viernes, 29 de junio de 2012

Sadismo económico por Ignacio Ramonet



¿Sadismo? Sí, sadismo. ¿Cómo llamar de otro modo esa complacencia en causar dolor y humillación a personas? En estos años de crisis, hemos visto cómo –en Grecia, en Irlanda, en Portugal, en España y en otros países de la Unión Europea (UE)– la inclemente aplicación del ceremonial de castigo exigido por Alemania (congelación de las pensiones; retraso de la edad de jubilación; reducción del gasto público; recortes en los servicios del Estado de bienestar; merma de los fondos para la prevención de la pobreza y de la exclusión social; reforma laboral, etc.) ha provocado un vertiginoso aumento del desempleo y de los desahucios. La mendicidad se ha disparado. Así como el número de suicidios. 
A pesar de que el sufrimiento social alcanza niveles insoportables, Angela Merkel y sus seguidores (entre ellos Mariano Rajoy) continúan afirmando que sufrir es bueno y que ello no debe verse como un momento de suplicio sino de auténtico júbilo. Según ellos, cada nuevo día de castigo nos purifica y regenera y nos va acercando a la hora final del tormento. Semejante filosofía del dolor no se inspira en el Marqués de Sade sino en las teorías de Joseph Schumpeter, uno de los padres del neoliberalismo, quien pensaba que todo sufrimiento social cumple de algún modo un objetivo económico necesario y que sería una equivocación mitigar ese sufrimiento aunque sólo fuese ligeramente.
En eso estamos. Con una Angela Merkel en el rol de “Wanda, la dominadora”, alentada por un coro de ­fanáticas instituciones financieras (Bundesbank, Banco Central Europeo, ­Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial del Comercio, etc.) y por los eurócratas adictos de siempre (Durao Barroso, Van Rompuy, Ollie Rehn, Joaquín Almunia, etc.). Todos apuestan por un masoquismo popular que llevaría a los ciudadanos no sólo a la pasividad sino a reclamar más expiación y mayor martirio “ad maiorem gloria Europa”. Hasta sueñan con eso que los medios policiales denominan “sumisión química”, unos fármacos capaces de eliminar total o parcialmente la conciencia de las víctimas, convertidas sin quererlo en juguetes del agresor. Pero deberían ir con cuidado, porque la “masa” ruge.
En España, donde el Gobierno de Mariano Rajoy está aplicando políticas salvajes de austeridad al límite precisamente del “sadismo” (1), las expresiones de descontento social se multiplican. Y eso en un contexto de enorme desconcierto, en el que, de repente, los ciudadanos constatan que a las crisis económica y financiera se suma una grave crisis de gobernación. Simultáneamente, varios pilares fundamentales del edificio del Estado se resquebrajan: la Corona (con el tétrico asunto de la caza del elefante en Bostwana), el Poder judicial (con el cochambroso caso Dívar), la Iglesia (que no paga el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, IBI), el sistema bancario (del que nos afirmaban que era el “más sólido” de Europa y constatamos que se desmorona), el Banco de España (incapaz de alertar sobre Bankia y otras quiebras espectaculares), las Comunidades Autónomas (sumidas algunas de ellas en abismales escándalos de corrupción), los grandes medios de comunicación (excesivamente dependientes de la publicidad y que ocultaron las calamidades por venir)... 
Sin hablar del propio Gobierno cuyo Presidente, en un momento en el que España (con Grecia) se ha convertido en el eje de los problemas del mundo, parece avanzar sin brújula. Y quien, frente a preguntas fundamentales, o da la callada por respuesta o contesta con expresiones surrealistas (“Vamos a hacer las cosas como Dios manda”), o sencillamente sostiene contraverdades (2). Mariano Rajoy y su equipo económico tienen una gran responsabilidad en el desastre actual. Han dirigido la crisis bancaria con evidente torpeza; han dejado descomponerse el caso de Bankia; han transformado una clara situación de quiebra en un pulso con Bruselas, el Banco Central Europeo y el FMI; han practicado el negacionismo más necio, pretendiendo hacer pasar un rescate de consecuencias gravísimas para la economía española como un crédito barato y sin condiciones (“Es un apoyo financiero que no tiene nada que ver con un rescate”, declaró Luis de Guindos; “Lo que hay es una línea de crédito que no afecta al déficit público”, afirmó Rajoy).
Todo esto da la penosa impresión de un país que naufraga. Y cuyos ciudadanos descubren de pronto que tras as apariencias del “éxito económico español”, pregonado durante lustros por los gobernantes del PSOE y del PP, se escondía un modelo (el de la “burbuja inmobiliaria”) carcomido por la incompetencia y la codicia. 
En cierta medida, comprendemos ahora –muy a expensas nuestras– uno de los grandes enigmas de la historia de España: ¿cómo fue posible que, a pesar de las montañas de oro y plata traídas de América por el Imperio colonizador y explotador, el país se viese convertido, a partir del siglo XVII, en una suerte de “corte de los milagros “llena de mendigos, desamparados y pordioseros? ¿Qué se hizo de tamaña riqueza? La respuesta a estas preguntas la tenemos hoy ante los ojos: incompetencia y miopía de los gobernantes, codicia infinita de los banqueros.
Y el castigo actual no ha terminado. Después de que la agencia Moody’s, el pasado junio, rebajara la nota de la deuda española en tres escalones, desde A3 hasta Baa3 (uno por encima del “bono basura”), la prima de riesgo llegó hasta límites insostenibles. La solvencia española está en la pendiente que conduce a un rescate. Y tanto el rescate de la banca como el rescate de la deuda pública tendrán un ­coste social terrorífico. En su informe anual sobre España, el Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, ya está reclamando que el Gobierno suba el IVA y que apruebe lo antes posible una nueva disminución del sueldo de los funcionarios para reducir el déficit. Además, en un documento de trabajo, los expertos del Fondo recomiendan a España que rebaje aún más el despido, reclaman el contrato único y que se evite la actualización automática de los sueldos (3).
La Comisión Europea recomienda igualmente la subida del IVA, y la adopción de nuevas medidas “austeritarias”: el retraso de la edad de jubilación, el control del gasto en las Comunidades, el endurecimiento de las prestaciones por desempleo, la eliminación de la desgravación por vivienda y la reducción del volumen de la Administración Pública. Todo antes de 2013. Ya que no se puede devaluar el euro, se trata de devaluar a todo un país, rebajando su nivel de vida de un 20 a un 25%...
Por su parte, la canciller alemana exige que España continúe con las profundas reformas económicas y fiscales. A pesar de la canina fidelidad que le manifiesta Rajoy, Merkel se opone con uñas y dientes a cualquier medida del Gobierno que suponga para España ceder en el camino de la austeridad y de las reformas estructurales. Berlín quiere aprovechar el “shock” creado por la crisis, y la posición dominante de Alemania para conseguir un viejo objetivo: la integración política de Europa a las condiciones germanas. “Nuestra tarea hoy –declaró Merkel en un discurso ante el Parlamento alemán– es compensar lo que no se hizo [cuando el euro fue creado] y acabar con el círculo vicioso de la deuda eterna y de no cumplir las normas. Sé que es arduo, que es doloroso. Es una tarea hercúlea, pero es inevitable”. Algunos comentaristas hablan ya del IV Reich...
Porque, si se produce el “salto federal” y se avanza hacia una unión política, eso significa que cada Estado miembro de la UE tendrá que renunciar a considerables partes de su soberanía ­nacional. Y que una instancia central podrá interferir directamente en los presupuestos y los impuestos de cada Estado para imponer el cumplimiento de los acuerdos. ¿Cuántos países están dispuestos a abandonar tanta soberanía nacional? Si ceder parte de la soberanía es inevitable en un proyecto de integración político como la Unión Europea, existe sin embargo una diferencia entre federalismo y neocolonialismo... (4).
En los Estados sometidos a rescates –España, entre otros– estas importantes pérdidas de soberanía ya son efectivas (5). Desmintiendo a Rajoy, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, afirmó que la troika (BCE, Comisión Europea y FMI) controlará la reestructuración de la banca en España (6). Esatroika gobernará la política fiscal y macroeconómica para ­seguir imponiendo reformas y recortes y para asegurar la prioridad del cobro de la deuda que los bancos españoles tienen con la banca europea, y principalmente alemana (7). España dispone pues, desde junio pasado, de menos libertad, menos soberanía de su sistema financiero y menos soberanía fiscal.
Todo ello sin ninguna garantía de salir de la crisis. Al contrario. Como lo recuerdan los economistas Niall Ferguson y Nouriel Rubini: “La estrategia actual de recapitalizar los bancos a base de que los Estados pidan prestado a los mercados nacionales de bonos –o al Instrumento Europeo de Estabilidad Financiera (IEEF) o a su sucesor, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)– ha resultado desastrosa en Irlanda y Grecia: ha provocado una explosión de deuda pública y ha hecho que el Estado sea todavía más insolvente, al tiempo que los bancos se convierten en un riesgo mayor en la medida en que más parte de la deuda pública está en sus manos” (8).
Pero entonces, si no funcionan ¿por qué se mantienen esas sádicas políticas de “austeridad hasta la muerte”? Porque el capitalismo se ha puesto de nuevo en marcha y se ha lanzado a la ofensiva con un objetivo claro: acabar con los programas sociales del Estado de bienestar implementados después del final de la Segunda Guerra Mundial y de los que Europa es el último santuario. 
Pero, como decíamos más arriba, debería ir con cuidado. Porque las “masas” están rugiendo... 

