimientos clandestinos y sus marcos internos cambiaron a fines de 1941 y comienzos de 1942, cuando llegaron las primeras noticias sobre el exterminio desde Vilna. Junto con las noticias llegaron los análisis que había efectuado en Vilna, entre otros, Abba Kovner a comienzos de 1942, cuya conclusión era que los alemanes se preparaban para la exterminación total de los judíos. Estas noticias causaron una honda impresión entre los dirigentes de la clandestinidad en Varsovia; ltzjak ("Antek") Zuckerman dijo respecto a aquellos días.
"Todo el trabajo de educación que aspiraba a mantener la condición humana de la joven generación y despertar en ella el espíritu de combate, carecía de sentido en aquellos días, a menos que se levantase a su lado y gracias a esa tarea una fuerza judía armada de autodefensa."
El desarrollo de los acontecimientos, provocó un cambio de actitudes y la decisión de crear una organización armada. Del estudio de la historia del ghetto de Varsovia se desprende que en el comienzo, los distintos movimientos se organizaron para la defensa sobre una base separada (el "Bund" fue el primero en establecer una "organización combatiente", si bien carente de armamentos, y los otros movimientos sólo comenzaron a tratar de conseguir armas). Pero las circunstancias, agravadas constantemente, obligaron a los distintos organismos a llegar a un acuerdo. Tres motivos llevaron a esta resolución:
a) Todos sentían que la actividad conjunta facilitaría los intentos para conseguir armas.
b) De Vilna llegaban noticias sobre el establecimiento de una organización unificada.
c) Del campo de exterminio Chelmno, que comenzó a actuar en diciembre de 1941, llegaron en enero de 1942 las primeras noticias sobre el asesinato metódico y masivo que allí se llevaba a cabo.
Durante el mes de febrero de 1942 se verificó un primer intento de crear una organización judía combatiente general. Los representantes de los diversos movimientos políticos y del movimiento juvenil "Hejalutz" se encontraron, pero por la oposición del "Bund" a organizarse sobre una base judía separada, el esfuerzo fracasó. Simultáneamente comenzaron negociaciones con el Partido Comunista Polaco (PPR).
Finalmente se acordó la fundación de un "Bloque Anti -Fascista", en el que participaban los partidos y movimientos juveniles sionistas socialistas. Se recurrió a los comunistas porque en la organización clandestina nacional polaca (La Armia Krajowa - el "Frente Patriótico") había muy fuertes elementos antisemitas. Además existía la esperanza de que la adhesión con una fuerza exterior potente facilitaría la obtención de armas. El "Bloque Anti-Fascista" no registró verdaderos logros (o sea, acumulación de armas y entrenamiento de combatientes) y su principal importancia radica en haber conseguido la unificación de las filas. Dejó de existir en junio de 1942, aunque jamás fue desmantelado oficialmente.
El 28 de julio de 1942, una semana después del comienzo de la "gran acción" alemana, en el transcurso de la cual fueron deportados la mayor parte de los judíos de Varsovia a Treblinka, se creó la "Organización Combatiente Judía". La OCJ fue formada por los representantes de tres movimientos "jalutzianos". "Dror", "Hashomer Hatzair" y ''Akiba". Los fundadores sabían bien que esta vez la misión era oposición por la fuerza al operativo de deportación, que constituía parte de un plan de asesinato amplio y quizás total. Sin embargo carecían de todo plan de acción claro para llevar a la práctica la voluntad de presentar lucha armada. A fines de octubre de 1942, la organización se amplió con el ingreso de nuevas fuerzas políticas, incluyendo al "Bund"; fuera de la OJC quedaron únicamente los revisionistas (no existía un movimiento religioso que bregase por la lucha armada), quienes crearon su propia organización de lucha, la Liga Militar Judía.

El desarrollo de los acontecimientos en Vilna
Vilna fue conquistada por los alemanes en julio de 1941. Hasta fines del mismo año fue asesinado el 75 por ciento de los judíos que vivían en la ciudad, quedando menos de 20.000 personas. Los sobrevivientes gozaron de una relativa tranquilidad hasta la eliminación final del ghetto, en el verano de 1943.
La organización clandestina en Vilna se inició al término de las acciones alemanas de 1941, cuando en el ghetto ya existía información sobre el destino de los deportados a Ponar y sobre los asesinatos cometidos por los alemanes en el resto de Lituania y Bielorusia.
Los movimientos juveniles, aunque muchos de sus miembros habían muerto, lograron mantener un núcleo de activistas, en parte legales (gracias a sus permisos de trabajo) y en parte ilegales. No cabe duda de que fue el espíritu especial que cundía en las agrupaciones juveniles el principal móvil que posibilitó la continuación de su actividad, en tanto el resto de las organizaciones se derrumbaban. Había grandes dudas en torno al interrogante si los asesinatos eran una cuestión local (cabe recordar que Vilna fue uno de los primeros lugares en donde se practicaron más asesinatos). Acerca de aquél período (diciembre de 1941), dijo por ejemplo, Mordejai Tenenbaum – Tamaroff, el dirigente de "Dror'", que "todavía no sabíamos que aquél iba a ser el destino de todo el judaísmo polaco. Buscábamos el motivo de la actitud de las autoridades en su relación con los lituanos".
En cambio, Abba Kovner sentía que "Ponar no constituye un episodio aislado... Se trata de un método total". La pregunta era si se podía huir a otro lugar, más tranquilo, o no había escapatoria y era necesario reaccionar con mano armada. Así fue como en la reunión de los miembros del "Hashomer Hatzair" en diciembre de 1941, en la que se trató del establecimiento de una organización combatiente, se discutieron los métodos que debían utilizarse. Mientras que Abba Kovner afirmaba que la rebelión y la defensa armada constituyen "la única salida, una salida de honor para nuestro pueblo", otro participante respondía que, en caso de que Kovner estuviese errado y el propósito de los alemanes no fuese el asesinato total y absoluto de los judíos, había que tener en cuenta la política alemana de la "responsabilidad colectiva" de todos los judíos del ghetto.
En la noche del primero de enero de 1942 se llevó a cabo la primera reunión clandestina conjunta de los miembros de los movimientos "jalutzianos". En su transcurso, Abba Kovner leyó ante los presentes la siguiente proclama:
"No dejemos que nos lleven como bestias al matadero!”
¡Juventud Judía! No confíes en los que te engañan. De los ochenta mil judíos de la "Jerusalem de Lituania” han sobrevivido tan sólo veinte mil. Ante nuestros propios ojos nos arrancaron a nuestros padres y a nuestras hermanas.
¿Donde están los centenares de hombres que fueron secuestrados para trabajo forzados por los "raptores" lituanos?
¿Donde están las mujeres desnudas y los niños que fueron arrancados en la terrible noche de la provocación?
¿Donde están los judíos del Día de la Expiación?
¿Donde están nuestros hermanos del segundo ghetto?
Todos los que salieron del ghetto no han vuelto.
Todos los caminos de la Gestapo conducen a Ponar.
¡Y Ponar es la muerte!
¡A todos los vacilantes: desechen toda ilusión. Sus hijos, sus esposas, sus mujeres ya no están. Ponar no es un campo de trabajo. Todos fueron asesinados allí.
Hitler se propone aniquilar a todos los judíos de Europa. Los judíos de Lituania fueron elegidos como los primeros.
¡No dejemos que nos arrastren como bestias al matadero!
Es cierto: somos débiles e indefensos, pero la única respuesta al enemigo es la oposición.
¡Hermanos! Es mejor morir como combatientes libres que vivir a merced de los enemigos.
¡A la defensa! ¡Hasta el último hálito de vida!

