El incendio en el Monte Carmel revela una brecha entre la imagen de Israel y su realidad cotidiana, entre el país de las proyecciones estratégicas y la prevención de la seguridad diaria, de la planificación del día a día. Esto no sólo es aplicable a la prevención de desastres, sino a la vida societaria de sus ciudadanos, es deir: la salud, la educación, el consumo y los aspectos microeconómicos que comprometen el bienestar de la población.
Una Comisión Estatal de Investigación, es lo que se necesita con el fin de examinar las causas del desastre, las fallas del servicio de bomberos y la responsabilidad de muchos años de déficit en la estructura de la defensa civil.Es una de las catástrofes civiles más graves en la historia de Israel, tal vez la más grave. Sólo las catástrofes militares han producido más víctimas que ella.Además del precio humano, las llamas han destruido casas, campos y poblados con sus infraestructuras. Israel se expuso como indefenso y vulnerable frente a sabotajes. No se preparó a pesar de las advertencias sin fin y tuvo que recurrir a países de todo el mundo para la asistencia, que se tradujo en un puente aéreo de materiales, aviones hidrantes y helicópteros.Es necesaria, repito, la creación de una Comisión Estatal de Investigación, para examinar las causas del desastre, los fallos y la responsabilidad de muchos años de déficit en la estructura de seguridad interna, aún los que buscamos la paz sabemos que no estamos exentos de futuros casos de conmoción bélica y que podemos ser posibles blancos en otro capítulo de esta guerra asimétrica en las apetencias de Hamas e Hizballah, con derivaciones de catástrofes ambientales como la reciente. En un caso así dudo de una asistencia como la recibida en esta situación.
El desastre del Carmel resalta las diferencias escandalosas en la preparación estratégica y el día a día de Israel. También pone de relieve la discrepancia entre la imagen de Israel en el mundo y su realidad cotidiana. Mientras que Israel llora sus pérdidas, se deben tomar medidas para prevenir que otros desastres se repitan estudiando cuidadosamente las causas y sancionar a los responsables de este.Se destruyó un nivel más sobre el mito de que el Estado de Israel es una superpotencia militar-tecnológica con la que no se debe jugar, en la literatura relacionada con la seguridad esto se llama capacidad de disuasión, se debe también revalidar ciertos títulos al respecto que últimamente aparecen muy deslucidos.Pocos son los países que sólo un día antes señalan con el dedo al mundo con la queja de ser deslegitimado por él, para el día siguiente recibir su cooperación.Creo que es claro que no se pude vivir en el nicho de la autosuficiencia y el aislamiento, que debemos empezar a dar pasos acelerados para ponernos a tono con el concierto de naciones y tenemos una agenda pendiente importante. A la preparación logística de seguridad interior, se debe acoplar la resolución política para conversaciones serias con el fin de restaurar el proceso de paz, dar pasos reales para terminar con la ocupación y dar señales creíbles a un mundo escéptico sobre nosotros y nuestras intenciones.
Una comisión de investigación debe ser establecida para examinar los hechos trágicos que sucedieron, pero más importante aún es prepararse para un incendio mucho más grande, que es salir de la falta de planificación política que dura más tiempo de lo deseado. Nuestro destino no puede estar en manos de líderes que no atinaron a razonar en su momento sobre lo importante que es prever los recursos al respecto de un incendio catastrófico, e incendios de esta magnitud pueden haber muchos más y muy devastadores, nada más concreto y literal aunque suene a una buena metáfora.
(*) Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judéo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Haifa). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).Derechos reservados Instituto Campos Abiertos Israel ISBN 965 387 008 9
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