NOTAS:
1) Léase Conn Hallinan, “Spanish Austerity Savage to the Point of Sadism”, Foreign Policy in Focus, Washington DC, 15 de junio de 2012. http://www.fpif.org/ blog/the_pain_in_spain_falls_mainly_on_the_plain_folk
(2) Léase Ignacio Escolar, “Las siete grandes mentiras sobre el rescate español”, Escolar.net, 11 de junio de 2012. http://www.escolar.net/MT/archives/2012/06/las-siete-grandes-mentiras-sobre-el-rescate-espanol.html
(3) El País, Madrid, 15 de junio de 2012.
(4) Léase Niall Ferguson, Nouriel Roubini, El País, Madrid, 10 de junio de 2012. Léase también, Ignacio Ramonet, “Nuevos protectorados”, Le Monde diplomatique en español, marzo de 2012.
(5) Una prueba de la mentalidad de neocolonizados es el esperpéntico proyecto Eurovegas que se disputan las Comunidades de Madrid y de Cataluña, basado en la especulación urbanística y financiera, y asociado al “aumento del blanqueo de capitales, la prostitución, las ludopatías y las mafias”. Consúltese la plataforma Aturem Eurovegas: http://aturemeurovegas.wordpress.com
(6) El País, Madrid, 14 de junio de 2012.
(7) Vicenç Navarro, Juan Torres, “El rescate traerá más recortes y no sirve para salir de la crisis”, Rebelión, 15 de junio de 2012. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=151370
(8) Ver la nota 4.

miércoles, 27 de junio de 2012

Cuando el cuerpo femenino hace la revolución


PoR NADIA AISSAUI Y ZIAD MAJED (MEDIAPART)


Con la caída del muro del miedo durante las revoluciones árabes, se ha producido un fenómeno nuevo y totalmente inédito. El cuerpo de las mujeres ha emergido en este nuevo paisaje político y social como un mensajero, un estandarte que han enarbolado para, a través de él, recordar que existían.
En sociedades conservadoras, el control de la libertad de las mujeres ha pasado siempre por el de su cuerpo. Este último, cubierto, oculto, virgen, fecundable y controlado, es objeto de todas las prohibiciones y de todas las obsesiones. Simboliza a la vez el honor de la familia pero también una fuente de tentación y de discordia (fitna).
Precisamente para poner en cuestión y desafiar a esta obsesión, mujeres de varios países árabes han decidido zarandear el orden establecido poniendo la cuestión del cuerpo en el corazón del debate. Quieren significar a la sociedad patriarcal que está realizándose la revolución y que no se hará sin ellas.
Egipto: desafíos a través del cuerpo
Todo ha comenzado en Egipto con el estallido del escándalo de los tests de virginidad practicados por los militares a las manifestantes detenidas. Esta práctica, desconocida hasta entonces y callada por numerosas mujeres que temían la vindicta familiar y social, fue denunciada por Samira Ibrahim como una voluntad deliberada del ejército de humillar a las manifestantes. Presentó una denuncia contra los militares y ganó el proceso /1 .
Otro acto de humillación tuvo lugar esta vez ante las cámaras del mundo entero y se refiere a una manifestante con velo, golpeada y arrastrada por los suelos por las fuerzas del orden y cuyas vestimentas han sido arrancadas, mostrando su sujetador azul /2. Este acto ha escandalizado a la opinión y provocado reacciones políticas, culturales y artísticas (posters y graffitis) /3.
La violencia que ha expresado revela un encarnizamiento contra la mujer en su papel ciudadano y político. Desnudarla es así un acto que intenta además de humillarla, notificarla una oposición a su libertad, a su movimiento en el espacio. El hecho de que lleve el velo da una dimensión aún más simbólica a esta agresión, puesto que en adelante ninguna mujer podrá sentirse libre del acoso.
El acto de denuncia de Samira Ibrahim y la violencia que sufren las mujeres han impulsado, en Egipto y en otros lugares del mundo árabe una dinámica que utiliza el cuerpo como un lugar de reivindicación de la libertad, de la dignidad y de la soberanía. Luego, la cuestión del acoso sexual ha hecho correr mucha tinta y las campañas de movilización contra esta plaga no dejan de aumentar (ver nuestro link con Harrass Map en nuestro artículo La primavera árabe es también una primavera de las mujeres). En Beirut tuvo lugar una manifestación de mujeres enarbolando un sujetador azul como bandera/4.
Otra egipcia, Alia Al-Mahdi, ha saltado a los titulares publicando en su blog una fotografía suya posando desnuda /5.
Esta transgresión impensable ha levantado una ola de indignación y de cólera en la blogosfera, incluso en los medios más progresistas, que se habían movilizado a favor de Samira Ibrahim y contra la violencia. Su malestar era debido sobre todo al hecho de que esta foto les exhortaba a repensar la revolución en tanto que búsqueda de libertad absoluta, incondicional. Algunos han considerado que esta publicación era excesiva y tenía más que ver con el exhibicionismo y la provocación que con el acto subversivo.
El caso es que Alia Al-Mahdi ha marcado los espíritus y suscitado una ola de simpatía en el mundo entero. Así, para marcar su apoyo a Alia, un grupo de feministas iraníes ha concebido y mediatizado un calendario a partir de fotografías de mujeres desnudas. Pretendían con ello enviar un doble mensaje de solidaridad hacia las mujeres en general y las de su país en particular /6.
Otras iniciativas individuales han tenido también lugar y han contribuido al refuerzo de este movimiento de afirmación del cuerpo femenino. Dos actrices, tunecina e iraní, han posado para revistas desvelando algunas partes de su cuerpo /7. Esta postura, lejos de ser anecdótica, se ha convertido claramente en una forma de reivindicación de una libertad demasiado tiempo ahogada/8.
Siria: la libertad contra el despotismo, la tortura y las masacres
En Siria, en esta revolución extraordinaria y desgraciadamente sangrienta, el cuerpo se ha transformado en soporte artístico de una posición política. Las mujeres han decidido oponer a las fotos de cadáveres mutilados, a las historias de violaciones y de tortura, las que llevan mensajes de libertad.
Es esa claramente la expresión de una voluntad de independencia individual pero también colectiva.El cuerpo es el mensajero (estético) de una resistencia política y ética. La foto de Lobna Awidates una perfecta ilustración de lo anterior /9.
Igual que en el caso de Egipto, aunque esas fotos hayan estado lejos de provocar unanimidad, han abierto un debate de fondo entre quienes han manifestado su apoyo a esta forma de expresión y quienes la consideran como contraproductiva.
Por otra parte, y más allá del mensaje de la reapropiación del cuerpo, la desnudez expresa la voluntad pacifista de llevar a cabo un combate de ideas. Un cuerpo desnudo significa que lleva por única arma el mensaje que transmite. Muchos hombres han adoptado igualmente este planteamiento bien durante las manifestaciones, en las que se les ha podido percibir con el torso desnudo frente a los tanques, bien en fotografías que circulan por la red /10.
Espacio virtual y cuerpo
Es sobre todo gracias al espacio virtual que este proceso de redefinición de una nueva identidad a través del cuerpo ha sido posible. Estamos ante una representación libre, sin condiciones. Exenta de censura y de censores, el espacio virtual es el lugar de ejercicio de la ciudadanía por excelencia. El cuerpo tiene la posibilidad de mostrarse en él sin trabas y el ciudadano es libre de contemplarlo o no. Entre el espacio público extremadamente codificado y liberticida y el espacio virtual en el que todo se convierte en realizable, un gran paso ha sido franqueado /11.
El cuerpo como territorio de combate, de conquista o de liberación se convierte en un temible asunto en las revoluciones. Hay mujeres que se reapropian este espacio confiscado para frenar a la violencia y a sus autores. Incluso si estas mujeres constituyen una pequeña minoría en el mundo árabe, el alcance de sus acciones indica que algo irreversible e imposible de contener se ha producido.
En este momento crucial de su historia, estas mujeres tienen conciencia de lo que se juega en términos de mutaciones y de oportunidades de reivindicar sus derechos, incluyendo el fundamental de ser libres de disponer de sus cuerpos y de sus movimientos. Están entre las murallas importantes contra el ascenso del conservadurismo social y del integrismo religioso. Enarbolando el eslogan de “mi cuerpo me pertenece, no es el honor de nadie”, la dimensión política del cuerpo desnudo se ha puesto por delante de su dimensión erótica /12.
Las mujeres han puesto de nuevo al orden del día la convicción feminista universal de que más que nunca, lo “personal es político”.
23/6/2012
[La página http://democratie-reelle-nimes.over-blog.com/article-printemps-arabe-quand-le-corps-feminin-fait-la-revolution-107350267.html es de acceso libre, reproduce el texto de Mediapart y en ella se pueden ver las fotografías]
Notas:

