jueves, 23 de abril de 2015

Israel cumple 67 años por Carlos Braverman



Hoy Israel cumple 67 años, se convirtió entonces en un Estado soberano. Siento que cada año cuesta más sentir el ambiente de aquellos días y la gloria de épocas posteriores. Se violaron muchos compromisos del Acta Fundacional de la Independencia.
Recorrimos un camino cuesta abajo en relación a esos compromisos con las minorías, el pluralismo, la democracia sana y la inclusión de todos en el espacio político nacional.
De los 67 años llevamos 47 años de una ocupación de territorios que se torna que cada vez más cruda y amenaza con seriedad nuestro destino democrático. Esto después de una guerra de defensa nacional como fue la Guerra de los Seis Días, guerra de defensa llena de inteligencia y patriotismo. No celebro las guerras, pero la seguridad existencial del país estaba entonces con la mínima probabilidad de subsistencia.
Este año llegamos a esta fecha con la suspensión de las conversaciones de paz con los palestinos, Hamas planeando tal vez un nuevo golpe que termine por dar independencia unilateral a Hamastán en Gaza.
Tres adolescentes judíos asesinados en Cisjordania, y un adolescente árabe de Jerusalén. Este asesinado en represalia, como otra nota del complejo presente que atravesamos.
La guerra de Gaza que logró situar a Israel como blanco del odio del mundo entero es otro factor que influye este año. Ni la acción, si bien necesaria por el acoso de Hamas a poblados israelíes, fue bien encaminada y alcanzó un número desproporcionado de víctimas, ni el gobierno supo explicar las causas y el por qué de las consecuencias.
Veo que a la población le cuesta también experimentar el fervor de otros tiempos en esta fecha. Pero hay un pasado que debemos recuperar para cambiar este presente sombrío y superar en el futuro ese legado fundacional. Me siento orgulloso de ser israelí, me siento honrado de luchar por un Israel mejor, me siento alagado de servir al bienestar de las minorías mal consideradas.
Es para mi un premio luchar por el entendimiento entre los pueblos, la fraternidad entre las naciones y por el socialismo. Desde los 15 años hice mía esta consigna y continúo con ella.
Por eso en este 67 aniversario de la independencia de mi país, invito a todos mis compatriotas judíos y no judíos que caminemos juntos hacia una sociedad mejor, digna, donde exista la plena vigencia de los derechos civiles y sobre todo un Estado de Israel de todos sus ciudadanos sin exclusiones.
Así recuerdo y celebro los 67 años de un país que tiene todo el potencial necesario para ser un ejemplo entre las naciones, con una sociedad democrática, pluralista e inclusiva.
Jag Hatzmaut Sameaj!! Feliz Día de la Independencia.
*Carlos Braverman es Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles en Israel, miembro de “Yo soy israelí-Ani israelí”. Es miembro del Partido Socialista de Israel (Meretz), e integrante de Paz Ahora (Shalom Ajshav). Es Presidente del Instituto Campos Abiertos de Israel (Investigación y desarrollo en Ciencia Política). Su trabajo está centrado en la investigación, la academia, la docencia y la actividad política; así como en el periodismo y el trabajo por los derechos civiles.
Derechos reservados: Carlos Braverman ISBN963-03- 0316- 2 מסת"ב