Primero de Enero 1942, Ghetto de Vilna
Memorias de la Resistencia Judía Antinazi

viernes, 29 de abril de 2011

1 de mayo de 2011. Día Internacional del Trabajo. Himno La Internacional


Primero de Mayo de 2011: Precariedad del trabajo y globalización
El origen del Primero de Mayo se origina hace 125 años. En Estados Unidos, el 1 de mayo de 1886, se lanzó una huelga en apoyo de la jornada de 8 horas.
Hoy, el Día Internacional de los Trabajadores, rescata y rinde homenaje a quienes luchan contra las dictaduras, el paro en aumento y la creciente pobreza. Rinde homenaje a la gente que busca un cambio a través de las luchas por un futuro mejor.
La globalización neoliberal busca extender el poder del estado a todos los aspectos de nuestras vidas, los espacios vitales son cada vez más totalitarios. La precarización y la sociedad de riesgo que acompañan a la globalización van de la mano de la exclusión, la descontractualización de la sociedad, el racismo, el desprecio al Otro, la agresión al diferente etc.
El saldo son 3.500 millones de pobres en el mundo y trabajos precarios que amenazan con más pobreza, guerras y hambre. Ofrezco este texto de Leticia Barrios Graziani, que considero muy significativo para analizar este 1 de mayo de 2011: http://networkedblogs.com/hfQQv
Adelante copañeros.
Carlos Braverman
Tel Aviv Israel
29 de abril de 2011

La Internacional

Arriba los pobres del mundo
en pie los esclavos sin pan
alcémonos todos al grito
viva La Internacional

Removamos todas las trabas
que oprimen al proletario
cambiemos al mundo de base
hundiendo al imperio burgués.

Agrupémonos todos
en la lucha final
y se alzan los pueblos
por la internacional

Agrupémonos todos
en la lucha final
y se alzan los pueblos con valor
por la internacional

El dia que el triunfo alcancemos
ni esclavos ni dueños habrá
los odios que al mundo envenenan
al punto se extinguirán.

El hombre del hombre es hermano
derechos iguales tendrán
la Tierra será el paraíso,
patria de la Humanidad.

Agrupémonos todos
en la lucha final
y se alzan los pueblos
por la internacional

Agrupémonos todos
en la lucha final
y se alzan los pueblos con valor
por la internacional

El dia que el triunfo alcancemos
ni esclavos ni dueños habrá
los odios que al mundo envenenan
al punto se extinguirán.

El hombre del hombre es hermano
derechos iguales tendrán
la Tierra será el paraíso,
patria de la Humanidad.

Agrupémonos todos
en la lucha final
y se alzan los pueblos
por la internacional

Agrupémonos todos
en la lucha final
y se alzan los pueblos con valor
por la internacional
Ha'intenazyonal
kum hitna'era am halecha
am avadim mezey ra'av
esh hankama balev lahecha
likrat oyev hikon lakrav

olam yashan adey ha'yesod nahriva
migav kafuf nifrok ha'ol
et olamenu az nakima
lo klum etmol - mahar hakol
ze ihiye krav ahron
bemilhemet olam
im ha'internazional
ye'or, isgav adam











Primero de Mayo de 2011: Precariedad del trabajo y globalización


El origen del Primero de Mayo se origina hace 125 años. En Estados Unidos, el 1 de mayo de 1886, se lanzó una huelga en apoyo de la jornada de 8 horas.
Hoy, el Día Internacional de los Trabajadores, rescata y rinde homenaje a quienes luchan contra las dictaduras, el paro en aumento y la creciente pobreza. Rinde homenaje a la gente que busca un cambio a través de las luchas por un futuro mejor.
La globalización neoliberal busca extender el poder del estado a todos los aspectos de nuestras vidas, los espacios vitales son cada vez más totalitarios. La precarización y la sociedad de riesgo que acompañan a la globalización van de la mano con la exclusión, la descontractualización de la sociedad, el racismo, el desprecio al Otro, la agresión al diferente etc.
El saldo son 3.500 millones de pobres en el mundo y trabajos precarios que amenazan con más pobreza, guerras y hambre. Ofrezco este texto de Leticia Barrios Graziani, que considero muy significativo para analizar este 1 de mayo de 2011.
Adelante copañeros.
Carlos Braverman
Tel Aviv Israel
29 de abril de 2011


LAS RELACIONES DE TRABAJO EN LA GLOBALIZACIÓN: TRES PERSPECTIVAS DE ANÁLISIS
Leticia Barrios Graziani
Doctoranda en Ciencias Sociales, Estudios de Trabajo
Universidad de Carabobo (Venezuela)

