martes, 15 de enero de 2013

La batalla de la legitimidad: E1-Bab al-Shams por Carlos Braverman


En relación a la avanzada de los palestinos en la Zona E-1 y las derivaciones que culminaron con su desalojo a pesar de la orden judicial de esperar seis días, hay puntos muy conflictivos y sintomáticos del accionar de  nuestras instituciones y el actual estado de las cosas.El desalojo fue  a causa de "necesidades urgentes de seguridad” y no está precisado el tema de ellas, pues no es lo mismo trastorno o alteración del orden público que seguridad.Tampoco se termina de dilucidar en que tierras se levantó el puesto palestino. Es posible que sean en  parte del Estado y en  parte privadas palestinas.El asunto remite al usufructo de la tierra en los territorios ocupados.  En los territorios ocupados las tierras estatales son aquellas que fueron declaradas como tales, a partir de una variedad de formas legales complejas de acuerdo al criterio legal israelí.Pero en última instancia, si es así, éstas  deberían  tener el propósito de estar al servicio de la  población de estos territorios. Por otra parte el país ocupante no puede establecer en ellas a sus propios ciudadanos.  Israel sin embargo las utiliza a favor de los colonos. Son conocidas las dificultades de la población palestina para obtener permisos de construcciones, es también un tema muy difundido las iniciativas que justamente no favorecen a esa población.Es precisamente un tema político, es un tema que debería estar en la agenda de los partidos llamados progresistas frente a estas elecciones del 22 de enero en Israel y sólo el socialista Meretz, el comunista Jadash y los partidos árabes en Israel lo tienen presente. No es un ítem que se puede resolver en términos reales con las FDI o con recursos del Tribunal Superior de Justicia, aunque con este último tal vez sea más posible de lograrlo, dado nuestro activismo judicial.
Si queremos remontar nuestro declive, debemos pensar muy seriamente en revertir el estado de cosas y dejar de ser nuestra propia fuente de deslegitimización, hecho muy reiterado por cierto ya hace mucho tiempo. No me olvido tampoco de los actos violatorio
s de los derechos humanos por parte de Hamas, salafistas y Yihadistas, recientemente denunciados por  Human Rights Watch, tanto en Gaza como en territorio israelí.
Este puesto de avanzada palestino fue el comienzo de otra cuestión, de una nueva modalidad resistente. Pero estoy seguro que debemos salvar todos los mutuos obstáculos para dirimir las cuestiones en el terreno diplomático y no en el mutuo enfrentamiento militar. 
El viceprimer ministro y ministro de Asuntos Estratégicos, Moshé Yaalón, se equivoca cuando dice que debemos aprender a  «vivir sin una solución cuando ésta no existe», refiriéndose al conflicto palestino- israelí. Las soluciones existen y está en ambos aportarlas. Carlos BravermanDerechos reservados: Israel-ISBN963-03- 0316- 2 מסת"ב


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