viernes, 5 de diciembre de 2014

La cornisa no es el camino seguro por Carlos Braverman


Las elecciones adelantadas y no queridas pero con la expectativa de cerrar el ciclo de Netanyahu
dejan ver los primeros nubarrones.
Una posible polarización obtusa obnubila el camino para construir algo mejor.
Si la consigna es Bibi a casa y la caída del Likud, dejamos de lado los temas sustanciales. No está dicho que Bibi gane las internas del Likud y que la presencia de Kahalon como opción de centro-derecha  garantice una agenda electoral pulcra cuando los ítems de la decadencia desbordan cualquier inventario.
El aislamiento político internacional absolutamente ficticio pero provocador, la economía deteriorada, la emigración de israelíes en busca de mejores horizontes y una ocupación que ya no puede controlar el mínimo margen de ética, es un panorama sombrío que no se resuelve con la exclusión de Netanyahu y el Likud.
Una sociedad enferma y fascistizada con una legislación que aterra con su declive cuasi racista y la puja de lo escasamente lúcido que aún queda para limitar o anular su acción destructiva, exige un programa y una alianza de sectores interesados en impulsarlos. Shaul Mofaz (General Retirado), ex likud, ex kadima, y hoy fichado por el Laborismo es un síntoma de lo que puede ser la banalidad cuando la cornisa es el camino más estable que recorremos. Hay que ver todavía el éxodo de las filas de la otrora rutilante estrella Lapid, nunca mostró su calidad liberal desde que entró en la coalición. En estos días coquetea con Bennet y Lieberman como si buscara  etiquetar su suicidio político ya sucedido hace tiempo.
Meretz que según las encuestas aumenta un tercio sus mandatos y recupera sus mejores momentos sabe conducirse en coyunturas pero  le falta un buen criterio de estrategia
La élite política se resiste a no vincularse con los principios, es necesario el coraje para poner fin a la ocupación y consagrar una constitución democrática liberal para garantizar los derechos humanos.
Es difícil aún imaginar a mediocres reaccionarios racistas gobernando nuestro país.  Políticos como Feiglin, Elkin, Naftali Bennett, Uri Ariel, Miri Regev y Ayelet Shaked existen porque la ocupación y los asentamientos los crearon ellos y son el reflejo de su calidad humana denigrante.
Nunca nadie imaginó la posibilidad real de que el poder caería un día en manos de gente como ésta, es decir de trágicos sepultureros de la libertad y la igualdad, que arrastran a Israel hacia la violencia y el fanatismo. Los partidos de centro y de la izquierda cualquiera sea su tono harían bien en reconsiderar estrategias y proyectos  para sacar a Israel con energía y honestidad de un futuro más calamitoso que nuestro presente.

*Carlos Braverman es Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles en Israel, miembro de “Yo soy israelí-Ani israelí”. Es miembro del Partido Socialista de Israel (Meretz), e integrante de Paz Ahora (Shalom Ajshav). Es Presidente del Instituto Campos Abiertos de Israel (Investigación y desarrollo en Ciencia Política). Su trabajo está centrado en la investigación, la academia, la docencia y la actividad política; así como en el periodismo y el trabajo por los derechos civiles.
Derechos reservados: Carlos Braverman ISBN963-03- 0316- 2 מסת"ב

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Ani Patriot Smolani por Carlos Braverman