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Las relaciones de trabajo en la globalización: tres perspectivas de análisis (Resumen)
Este artículo aborda las concepciones fundamentales de tres perspectivas analíticas en torno a las relaciones de trabajo que se prefiguran en la era de la globalización: la postmarxista, entendiendo por tal, los desarrollo posteriores a las ideas originales de Karl Marx; las neoclásicas que se desprenden fundamentalmente de la escuela de Von Hayek y Friedman y finalmente, la perspectiva postmoderna, en particular, las aportaciones que en este sentido brindan Antonio Negri, Hardt y otros autores de la misma tendencia.
Palabras clave: Relaciones de trabajo, globalización, teorías
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The working relations in globalization: Three analysis perspectives (Abstract)
This paper is an approach to the conceptions of three analytical perspectives concerning the working relations in the globalization age: the post Marxist, knowing as the later developments of Karl Marx's original ideas; the neoclassic founded by the Von Hayek and Friedman school and finally, the postmodern perspective, especially, the contributions that in this respect drink Antonio Negri, Hardt and other authors with similar ideas.
Key words: Working relations, globalization, theories
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El presente ensayo pretende abordar las concepciones fundamentales de tres perspectivas analíticas en torno a las relaciones de trabajo que se prefiguran en la era de la globalización. Las tres corrientes que interesa analizar son las siguientes: la postmarxista, entendiendo por tal, los desarrollo posteriores a las ideas originales de Karl Marx; las neoclásicas que se desprenden fundamentalmente de la escuela de Von Hayek y Friedman y finalmente, la perspectiva postmoderna, en particular, los aportes que en este sentido brindan Antonio Negri, Hardt y otros de la misma tendencia.
Mediante el análisis de estos enfoques se pretende esclarecer las distintas concepciones e interpretaciones que pueden tener los mismos fenómenos pero bajo supuestos teóricos radicalmente diferentes o enfrentados.Todo lo cual conduce a tener como punto de partida, que las relaciones de trabajo en la presente era del capitalismo global se presentan con una diversidad de fenómenos y procesos, difíciles de interpretar ygeneralizar, perfilándose muchos de ellos,como tendencias de dudoso desarrollo.
Es por tanto, de gran interés el análisis de la diversidad de enfoques y teorías en torno a las relaciones de trabajo en el presente, para ir así enriqueciendo la discusión, la investigación y las polémicas en este terreno.
La perspectiva neo marxista
Dentro de esta corriente nos interesa en particular lo desarrollado por Ricardo Antunes (1996) y Adrián Sotelo Valencia (2003)
Antunes, señala que la globalización ha significado transformaciones no solo en la materialidad de los trabajadores, sino también en la subjetividad de los mismos:
"La década de los ochenta presenció, en los países del capitalismo profundas transformaciones en el mundo del trabajo, en su forma de inserción en la estructura productiva, en las formas de representación sindical y política. Han sido tan intensos los cambios, que hasta se puede afirmar que la clase que vive del trabajo ha sufrido la más aguda crisis de este siglo, que ha afectado no solo su materialidad sino que ha tenido repercusiones en su subjetividad y el íntimo interrelacionamiento de estos niveles, ha afectado su forma de ser" (Antunes, 1996: 13).
Este autor se basa en el análisis de las repercusiones e impactos que ha tenido en el mundo del trabajo las innovaciones tecnológicas de los últimos años, así como las transformaciones del modelo productivo fordista y su desplazamiento por el postfordista cuya experiencia más notable la constituye el toyotismo y la especialización flexible.
Tales conmociones le llevan a las siguientes preguntas: ¿Está desapareciendo la clase obrera?, ¿Estamos en las puertas del fin del trabajo?, ¿Se pierde la centralidad de la clase obrera en la sociedad?,y finalmente, ¿Pierde la categoría "trabajo" el estatuto central que hasta ahora ha ocupado en la sociedad?
La respuesta que Antunes da a estos interrogantes son las siguientes:
"Se observa, en el universo del mundo del trabajo en el capitalismo contemporáneo, un múltiple proceso: por un lado se ha verificado una desproletarización del trabajo industrial, fabril, en los países del capitalismo avanzado. En otras palabras, hubo una disminución de la clase obrera industrial tradicional. Pero, paralelamente, se ha efectuado una importante expansión del trabajo asalariado, a partir de la enorme ampliación del asalariamiento en el sector de servicios; se ha verificado una significativa heterogeneización del trabajo, expresada a través de la creciente incorporación del contingente femenino en el mundo obrero, se vive también una subproletarización intensificada. El más brutal de esas transformaciones es la expansión, sin precedentes en la era moderna, del desempleo estructural" (Antunes, 1996:35).
En suma, para este autor, el trabajo en la era de la globalización se resume en lo siguiente:
Disminución del proletariado industrial
Expansión del trabajo asalariado
Terciarización del trabajo
Aumento de la mano de obra femenina e infantil
Precarización del trabajo
Desempleo estructural
Respecto a las repercusiones que estas transformaciones del mundo del trabajo han tenido en las subjetividades y en el movimiento sindical, Antunes señala que la clase trabajadora se ha convertido en más heterogénea, fragmentada y compleja y en cuanto a sus movimientos, éstos han experimentado una significativa merma, que se aprecia en la reducción de las tasas de sindicalización a nivel mundial, fenómeno este que denomina "desindicalización". Junto con ello aparece las tendencias hacia el allanamiento sindical o "sindicalismo horizontal" de mayor alcance y que agrupa a las esferas intergremiales.
Finalmente señala las tendencias en las relaciones de trabajo contemporáneas:
La individualización de las relaciones de trabajo
La desregulación y la flexibilidad laboral
El agotamiento de las relaciones sindicales con tres variantes:
El modelo anglosajón que apunta a la eliminación de los sindicatos
El modelo alemán basado en las relaciones tripartitas
El modelo japonés basado en el sindicato de empresa de carácter participacionista.
Otro autor de la corriente marxista, Sotelo Valencia (2003), concibe la actual fase del capitalismo mundial como un proceso de extensión de la ley del valor marxistay, por ende, de la superexplotación del trabajo generalizada. Tal como lo señala este autor:
"La superexplotación, en cuanto régimen de explotación del capital en las sociedades dependientes y subdesarrolladas, se está convirtiendo también en un régimen de explotación de la fuerza de trabajo en los países capitalistas desarrollados con el fin de contrarrestar los efectos perniciosos de la larga depresión de la economía mundial en sus declinantes tasas de crecimiento, de rentabilidad y de producción de valor y de plusvalía" (Sotelo, 2003:23).
Los planteamientos centrales de este autor se pueden resumir de la siguiente manera:
El aumento de la explotación del trabajo es una ofensiva del capital para contrarrestar la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, agudizada en los últimos años.
Para el aumento de la plusvalía el capital se vale de la eliminación de los sistemas de seguridad social, la desregulación y flexibilización del trabajo, así como la eliminación de los derechos laborales.
La globalización implica una agudización del proceso de transnacionalización de la economía capitalista y una mayor concentración de capital, cobrando vigencia en este escenario la ley marxista del valor.
La superexplotación del trabajo es una tendencia generalizada en todo el sistema-mundo capitalista y no limitada a los países periféricos.
La etapa actual de la economía mundial muestra que la mayoría de las categorías de obreros estará sometida a regímenes de precarización laboral y a crecientes deterioros en sus condiciones de vida y de trabajo.
Debido a un debilitamiento de la estructura sindical mundial y de las luchas obreras, el curso ulterior que han asumido las políticas reestructuradoras del capital se concentra en tres dimensiones: tendencias muy fuertes a la rebaja de los salarios; aumento de la explotación y superexplotación en todas sus facetas y,extensión de la precarización del trabajo como un fiel reflejo de la imposición de la flexibilidad laboral.
Los planteamientos de estos autores marxistas resultan muy similares, coinciden enreivindicar la visión marxista del trabajo en los tiempos de la globalización, cumpliéndose en buena medida las premisas de la ley del valor trabajo: explotación, desempleo, disminución de los salarios y deterioro de la calidad de vida y de los derechos de los trabajadores. Asimismo, reconocen la debilidad del movimiento sindical y que esta decadencia de la resistencia de los trabajadores ha favorecido los procesos de desregulación flexibilización del trabajo.
La perspectiva neoliberal
Las tendencias del trabajo contemporáneo vistas como nefastas y pesimistas bajo la óptica marxista adquieren otro carácter en la perspectiva neoliberal. Así se puede entender en Milton Friedman (1980):
"La obsesiva preocupación por el mercado económico ha dado lugar a una angosta interpretación del concepto de interés personal como egoísmo miope, como el exclusivo interés por las ganancias materiales inmediatas. Se ha censurado la economía, porque según se afirma, llega a conclusiones trascendentales a partir de un hombre económico imaginario, que es poco más que una máquina calculadora, sensible a los menos estímulos monetarios. Esto es gran error. El interés personal no equivale al egoísmo miope, sino que engloba todo cuanto interesa a los participantes en la vida económica, todo lo que valoran, los objetivos que persiguen" (Friedman, 1980: 48).
Esta concepción del individualismo será el punto de partida para configurar escenarios positivos en la era de la globalización, las bases en la que se sustenta este optimismo no son otras que el desmoronamiento del Estado regulacionista, el fin de la rigidez del mercado de trabajo y el imperio del mercado.
Para Hayek (1978) por ejemplo, el Estado regulacionista es una fuente de problemas, y su lugar debe ser tomado por el mercado:
"Sólo el mercado puede realizar de manera adecuada la asignación de recursos, pues ninguna persona o conjunto de personas podría lograr el conocimiento perfecto de todas las circunstancias que están actuando en el mercado a cada momento" (Hayek, 1978: 204).
El neoliberalismo actual se enmarcaría dentro de la tendencia que considera al Estado como un obstáculo a la libertad, ya que es el intercambio mercantil sin ninguna intervención la manifestación esencial de la libertad humana; el mercado es, además, el fundamento de lo social.