PROYECTO DE DECLARACIÓN UNIVERSAL DEL BIEN COMÚN DE LA HUMANIDAD

Entrevista a Francois Houtart en la Cumbre de los Pueblos, Río+20 

Mientras en las negociaciones previas a la cumbre de Naciones Unidas para el Desarrollo sustentable Río+20, se discuten temas distantes a la búsqueda de soluciones para la crisis ambiental y alimentaria que afronta el planeta. En la Cumbre de los Pueblos, las organizaciones participantes construyen desde sus experiencias locales formas de lucha contra, las empresas que privatizan los bienes que le son comunes a la humanidad, como el agua y la tierra.
En ese marco de apertura al pensamiento crítico, de identificación de las causas reales de la destrucción del planeta, de construcción de alternativas civilizatorias, conversamos con Francois Houtart, quien presentó a las organizaciones participantes, un proyecto deDeclaración Universal del Bien Común de la Humanidad.
Este proyecto, todavía provisional, fruto de una elaboración internacional de juristas y de líderes sociales, es presentado por el Foro Mundial de Alternativas a los Movimientos sociales y a las Organizaciones presentes en la « Cumbre de los Pueblos » de Rio de Janeiro en junio de 2012, para recibir sus observaciones y propuestas antes de su presentación formal durante el Foro Social Mundial de 2013 en Túnez. Toda contribución de grupos o individuos es bienvenida: a enviar a la dirección electrónica siguiente:declarabch@gmail.com
Preámbulo
Vivimos tiempos críticos para la permanencia de la vida de la naturaleza y de la humanidad. Se multiplican las agresiones al planeta, afectando todas las especies vivas, los ecosistemas, la biodiversidad, hasta el clima. La vida de los pueblos se destruye por la desposesión de sus territorios. La concentración monopolística del capital, la hegemonía del sector financiero, la deforestación, el monocultivo, la utilización masiva de agentes tóxicos, pero también las guerras, el imperialismo cultural, las políticas de austeridad y la destrucción de los logros sociales, son el pan cotidiano de la Humanidad.
Vivimos tiempos de una crisis multidimensional: financiera, económica, alimentaria, energética, climática, una crisis de sistema, de valores y de civilización, con lógicas de muerte. Tal momento histórico no permite respuestas parciales sino que exige la búsqueda de alternativas.
Vivimos tiempos marcados por la exigencia de coherencia. Las Resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), los Pactos de las Naciones Unidas de Derechos Civiles, Políticos, Económicos, Sociales y Culturales (1966), la Carta de los Derechos y Deberes Económicos de los Estados (1974), la Carta Mundial de la Naturaleza (1982), la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo (1986), la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (1992), la Carta de la Tierra (2000), la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural (2001), la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007), entre otras, exigen la articulación de una visión de conjunto y un sistema de decisiones integrado, ecológico, económico, político y cultural, al servicio de la vida.
Vivimos tiempos en los que los seres humanos se dan cuenta que constituyen la parte consciente de una naturaleza capaz de vivir sin ellos, y que la están destruyendo progresivamente, como resultado de la irracionalidad de sus acciones predatorias, orientadas por lógica de la ganancia y de la acumulación capitalista y alimentadas por la visión antropocéntrica de un progreso lineal infinito en un planeta inagotable. Pasar del antropocentrismo al biocentrismo es condición de supervivencia.
Vivimos tiempos donde se multiplican las acciones de movimientos sociales y políticos, luchando desde abajo por la justicia ecológica y por los derechos colectivos de los pueblos. La percepción de la vida de la Humanidad como un proyecto común, compartido y condicionado por la vida del planeta, se expresó en varios documentos como: la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos (Argel, 1976), la Declaración Universal de las Mujeres Indígenas del Mundo (Beiging, 1995), la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra (Cochabamba, 2010). Eso requiere un esfuerzo que debe intensificarse y repartirse, respetando las especificidades.
Para restablecer los derechos de la naturaleza y construir una solidaridad interhumana al nivel planetario, tareas intrínsecamente vinculadas, se impone hoy en día una nueva iniciativa, paralela a la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ella está destinada a redefinir, en una visión de conjunto (holística), los elementos fundamentales de la vida colectiva de la humanidad en el planeta, con el objetivo de proponer un nuevo paradigma y de servir de base a la convergencia de los movimientos sociales y políticos.
Se trata (1) de pasar de la explotación de la naturaleza, como recurso natural, al respeto de la tierra como fuente de toda vida ; (2) de privilegiar el valor de uso sobre el valor de cambio en la actividad económica ; (3) de introducir el principio de la democracia generalizada en todas las relaciones humanas, incluidas las relaciones entre hombres y mujeres y en todas las instituciones sociales y (4) de promover la interculturalidad para permitir a todas las culturas, los saberes, las filosofías y religiones esclarecer la lectura de la realidad; participar en la elaboración de la ética necesaria a su permanente construcción; y contribuir en las anticipaciones que permiten decir que "otro mundo es posible”. Ese es el paradigma del « Bien Común de la Humanidad » o del « Buen Vivir », como posibilidad, capacidad y responsabilidad de producir y reproducir la existencia del planeta y la vida física, cultural y espiritual de todos los seres humanos en el mundo. De ahí, la propuesta de una Declaración Universal.
Declaración Universal del Bien Común de la Humanidad