El Primer Ministro llama a elecciones adelantadas. Su gobierno detuvo el proceso de paz e incrementó la anexión de Cisjordania, intentó alterar  el status quo en el Monte del Templo. Quebrantó  los cimientos de la democracia con sus repetidos esfuerzos para aprobar proyectos reaccionarios de ley contra la entrada ilegal en Israel de refugiados africanos, su desafío a las resoluciones del Tribunal Supremo y su racista proyecto Ley Básica: Estado –Nación del Pueblo Judío. En seguridad y relaciones exteriores los resultados son igualmente calamitosos.
Se suma el alto costo de vida, la escasez de viviendas, los poderosos monopolios y los grandes sindicatos con su pesada influencia negativa. Los planes para combatir la pobreza y corregir el sistema de salud fueron dejados de lado en favor de inflar el presupuesto de defensa.
El primer ministro ha demostrado ser un nacionalista extremo dispuesto a sacrificar los valores fundamentales del país para realizar una ideología destructiva de acuerdo a sus necesidades particulares de poder.
Sin embargo la gente no entiende por qué este país, con todos sus problemas, necesita otra elección sólo dos años después de la última.
Qué puede ahora ofrecer Netanyahu, qué banderas puede esgrimir aparte de culpar a Lapid y Livni, más los ministros que eran de sus formaciones, dicho sea de paso sus subalternos, pues el Premier es quien conduce.
 Hamas no fue derrotado, la economía como él mismo reconoce se encuentra en un mal estado, el terror se ha reanudado en Jerusalén y amenaza extenderse. Europa se está volviendo contra Israel, las relaciones con el presidente de Estados Unidos están en su punto más bajo y el proceso de paz es una puesta en escena grosera, aunque eso no es únicamente culpa suya.
Netanyahu promovió políticas y leyes que consagran la desigualdad, profundizan la ortodoxia de la teocracia rabínica, privan  de derechos y alienan a las minorías, incitan contra los indefensos, y degradan el funcionamiento y las instituciones de la democracia Israelí.
Él está apostando por el racismo nacionalista, el fatalismo, el terrorismo, el desencanto, el miedo y la parálisis política y social generalizada instando a la creencia de que nada puede cambiar.
Pero no todo es fatal, veamos: en una
 encuesta a mediados de noviembre , sólo el 35 por ciento de los encuestados consideró a Netanyahu adecuado para ser primer ministro, mientras que el 47 por ciento dijo que debería retirarse, el segundo índice es superior al primero
El partido Likud descendió ya entre los votantes de derecha centrista notablemente.
 Se consolidó primero en un bloque de 32 escaños en la Knesset  ahora a disolverse, la crisis con Israel Beiteinu de Liberman  lo llevó a un núcleo de sólo 18 diputados, nueve de los cuales han sido artífices de la legislación extrema y anti-democrática. Luchas internas derechistas, por su parte, han drenado el Likud de asientos.
Es cierto que el electorado israelí se ha desplazado hacia la derecha mucho más aún en los dos últimos años.
Netanyahu abuso de su presencia prolongada en el poder y su conocido discurso, pero la fatiga del público hacia su liderazgo puede haber alcanzado una masa crítica.
La alianza supuesta con Bennet y los ultra-ortodoxos podría afectar al Primer Ministro con otras derechas israelíes enemigos de una coalición dominada por los partidos religiosos y podrían fortalecer una alternativa centrista  que lo deje fuera.
Netanyahu siempre se inclina al centro al final de sus campañas, pero ahora se situó muy a la derecha en el pasado año y medio.
Yo no puedo creer que los israelíes sufriendo el aislamiento internacional, la reanudación  cruda de la confrontación con los árabes israelíes, sosteniendo un moribundo proceso de paz, un retorno a la hegemonía ortodoxa, con un gobierno dedicado al avance de los asentamientos más allá de su frontera en lugar de ocuparse de los pueblos y aldeas dentro de Israel, yo no puedo creer repito,
 que van a votar por un candidato que con sus promesas las cosas van a empeorar.
El odio a los árabes está impulsando a la gente ideológicamente reaccionaria y alienada. Es hora de enfrentarse  a ellas si no se quiere que  Israel pierda  sus mejores  valores  por un culto mesiánico contra sus minorías y el sometimiento eterno de los Territorios Ocupados.
En referencia a la Ley Fundamental propuesto sobre el Estado-Nación Judío del Pueblo Judio, Benjamin Netanyahu, dijo que era hora de consagrar en la legislación el carácter judío del Estado de Israel como el Estado del pueblo judío.
Seamos claros, hoy día nuestra sociedad sufre la contradicción de tener leyes racistas que por acción de fuerzas progresistas son evitadas de ejecutarse en virtud del tratamiento de la Corte Suprema. Ejemplos son las leyes en contra de los solicitantes de asilo, que se han estrellado una y otra vez contra el muro de la Corte Suprema de Justicia, Ley Nakba, La ley comités de admisión, La ley nacional de áreas prioritarias, Las leyes sobre la tierra, La enmienda a la Ley de Ciudadanía que permite a las personas a ser despojado de su ciudadanía.
Los derechos de las minorías, de acuerdo con esta ley hace que árabes, musulmanes, drusos y cristianos no pertenecen al sistema de valores colectivos;
 tales derechos son estrictamente su propio asunto interno. Sus derechos civiles son particulares y dependen de las circunstancias del colectivo judío.
Israel está lejos del apartheid, a pesar de todo lo comentado, porque todos los días hacemos algo para que no se acerque a él, pero esta ley pondrá este odioso sello a nuestro país. Este proyecto y su posible aceptación es la colocación de la piedra fundamental del Estado de segregación, pues un día será el primer artículo de una constitución.

Votamos entonces contra Netanyahu, un gran constructor de esta tragedia con su populismo de derechas y su ego aumentado a lo insufrible y votamos para que todos gocemos de un país digno con una legislación que se corresponda con él. Si la gente no entiende por qué hay elecciones es por la miopía de quien se ha enceguecido con el poder y las ambiciones personales y nos está brindando por propia iniciativa la posibilidad de enviarlo a casa y derrotar este proyecto de terror. Como siempre yo repito que ante todo:: Ani Patriot Smolani ( yo soy un patriota de izquierda).