Las políticas económicas neoliberales se estructuran en el intento de difundir las instituciones de mercado hasta los límites de lo políticamente posible, asentando en la cultura pública una inquebrantable legitimidad a favor de los mercados liberalizados.
De la teoría clásica se desprende que el mercado es un sistema de asignación de recursos escasos en el cual los individuos en competencia persiguen sus propios intereses. Los agentes, provistos con mercancía y dinero, expresan sus preferencias, sus deseos y necesidades, sus demandas, e intercambian dotaciones, productos, trabajo, dinero. En su interacción se genera un sistema de precios que actúa como un sistema de señales para la coordinación de actividades. No hay ninguna instancia central ocupada en investigar quién o qué se quiere. Los precios se convierten por esa vía en un modo de transmitir información. Se sabe qué hay que producir, para quién y en qué cantidad. Nadie está interesado en satisfacer las necesidades de nadie, pero cuando persigue sus propios intereses se ve obligado a atender la demanda de los demás y a hacerlo de modo eficiente, pues, de otro modo, la competencia se encargará de expulsarlo. En ese marco competitivo la distribución del producto social aparece vinculada con la aportación de cada uno. El empresario contrata trabajadores hasta que el costo de incorporar una unidad de trabajo adicional iguala el posible beneficio. De modo que el ingreso del trabajador parece relacionarse directamente con su aportación.
Para los neoliberales, el trabajo se concibe como una mercancía más, que está sujeta a las oscilaciones de la oferta y de la demanda y cuyo equilibrio determina el salario justo y evita el desempleo. Este último vendría determinado por un salario superior al de equilibrio provocado por cualquier interferencia ajena al funcionamiento natural del mercado de trabajo.
En esta perspectiva, los sindicatos son vistos también como una interferencia, la flexibilidad se convierte en solución frente a estas indeseables intervenciones; de ahí las propuestas de reforma que en este sentidose le hacen a la mayoría de las leyes que protegían el mercado de trabajo.
Asimismo, los neoliberales conciben que el desempleo es causado por la existencia de rigideces en los mercados de bienes y trabajo que son el resultado, en parte, de una regulación excesiva e inadecuada. Para la solución del desempleo es necesario introducir reformas estructurales drásticas que flexibilicen las relaciones laborales. Esta argumentación, concibe la actual etapa de globalización como la fase ideal y justificante de la liberización de los mercados laborales.
Tal como señala Ulrich Beck (2000), a partir de las transformaciones que implica la globalización, los neoliberales pueden construir un escenario optimista que se puede resumir en lo siguiente:
"Como solución mágica para la recuperación del pleno empleo se desplaza hasta allí un drástico medicamento político que combina una elevada estabilidad monetaria, unas subidas salariales moderadas y un reducido margen de huelga dentro de un estado mínimo que se limita a la creación de condiciones marco competitivas y sociales junto con un elevado grado de responsabilidad por parte de los ciudadanos y los empresarios. En cambio, las políticas laborales del Estado asistencial (programas de empleo, reforzamiento de las prestaciones estatales, etc.) aparecen como obra del diablo, tras un breve lapso de mejoras, empeoraría a buen seguro el problema del paro. En el ámbito del mercado laboral, países como EEUU, Noruega, Nueva Zelanda, Portugal o los recientemente enlazados Países Bajos presentan en general una participación estatal netamente inferior; una clara reducción de cargas fiscales e impuestos, un nivel de inversión elevado, unos salarios bajos, una conflictividad laboral mínima y un fuerte crecimiento de la fuerza de trabajo a tiempo parcial" (Beck, 2000:53).
Beck resume el "paraíso neoliberal" de la globalización, las recetas para llegar a ello se aplican desde la década de los ochenta en las naciones anglosajonas y en América latina. Sus postulados suscitan diversas polémicas en virtud de que la aplicación de las políticas neoliberales agudiza el desempleo y la precariedad del empleo.
La perspectiva postmoderna
Aunque la perspectiva postmoderna se nutre de varios enfoques, abordaremos lo planteado por Negri, Hart (2000)y Lazzarato (1991), en torno a la nueva sociología del trabajo en la era de la globalización.
Negri y Hardt, establecen diferencias fundamentales entre la "economía fordista" y la "economía postmoderna". La primera la consideran como un modelo de producción en el que la información y la comunicación entre productores y consumidores era escasa y relativamente lenta. Mientras quela economía postmoderna se caracteriza por ser altamente comunicacional e informacional.
La idea fundamental de estos autores gira en torno al predominio en la sociedad contemporánea del "trabajo inmaterial y afectivo":
"Puesto que la producción de servicios no resulta en bienes materiales ni durables, definimos al trabajo implicado en esta producción como trabajo inmaterial es decir, trabajo que produce un bien inmaterial, tal como un servicio, un producto cultural, conocimiento o comunicación. La otra cara del trabajo inmaterial es el trabajo afectivo de la interacción y el contacto humano. Los servicios de salud, por ejemplo, descansan centralmente sobre el trabajo afectivo y de cuidado, y la industria del entretenimiento está también enfocada en la creación y manipulación del afecto. Este trabajo es inmaterial, aún cuando sea corporal y afectivo, en cuanto que su producto es intangible, un sentimiento de comodidad, bienestar, satisfacción, excitación o pasión. Categorías tales como "servicios personales" o servicios de proximidad son utilizadas a menudo para identificar esta clase de trabajos, pero lo realmente esencial para ellos es la creación y manipulación de afectos. Esa producción, intercambio y comunicación afectiva se asocia generalmente con el contacto humano, pero dicho contacto puede ser real o virtual, como en la industria del entretenimiento" (Negri, 2000: 75).
Asimismo, los autores señalan que el crecimiento de las importaciones desde países con bajo nivel salarial ha causado la destrucción de empleos industriales, intensivos en trabajo, en los países desarrollados, generando con ello, al mismo tiempo, desigualdades salariales. Del mismo modo, los flujos crecientes de inversiones extranjeras directas hacia países periféricos, que buscan aprovechar los bajos costos salariales y producir manufacturas más baratas, producenel mismo efecto sobre el mercado de trabajo interno de los países industrializados.
Los autores introducen el concepto de multitud, en lugar de los términos tradicionales: proletariado, trabajadores, clase obrera, etc. Con ello pretenden dar cuenta de las transformaciones cualitativas sufridas por la fuerza de trabajo desde los años setenta. Este cambio consistiría esencialmente en la hegemonía del trabajo inmaterial sobre el conjunto de la fuerza de trabajo. La "multitud"sería entonces un nuevo sujeto productivo "libre y autónomo", ya no situado en la fábrica o el lugar de trabajo sino en toda la sociedad. Esta constituye una sobreestimación del papel de la intelectualidad y de los sectores más calificados de los asalariados. El término multitud describe a un proletariado que se ha vuelto más heterogéneo, pero que está dominado por el "trabajo inmaterial".
Negri y Hardt distinguen tres tipos de trabajo inmaterial:
El de la producción industrial que se ha informatizado y ha incorporado tecnologías de la comunicación en forma tal que han transformado el propio proceso productivo;
El trabajo inmaterial de las tareas analíticas y simbólicas, a su vez subdividido en manipulaciones inteligentes y creativas y tareas simbólicas rutinarias;
El trabajo que implica la producción y manipulación de afectos y requiere contacto humano, trabajo en modo corporal. Este trabajo inmaterial involucra inmediatamente la cooperación e interacción social, cuestión que es completamente inmanente a la propia actividad laboral.
Las afirmaciones de Negri en este terreno están a tono con los teóricos que predicen el fin del trabajo y que se convirtieron en moda intelectual en la década de los noventa, a raíz de la revolución tecnológicavinculada a la informática y a la globalización. Otro elemento importante es el tránsito de la producción fordista basada en la jerarquía y la organización corporativaa la producción en red y a formas rizomáticas:
"En el paso a la economía informacional, la línea de montaje ha sido reemplazada por la red como modelo organizacional de la producción, transformando las formas de cooperación y comunicación dentro de cada lugar productivo y entre distintos lugares productivos. Los trabajadores involucrados en un único proceso pueden comunicarse y cooperarar efectivamente desde localidades remotas, sin importar la proximidad. En efecto, la red de cooperación laboral no requiere de un centro territorial o físico" (Negri, 2000: 80).
La economía fordista implicaba relaciones de competencia entre los trabajadores; la postmoderna supone cooperación y mayor interacción social sin embargo, esta no tiene un territorio único, se encuentra descentralizada y desterritorializada.
Ahora bien, la diferencia de estos autores con los teóricos marxista radica en la distinta percepción que poseen acerca de la teoría del valor trabajo en tiempos de globalización. Consideran que es imposible el cálculo de la explotación en economías informatizadas y en redes y tan profundamente transnacionalizadas; en su lugar proponen la teoría del valor- afecto:
"Hay que partir de lo que la economía política ignora para definir "el valor-afecto". Y debemos definirlo a partir de una aparente paradoja que querríamos expresar como sigue: el valor de la fuerza de trabajo es tanto más determinante para la producción cuanto más ineficaz se hace la medida del valor; cuanto más calla la economía política sobre el valor de la fuerza de trabajo, más se extiende e interviene la fuerza de trabajo en el terreno global, biopolítico. En esta dinámica paradójica, el trabajo deviene afecto, o más aún, el trabajo encuentra su valor en el afecto, si éste se define como "potencia de actuar". La paradoja puede ser por tanto retomada en estos términos: cuanto más pierde la teoría del valor su referencia al sujeto (la medida era esta referencia, en tanto que base de la mediación y del mando), más reside el valor en el afecto, en el trabajo vivo que se autonomiza de la relación de capital, y expresa, por todos los poros del cuerpo -singular o colectivo-, su potencia de autovalorización" (Negri, 2000: 90).
