lunes, 28 de febrero de 2011

AFRICA. LA AYUDA AL DESARROLLO, ¿ENEMIGA DE LA EMANCIPACIÓN?


Basta!: ¿Cuáles son las características de la sociedad civil africana?




Firoze Manji (1): En africa existen históricamente dos clases de sociedades civiles: la que colabora con el poder colonial y la que se le opone. Actualmente sigue manteniendose esta situación: está la que se asocia a la industria de la ayuda, que se benefician y sustentan el lenguaje del desarrollo. Y las que hablan de emancipación. Existen ciertamente muchos matices entre estos dos grupos, los que trabajan con el concepto de desarrollo caritativo y los que tienden a la emancipación de los africanos. En general, las organizaciones sociales, los sindicatos los movimientos campesinos que tienen interés directo en su propia libertad tienen una dinámica muy diferente de los que participan en la industria de la ayuda.





¿Serían nefastas para el Africa las grandes ONG?



No hablemos de sus motivaciones que a menudo son buenas: el problema no es evaluar sus intenciones sino las consecuencias reales de sus acciones. En una situación política en que la gente se halla oprimida, una organización humanitaria dulcifica la situación pero no soluciona el problema. Si uno lo analiza desde una perspectiva histórica, muchas ONG participan inconscientemente a esta situación de opresión. Podemos compararla con la Francia ocupada. Mucha gente bien intencionada participó del régimen de Vichi, entre la colaboración activa y la resistencia, existía un amplio espectro de posibilidades. En la actualidad africana encontramos la misma situación.



¿Quiénes van a cambiar el mundo? ¿Los ciudadanos africanos o las organizaciones paternalistas? Y ¿según qué intereses? Hagamos un paralelo con el movimiento feminista. Nació porque eran las mujeres las que reivindicaban sus propios elementos de lucha. No llamaron a los hombres para que les resolvieran sus propios problemas. Lo mismo sucede con los africanos. No podemos depender de los demás. Los granjeros, los overos deben ser capaces de organizarse. Cuando se ven las enormes riquezas africanas, uno de los continentes más ricos del mundo ¿Por qué es que está habitado por una de las poblaciones más pobres? Nuestro papel en tanto miembros de la sociedad civil que ha disfrutado el privilegio de recibir educación es combatir esta situación.



¿Debería detenerse la ayuda al desarrollo?



Yo me he vuelto anti-desarrollista. No era antes mi caso. Establezcamos una analogía: ¿los esclavos tenían necesidad de desarrollarse o de emanciparse? Creo que necesitamos emanciparnos no desarrollarnos. Ese concepto tuvo origen en 1950 en un informe del departamento de estado usamericano. Fue inventado para contrarrestar las influencias socialistas y su popularidad. Fue hecho conscientemente. Hablar de desarrollo resulta apolítico. Debemos repolitizar el tema de la pobreza.



Si hay esclavos ¿quiénes son los patrones?



Tratamos con un sistema imperialista, una nueva forma de colonialismo. En estos últimos veinteaños nos hemos enfrentado a un cambio mayor: la financierización del capitalismo. Nadie puede hacer nada ya sin capital. Las finanzas controlan todos los sectores de la sociedad. Ha llegado efectivamente el tiempo de preguntarnos quienes son los patrones. Plantear este tema hace diez años significaba que a uno lo tildaran de loco. Hoy en día es legítimo. Existen diferentes interpretaciones pero nadie proclama hoy en Africa que somos independientes. Ni siquiera la clase dirigente.



En oportunidad de las independencias, todos los sectores de la sociedad civil africana se hallaban sólidamente organizados ¿Porqué fueron barridas esas organizaciones?



En el seno de los Estados que surgieron independientes, todos los sectores de la sociedad civil se declararon únicos responsables del desarrollo. En Kenia por ejemplo los sindicatos campesinos se cerraron y se integraron en un partido político, lo mismo sucedió con los movimientos de mujeres. Luego los mismos partidos políticos fueron cerrados para crear solamente el partido del Estado. Inmediatamente después de la independencia de Kenia (1963) muchos de los más importantes actores de la liberación fueron encarcelados, exiliados o aún muertos lo mismo que Patrice Lumumba en el Congo o Thomas Sankara en Burkina Faso. Cada vez que un líder ha tenido el coraje de revelarse, Europa y los EE.UU. lo obligaron a bajar la cabeza. Nosotros conocimos un período vacío a mitad de los años 90 en que la gente comenzó a resistir y a organizarse. Hoy en día en Kenia no faltan los espacios de discusión y de debate. Todo vibra, vive, es una tendencia general. Incluso en Europa.



¿Existe entonces un renacimiento de la toma de conciencia y de las movilizaciones?