*Carlos Braverman es Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles en Israel, miembro de “Yo soy israelí-Ani israelí”. Es miembro del Partido Socialista de Israel (Meretz), e integrante de Paz Ahora (Shalom Ajshav). Es Presidente del Instituto Campos Abiertos de Israel (Investigación y desarrollo en Ciencia Política). Su trabajo está centrado en la investigación, la academia, la docencia y la actividad política; así como en el periodismo y el trabajo por los derechos civiles.
Derechos reservados: Carlos Braverman ISBN963-03- 0316- 2 
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viernes, 28 de noviembre de 2014

Ley Básica: Israel como Estado-Nación del Pueblo Judío por Carlos Braverman




(Basado en Textos de Ani Israelí y Iosef Ben Moshe miembro de la misma)

La Ley Básica: Israel como Estado-Nación del Pueblo Judío, fue presentada por el diputado Zeev Elkin, del Likud, y está considerada como la más extrema de varias propuestas legislativas similares que se plantearon este año. Otra es de Arie Lewin no menos osada.
Además de dar carácter de ley constitucional a la condición de Israel de Estado-nación del pueblo judío, el proyecto especifica que la ley judía será «fuente e inspiración de la nueva legislación y las normas judiciales».http://hatzadhasheni.com/apoyo-una-ley-basica-israel-estado-nacional-del-pueblo-judio-por-gabriel-ben-tasgal/
Ante esta ley mi postura es clara, es una ley reaccionaria y que mataría a nuestra democracia. Como miembro de Meretz, Asociación de Derechos Civiles y Yo soy israelí- Ani israelí, puedo decir que los derechos civiles y la democracia decaerá en detrimento de todos y las minorías en particular. Expondré el tema como miembro de conducción de Yo soy israelí o Ani israelí en hebreo. “Yo soy israelí", es una organización que lucha desde sus inicios por una nación de Israel compartida por todos los ciudadanos, independientemente de su religión, raza o sexo, por lo tanto expresa su rechazo por el intento del gobierno israelí de aprobar una Ley Básica que compromete la democracia y de sancionar un estado religioso constitucional, en el que sólo el "pueblo judío" tendrá el derecho exclusivo de definir los principios básicos bajo los cuales se regirá el Estado de Israel. La propuesta de ley también finalmente entierra el compromiso de Israel con la Declaración de la Independencia:"a los habitantes árabes del Estado de Israel" para ser socios en la construcción del Estado sobre la base de "plenos derechos civiles y de una representación en todas sus instituciones, temporales y permanentes."
“Yo soy israelí” resistirá por todos los medios a su alcance este intento de hacer de Israel, una teocracia basada en la Ley Fundamental mencionada para reemplazar la Declaración de Independencia.
Desde la Asociación Ani israelí litigamos contra el estado y para hacer campaña en contra de la definición desigual de la nacionalidad de sus ciudadanos, y la condición discriminatoria del registro Nacional de Israel. Consideramos que la cuestión es un problema israelí fundamental y un escollo importante para la paz y la convivencia en la región. El Estado israelí debe registrar a cada ciudadano israelí de acuerdo con lo que se denomina definición de "Nacionalidad", ésta es la que une a los ciudadanos al estado en igualdad e condiciones.. Esta definición actual de hecho expresa la pertenencia étnica y / o religiosa de la persona. Es la diferencia entre una ciudadanía cívica y una étnica
El registro actual es un instrumento vital y necesario para la preservación de la discriminación institucionalizada a lo largo de líneas étnicas y religiosas en el Estado de Israel. Es una práctica que contradice abiertamente los principios de la Declaración de Independencia de Israel, documento formativo del Estado. También contradice las nociones más fundamentales de los derechos humanos y la igualdad civil, que forman la base de una serie de cartas internacionales (por ejemplo, la ONU y la CE) y que se incluyen en las constituciones de las democracias occidentales. El registro étnico / religiosa tiene dos propósitos: facilita el acuerdo de privilegios especiales a las personas que son miembros del grupo de mayoría judía y la negación de los privilegios de los no-judíos; y es la base de la limitación de las libertades personales en todos los asuntos relacionados con la religión y con el estado civil (matrimonio, el divorcio y la ciudadanía).
Después de la demora de la semana pasada sobre el voto por la Ley Fundamental propuesto sobre el estado-nación judío, Benjamin Netanyahu, dijo que era hora de consagrar en la legislación el carácter judío del Estado de Israel como el Estado del pueblo judío.
Según el primer ministro, esto nunca había sido codificada, mientras que los derechos civiles, la garantía de la igualdad cívica para todos los ciudadanos, independientemente de su religión, raza o sexo, se habían anclado en la Ley Fundamental 1992: dignidad y libertad humanas. En este contexto, Netanyahu dio lectura a las secciones de las Naciones Unidas la Resolución 181, conocida como la resolución de partición, aprobada en 1947, y partes de la Declaración del Establecimiento del Estado de Israel. Así la legislación de Israel se debe acomodar de ahora en más a la Ley Judía. Las consecuencias son amplias y el carácter de la ley retrógrado e innecesario obviamente