A continuación, se puede apreciar la comparación de los dos modelos en el siguiente cuadro:
Cuadro 1
Comparación entre el modelo de economía fordista y el modelo de economía postfordista
ECONOMÍA FORDISTA
Baja comunicación entre productores y consumidores
Industria como sector clave
Trabajo material
Valor-trabajo (posibilidad de calcular el trabajo
Competencia entre trabajadores
Concentración de la producción
Corporación jerárquica y burocrática
Territorialización
Trabajo garantizado y estable
ECONOMÍA POSTFORDISTA
Mayor comunicación entre productores y consumidores
Servicios informacionales como sector clave
Trabajo imnaterial y comunicacional
Valor-afecto (imposibilidad de calcular el trabajo)
Cooperación e interacción social
Descentralización de la producción
Funcionamiento en redes
Desterritorialización
Trabajo no garantizable e inestable
Procesos diversos y específicos en cada nivel
La visión que se tiene de las relaciones de trabajo en la globalización se presenta bastante compleja y disímil a la luz de los tres enfoques anteriores. Para el enfoque marxista, las relaciones de trabajo se presentan totalmente desfavorables para los trabajadores, marcada por un incremento de la explotación y un fuerte retroceso de sus organismos sindicales. Uno de los aspectos más graves de la situación es la transformación experimentada en la subjetividad de los trabajadores, quedando prácticamente víctimas de un fuerte proceso de implicación e involucramiento con el capital.Tal como lo ha expresado Robert Castel (1999):
"La clase obrera ya no aparece como la clase portadora de una alternativa global a la organización social actual. Esto no quiere decir que la clase obrera haya dejado de existir, ni tampoco de que carezca de importancia social y política. Sería preciso discutir su tipo de existencia y los papeles que la clase obrera desempeña hoy. Esta comprobación significa únicamente que la clase obrera ha sufrido un retroceso social y político decisivo que ha desactivado la potencialidad subversiva que parecía encarnar" (Castel, 1999:38).
Los postmarxistas parecen coincidir con los planteamientos originales de Marx, salvo en lo concerniente a la teoría del derrumbe capitalista, expuesta por Marx y Engels (1985)en varias de sus obras, en particular, en el Manifiesto del partido comunista, basada en el supuesto de que las contradicciones del capitalismo aceleraría la lucha de clases y los trabajadores pasarían a una ofensiva final,que tendría como objetivo y meta la revolución proletaria y el fin del capitalismo.
A propósito de las consecuencias que las transformaciones del trabajo han tenido en la subjetividad de los trabajadores, Antunes se expresa del siguiente modo:
"La flexibilización de la unidad fabril, la desconcentración de la producción, la abrumadora desreglamentación de los derechos del trabajo, los nuevos patrones de gestión y "involucramiento" de la fuerza de trabajo, esta llevando a la enajenación del trabajo (en el sentido marxista) a su límite – todo ello hecho bajo un incuestionable dominio de la productividad y de la modernidad socia - terminó afectando a la forma de ser del proletariado fabril, tradicional. La clase que vive del trabajo se ha metamorfoseado.Como si ya no bastaran estas transformaciones, la crisis afectó también directamente a la subjetividad del trabajo, su conciencia de clase, afectando a sus organismos de representación, de los cuales los sindicatos y los partidos son expresión. Los primeros, los sindicatos, fueron obligados a asumir una acción cada vez más defensiva, cada vez más atada a lo inmediato, a la contingencia, retrocediendo su ya limitada acción de defensa de clase en el universo del capital" (Antunes, 1996: 134).
Para Antunes al igual que para otros autores marxistas, como Mandel (1986) y Meszáros (1987), del sindicalismo de clase ya no queda rastro alguno, pues fue sustituido por el sindicalismo de participación el cual condujo a los trabajadores al abandono de las tareas de la emancipación y a sustituirlas por la adecuación al sistema. Esto explica porqué se dan todas las condiciones para que el capital aumente su ofensiva en contra de los trabajadores, frente a la ausencia de respuestas y resistencias sindicales, los empleadores recrudecen la explotación de su mano de obra y el sistema en general intenta recuperar su tasa de ganancia sacrificando al factor trabajo.
Se puede entender la situación de los movimientos laborales como un proceso de "desagregación", el cual supone un conjunto de fenómenos tales como la disminución de la afiliación sindical en diferentes partes del mundo; el repliegue de las figuras solidarias, la división del sindicalismo; el auge del individualismo, entre otros. Richard Hyman (1996) describe la desagregación de los trabajadores del siguiente modo:
"1. Un viraje del colectivismo hacia el individualismo, reflejado en el descenso de las tasas de afiliación a los sindicatos, en una mera receptividad a las políticas y disciplinas determinadas colectivamente, o en la presencia de ambos factores;
2. Una polarización dentro de la clase obrera que muchos autores caracterizan desde el punto de vista de las relaciones entre centro periferia, o entre los de adentro y los de afuera;
3. Un creciente particularismo de las identidades y proyectos colectivos desde el punto de vista del empleador, la ocupación y el sector económico o industria.
4. La fragmentación dentro de la clase obrera organizada expresada en conflictos infra e intersindicales y un debilitamiento de la autoridad de los liderazgos nacionales y las confederaciones centrales" (Hyman, 1996:10).
En suma, siguiendo el estudio de Hyman, son diversas las corrientes (no necesariamente marxistas) que coinciden en que las organizaciones laborales atraviesan una fuerte crisis en la era de la globalización, crisis que afecta su poder de negociación y compromete las conquistas logradas hasta ahora por los trabajadores.
Mientras, para los neoliberales, las relaciones de trabajo transitan favorablemente hacia un proceso de racionalización determinado por el mercado, gracias al paulatino desmoronamiento del Estado regulacionista e intervencionista. Por otra parte, el debilitamiento de los sindicatos es visto de modo positivo, ya que los sindicatos y su poder negociador formaban parte de esas fuerzas oscuras que impedían el libre juego de la oferta y la demanda en el campo laboral, generando además, un conjunto de distorsiones en los salarios.
"Cuando los sindicatos consiguen salarios mayores para sus afiliados, restringiendo la entrada en una profesión o en un oficio, esos salarios más altos se obtienen a expensas de otros trabajadores que ven sus oportunidades reducidas. Pero cuando los trabajadores consiguen salarios y condiciones de trabajo mejores a través del mercado esos salarios mayores no se perciben a expensas de nadie. Todo el pastel es mayor: hay más para el trabajador, pero también para el empresario, el inversor, el consumidor, e incluso el recaudador de impuestos". (Friedman, 1980: 341).
Desde este punto de vista lo que acontece a los movimientos sindicales en la presente fase de globalización no debe preocupar a los trabajadores, ya que es mediante la productividad, el rendimiento, la competencia y la calificación que se pueden mejorar los salarios y el nivel de vida.
La desregulación y la flexibilidad laboralson parte de esta lógica neoliberal, tal como lo plantea Lucena (1990):
"En el terreno laboral, el enfoque neoliberal plantea la flexibilización de las relaciones de trabajo, es decir, la supresión de los vínculos rígidos entre el trabajador y un determinado centro y puesto de trabajo, con la finalidad de facilitar los procesos de renovación tecnológica y de descentralización productiva". (Lucena, 1990: 154).
Las relaciones de trabajo en la etapa actual de la globalización, para la perspectiva neoliberal, se manifiestan con menos problemas que durante el periodo del Estado de bienestar, en la que se produjo un conjunto de distorsiones en los mercados laborales.
En este sentido, Lucena (1990) refiriéndose a los argumentos neoliberales a favor de las privatizaciones señala lo siguiente:
"Las administraciones estatales son ineficientes; la superioridad de la gestión privada y el incentivo de lucro sobre la gestión pública; se exalta el papel de los inversores privados; necesidad de reducir regulaciones y trabas a los negocios; necesidad de reducir la presión tributaria; relaciones de trabajo mal orientadas y especialmente sindicatos muy fuertes que poco contribuyen al funcionamiento de la gerencia". (Lucena, 1990: 154).
Finalmente, el enfoque postmoderno destaca las transformaciones profundas que ha experimentado el trabajo en lo que denominan "la era de la economía postmoderna"; estos cambios se centran en el impacto que tienen las tecnologías informacionales y comunicacionales en las relaciones de trabajo. A la luz de esta perspectiva, las organizaciones sindicales pierden significado, ya que la tendencia global es hacia la desterritorializacióny desconcentración del trabajo. Igualmente, se generan una serie de fenómenos nuevos entre el trabajador y su "labor2, que generalmente se cumple en el sector servicios, vinculado a redes comunicacionalesy estableciendo relacionesde cooperación e interacción social entre otros trabajadores.
Las tesis de Negri sobre la hegemonía del trabajo inmaterial, lleva inevitablemente a considerar secundaria toda la problemática ligada a los intereses de los trabajadores asalariados. De lo que se desprende que carece de sentido todas aquellas propuestas que tradicionalmente han planteado los sindicatos relativas a demanda del reparto de las horas de trabajo para luchar contra el desempleo, al reclamo de estatizar bajo control obrero las fábricas que cierren o despidan, o aún el enfrentamiento a las leyes que fomentan la precarización del trabajo.Por otra parte, la multitud es así un concepto que disuelve la vieja concepción de clases y de la que se nutrió el análisissociológico durante un largo periodo, con la disolución del concepto de trabajadores, se anula también las contradicciones sociales del capitalismo en la fase de globalización.
Visto así, las relaciones entre el capital y el trabajo se desdibujan y pasan a otra dimensión, en la que el cálculo de plusvalía y el valor trabajo pierden sentido. Surgiendo además, una serie de trabajos como el "cuentapropismo", la temporalidad y la precariedad, queadquieren una relevancia sobre el trabajo estable característico delmodelo fordista.
El seguimiento de estas tres perspectivas de análisis conduce a conclusiones altamente incompatibles entre sí.Lo que es importante señalar, es que las relaciones de trabajo no pueden concebirse homogénea ni universalmente,ya que aparece una diversidad de procesos diversos y específicos en cada nivel de análisis, por tanto es un terreno en el que las generalizaciones no resultan convenientes.

