La propuesta es un Israel para todos los israelíes, un Israel para todos sus ciudadanos. Para los electores que llevan en sus corazones los valores de la izquierda: paz, justicia, igualdad, democracia, derechos humanos para todos, feminismo, protección del medio ambiente, separación entre estado y religión. Hablo de una izquierda renovada que defina un nuevo modelo del Estado de Israel, con una sociedad civil participativa. Soy un israelí postsionista, no antisionista.
martes, 5 de octubre de 2010
Hoy decimos sí a la democracia en Ecuador. Honduras está aún en nuestro recuerdo por Carlos Braverman
Con respecto al intento de golpe de estado en Ecuador, ratificamos los términos de nuestra nota anterior, la defensa del orden constitucional y el estado de derecho, como garantía de los derechos civiles y humanos, como así también de la soberanía del pueblo.
Las constituciones no originan el Estado de Derecho, sino que son más bien su expresión y plasmación codificada. La legalidad a la que sus principios dan lugar es una legalidad que ha sido aceptada como valor compartido de la ciudadanía y cuyos principios provienen de las luchas, acuerdos y equilibrios resultantes de la interacción de los sujetos políticos. No obstante, una vez que una constitución ha sido establecida y su aceptación se ha generalizado, sus ordenamientos tienen una obligatoriedad que no posee ninguna norma moral o práctica política.
La democracia como método de elección de gobernantes no se limita, entonces, a regular el cambio sistemático y pacífico de quienes ejercen el gobierno representativo, sino que, entre otros resultados, permite la institucionalización jurídica de los principios y valores políticos democráticos. Las normas constitucionales derivan por ello y su justicia del método que las ha hecho posibles: la decisión o soberanía ciudadana expresada por medio del principio de mayoría. Si se olvida esta conexión fundamental, se olvida también que la democracia es el único recurso que permite la reforma y el perfeccionamiento de las normas jurídicas por una vía pacífica y racional.
Es necesario no olvidar, la caravana de los pueblos hacia otra sociedad mejor, diciendo que otro mundo es posible nos encontrará hermanados con las mayorías populares hambreadas por las mutinacionales de la alimentación, la energía y el armamentismo.
Los pueblos construimos un mundo mejor a partir de nuestras sociedades con los colores de ellas. Juntos compañeros, vamos por un mundo sin exclusiones, con menos concentración de la riqueza y menos extensión de las carencias.
Los mejores y más cálidos saludos.
Carlos Braverman- Tel Aviv- Israel
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judéo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel – Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).
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