En realidad el carácter judío del Estado de Israel está anclado de forma explícita, junto con su carácter democrático, en la Sección 1a de la Ley Orgánica de la Dignidad Humana y Libertad, y en la Sección 2 de la Ley Fundamental de 1994: Libertad de Ocupación, que establece: "El efectos de la presente Ley Fundamental es proteger la libertad de ocupación, con el fin de establecer ... los valores del Estado de Israel como Estado judío y democrático ".
Pero si no fuera por el llamado "activismo judicial" de la Corte Suprema, los ciudadanos israelíes en general y de la minoría árabe en particular tendrían ninguna garantía de la igualdad de derechos. La Ley Básica: Dignidad Humana y Libertad no garantiza la protección, explícita o implícita, de los derechos básicos primarios tales como el derecho a la igualdad, la libertad de expresión y la libertad de religión. Es la Corte Suprema que reconoció la existencia de estos principios constitucionales no escritos y dio una interpretación intencionada a la "dignidad humana" consagrado en la Ley fundamental: dignidad y libertad humanas, para proteger esos derechos humanos no especificados como la igualdad y otros derivados.

Las injusticias no obstante son muchas y abarcan colectivos diversos.
Enumeraré algunas disposiciones que son directamente perjudiciales para las minorías no judías de Israel.  Las leyes en contra de los solicitantes de asilo, que se han estrellado una y otra vez contra el muro de la Corte Suprema de Justicia. La ley Nakba. La ley comités de admisión. La ley nacional de áreas prioritarias. Las leyes sobre la tierra. La enmienda a la Ley de Ciudadanía que permite a las personas a ser despojado de su ciudadanía.  Todos estos constituyen violaciones de principios democráticos.
Los negadores de lo que se va pareciendo a un apartheid, afirman que a diferencia de Sudáfrica no hay leyes raciales (o nacionales) que con esta iniciativa se pueden consagrar. La ley del estado-nación judía dará forma al carácter de un estado de acuerdo con un espíritu excluyente de las minorías y que serán siempre ciudadanos de segunda clase. La ley garantizará un status superior y uno inferior de ciudadanos. Uno con todos los derechos, y otro con muy pocos. 
La despreciable violencia, la incitación, el racismo y el odio que están viviendo israelíes y palestinos en estos días demuestran cuán enfermas están ambas . Este proyecto terminará de levarlas al estado terminal.
Sin duda, sería absurdo esperar que las dos sociedades no se vea gravemente infectados por 47 años de ocupación y 27 años de en-otra vez fuera de nuevo un conflicto violento desde la primera Intifada.
La ocupación corrompe tanto al ocupado y al ocupante. Se asienta no sólo de la tierra sino en los corazones y las mentes de las personas. La ocupación, el odio mutuo, la exclusión, el inevitable resultado de una violencia en escalada, logran asesinar la esperanza de un futuro de paz, se ha perdido la capacidad de soñar una realidad diferente. Debemos continuar la lucha y estamos entre los que la llevamos adelante por la democracia, la fraternidad y el entendimiento entre los pueblos. Porque queremos una patria democrática, moderna e inclusiva decimos no a la ocupación y sí a un estado de ciudadanos iguales en Israel, junto a un Estado Palestino independiente.
Recomiendo mi trabajo editado por la Universidad de Jaén en su Revista de Estudios Jurídicos http://revistaselectronicas.ujaen.es/index.php/rej/article/view/828
*Carlos Braverman es Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles en Israel, miembro de “Yo soy israelí-Ani israelí”. Es miembro del Partido Socialista de Israel (Meretz), e integrante de Paz Ahora (Shalom Ajshav). Es Presidente del Instituto Campos Abiertos de Israel (Investigación y desarrollo en Ciencia Política). Su trabajo está centrado en la investigación, la academia, la docencia y la actividad política; así como en el periodismo y el trabajo por los derechos civiles.
Derechos reservados: Carlos Braverman ISBN963-03- 0316- 2 
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lunes, 27 de enero de 2014

Día Internacional de Recordación del Holocausto: aún hay mayorías pasivas y silenciosas Por Carlos Braverman