Bibliografía
ANTUNES, Ricardo. ¿Adiós al trabajo? Ensayo sobre las metamorfosis y el rol central del mundo del trabajo. Valencia: Piedra azul, 1996.
BERK, Ulrich. Un nuevo mundo feliz. La precariedad del trabajo en la era de la globalización.Barcelona: Paidós, 2000.
CASTEL, Robert. ¿Por qué la clase obrera ha perdido la partida?. Actuel Marx n° 26, 1999.
FRIEDMAN, Milton y Rose FRIEDMAN. Libertad de elegir. Hacia un nuevo liberalismo económico. Barcelona: Grijalbo, 1980.
HAYEK, Frederick. Nuevos estudios. Buenos Aires: Eudeba, 1978.
HYMAN, Richard. Los sindicatos y la desarticulación de la clase obrera. Revista latinoamericana de estudios del trabajo, año 2, nº 4, 1996.
LAZZARATO, Mauricio y Antonio NEGRI. Trabajo inmaterial y subjetividad. Futuro Anterior, n° 7, 1991.
LUCENA, Hector. La flexibilidad neoliberal en Venezuela.Nueva Sociedad, nº 110, noviembre-diciembre, 1990.
MARX, Karl y ENGELS, F. El Manifiesto del Partido comunista. En Obras Escogidas.Moscú: Progreso, 1986.
NEGRI, Antonio y Michel HART. Imperio. Barcelona: Paidós, 2000.
SOTELO VALENCIA, Adrián. La reestructuración del mundo del trabajo, superexplotación y nuevos paradigmas de la organización del trabajo. México: Universidad Obrera de México, Itaca, 2003.

