lunes, 29 de noviembre de 2010

Mi cumpleaños cincuenta y cinco 30/11/10 por Carlos Braverman


El cumpleaños es magia y reflexión, es una apuesta al futuro y un testimonio de nuestro pasado, diría que es un alegato por la vida y una presencia de lo que una vez fue presente, lo que nos acompaña de la vida que desarrollamos hasta ese momento
Ciertas costumbres de los cumpleaños nacen dentro del dominio de la magia y la religión. En la antigüedad las costumbres de felicitar, dar regalos y hacer una fiesta, tenían el propósito de proteger de los demonios al que celebraba su cumpleaños y de garantizar su seguridad durante el año entrante. La costumbre de las tortas con velas encendidas comenzó con los griegos; se ponían sobre los altares del templo de Artemis pasteles redondos como la luna, hechos con miel, que tenían cirios encendidos.
Lo concreto es que no puede pasar desapercibido ya sea con alegría o tristeza, con compañía o soledad, con proyección de futuro o capturado en un presente continúo sin expectativas.
Para mí es el recuerdo y la memoria que me permite construir el porvenir, son mi familia, son también mis muertos queridos y los que me acompañan en mis locuras utópicas plagadas de racionalidad militante.
En estos días con mi cumpleaños cincuenta y cinco, se cumplen también treinta y cuatro años de mi trabajo en el campo de los derechos civiles.
Está la marca de represión en mi propia existencia corporal, el eco sórdido que evocaba el grito del torturado y el hedor a dignidad masacrada. En mi memoria está el grito primal del dolor digno y el odio, sentimiento muy humano que en la humanidad de bien no se puede convertir en una respuesta criminal a los depredadores de la vida. En mi recuerdo está la historia de todos los pueblos, de todas las épocas, en todos los mártires por una vida digna, en las victimas renombradas y las desconocidas, las que tienen su nombre en la historia y las anónimas, desde entonces repito siempre: presente y adelante.
Esta poesía de Neruda es el mejor obsequio que puedo compartir con los amigos:
Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos
trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su
vestimenta
o bien no conversa con quien no
conoce.
Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino
de emociones,
justamente estas que regresan el brillo
a los ojos y restauran los corazones
destrozados.
Muere lentamente
quien no gira el volante cuando esta infeliz
con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
detrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos...
¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ!
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judeo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas). Derechos reservados Instituto Campos Abiertos Israel ISBN 965 387 008 9

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