lunes, 18 de junio de 2012

¿HAY QUE PAGAR LA DEUDA? por Esther Vivas


*
La deuda es hoy una cuestión central en la agenda social y política. En su nombre se llevan a cabo privatizaciones, recortes, ajustes y, en definitiva, se transfiere el coste de la crisis a la mayor parte de la población. Pero, ¿a quién beneficia la deuda? ¿Quién la contrajo? ¿A qué ha servido? ¿Quién debe pagarla? A estas preguntas buscan respuesta aquellos que en el seno del movimiento indignado plantean una auditoria ciudadana de la misma.
En la década de los años 80, 90, 2000, vimos el impacto de la deuda externa en los pueblos del Sur, mediante la aplicación sistemática de programas de ajuste estructural y de recortes sociales, que se decían necesarios para hacer frente a su pago. Desde el 2010, con el estallido de la crisis de la deuda soberana, ésta se ha convertido en un tema clave en los países de la Unión Europea, y en especial en los de su periferia donde se condensan las contradicciones de la crisis contemporánea.
La deuda externa ha sido un instrumento de control y dominación de las elites políticas y económicas del Norte respecto al Sur, y un potente mecanismo de transferencia de recursos financieros en sentido inverso. Ahora, la misma lógica centro-periferia de sometimiento vuelve a darse aunque, en este caso, en el seno de Europa y se repite el mantra de que es necesario pagar la deuda y de que para hacerlo es imprescindible aplicar dichas medidas de ajuste.
Pero el repudio de la deuda ha sido una constante a lo largo de la historia. La doctrina de la deuda odiosa, que en derecho internacional se utiliza para repudiar una deuda tomada por un gobierno y utilizada en contra de su pueblo, se ha esgrimido y aplicado para no pagar deudas contraídas a lo largo de los siglos XIX, XX y XXI.
Desde hace años, organizaciones sociales en los países del Sur impulsan campañas para denunciar la ilegitimidad de la deuda y en consecuencia su no pago. Y las auditorías han sido uno de los principales instrumentos utilizados con este fin. La experiencia más relevante fue la llevada a cabo en Ecuador donde, en 2007, se puso en marcha la Comisión de Auditoría Integral de la Deuda Pública Interna y Externa, formada por representantes de la administración y de organizaciones sociales ecuatorianas y de otros países, y que culminó, en el 2008, rechazando pagar parte de la deuda al declararla ilegítima.
El proceso de auditoría posibilita investigar porqué las deudas fueron contraídas, para qué sirvieron, a quiénes beneficiaron y sacar a la luz las irregularidades presentes en su contratación, revelar la complicidad de sus acreedores y obtener los fundamentos legales para su repudio. Se trata de un instrumento profundamente pedagógico que permite discutir sobre el funcionamiento del Estado, de la economía de mercado, de las relaciones institucionales e inyectar un rayo de luz en los oscuros pasillos de las bambalinas del poder
Con la llegada de la crisis de la deuda a Europa, organizaciones y movimientos que en décadas anteriores trabajaron en campañas de repudio de la deuda externa de los países del Sur ahora, y junto al movimiento indignado y occupier, han empezado a promover acciones de denuncia sobre el pago de la deuda y a explicar las implicaciones que ésta tiene en los recortes, las privatizaciones y el aumento de la precariedad.
Con el objetivo de promover un debate público y la participación popular en la toma de decisiones sobre la deuda y romper con el discurso hegemónico de la "inevitabilidad” de su pago, los procesos de auditoría se han convertido en una de sus principales herramientas. Su celebración debería permitir, junto a una gran movilización social, anular la parte ilegítima de la deuda y reducir significativamente el resto. En países como Grecia, Portugal, Francia, Bélgica, Irlanda, Italia y el Estado español están en marcha campañas ciudadanas para auditarla.
De este modo, frente al discurso hegemónico de "salvar a los bancos”, "rescatar a las finanzas”, "pagar la deuda”, empieza emerger otro discurso: el de "salvar a las familias”, "rescatar a los pobres”, "no pagar la deuda”. ¿Cuál es el sentido de inyectar masivamente dinero público a entidades financieras como Bankia sino mantener los privilegios de unos pocos a costa de los derechos y las necesidades de la gran mayoría? Como bien señala Occupy Wall Street, se sacrifica al 99% para salvar al 1%.
Las verdades absolutas para hacer frente a la crisis empiezan a resquebrajarse. Otra conciencia colectiva emerge desde abajo y empieza por preguntarse: ¿Hay que pagar la deuda? La respuesta es clara.
*Militante de Izquierda Anticapitalista. Miembro de la Red de Consumo Solidario y de la Campaña ‘No te comas el mundo'.Miembro de Revolta Global-Esquerra Anticapitalista y del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales (CEMS) de la UPF – Adital

ECONOMÍA VERDE VERSUS ECONOMÍA SOLIDARIA por Leonardo Boff

                                 

