Por segunda vez en un mes, cientos de intelectuales, escritores y artistas se reunieron el 7 de noviembre de 2010 para protestar contra la ola de racismo que está inundando el país. Esta vez también, la protesta tuvo lugar frente al edificio donde David Ben-Gurion anunció la fundación del Estado de Israel y leyó la Declaración de Independencia, que promete la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos, "independientemente de su religión, raza y sexo". En esta demostración no partidaria, las camisas azules de miembros de los movimientos juveniles fueron muy importantes. Sefi Rachlevsky, uno de los organizadores, expresó el apoyo de los manifestantes para los actores y actrices que se han negado a aparecer en la gala de de inauguración del Auditorio en Ariel. La ex-ministra Shulamit Aloni dijo: "Este es el Estado de Israel, no un estado judío". Profesor Mardoqueo Kremnitzer, vice-presidente del Instituto Israelí para la Democracia, dijo que las sentencias de la Corte Suprema son ignoradas por el gobierno,- un hecho que debilita el sistema democrático del país. El escritor Yoram Kaniuk anunció que la próxima semana irá al Ministerio del Interior y demadará que se lo reconozca como no judío, a raíz de la ley recientemente aprobada que permite sólo a los ciudadanos no judíos casarse por matrimonio civil. Los representantes de los movimientos juveniles prometieron que sus 100 mil miembros, se unirían a la lucha por un sionismo democrático, contra la ola racista que amenaza con sumergir el país. El ex-miembro de la Knesset Uri Avnery contó que cuando era niño en Alemania fue testigo del ascenso de los racistas al poder y dijo: "No quiero ver que esto ocurra de nuevo y esta vez en el estado por el que trabajé para su creación.
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