Hoy al finalizar el Shabath, el primer
ministro israelí Benjamín Netanyahu, pedirá prorroga para formar gobierno. El
pacto Lapid-Bennet bloquea sus posibilidades, el poder de Netanyahu está muy
recortado y las cosas no funcionan como un mecanismo de relojería refinada.
No hay duda que lucha por su futuro político y haría bien en pensar en un acuerdo de paz y restaurar nuestro honor, que ha sido pisoteado en todo el mundo, y creo que no fue casual pues se aportó demasiado al respecto dese acá. Haría bien también en pensar que la supuesta tercer intifada no surge de la nada, es producto de que los palestinos no pueden seguir así. Los días de su sueño dorado sobre la guerra regional ya están lejos. Es hora de pensar en el que menos tiene, en una sociedad menos racista y más ecuánime, es hora de pensar en una sociedad con más equidad y menos desigualdad. ¿Podrá Bibi con estas cuestiones?
Obama está por llegar, o es mucho el tiempo que marcó para ello en su agenda. Es un presidente que se va luego de su segundo mandato, si tiene algo para arriesgar es cómo entrar en la historia y esta convulsionada zona está llena de posibilidades.
Likud-Beiteinu es el fin de Netanyahu, triunfó con una debacle histórica en los resultados electorales, aún no está claro el precio que esto significa para el “Rey Bibi”. Pero si sabemos que significa para la dinámica política de Israel y eso es algo nuevo. No sabemos cómo se llama, sabemos que será nuevo, no será extraordinario pero sí novedoso. Esperemos que sea para bien, yo estoy seguro que sí, soy moderadamente optimista pues tengo una idea de lo limitado del cambio sobre el que hablo. Nuestro pueblo se lo merece y el palestino también.
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Militante por la coexistencia judeo-árabe y un camino alternativo a la globalización neo-liberal. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).
Derechos reservados: Instituto Campos Israel ISBN963-03- 0316- 2 מסת"ב
No hay duda que lucha por su futuro político y haría bien en pensar en un acuerdo de paz y restaurar nuestro honor, que ha sido pisoteado en todo el mundo, y creo que no fue casual pues se aportó demasiado al respecto dese acá. Haría bien también en pensar que la supuesta tercer intifada no surge de la nada, es producto de que los palestinos no pueden seguir así. Los días de su sueño dorado sobre la guerra regional ya están lejos. Es hora de pensar en el que menos tiene, en una sociedad menos racista y más ecuánime, es hora de pensar en una sociedad con más equidad y menos desigualdad. ¿Podrá Bibi con estas cuestiones?
Obama está por llegar, o es mucho el tiempo que marcó para ello en su agenda. Es un presidente que se va luego de su segundo mandato, si tiene algo para arriesgar es cómo entrar en la historia y esta convulsionada zona está llena de posibilidades.
Likud-Beiteinu es el fin de Netanyahu, triunfó con una debacle histórica en los resultados electorales, aún no está claro el precio que esto significa para el “Rey Bibi”. Pero si sabemos que significa para la dinámica política de Israel y eso es algo nuevo. No sabemos cómo se llama, sabemos que será nuevo, no será extraordinario pero sí novedoso. Esperemos que sea para bien, yo estoy seguro que sí, soy moderadamente optimista pues tengo una idea de lo limitado del cambio sobre el que hablo. Nuestro pueblo se lo merece y el palestino también.
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Militante por la coexistencia judeo-árabe y un camino alternativo a la globalización neo-liberal. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).
Derechos reservados: Instituto Campos Israel ISBN963-03- 0316- 2 מסת"ב
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