El documento cero de la ONU para la Río +20 todavía es rehén del viejo paradigma de la dominación de la naturaleza para extraer de ella los mayores beneficios posibles para los negocios y para el mercado. A través de él y en él el ser humano busca sus medios de vida y subsistencia. La economía verde radicaliza esta tendencia, pues como escribió el diplomático y ecologista boliviano Pablo Solón «ella busca no sólo mercantilizar la madera de la selva sino también su capacidad de absorción de dióxido de carbono». Todo esto puede transformarse en bonos negociables por el mercado y por los bancos. De esta manera el texto se revela definitivamente antropocéntrico, como si todo se destinase al uso exclusivo de los humanos y la Tierra los hubiese creado solo a ellos y no a otros seres vivos que exigen también la sostenibilidad de las condiciones ecológicas para su permanencia en este planeta.
En resumen: \"el futuro que queremos\", lema central del documento de la ONU, no es otra cosa que la prolongación del presente. Éste se presenta amenazador y niega un futuro de esperanza. En un contexto como este, no avanzar es retroceder y cerrar las puertas a lo nuevo.
Hay además un agravante: todo el texto gira en torno a la economía. La pintemos de verde o de marrón, ella guarda siempre su lógica interna que se formula en esta pregunta: ¿cuánto puedo ganar en el menor tiempo, con la menor inversión posible, manteniendo una fuerte competitividad? No seamos ingenuos: el negocio de la economía vigente es el negocio. Ella no propone una nueva relación con la naturaleza sintiéndose parte de ella y responsable de su vitalidad e integridad. Muy al contrario, le hace una guerra total como denuncia el filósofo de la ecología Michel Serres. En esta guerra no tenemos ninguna posibilidad de vencer. Ella ignora nuestros intentos, sigue su curso incluso sin nuestra presencia. Tarea de la inteligencia es descifrar lo que ella nos quiere decir (por los eventos extremos, por los tsunamis, etc), defendernos de los efectos perjudiciales y poner sus energías a nuestro favor. Ella nos ofrece informaciones pero no nos dicta comportamientos. Estos debemos inventarlos nosotros mismos. Solamente serán buenos si están en conformidad con sus ritmos y ciclos.
Como alternativa a esta economía de devastación, si queremos tener futuro, necesitamos oponerle otro paradigma de economía de preservación, conservación y sostenimiento de toda la vida. Necesitamos producir, sí, pero a partir de los bienes y servicios que la naturaleza nos ofrece gratuitamente, respetando el alcance y los límites de cada biorregión, distribuyendo con equidad los frutos alcanzados, pensando en los derechos de las generaciones futuras y en los demás seres de la comunidad de vida. Ella adquiere hoy cuerpo a través de la economía biocentrada, solidaria, agroecológica, familiar y orgánica. En ella cada comunidad busca garantizar su soberanía alimentaria: Produce lo que consume, articulando a productores y consumidores en una verdadera democracia alimentaria.
La Río 92 consagró el concepto antropocéntrico y reduccionista de desarrollo sostenible, elaborado por el informe Brundland de 1987 de la ONU. Se transformó en un dogma profesado por los documentos oficiales, por los estados y empresas sin ser nunca sometido a una crítica seria. Secuestró la sostenibilidad sólo para su campo y así distorsionó las relaciones con la naturaleza. Los desastres que causaba en ella eran vistos como externalidades que no cabía considerar. Pero ocurre que estos se volvieron amenazadores, capaces de destruir las bases fisicoquímicas que sustentan la vida humana y gran parte de la biosfera. Esto no ha sido superado por la economía verde. Esta configura una trampa de los países ricos, especialmente de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) que produjo el texto teórico del PNUMA, Iniciativa de la Economía Verde. Con esto descartan astutamente la discusión sobre la sostenibilidad, la justicia social y psicológica, el calentamiento global, el modelo económico fracasado y el cambio de punto de vista, una mirada distinta sobre el planeta que pueda proyectar un futuro real para la humanidad y para la Tierra.
Junto con la Río +20 sería muy positivo rescatar también la Estocolmo+40. En esta primera conferencia mundial de la ONU realizada del 5 al 15 julio de 1972 en Estocolmo (Suecia) sobre el Ambiente humano, el foco central no era el desarrollo sino el cuidado y la responsabilidad colectiva por todo lo que nos rodea y que está en acelerado proceso de degradación, afectando a todos y especialmente a los países pobres. Era una perspectiva humanística y generosa, que se perdió con la carpeta cerrada del desarrollo sostenible y, ahora, con la economía verde.

