miércoles, 5 de octubre de 2011

Entre ataques a mezquitas y perspectivas alentadoras por Carlos Braverman


La quema de la mezquita de Tuba en la Galilea, no debe sorprender a nadie. Los actos criminales y terroristas de ataques a mezquitas y profanación de sitios musulmanes se repitieron últimamente en Israel. No hay temor de cometer este tipo de ataques ya que las fuerzas del orden no han hecho nada para enjuiciar a los autores.
Una investigación realizada hace poco encontró que los ataques contra sitios musulmanes han alcanzado su punto máximo desde 2009. El 5 de septiembre último, una mezquita en Qasra aldea al sur de Nablus fue quemada. A principios de abril, una mezquita en Huwara fuera de Naplusa fue también quemada. En junio, una mezquita de el-Mughayer , un pueblo de las afueras de Ramallah, fue incendiada. Otras mezquitas fueron incendiadas en el sur también. La mezquita de Beit Fajjar , en las afueras de Belén también fue incendiado y nadie fue acusado de cualquiera de estos ataques.
El ataque a la mezquita de Tuba en la Galilea llamó mucho la atención porque es la primera mezquita que fue incendiada dentro de Israel. Sin embargo, un hecho similar se llevó a cabo en 2009, al intentar un siniestro en una mezquita de Tiberias sin éxito. Nadie fue arrestado.
En 2009 y 2010 hubo muchos ataques exitosos dentro de Cisjordania. En 2009 los colonos radicales incendiaron una mezquita en la aldea de Yasof. En mayo de 2010, una mezquita fuera de Huwara fue quemada y otra mezquita fue incendiada en Luban al-Sharqiya , una aldea al sur de Nablus en Palestina.
Los líderes israelíes han condenado públicamente los ataques, pero nada concreto para detener a los terroristas. El ejército israelí y la policía no prioriza proteger a los palestinos de los ataques de los colonos radicales. Los ataques a los pueblos palestinos y los lugares sagrados se han ido incrementando, sin consecuencias para los agresores.
Sin embargo los resultados de una encuesta sobre las relaciones entre ciudadanos judíos y árabes dentro de Israel proporcionan una rara oportunidad para el optimismo.
Co-escrito por Nohad Ali y Inbar Shai, el estudio de 62 páginas, titulado "¿Quién está a favor de la igualdad? La igualdad entre los árabes y los Judios de Israel ", informó sobre las opiniones de los miembros de ambos grupos sobre las relaciones entre judíos y árabes y la naturaleza del Estado. A la luz del discurso público cada vez más duro en los últimos meses hacia la población árabe y en particular los esfuerzos de una serie de políticos judíos por despertar sospechas sobre la lealtad de esta población, así también como impulsar una legislación destinada a limitar sus libertades, los resultados del estudio fueron alentadores. El estudio encontró, por ejemplo, que la mayoría de los judíos de Israel reconoce el hecho de que los ciudadanos árabes sufren discriminación y creen que es en interés del país el promover la igualdad. Casi el 40 por ciento de los encuestados judíos incluso expresaron su disposición a pagar un precio personal para disminuir la brecha entre ellos y los árabes de Israel. Tanto los árabes y los judíos apoyan la integración mutua en la vida económica, política y social, aunque ambos prefieren seguir viviendo por separado.
Las preguntas que enfrenta Israel en términos de relaciones entre mayorías y minorías son realmente graves, sobre todo en términos de futuro a largo plazo del país. Pero hay que interrogarse más allá de la mejora, se debe interrogar sobre la resolución.
La respuesta está en el fortalecimiento de su democracia y mejorar su estabilidad. Estas metas son un gran desafío, alcanzables sólo con la intensa participación de ambas comunidades. Después de 63 años de malas relaciones con estallidos ocasionales de violencia, los cambios no serán fáciles. El futuro es de los que creen en el auténtico diálogo entre las comunidades dentro de las sociedades profundamente divididas. Este diálogo podría revertir la trayectoria a largo plazo de la confrontación entre la mayoría y la minoría y desviarlo hacia posibles convergencias. Se podría así fortalecer tanto el orden democrático de Israel y su compromiso de larga data basado en los valores judíos de la igualdad y la tolerancia.
Es posible cambiar el rumbo de las cosas, la ANP debe contener a Hamas y el campo el campo democrático y de la paz israelí debe evitar el deterioro de nuestra democracia y exigir las máximas penas para los radicales fanáticos.
Conocemos a Hamás y conocemos a los que admiran al magnicida Ygal Amir, quien asesinó a Ytzjak Rabin. Sabemos también que ambos son los causantes de la intolerancia y el saboteo a la convivencia. Conocemos también la voluntad de las mayorías de ambos pueblos de no odiarse y crecer conjuntamente para el desarrollo de sus futuros. El primer ministro Netanyahu debe tomar nota de esto frente a la última provocación de nuestros fanáticos radicales y debe castigar a los culpables extremistas, otra opción no es creíble, como lo fue el silencio de Abbas y la ANP frente al atentado por parte del CRP de Gaza en el sur de Israel hace un mes aproximadamente.
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judéo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).
Derechos reservados: Instituto Campos Israel ISBN963-03- 0316- 2 מסת"ב

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