© Copyright: Leticia Barrios, 2005
© Copyright: Biblio3W, 2005
Ficha bibliográfica
BARRIOS GRAZIANI, L. Las relaciones de trabajo en la globalización: Tres perspectivas de análisis. Biblio 3W, Revista Bibliográfica de Geografía y Ciencias Sociales, Universidad de Barcelona, Vol. X, nº 575, 5 de abril de 2005. [http://www.ub.es/geocrit/b3w-575.htm]. [ISSN 1138-9796].

jueves, 28 de abril de 2011

¿El regreso de los franceses? por Michel Rocard


PARÌS – ¿Cuánto cuesta borrar el pasado propio como potencia colonial? Túnez ha sido independiente durante 55 años, y Costa de Marfil durante 51 años; sin embargo, Francia una vez más está desempeñando un papel decisivo en estos países. Naturalmente, muchos africanos están convencidos de que Francia está interviniendo sólo para defender las vidas de unos pocos miles de sus ciudadanos, y no sus intereses económicos y estratégicos, que son desdeñables para los primeros y nulos para los segundos.
El daño que infligieron la esclavitud y el colonialismo en estos países ha dejado un legado pesado. Y, aunque se han ocupado de sus asuntos durante décadas, Francia todavía tiene una obligación de amistad que le prohíbe olvidar y le exige adoptar un cierto modo de conducta.
Costa de Marfil goza de una gran riqueza agrícola (junto con oro, diamantes y hierro); Túnez posee grandes depósitos de fosfato; Libia tiene petróleo; y los tres tienen un clima relativamente moderado. Pero ninguno experimentó un despegue económico cuando se independizaron. ¿Por qué?
El historiador y sociólogo francés Emmanuel Todd sostuvo que, en todas partes en el mundo, el despegue económico normalmente se produce 60 o 70 años después que el 50% de la población está alfabetizada. Es más, cuanto más alta la edad promedio de matrimonio para las mujeres, más rápido se propaga el alfabetismo. Cuanto más tiempo una mujer tuvo que vivir sola y adquirir conocimiento, más fuerte es su deseo y su capacidad para transmitírselo a sus hijos.
El norte de Alemania y el sur de Escandinavia fueron las primeras regiones en experimentar un alfabetismo masivo, que fue seguido por un desarrollo económico más rápido unas décadas despúes. Estos son lugares donde la edad promedio de las mujeres a la hora de casarse rondó los 23 años durante algún tiempo. En el mundo árabe y gran parte de África, las mujeres se casan, en promedio, alrededor de los 15 años.
Túnez, Egipto y Libia son tres casos claros de furia popular masiva contra el subdesarrollo económico y las dictaduras a las que, con justa causa, se responsabilizó. La principal diferencia entre los tres países es que en Túnez y Egipto, el desarrollo económico había llegado lo suficientemente lejos como para dar lugar a una pequeña clase media comerciante y asalariada, que inició las rebeliones y cuyos miembros eran suficientes en número como para tener éxito –al menos en lo que concierne a deponer a los dictadores.
Libia es totalmente diferente. La furia allí, alimentada por la miseria y la insuficiencia de alimentos, es popular, no burguesa. Las fuerzas de resistencia son demasiado pocas, mientras que el ejército –una herramienta clave del progreso social para los pobres- sigue estando en manos de la dictadura. La rebelión no pudo imponerse por sí misma; desde el principio, se debía esperar una represión terrible y sangrienta.
Costa de Marfil no se parece en nada al norte de África: sus problemas son absolutamente locales, étnicos y religiosos. El primer presidente de la República, Félix Houphouet-Boigny, fue electo cuando se declaró la independencia en 1960 y permaneció en el poder hasta que murió en 1993 –siempre cauteloso de construir gobiernos con representantes de todas las tribus, y con un equilibrio entre los católicos del sur y los musulmanes del norte.
El sucesor de Houphouet-Boigny, Henri Konan Bédié, no tenía ni su talento ni su valentía. Bédié fundamentó su poder en los católicos del país y su gobierno en los miembros de las tribus. E inventó un concepto legitimador de identidad marfileña (Ivoirité), que estaba pensado en gran medida para descalificar a los musulmanes del norte como extranjeros, porque sus tribus se extendían a Mali y Burkina Faso.
Esta política encendió un conflicto latente, con un golpe militar en 1999 que puso en el poder al general Robert Gueï. Pero Gueï duró apenas tres años: su asesinato en 2002 colocó a las partes enfrentadas del país en un camino hacia la guerra civil.
En este clima tenso, al candidato del norte, Alassane Ouattara, musulmán y ex alto funcionario del Fondo Monetario Internacional, se le negó el derecho a presentarse en la elección presidencial de 2005. El ganador, el sureño Laurent Gbagbo, luego se negó a admitir su derrota a manos de Ouattara en 2010, lo que llevó a un conflicto violento y al miedo de una prolongada y potencialmente genocida guerra civil.
Tanto en Libia como en Costa de Marfil, las masacres de civiles eran previsibles. En ambos casos, el interrogante en París y otras capitales era si intervenir o no. Y en ambos casos, Francia tenía un interés obvio en no intervenir, para borrar su pasado colonial (mucho más en Costa de Marfil que en Libia, donde Italia había sido el colonizador europeo). Pero decenas de miles de ciudadanos franceses viven en Costa de Marfil. Francia tenía que protegerlos.
En Libia, la violencia injustificable del coronel Muammar el-Qaddafi llevó la situación firmemente bajo el ámbito del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la “responsabilidad de proteger” a los civiles amenazados por sus propios gobiernos, recientemente proclamada por las Naciones Unidas. Los civiles libios ahora están bajo la protección del derecho internacional. Sólo una decisión internacional podría haberlo logrado. De hecho, el voto del Líbano a favor de la intervención militar en Libia no sólo realza su legitimidad, sino que también plantea la sospecha de que hasta Irán condena la brutalidad de Qaddafi.
Una vez que se tomó la decisión de intervenir, Francia, con las mayores fuerzas armadas en el Mediterráneo, infelizmente se convirtió en el más visible de los países intervinientes –siendo unos pocos los que podían unírsele, el Reino Unido y Estados Unidos-. Desafortunadamente, la solidaridad internacional para la protección armada de poblaciones en peligro todavía no existe realmente.
El peligro es que, en gran parte de África, los ex imperialistas son sospechados de seguir siéndolo, lo que podría hacer que el desarrollo del derecho internacional pareciera ser un simple juego de poder. Esto resulta aún más evidente en Costa de Marfil: son las Naciones Unidas las que explícitamente exigieron que Francia, la única presencia extranjera, implementara la resolución que ratificó a Ouattara como el presidente electo y a Gbagbo como el usurpador. Francia hizo el trabajo bastante bien, ya que dejó, por ejemplo, en manos de las fuerzas de Ouattara el arresto de Gbagbo. Se evitó la guerra civil.
En rigor de verdad, es una simple estupidez creer que Francia está intentando restablecer su imperio extinto. Los imperialismos extintos ya no tienen sentido. Los verdaderos problemas de hoy son marcadamente diferentes de cuando prevalecían los imperios coloniales, y necesitan ser abordados de un modo no imperialista. De manera que lo que realmente se necesita hoy en día es que la población mundial se convenza de la necesidad de un organismo de control internacional efectivo para la paz y los derechos humanos.