viernes, 15 de junio de 2012

Guerra y mentiras por Uri Avnery



Original en hebreo Gush  Shalom en español Carlos Braverman:
Esta semana se cumplen treinta años de la incursión del ejército israelí en Líbano que dio comienzo a la guerra más estúpida de la historia de Israel. Duró 18 años. Cerca de 1.500 soldados israelíes y un número incalculable de libaneses y palestinos fueron asesinados.
Casi todas las guerras se basan en mentiras. Las mentiras se consideran instrumentos legítimos de la guerra. La guerra del Líbano I (como se llamó más tarde) fue un glorioso ejemplo.
De principio a fin (si es que ya ha terminado), fue una guerra de engaños, mentiras y falsedades.
La mentira comenzó con el nombre oficial: "Operación Paz en Galilea".
Si uno pregunta ahora a los israelíes, el 99,99% de ellos va a decir con toda sinceridad: "No teníamos otra opción. Ellos lanzaron cohetes Katyusha a Galilea desde el Líbano todos los días. Tuvimos que pararlos”. Presentadores de TV y ex ministros del gabinete lo han estado repitiendo durante toda la semana. Sinceramente. Incluso personas que ya eran adultos en ese momento.
El hecho concreto es que durante los 11 meses anteriores a la guerra no hubo un solo disparo a través de la frontera israelí-libanesa. Estaba vigente un alto el fuego y en el otro lado de la frontera los palestinos lo cumplían escrupulosamente. Para sorpresa de todos, Yasser Arafat logró imponer ese alto el fuego a todas las facciones palestinas, incluso las más radicalizadas.
A finales de mayo el ministro de Defensa, Ariel Sharon, se reunió con el Secretario de Estado de EE.UU. Alexander Haig en Washington DC. Pidió un acuerdo estadounidense para invadir Líbano. Haig, dijo que Estados Unidos no podía permitirlo a menos que hubiera una clara provocación reconocida internacionalmente.
Y entonces apareció la provocación. Abu Nidal, experto terrorista y enemigo de la OLP y de Arafat, envió a su primo para asesinar al embajador israelí en Londres, que resultó gravemente herido.
En represalia, Israel bombardeó Beirut y los palestinos volvieron a disparar, como se esperaba. El primer ministro, Menajem Begin, dio permiso a Sharon para invadir el territorio libanés hasta 40 km. "para poner los asentamientos de Galilea fuera del alcance de los Katyusha".
Cuando uno de los jefes de inteligencia informó a Begin en una reunión de gabinete de que la organización de Abu Nidal no era miembro de la OLP, Begin respondió: "Todos ellos son OLP".
El general Matti Peled, mi socio político en esa época, creía firmemente que Abu Nidal había actuado como agente de Sharon. Lo mismo pensaban todos los palestinos que conozco.
La mentira “disparaban contra nosotros todos los días" caló tan hondo en el público que hoy es inútil discutirlo. Es un ejemplo ilustrativo de cómo un mito puede tomar posesión de la mente del público, e incluso de las personas que han visto lo contrario con sus propios ojos.
Nueve meses antes de la guerra Sharon me habló de su plan para un Nuevo Oriente Medio.
Yo estaba escribiendo un extenso artículo biográfico sobre él con su cooperación. Él creía en mi integridad periodística, por lo que me habló de su plan "extraoficialmente" y me permitió publicarlo, pero sin citarlo. Así que lo hice.
Sharon tenía una peligrosa mezcla mental: una mente primitiva exenta de todo conocimiento de la historia (no judía) y un fatal deseo de "grandes proyectos". Despreciaba a todos los políticos, incluido Beguin, y los calificaba de enanos desprovistos de visión e imaginación.
Su diseño para la región, como me dijo entonces (y publiqué nueve meses antes de la guerra), era:
1.- Atacar el Líbano e instalar a un dictador cristiano que serviría a Israel.
2.- Expulsar a los sirios del Líbano.
3.- Conducir a los palestinos del Líbano a Siria, desde donde los expulsarían los sirios a Jordania.
4.- Conseguir que los palestinos lleven a cabo una revolución en Jordania, derroten al rey Hussein y convertir Jordania en un Estado palestino.
5.- Establecer una organización funcional para que el Estado palestino (en Jordania) comparta el poder en Cisjordania con Israel.
Portador de una mentalidad unidireccional, Sharon convenció a Beguin para iniciar la guerra, diciéndole que el único objetivo era empujar a la OLP 40 kilómetros. A continuación instaló a Bashir Gemayel, como dictador de Líbano. Luego dejó que las Falanges cristianas llevaran a cabo la masacre de Sabra y Chatila con el fin de aterrorizar a los palestinos y forzarlos a huir a Siria.
Los resultados de la guerra fueron lo contrario de sus expectativas. Bashir fue asesinado por los sirios y su hermano, ungido por las armas israelíes, era un hombre débil e ineficaz. Los sirios reforzaron su control sobre Líbano. La horrible masacre no indujo a los palestinos a huir. Permanecieron allí. Hussein siguió en su trono. Jordania no se convirtió en Palestina. Arafat con sus hombres armados fue evacuado a Túnez, donde consiguieron impresionantes victorias políticas, los reconocieron como “únicos representantes del pueblo palestino” y finalmente regresaron a Palestina.
El plan militar fue mal desde el principio, lo mismo que el plan político. Al celebrarse en Israel como una gloriosa victoria militar, la guerra no enseñó nada, con lo que la segunda guerra de Líbano, 24 años después, fue un desastre militar todavía mayor.
El hecho es simplemente que en 1982 ninguna unidad del ejército alcanzó su objetivo, y menos aún a tiempo. La valiente resistencia palestina en Sidón (Saida) puso en vilo al ejército y Beirut estaba todavía fuera del alcance cuando se declaró el alto el fuego. Sharon simplemente lo rompió, y sólo entonces sus tropas cercaron con éxito la ciudad y entraron en su parte oriental.
Contrariamente a la promesa que hizo a Beguin (me la repitió en ese momento un socio de la coalición de muy alto nivel), Sharon atacó al ejército sirio con el fin de alcanzar y cortar la carretera Beirut-Damasco. Las unidades israelíes en ese frente nunca llegaron a la carretera de vital importancia, y en cambio sufrieron una estrepitosa derrota en Sultan Yacoub.
 No es de extrañar. El Jefe de Estado Mayor Rafael Eitan, conocido como Raful, fue nombrado por el predecesor de Sharon, Ezer Weizman. En su momento pregunté a Weizman por qué había nombrado a un tonto total. Su respuesta típica fue: "Yo tengo inteligencia por los dos. Él solo tiene que ejecutar mis órdenes”. Pero Weizman renunció y se quedó Raful.
Uno de los resultados más significativos y duraderos de la primera guerra de Líbano se refiere a los chiíes.
De 1949 a 1970, la frontera libanesa fue la más tranquila de todas nuestras fronteras. La gente que cruzaba por error regresaba a su casa. Se decía comúnmente que "Líbano será el segundo estado árabe que hará la paz con Israel", porque no se atrevía a ser el primero.
La población de mayoría chií en el otro lado de la frontera era entonces la más oprimida e indefensa entre las diversas comunidades étnicas-religiosas de Líbano. Cuando el rey Hussein, con la ayuda de Israel, expulsó a las fuerzas de la OLP de Jordania en el "Septiembre Negro" de 1970, los palestinos se establecieron en el sur de Líbano y se convirtieron en los gobernantes de la región fronteriza, que pronto se conoció en Israel como "Fatahlandia".
A la población chií no le gustaban sus nuevos amos prepotentes palestinos, que eran suníes. Cuando las tropas de Sharon entraron en la zona realmente las recibieron con arroz y caramelos (lo vi personalmente). Los chiíes, que no conocían a Israel, creían que sus libertadores echarían a los palestinos y después volverían a casa.
No tardaron mucho tiempo en darse cuenta de su error. A continuación, comenzó una guerra de guerrillas para la que el ejército israelí no estaba preparado. Los ratones chiíes rápidamente se convirtieron en leones. Enfrentado a la guerrilla chií, el gobierno israelí decidió abandonar Beirut y gran parte del sur de Líbano, aferrándose a una "zona de seguridad" que a su debido tiempo se convirtió en un campo de batalla para la guerrilla. Los chiíes moderados fueron sustituidos por una entidad mucho más nueva y radical, Hizb-Allah (el "Partido de Dios"), que finalmente se convirtió en la principal fuerza política y militar en todo Líbano.
Para detenerla, Israel asesinó a su líder, Abbas al-Musawi, quien fue reemplazado de inmediato por un asistente mucho más talentoso, Hassan Nasrallah. Al mismo tiempo, los clones de Sharon en Washington comenzaron una guerra que destruyó Irak, el baluarte histórico de los árabes contra Irán. Un nuevo eje militar, los chiíes de Irak, Hizbulá y la Siria alauita se convirtieron en un hecho dominante. (Los alauitas, que gobiernan la Siria de Assad, son una especie de chiíes. Su nombre deriva de Alí, el yerno del Profeta cuyos descendientes fueron rechazados por los suníes y aceptados por los chiíes).
Si Sharon despertada del coma en el que está hundido desde hace seis años, se vería sorprendido por este resultado –prácticamente el único- de su guerra de Líbano.
Una de las víctimas de la guerra fue Menajem Beguin. Muchas leyendas se han tejido en torno a su memoria, que salieron de toda proporción.  Begin tenía muchas cualidades excelentes. Era un hombre de principios, de honestidad y de valentía personal. También fue un gran orador en la tradición europea, capaz de influir en las emociones de su audiencia.
Pero Beguin era un pensador muy mediocre, carente por completo de pensamiento original. Su mentor, Vladimir Zeev Jabotinsky, lo trataba con desprecio. A su manera era bastante ingenuo. Se dejó engañar fácilmente por Sharon. Con el único pensamiento en su mente de derrotar a los palestinos y de expandir el Estado "judío" a toda la Palestina histórica, no se preocupó en absoluto de Líbano, el Sinaí o el Golán.
Su comportamiento en la Guerra de Líbano rayaba en lo ridículo. Visitó a las tropas e hizo preguntas que se convirtieron en el blanco de las bromas de los soldados. En retrospectiva, uno se pregunta si en ese momento ya estaba mentalmente afectado. Poco después de la masacre de Sabra y Chatila, que le sorprendió hasta la médula, cayó en una profunda depresión que le acompañó hasta su muerte, diez años después.
La moraleja de la historia, más vigente que nunca: Cualquier tonto puede empezar una guerra, sólo una persona muy inteligente puede evitarla.

