lunes, 20 de junio de 2011

El mito de las fronteras indefendibles por Avi Yesawich y Daniel Nisman


En español revisado por Carlos Braverman
Original Ynet: http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4082269,00.html
La histeria sobre las fronteras de 1967 carece de fundamento; El IDF (Ejército de Defensa de Israel) puede defender a Israel sin la Margen Occidental. Las personas que aseveran que las fronteras de 1967 son indefendibles ignoran el cambio de paradigma global que ha tenido lugar en la última década.
La protesta política en Israel después del discurso de Obama sobre la política en el Medio Oriente fue palpable. El presidente manifestó lo que muchos halcones israelíes consideraron inaceptables, si no directamente peligrosas: Cualquier acuerdo futuro israelí-palestino debería estar basado en las fronteras de 1967 con un mutuo acuerdo respecto a intercambios de territorios. La histeria vino después, con Netanyahu transmitiendo un claro rechazo a las aseveraciones de Obama durante su discurso en el Congreso de los EE.UU.
¿Pero está justificado el pánico por un retorno a las fronteras de 1967? Recientemente, una gran cantidad de políticos, expertos en seguridad, ex funcionarios de la defensa y gurúes de la inteligencia presentaron un caso que minimizaba la eficacia de este argumento. Martín van Crevald, posiblemente el historiador más importante de Israel, presentó un caso convincente que ilustraba el efecto insignificante de renunciar a la Margen Occidental. En su análisis manifiesta: “Es claro como el cristal que estratégicamente hablando Israel puede darse el lujo de ceder la Margen Occidental, el riesgo de hacerlo es insignificante.”
El 14 de abril del 2011 un grupo de veteranos políticos, funcionarios de la seguridad y de la inteligencia presentaron la Iniciativa de Paz Israelí, pidiendo negociaciones con los palestinos basadas en las fronteras de 1967 y reducidos intercambios de territorios. Resulta difícil imaginar que estas personas, tan íntimamente informados sobre la compleja situación política y de seguridad imperante en la realidad, postularían tal plan si sus consecuencias fueran ser tan gravemente perjudiciales para Israel.
Más aún, Gershon Baskin, Director del Centro Israel/Palestina para la Investigación y la Información, reafirmó este enfoque a través de su experiencia con decenas de funcionarios militares de los EE.UU., funcionarios de la OTAN, generales del IDF, expertos del servicio de inteligencia del Mossad y del Shin Bet; todos enfatizaron que la falta de una paz integral es infinitamente más amenazadora para la existencia del Estado Judío que la retirada de la Margen Occidental.
Las realidades han cambiado
Las fronteras de 1967 han sido la base para las negociaciones desde por lo menos Camp David. Verdaderamente todo analista político que observa estas fronteras con una perspectiva objetiva se da cuenta que una Palestina viable solo es posible dentro de estos límites.
Nuestras fronteras probaron ser perfectamente defendibles en la guerra de 1967 contra nuestros vecinos árabes, incluso sirvieron como punto de partida para una expansión al Sinaí, las Alturas del Golán y la Margen Occidental todos los cuales fueron retenidos por Israel como consecuencia de la guerra.
La diferencia fundamental aquí es clara: Para evitar una invasión total semejante a la de la Guerra de la Independencia de 1948, Israel fue forzado en 1967 a sostener una estrategia de anticipación preventiva y ofensiva en contra de ejércitos árabes convencionales concentrados en sus fronteras.
En cambio, la situación política y militar en la región se ha modificado dramáticamente desde 1973. Nuestros enemigos se han transformado de grandes entidades estatales con fuerzas armadas convencionales, en organizaciones guerrilleras con pequeñas fuerzas terrestres y masivos arsenales de misiles. Incluso naciones hostiles con ejércitos convencionales, tales como Siria e Irán, no amenazan la existencia de Israel a través de una invasión terrestre, sino con sus misiles con capacidades químicas y posibilidad nuclear.