Michel Rocard fue primer ministro de Francia y líder del Partido Socialista.

Copyright: Project Syndicate, 2011.
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La política exterior equivocada de Alemania por Joschka Fische


BERLÍN – La canciller alemana Ángela Merkel suele navegar por la política con la vista –y es una vista muy corta, por cierto. Pero cuando la niebla oscurece la visibilidad y no se es un conductor instintivo (como parece ser el caso) y no encuentra uno sus lentes, no sólo se pone en peligro a sí mismo, sino también a los demás.
Este escenario resume la política exterior de Alemania en Libia. El daño consiguiente para Alemania y su postura internacional es evidente: nunca había estado el país tan aislado. Ha perdido su credibilidad ante las Naciones Unidas y el Medio Oriente; sus posibilidades de ser miembro permanente del Consejo de Seguridad se han esfumado para siempre; y realmente debe temerse lo peor para Europa.
La Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, que autorizó la actual misión para proteger a los libios, contó con la aprobación explícita o tácita de las cinco potencias que tienen derecho de veto. También tuvo el apoyo de la mayoría del Consejo, de la Liga Árabe y de la Organización de la Conferencia Islámica, y en la operación militar participan abiertamente dos Estados árabes. Entonces, ¿qué más necesitaba el gobierno alemán para respaldar la intervención?
¿De qué sirve hablar de multilateralismo? ¿De qué sirven los grandilocuentes discursos de los líderes alemanes sobre dejar el ejercicio del derecho internacional al Consejo de Seguridad si Alemania se niega a apoyar una resolución para proteger a los ciudadanos libios de un régimen brutal que se vale de todos los medios a su disposición para luchar por su supervivencia? De nada. Son palabras vacías. Y eso no se olvidará ni en la región, ni en la ONU ni entre los amigos de Alemania.
Todo lo que puedo decir es que me siento avergonzado por este fracaso del gobierno alemán y –desafortunadamente—por los líderes de los partidos de oposición rojo y verde que al principio aplaudieron este escandaloso error.
La política exterior no se trata únicamente de dar una buena imagen en el escenario internacional y después concentrarse en las próximas elecciones internas. Significa asumir la responsabilidad de tomar decisiones estratégicas difíciles aun cuando no sean populares en casa.
Y por favor no me mencionen las abstenciones en el Consejo de Seguridad de Rusia y China, que constituyeron una renuncia a su veto y por lo tanto un apoyo de facto que permitió la intervención. Por el contrario, la abstención de Alemania se ve simplemente como un “no” porque no tiene veto y también es un miembro esencial de la Unión Europea y la OTAN.
No sé qué estaba pensando el ministro de relaciones exteriores alemán, Guido Westerwelle. Tomó partido acertadamente por los movimientos árabes que buscaban la libertad, viajó –ya que se había resuelto la cuestión—a la Plaza Tahrir del Cairo para recibir sus aplausos y luego pidió con razón el derrocamiento de Kaddafi y su entrega a la Corte Penal Internacional, para después acobardarse cuando llegó la hora del voto en el Consejo de Seguridad. Los motivos no tienen nada que ver con una política exterior ética ni con los intereses alemanes o europeos.
Se nos dice que la situación en Libia es muy peligrosa; el gobierno alemán no quiere caer en una situación que puede empeorar y que le obligue a la larga a enviar tropas en medio de una guerra civil. Pues si les asustan las situaciones difíciles, no participen en el gobierno, porque de lo que se trata es de lidiar con todo tipo de situaciones difíciles.
Claro que la misión en Libia es arriesgada. No se sabe quiénes serán los nuevos actores locales ni cuál será el futuro del país. Pero la alternativa – un baño de sangre organizado por Kaddafi para restablecer su control de Libia– no es algo que se pueda contemplar seriamente.
Libia no es Afganistán ni Iraq. Alemania y otros países europeos fueron a Afganistán como muestra de solidaridad con una potencia de la OTAN –el principal garante de nuestra seguridad, los Estados Unidos—después de que fue atacada desde ahí el 11 de septiembre de 2001. Y la solidaridad dentro de la OTAN –un término que se evita actualmente en los círculos oficiales alemanes—es mutua: si se ve obligada a velar por sí misma, un día Alemania podría encontrarse en una situación muy precaria.
Y Libia tampoco es Iraq, donde la potencia occidental dominante, los Estados Unidos, inició una guerra por razones ideológicas y en contra de la mayoría del Consejo de Seguridad, una guerra destinada a terminar en un desastre, que fue lo que ocurrió.
En todo caso, tal vez debería compararse a Libia con Bosnia. Parece que el gobierno de Merkel ha adoptado la posición del Partido Verde Alemán de esa época. Pero, si bien el rechazo de la intervención militar humanitaria tuvo un elemento de tragedia en ese caso, la conducta actual de Alemania es pura farsa.
Como en el caso de los Balcanes, las costas del otro lado del Mediterráneo son parte de la zona inmediata de seguridad de la Unión Europea. Es ingenuo plantear que el miembro más populoso de la UE podría y debería no participar en una situación de crisis en una región en la que Europa y Alemania tienen tantos intereses inmediatos en cuestión de seguridad. ¿Cuáles cree el gobierno alemán que serían las consecuencias de que Kaddafi conservara el poder, tanto en términos humanitarios como de Realpolitik?
El daño colateral a la política exterior de la UE también es significativo. De todos los países, Alemania – a la que casi podría llamarse la inventora de la Política Exterior y de Seguridad Común Europea – ahora ha asestado a esa política el golpe más peligroso que ha recibido hasta la fecha. De ahora en adelante, el principio de “coalición de los países dispuestos” también se aplicará en la UE, lo que debilitará más a Europa.
Y si se mira la conducta de Alemania con respecto a Libia a la luz de los quejidos y vacilaciones relacionados con las consecuencias para Europa de la crisis financiera, no podemos menos que preocuparnos por el futuro tanto del continente como de la OTAN. Alemania parece estarse encerrando en un provincialismo introspectivo en un momento en el que su potencial e incluso su liderazgo se necesitan más que nunca. Desgraciadamente, podemos olvidarnos de eso.

Joschka Fischer, ministro de relaciones exteriores y vicecanciller de Alemania entre 1998 y 2005, fue líder del Partido Verde Alemán durante casi 20 años.

Copyright: Project Syndicate/Institute for Human Sciences, 2011.
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Traducción de Kena Nequiz