jueves, 14 de junio de 2012

DE UTOPIAS Y DISTOPÍAS por Susana Merino




La palabra utopía vio la luz en noble cuna, si por nobleza entendemos no los atributos nobiliarios de las jerarquías monárquicas sino aquella cualidad del alma que identifica a los seres humanos como honorables, bondadosos, generosos, magnánimos, condiciones todas que sin duda caracterizaron a Tomás Moro, canonizado en el siglo pasado y autor del libro que la inmortalizara. Aunque importada del griego ha representado desde entonces  la idea de una comunidad ideal basada en un sistema socio-político perfecto. La palabra distopía en cambio  surgió mucho más recientemente generada tan solo por la necesidad, de calificar a aquellas sociedades    conformadas contrariamente sobre la base de sistemas represivos o  de control en estados desenfadadamente policiales, que ya proféticamente anticiparan Georges Orwell en su novela “1984” y Aldous Huxley en “Un mundo feliz”  y que ni siquiera ha alcanzado el dudoso “privilegio” de ser reconocida por  el diccionario de la RAE.
Ya Platón en La República trazaba  los lineamientos para el gobierno y la organización de una  sociedad ideal, pero fue desde luego Moro quién en el siglo XVI avanzó en la descripción de una isla ficticia en la que imaginaba la conformación de una comunidad pacífica en la que los bienes  eran de propiedad común, las autoridades elegidas por voto popular, las actividades desarrolladas por sus ciudadanos en jornadas laborales de seis horas lo que les permitía descansar lo necesario y disponer de tiempo suficiente como para dedicarse a otras actividades creativas como la lectura, la música, los juegos. Algo que desde luego no solo difería de  las   condiciones imperantes en la época sino que sigue manteniendo una significativa diferencia con la situación  predominante en las sociedades actuales.
Un poco más tarde en los siglos XVII y XVIII  otros intentos de imaginar la creación de comunidades en las que las normas de convivencia beneficiaran al conjunto de los ciudadanos y no a unos pocos privilegiados, partiendo de una  organización del trabajo basada en cooperativas de producción y en la conformación de comunidades agrícolas en las que tampoco existiría la propiedad privada como proponía el galés  Robert Owen.
Considerado uno de los padres del cooperativismo Owen estaba convencido, al igual que el francés Charles Fourier con sus falansterios centrados en un cooperativismo integral y autosuficiente, de que una comunidad ejemplar podía generar un cambio social profundo. “En lugar de  los vastos centros que absorben las poblaciones, las aldeas, los caseríos, arrojados al azar en el mapa, mal catastrados, mal trazados sus límites, tan incoherentes en su distribución general como en su organización particular, la humanidad debe estar agrupada por comunidades, regulares por el número de sus habitantes, por su orden interior y por las condiciones de equilibrio en relación con otras comunidades, obedeciendo todas a leyes análogas” (1) planteaba Fourier, una situación que desde luego no ha mejorado sino que ha derivado en cada vez más desordenadas urbanizaciones macrocefálicas, inhumanas casi inhabitables y considerablemente distantes de las imaginadas por aquellos precursores del precisamente llamado socialismo utópico, impulsado también posteriormente  en Francia, por el Conde Henri de Saint Simon y el filósofo Augusto Comte.
Pero no todas las utopías se han mantenido en el terreno de las ideas, de las propuestas, imposibilitadas de transformarse en opciones concretas de mejoramiento de la calidad de vida de los seres humanos o al menos de algunos pocos.
Recordemos que ya en el Renacimiento por citar solo a uno de los genios más completos de la humanidad Leonardo da Vinci,  pionero de todas las invenciones que le siguieron, fue el autor de muchas ideas que, en su momento, también resultaban utópicas, y que desde luego no podían concretarse debido al escaso desarrollo tecnológico de la época pero que  luego dieron origen a algunos de los inventos más extraordinarios de nuestro tiempo: el helicóptero, aunque menos loable, el carro de combate, el submarino y el automóvil, la calculadora, la concentración de la energía solar, las bombas hidráulicas entre muchos otros que a lo largo de los últimos siglos  fueron perfeccionados  e incorporados a lo que ha dado en llamarse al progreso humano.
Aunque con menor renombre muchas veces  pero con enorme trascendencia otros científicos e inventores comenzaron alentando utopías que siguieron convirtiéndose en las realidades que suelen pasarnos desapercibidas por hallarse ya tan incorporadas a nuestra vida cotidiana.
Muchos de ellos surgieron de la necesidad de aliviar los sufrimientos ocasionados por enfermedades que parecían incurables, otros percibiendo la importancia de la transmisión de los conocimientos,  la de agilizar las comunicaciones, las condiciones laborales, etc. De modo que podríamos enumerar sin solución de continuidad, una multitud de invenciones y descubrimientos que han contribuido y siguen contribuyendo al desarrollo económico y al bienestar material de los seres humanos o por lo menos como dije anteriormente de parte de ellos. Ninguno de los modernos avances sin embargo hubiera sido posible si sus autores no  hubieran contado con la pléyade de investigadores y de científicos que los precedieron y que les posibilitaron acumular  fundamentales principios  para sus propias creaciones. No cabe la menor duda de que las utopías, el perseguir el arco iris como dice una vieja canción han sido el motor del progreso humano y lo seguirán siendo en la medida en que  seamos capaces de recuperar la sensatez orientándolas como debió haber sido siempre hacia el bien común y al disfrute generalizado de sus resultados.
De todas maneras lo que quiero destacar es que existe un territorio llamado de las ciencias naturales  que incluyen la física, la química, la geología, la biología, la astronomía y algunas otras  en el que casi sin interrupción el saber humano ha ido generando y sumando descubrimientos que han contribuido a mejorar las comunicaciones, el transporte terrestre, naval y aéreo, las construcciones, la infraestructura vial, energética, hidráulica, la medicina, la actividad agrícola, etc. todos ellos aunque fundamentados en aspiraciones que en sus comienzos parecieron utópicas, se fueron logrando a partir de convicciones, trabajo y esfuerzos inexorablemente mancomunados a través  del tiempo y del espacio. Mientras que hay otro  ámbito conformado por las llamadas ciencias sociales, que son las que se ocupan de aquellos aspectos más específicos del ser humano: antropología, política, demografía, economía, derecho, historia, sicología, sociología y algunas otras afines que no han seguido el mismo derrotero. Es decir que no han logrado incorporar a la sociedad suficientes elementos como para lograr las transformaciones que habrían de permitirle alcanzar las conquistas espirituales, de pacífica  convivencia, de solidaridad, de bienestar común y generalizado que en tal sentido  imaginaron en esa esfera  los utópicos soñadores de  todos los tiempos.
Todo esto nos conduce a preguntarnos cuales son las razones por las que  existe tan marcada diferencia entre estos dos bien definidos territorios del saber, si en ambos casos la siempre renovada creatividad humana  ha dado abundantes frutos. Desde luego no hay que ser demasiado perspicaz para descubrir que solo han logrado, logran (¿y lograrán?) desarrollarse y triunfar aquellos inventos (y utopías) que pueden ser inmediatamente volcados a la producción masiva (y comercializable) de bienes y servicios, mientras que los que tienen por objetivo mejorar la calidad de vida, la espiritualidad, la convivencia pacífica, la construcción de redes solidarias, en suma la fraternidad entre los seres humanos o el “buen vivir”  tan  sensatamente manifiesta en las filosofías de vida de los pueblos indoamericanos pero que no producen los  réditos económicos ansiados por la voracidad del sistema capitalista  son obstinadamente  ignorados, olvidados o postergados “sine die”.
Por el contrario ante la amenaza de encontrar restricciones a esas ganancias o dificultades en la apropiación y concentración de la riqueza que generan, ante el temor de las reacciones sociales que comienzan a incrementarse, a multiplicarse y a difundirse por todo el orbe, los que siguen creciendo y profundizándose son los estados policiales basados en el control de todos y cada uno de los ciudadanos con métodos cada vez más sofisticados y leyes represivas orientadas a minimizar esos riesgos, es decir lo que ha dado en llamarse las distopías. Caracterizadas estas últimas por la instalación de soluciones militaristas; el programa Echelon (2)  leyes como SOPA (3) y la incorporación de la biometría (4) en los aeropuertos o en otros lugares de tránsito o el sistema ADS (5) anti motines o disuasor de manifestaciones son algunas de  las más recientes respuestas a los desafíos planteados a la sociedad capitalista neoliberal  por lo que Samuel Huntington llamara “exceso de democracia”, y que están siendo actual y especialmente desarrolladas y puestas en práctica por los EE.UU.
Utopías y distopías, dos caras de una misma medalla la de una humanidad que por un lado aspira a la perfección individual y colectiva y que ha generado espíritus solidarios y preocupados por dar respuesta a esas aspiraciones y por el otro el predominio de un egoísmo cerril, que solo busca la satisfacción individual de unos pocos sobre el sacrificio y el sometimiento de los más y que alienta el esfuerzo y la creatividades  individuales en su propio y exclusivo beneficio. Dos opciones, dos caminos y seguramente muchas luchas para intentar instalar la cordura en nuestro multifacético y contradictorio planeta. El mundo, la gente, los pueblos tienen la palabra!   
Notas
1) Fourierismo: Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano
2) Echelon es considerada la mayor red de espionaje y análisis para interceptar comunicaciones electrónicas de la historia. Controlada por la comunidad UKUSA Estados Unidos Reino Unido ,Canadá Australia , y Nueva Zelanda ), ECHELON puede capturar comunicaciones por radio satélite , llamadas de teléfono faxes e-mails en casi todo el mundo e incluye análisis automático y clasificación de las interceptaciones. Se estima que ECHELON intercepta más de tres mil millones de comunicaciones cada día.
3) Ley SOPA (Stop On Line Piracy) destinada en principio a proteger los derechos de autor  es igualmente factible de ser aplicada a todos los ámbitos del quehacer intelectual y por lo tanto otro instrumento de control de la creatividad humana.´
4) En las tecnologías de la información TI ), la «autentificación biométrica» o «biometría informática» es la aplicación de técnicas matemáticas estadísticas sobre los rasgos físicos o de conducta de un individuo, para su autentificación , es decir para “verificar” su identidad.
5) Nuevo armamento no letal: un sistema de repulsión activa o ADS (Active Denial System). Se trata de un ‘cañón' que dispara un haz de microondas a una distancia de hasta mil metros y que provoca un calentamiento tan molesto que obliga al 'blanco' a huir asustado.