La gente se pregunta cada vez más, se rebela. En Gran Bretaña se preguntan porque se da cada vez más dinero a los bancos mientras que se cierran las escuelas y los hospitales. La cantidad de personas comprometidas con el análisis y la crítica aumenta ampliamente. Está apareciendo algo nuevo. Se ven acciones insurgentes. El activismo no es seguramente suficiente. El problema que encontramos en Kenia es que se percibe al capitalismo como única alternativa. Se trata entonces de mejorarlo. El caso es que el capitalismo es terrorífico en sí mismo. Los hechos hablan por sí: el enorme acaparamiento de tierras, las huelgas, el empobrecimiento, la mortalidad infantil aumenta, el precio de los alimentos sube… En menos de diez años más de la mitad de la población vivirá alrededor de las ciudades tratando de sobrevivir. El actual cuestionamiento no cambia para nada esta situación pero es un buen comienzo!



¿Juegan algún papel las nuevas tecnologías en la emergencia de los nuevos movimientos sociales?



Las nuevas tecnologías permiten comunicarse y organizarse ciertamente, pero no olvidemos que quien lo hace es la gente, Mire lo que sucedió en Túnez: se cree que Twiter causó esta revolución, Eso no es serio! Las lapiceras también han sido utilizadas como medios de información y de movilización ¿Significa eso que los medios de escritura han permitido la revolución? Eso refleja más bien una tendencia al determinismo tecnológico, al fetichismo “high-tech” Es imaginar que los portátiles, los SMS, Twiter, Facebook tienen poder. Ese discurso tiende a subestimar el papel de quienes los utilizan. En Túnez manifestar en la calle requiere mucho coraje. Un manifestante que abraza a un soldado como se ha visto en una foto no está motivado por la tecnología. Trabajé mucho sobre el uso de los teléfonos celulares. Existe la creencia de que pueden resolverlo todo pero un tercio de los africanos tiene uno y no en todas partes hay revolución.



Para devolverle poder al ciudadano usted habla de democratización más que de democracia ¿Cómo es eso?



Tome a la agricultura como ejemplo: la mayor parte de lo que produce Africa está destinado a alimentar a Europa, las multinacionales, los supermercados. En Kenia producimos millones de flores que parten diariamente hacia Amsterdam. La cantidad de agua y de productos quñimicos que se usan para cultivarlas destruyen nuestro ambiente. Mientras tanto la gente accede con dificultad al agua y a la alimentación. Esos campos podrían producir alimentos. La pregunta es ¿quién decide? Porqué no democratizar la decisión de qué se produce, cómo y para quién. No existen procedimientos, ni estructuras de decisión, tampoco hay debates sobre el particular. Solo hay una élite que decide y otorga subvenciones para hacerlo. ¿Quién debería decidir qué cultivar y cómo?. Es necesario democratizar el proceso de producción agrícola.



Lo mismo sucede con la producción industrrial. Piense en las increíbles riquezas naturales del Africa ¿ porqué no las disfrutan los africanos? Lo he discutido con los venezolanos. Ellos nos han dicho que tienen un gran poder de negociación gracias a su riqueza petrolera. En Africa también tenemos petróleo ¿porqué no tenemos poder de negociación? Es una cuestión especialmente política. Creo que América Latina nos lleva diez años de ventaja. Las políticas de ajuste estructural comenzaron allí hace dos décadas. Creo que en Africa surgirá un movimiento popular alrededor del 2020. Chávez no es excepcional, es el producto de su historia, del movimiento de emancipación igual que Lula. El problema es ¿cómo podremos también nosotros politizar ese proceso? No es fácil, no existen soluciones técnicas. Es necesario que los trabajadores y los campesinos se organicen. Eso lleva tiempo. Lo positivo es que actualmente e problema se discute, cosa que no sucedía hace diez años.



La actual crisis de confianza en el sistema capitalista es un punto de partida. Pero lo mejor, como lo peor es posible cuando se ven expandirse en Europa las tentaciones xenófobas…



Puede continuar en cualquier dirección. Después de la crisis de 1929, Europa estuvo atravesada por una crisis de confianza y Alemania se eligió el peor camino. La crisis de confianza es parte del proceso pero no suficiente. Con el descrédito sembrado por el stalinismo, el socialismo perdió todo atractivo, debemos plantear una nueva ideología, nuevas aspiraciones. Si no se produce entraremos en una etapa muy peligrosa. Sin alternativas viables, no importa quién la aproveche. Se trata, al mismo tiempo, de una situación terrorífica y plena de esperanza.



Informe de Ivan du Roy y Jennifer Austruy (en asociación con Politis). www.bastamag.net

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