miércoles, 13 de julio de 2011

Martin Luther King nos acompañará en Jerusalén- 15 de julio de 2011- por Carlos Braverman


Martin Luther King tenía como perspectiva un mundo de igualdad social, económica, política, religiosa y racial. Creía en la completa libertad de los seres humanos. Pensaba que la libertad nunca es dada voluntariamente y tiene que ser demandada.
Su pensamiento y acción fueron contra el racismo, la xenofobia, la segregación social y la discriminación, utilizando el sistema de la no violencia activa.
Consideraba que el conflicto no existe entre la gente blanca y la gente negra. La tensión existe básicamente entre la justicia y la injusticia. La victoria siempre es para la justicia, para derrotar la injusticia y no a las personas blancas que puedan estar siendo injustas.
Coincido con Yael Sternhell que la marcha programada para el 15 de julio por el movimiento de solidaridad para la independencia palestina, despertará una ola de amenazas contra los que expresan su identificación con el deseo palestino para poner fin a la ocupación y establecer un estado independiente. No se equivoca al comparar este evento con el 21 de marzo de 1965, cuando en Selma, Alabama, y en otras tres oportunidades se organizaron las marchas entre blancos y negros para protestar por la negación de los derechos del voto negro en los estados del sur de EEUU.
Esas marchas ayudaron a romper la indiferencia de la comunidad blanca en los Estados Unidos y nosotros debemos concientizar sobre la negación de los derechos básicos a los ciudadanos palestinos, sobre la perpetuación de los asentamientos y la ocupación.
La autodeterminación judía se logró en Israel con el establecimiento del Estado en 1948. Los asentamientos construidos después de la ocupación de los territorios en la Guerra de los Seis Días en 1967 no son vitales para su existencia. Tampoco los asentamientos se justifican por la necesidad de la seguridad, ésta no necesitaba de asentamientos que hoy son el paradigma de la injusticia y la opresión. Tenemos que comenzar a decir que los colonos tienen relevancia gracias a la creencia generalizada que los árabes ocupan un peldaño inferior en este país.
Los ciudadanos judíos de Israel que tienen cierta responsabilidad en la continuación de estos actos, son los que permanecieron y pretenden permanecer en silencio, por lo tanto, debe interpretarse la marcha de solidaridad en Jerusalén este viernes, en el espíritu histórico de la lucha por los derechos civiles y la concientización de la ciudadanía sobre estos hechos y la necesidad entre los palestinos de la no violencia activa como camino. Además este acto contribuye al camino conjunto entre los demócratas israelíes y los del pueblo palestino para abrir un camino solidario común por la libertad de ambos, claro está que lo determinante será la independencia palestina.
Esta marcha expresa la necesidad de mostrar solidaridad con los palestinos y un cambio en la senda de corrupción en la que hemos caminado durante más de 40 años, es decir no a los asentamientos, al abuso hacia los árabes y otros actos de injusticia que se cometen en nombre del status quo.
El 15 de julio vamos a marchar juntos, no marcharemos contra nadie, marcharemos por la libertad, como decía Luther King: la victoria será para la justicia, para derrotar la injusticia y no a las personas blancas que puedan estar siendo injustas. Si tenemos que derrotar algo para esa independencia que se demanda, para esa libertad que se exige, es la injusticia social y recuperar la dignidad de los seres humanos. No todo fue rosado en la historia del movimiento nacional palestino, hoy mismo hay sectores fundamentalistas y capaces de los actos más atroces, nosotros también tenemos los propios. Pero es hora de unirnos en una gesta donde nos hermanemos en la libertad y dignidad de ambos pueblos contra estos elementos propios y mutuos. La libertad es un valor primordial, ya que permite que los demás valores existan, es la situación donde uno tiene la posibilidad de actuar o no, sin interferencias, presiones ni constricciones.
Sin ella no se pueden plasmar las leyes de los derechos fundamentales de los individuos que les garantizan justamente la libertad de expresión, culto religioso, asociación, tránsito y pensamiento entre otras. Estas libertades constituyen la base misma de las sociedades democráticas.
Significa que cada quien puede decidir por sí mismo obedeciendo sólo a su propio criterio y no determinado por otros, salvo por las leyes societarias. Sin la libertad no es posible la autonomía que cada uno debe poseer. Si hablamos de libertad, hablamos de la capacidad de autodeterminarnos y autogobernarnos, del derecho y la responsabilidad de participar en las decisiones colectivas, como la formación de gobiernos, discusión de las leyes y la elaboración de las políticas públicas.
Por eso el 15 de julio, este viernes, usted marchará con nosotros por la libertad y la solidaridad, por mejorar nuestra sociedad y decir no a la injusticia y sí a la paz. Lo diremos en voz alta y muy fuerte los solidarios de ambos pueblos y pensaremos en aquellas marchas lejanas en el tiempo en el sur de los EEUU. Martin Luther King visitará Jerusalén con nosotros.
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judéo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).
Derechos reservados: Instituto Campos Israel ISBN963-03- 0316- 2

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