¿QUÉ REVELA Y OCULTA LA CRISIS FINANCIERA? por Juan Torres López



La crisis que estamos viviendo se ha producido como consecuencia de la quiebra prácticamente generalizada de la banca internacional que en los últimos años había acumulado un riesgo inmenso creando y difundiendo productos financieros muy rentables pero también cada vez más peligrosos. Para ocultar ese riesgo recurrió a estratagemas fraudulentas con la ayuda de las agencias de rating (que daban la máxima calificación a los productos derivados de las iniciales hipotecas basuras que iban difundiendo por todo el sistema financiero mundial) y con la complicidad de las autoridades públicas que miraron a otro lado para dejarles hacer.
Cuando las hipotecas a partir de las cuales nacían todo esos productos dejaban de pagarse, se producían pérdidas en los bancos, que llegaron a ser tan grandes que fueron provocando su quiebra, a pesar de las artimañas contables aprobadas para disimularlas. Entonces de cerró el grifo de la financiación y la economía se vino abajo, multiplicándose el cierre de empresas y aumentando el desempleo. Los gobiernos, en lugar de dejar caer a los bancos irresponsables y quebrados, les proporcionaron billones de dólares de liquidez para salvarlos, aduciendo que eran demasiado grandes, pero, a pesar de ello, la magnitud del agujero que ellos mismos se habían provocado era tan grande que su salvamente fue incapaz de devolver el crédito t la normalidad a las economías.
Finalmente, los gobiernos tuvieron que inyectar grandes cantidades a la economía para evitar su colapso y como sus ingresos caían paralelamente al disminuir la actividad económica, se generó un problema gigantesco de deuda.
Lo que hay detrás de todo esto es fácil de deducir:
- Una gran desigualdad que ha concentrado cada vez más riqueza en manos de los grandes propietarios de capital.
- Una regulación del sistema financiero concebida para convertir la economía mundial en un casino especulativo en el que las entidades financieras aplican sus recursos en lugar de dedicarlos a crear riqueza productiva.
- El privilegio que tiene la banca de crear dinero (obteniendo así beneficio y poder) generando deuda, lo que hace que ésta tienda a multiplicarse indefinidamente.
- El gran poder económico, político y mediático acumulado por los financieros y grandes propietarios que ha permitido que todo esto se haya podido hacer sin dificultades e incluso con el asentimiento y sumisión de la mayoría de la población.
Publicado en Agenda Viva. Ciencia y Medioambiente. Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, nº 27 (2012)

Embusteros e incompetentes por Ricardo García Zaldívar*



Además de las graves consecuencias económicas y sociales que traerá el ya confirmado rescate de España por la UE, hay que resaltar otro hecho no menos importante: recordarnos a la ciudadanía la desagradable cruz que supone estar gobernados por embusteros y por incompetentes. Rajoy sigue añadiendo mentiras a las mentiras de los últimos meses y ha dado un paso de gigante para probar la nefasta gestión de la crisis de su equipo ministerial. Es verdad que los intereses financieros especulativos exigen a los políticos, en su propio beneficio, la ocultación de la realidad; pero es igualmente cierto que los ciudadanos exigimos a nuestros gobernantes, en defensa propia, transparencia informativa.
Tras afirmar reiteradamente que no habría rescate, el último embuste del gobierno ha sido proclamar que es España quien ha pedido el rescate, y no la UE quien ha forzado a aceptarlo. No es lo mismo llamar que salir a abrir. Aunque Guindos ha declarado que se trata de “un préstamo en condiciones muy favorables que implicará contraprestaciones únicamente para la banca”, podemos preguntarnos qué grado de credibilidad le queda al Sr. Rajoy y al Sr. Ministro para hacernos pensar que va a ser así. En los movimientos sociales sabemos que cero. Estamos siguiendo los pasos de Grecia, Irlanda y Portugal y la pérdida de soberanía a manos del capital financiero se hará cada vez más patente. Vendrá la burocracia tecnócrata de Bruselas a “vigilar in situ” la evolución de nuestras variables macroeconómicas, el pago de las deudas y el cumplimiento del déficit. El resto del ajuste ya no es necesario imponerlo, pues hace meses que España ya está “intervenida”. Porque este gobierno embustero se ha encargado de hacer aplicadamente y de motu propio lo que se les ha exigido a los otros países rescatados.
Pero además de embustero este gobierno es incompetente. Machaconamente se nos ha dicho que la crisis era debida a que los ciudadanos habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades, y que por ello, la prioridad debían ser las políticas “de austeridad”. Solo ahora, forzados por los acontecimientos, se reconoce que el tumor estaba en el sistema financiero, pero el problema es que difícilmente se podría haber realizado una gestión más tardía y desastrosa de la crisis de Bankia y del resto de las cajas y bancos cercanos a la quiebra técnica. La factura que ahora se estima en 100.000 millones de euros podría haberse reducido considerablemente si el gobierno hubiera defendido mejor los intereses de sus ciudadanos frente a los requerimientos de banqueros y especuladores (por ejemplo, prescindiendo en todo momento plantear una quita a los acreedores) y también si hubiera negociado con más profesionalidad y firmeza las condiciones de la ayuda de la UE (sin aceptar, por ejemplo, que sea el Estado español a través del FROB quien acabe avalando los créditos a las entidades financieras en apuros). Y esto, por no hablar de la indignidad de la amnistía fiscal puesta en marcha esta semana…
Frente a este gobierno embustero e incompetente no hay otra alternativa que la de seguir presionando desde la ciudadanía para forzar un cambio radical de las políticas dirigidas a salir de la crisis. Es oportuno recordar, aunque sea sintéticamente, cuatro propuestas ineludibles y largamente respaldadas por movimientos sociales como ATTAC. Son estas:
1. Creación de una comisión formada por personas con acreditada experiencia en el mundo de las finanzas y de la economía mundial que depure las responsabilidades de los causantes de la crisis del sistema financiero español.
2. Consolidación de una potente banca pública en base a las nacionalizaciones realizadas, con la cual financiar y estimular una reactivación económica sostenible, generadora de riqueza social y de empleo decente.
3. Auditoría de la deuda pública y privada existente, con una investigación pormenorizada y rigurosa de los contratos de deuda vigentes, tendente a identificar y rechazar aquellos considerados ilegítimos.
4. Modificación de los acuerdos de la UE en materia de fiscalidad y que permitan dotar al Banco Central Europeo de poderes para emitir títulos propios de deuda pública, con los que financiar su presupuesto y las necesarias ayudas a los países y a los Estados.
¿Utopías de una izquierda radical? En ATTAC pensamos que no. No hay que olvidar que la aplicación del programa del partido de la izquierda griega, Syriza, si gana dentro de unos días las elecciones -como es bien posible-, puede ayudar a hacer despertar a una ciudadanía europea aletargada y resignada a aceptar todo lo que está imponiendo la troika (Bruselas, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional). ¿Hasta cuándo?
Ricardo García Zaldívar es doctor en Economía
*Presidente de ATTAC España
Publicado en Público.es