viernes, 10 de septiembre de 2010

11- S: Madrid, Londres y la memoria de Salvador Allende por Carlos Braverman


Mañana será 11 de setiembre y no hace mucho dije que los atentados del 11-S y el 11-M, los del metro en Londres, los atentados y destrucción de las Embajada de Israel en Buenos Aires, las norteamericanas en Tanzania y Kenia, los ataques mortales a turistas en Luxor (Egipto), Marruecos y Kenia por grupos fundamentalistas es un nefasto eslabón de oprobio y sinrazón no justificable, no argumentable en beneficio de ninguna causa.Tampoco son sostenibles los hechos en Somalia, Darfur, Ruanda, Irak, Afganistán, los “istam”, Osetia, Georgia, Líbano y los que ocurren en la Autonomía Palestina e Israel, lugar donde también sobraron víctimas del terrorismo y terrorismo es tal, cualquiera sea la bandera de su causa.Hoy la multiplicación de víctimas, su industrialización, es un asesinato cada vez más difícil de matizarlo con el barniz del idealismo principista, es parte de un engranaje económico que tiene como vimos un presupuesto global y se llama negocio de la guerra y del terror.El terrorismo y la industria de la guerra vulneran los derechos humanos, cosa que es una verdad obvia, desprecia la vida, la dignidad y cosifica al hombre frente al manipuleo del poder hasta su desaparición física vía penurias insufribles.El 11 de setiembre de 1973 es derrocado el gobierno de Salvador Allende en Chile y la Operación Cóndor comienza a articularse en el Cono Sur de la América Latina. Es el fin de las instituciones democráticas en la zona, el triunfo del imperialismo y el Plan Nixon. Los derechos humanos como expresión del conjunto de facultades y garantías que cualquier persona debe tener para proteger su integridad física y su dignidad moral, los derechos que el hombre posee por el mero hecho de serlo, desaparecen. Su estatus de inalienables y fuera del alcance de cualquier poder político, se desvanecen.El razonamiento que la dignidad humana representa la garantía, que la persona no va a ser objeto de afrentas a su integridad moral, preservando además el respeto a su dignidad física, parece una broma de mal gusto frente a este panorama de la época. Las dictaduras latinoamericanas con su metodología paradigmática del terrorismo de estado representaron la violación infinitamente multiplicada de estas concepciones; para solventar su proyecto político y económico, generaron entre otras atrocidades la existencia del cruel estatus del “desaparecido”.Sus oponentes, a quien podía entender como enemigos, no estaban ni vivos ni muertos. Sinónimo por antonomasia de Desaparición Forzada de Personas, pilar de un régimen de terror que se ejecutó con matemática precisión.Los atentados terroristas mencionados antes no representan menos, especialmente el 11- S da lugar a polémicas, están quienes hablan de auto atentado o permisividad para el mismo, pero hay que ser muy cruelmente avenido par olvidarse de las decenas de millares de víctimas civiles que ofrendó. Los otros atentados, no son menos tributarios de la cruenta negación de los derechos humanos y la sistemática industrialización de la muerte. Me canso de repetir según la definición de Pierre Truche en «La Notion de crime contre l'humanité», que el crimen contra la humanidad es la negación de la condición humana a miembros de un grupo de hombres en virtud de la aplicación de una doctrina.Los crímenes de lesa humanidad se distinguen de éstos, según la corte penal de Roma, ya que son cometidos “como parte de un ataque generalizado o sistemático”, es decir, puede ser ejecutado por agresión militar o en la aplicación de medidas administrativas en cumplimiento de la ley (desaparición forzosa, tortura, etc.), bajo las políticas de un estado o una organización armada, subversiva o rebelde. La prédica de estos actos atentatorios contra el derecho internacional humanitario no hace exclusivamente a los estados, sujeto activo de la conducta, incluye claramente aquellas organizaciones que delinquen no sólo a lo largo y ancho del territorio nacional, sino de carácter transnacional y enmarcan sus acciones en forma contraria a la garantía de los Derechos Humanos y aplicación del Derecho Internacional Humanitario. Recordamos así, hechos que se encuadran en la violación de la dignidad del hombre.No se pueden resolver con islamofobia, con guerras preventivas que aumentan las ganancias del capitalismo bélico y en caso de las dictaduras de Latinoamérica jugueteando con la memoria de los pueblos y los artilugios jurídicos o las resoluciones legales ya tardíos.Creo claro que el tema es la batalla global por los derechos humanos, la dignidad del hombre y el “no definitivo” al flirteo con cualquier desviación de los mismos. Ninguna organización terrorista de cualquier signo, puede merecer simpatía alguna; como ningún estado que invoque la negación de garantías constitucionales o jurídicas “para el bien de la población”, debe ser tolerado por la comunidad internacional democrática.¡Nunca más, miremos para otro lado!*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judeo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).Derechos reservados Instituto Campos Abiertos Israel ISBN 965 387 008 9 זכויות יוצרים

4 comentarios:

  1. Apreciado Sr. Braverman,
    Sólo soy una ciudadana de a pié, vivo en Barcelona -España- y, desgraciadamente, sabemos lo que es el terrorismo.
    He leído muy atentamente su blog y, francamente, he quedado gratamente impresionada, por su lucidez a la hora de enfocar el problema judeo-palestino.
    Estoy absolutamente de acuerdo con Vd. y si entrara la razón en todos los gobernantes implicados, la solución no tardaría en llegar. Pienso, honestamente, que es posible una convivencia entre ambos pueblos y, le pido al cielo, que no tarde en llegar y que cada vez, seamos más y más, los que pensamos como Vd.
    Aunque, mi capacidad al hablar de política y de expresarme, no sea de un alto nivel, espero y deseo, haber transmitido mi sentir, en este asunto.
    Gracias y luchemos por la paz!!!!.
    Reciba un cordial saludo. Rosa

    ResponderEliminar
  2. Mil gracias Rosa, el punto está en que todos los pacifistas del mundo aunemos esfuerzos y las mayorías populares no se dividan por temas étnicos y/o religiosos. Que no se pierda de vista que el enemigo son las 500 miltinacionales que controlan al mundo y el complejo militar industrial que comneria por 1, 500 billones de dólares al año.

    ResponderEliminar
  3. Sr. Braverman, he leido con atención este manifiesto, o reflexión, tan inteligente, obgetiva y coherente. Ojala algún día las personas sencillas que somos al fin las que llevamos la rueda del mundo, pongamos a trabajar la inteligencia para llegar a las conclusiones necesarias para convivir en paz.saludos, Angeles

    ResponderEliminar