Tal es así, que Israel se encuentra ahora revirtiendo la estrategia de prevención. En el 2006, la Fuerza Aérea impactó a los búnkeres de misiles de largo alcance de Hezbollah antes que pudieran ser utilizados. Durante la Operación Plomo Fundido en el 2008, una masiva campaña aérea conmocionó a Hamas hasta llegar a tal punto donde el IDF logró quebrar completamente su voluntad de lucha. Similarmente, una futura guerra con Irán probablemente será instigado por un ataque preventivo, ya sea solamente por Israel o una coalición de fuerzas internacionales.
Siempre que consideramos renunciar a los territorios, los halcones israelíes protestan con el argumento que “los misiles caerán sobre Tel Aviv.” También enfatizan que con cualquier retirada de la Margen Occidental, el terrorismo se propagará rápidamente. Sin embargo, ¿son sólidos estos argumentos? Después de todo, tal como están las cosas, Hezbollah ya posee misiles que pueden alcanzar el sur de Israel, mientras que Hamas puede apuntar a Tel Aviv con su propio arsenal.
En lo que respecta al argumento de terrorismo, la barrera de seguridad impidió en gran parte los potenciales ataques. En el caso de retirada, el IDF actualmente en la Margen Occidental, sería redistribuido para reforzar las distintas posiciones a lo largo de la nueva frontera. La barrera de seguridad será reconstruida paralela a las fronteras de Israel-Palestina y continuará sirviendo como un impedimento importante contra los terroristas.
La deslegitimación es peor que la guerra
Últimamente, el IDF ha perfeccionado sus conocimientos para restringir las operaciones terroristas con un grado asombroso de eficacia y precisión. Por lo tanto, tenemos todos los recursos necesarios para asegurar la existencia y protección del Estado de Israel. Además, con el sistema "Cúpula de Hierro" completamente operativo y los niveles de tropas del IDF en Cisjordania, los más bajos en dos décadas, deberíamos tener fe en nuestra defensa.
Nuestros enemigos se han adaptado ingeniosamente al campo de batalla de hoy en día, donde el territorio se ha convertido en uno de los factores menos relevantes en la lucha palestina contra Israel. Lo que muchos no entienden es que nuestra retención de la Margen Occidental se ha convertido en la principal arma en contra nuestra, en una guerra de deslegitimación. Un arsenal de armas legales, políticas, económicas y morales más poderosas que cualquier otra cosa que actualmente se almacene en Gaza o el Líbano.
Los israelíes necesitan ser introspectivos y hacerse una pregunta importante: ¿Cuánto tiempo vamos a permitir que los deslegitimadores nos inhabiliten con nuestro propio “territorio estratégico” ¿Vale la pena Kiryat Arba al boicot económico contra mercancías israelíes? ¿Vale la pena la retención de Yitzhar a la exclusión israelí del discurso académico?
Resumiendo, argumentar que las amenazas existenciales que hoy enfrenta Israel serían robustecidas si perdemos nuestra presencia en Judea y Samaria representa un punto de vista militar anticuado. Hoy en día, estas amenazas están conectadas a la batalla de deslegitimación que están alimentadas por nuestra presencia allí.
Si esa sola campaña no es lo suficientemente fuerte para convencernos de los desafíos que enfrentamos, entonces rotundamente debería serlo la amenaza demográfica. Nuestro control sobre millones de palestinos sigue siendo una amenaza al carácter judío y democrático de nuestro Estado, y posteriormente estará siendo utilizado por nuestros enemigos para condenar al ostracismo a Israel.
Por años, nuestro liderazgo político ha tenido miedo en llevar a cabo grandes sacrificios por la paz, prefiriendo en su lugar una supervivencia política de corto plazo. El mito de fronteras indefendibles nos ha sido sustentado basado en un paradigma obsoleto, uno en el que muchos israelíes se han tragado el anzuelo, la línea y la plomada. Ha llegado el momento de cambiar nuestra dieta.

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