Sartre nos legó un pensamiento clave: ojalá haya llegado el momento de decir que se acabaron las mayorías pasivas y silenciosas.
El 1 de noviembre de 2005 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 60/7 decide que las Naciones Unidas designen el 27 de enero “Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto”, fecha de la liberación del campo de concentración de Auschwitz.
Resolución tardía organismo internacional y conveniente para el entonces contexto global, pero bienvenida, tal como lo dejo claro en mi texto académico “Narraciones nacionales: Holocausto y  la cuestión judía en Israel”, editado en español por la Revista Nómadas número 37 de la Universidad Complutense en 2013 (ver link http://pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/37/carlosbraverman.pdf)
El original en hebreo es muy anterior a dicha fecha, es del año 2006, editado en Tel Aviv y fue actualizado para la edición en España. La medida de la UN no sólo es bienvenida, sino que además este año, por vez primera por motivos que explico en el texto publicado en Nómadas, se conmemora en Israel en forma plena en consonancia con el resto de las naciones. Más loable aún es el énfasis que en Israel se pone en el presente año sobre el colectivo LGTB que fue víctima del genocidio, se inauguró una plaza, una escultura conmemorativa y una serie de actos también. Nadie puede ya identificar Holocausto o Shoah sólo con judaísmo, tampoco puede ignorar el número  sobresaliente y el rol emblemático de la víctima judía en la tragedia. El pasado 1 de octubre, la Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA), dio a conocer un documento en el que expresa su opinión sobre el impacto de la legislación antidiscriminatoria tras diez años de aplicación en la UE. Basándose en los datos recopilados e investigaciones e informes elaborados en esta materia en los últimos años, la Agencia pone de manifiesto que la discriminación sigue siendo parte de la vida diaria de muchas personas en la UE (Ver link de la síntesis del informe en línea http://fra.europa.eu/sites/default/files/fra-2013-factsheet-jewish-people-experiences-discrimination-and-hate-crime-eu_en.pdf)
Este informe abarca las respuestas de 5.847 judíos en los ocho países en los que viven alrededor del 90% de la población judía estimada en la UE.

Las principales conclusions fueron:
§  66% de los encuestados considera que el antisemitismo es un problema importante en sus países, mientras que el 76% dijo que la situación se había vuelto más aguda en los últimos cinco años.
§  El 76% de las víctimas de acoso antisemita no reportó el incidente a la policía o a cualquier otra organización.
§  21% de todos los encuestados han experimentado un incidente antisemita o incidentes relacionados con el insulto verbal, acoso o un ataque físico en los 12 meses anteriores a la encuesta. 2% de los encuestados habían sido víctimas de un ataque físico antisemita el año anterior.

§  Sub-grabación: los mecanismos de recolección de datos limitados para el caso en muchos Estados miembros de la UE, implica que los ataques antisemitas siguen siendo subestimados.
§  El antisemitismo es considerado el cuarto problema más acuciante social y político en todos los países encuestados, por debajo del desempleo, el estado de la economía, y la preocupación por la corrupción del gobierno.
§  Tres cuartas partes de los encuestados consideran que el antisemitismo online es un problema muy serio. En Internet, en los sitios de redes sociales y otros, el número de incidentes antisemitas han aumentado de manera significativa. La encuesta realizada por la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, dice que para los judíos europeos el 75% experimentó el antisemitismo en línea, a través de blogs, redes sociales, vídeos de YouTube, etc, La mayoría de los encuestados declararon que se vive la mayor frecuencia de antisemitismo en línea de los últimos años.


Estos datos son una preocupación que no debería importar solo a los judíos, porque el compromiso de proteger la dignidad humana de cada uno de sus ciudadanos falla, está en déficit. También porque el objetivo final siempre es atacar la propia y los derechos de todas las minorías. El caso Dieudonné en Francia expuso muchos aspectos sintomáticos. Es una cuestión de franco antisemitismo, sin otro flanco que el odio antisemita pleno y expuesto en forma cruda y ruin. Junto con la islamofobia y el racismo contra la población gitana en Europa es parte de la decadencia neo-liberal. Conforma con ellos la sintomatología de un capitalismo que no puede remontar su propia crisis y que la socialdemocracia fracasada no atina a dar respuestas para tal fin. Guste o no, el caso de Dieudonné es antisemitismo puro y llano, no se trata ya de anti-israelismo o anti-sionismo y no tuvo un tratamiento adecuado. Por una parte las autoridades no encontraron el cauce adecuado al tema y las solidaridades con el colectivo afectado exhibieron notorias ausencias que son dolorosas, tan dolorosas como cretinas, sólo posibles gracias a una miopía pronunciada y a un prejuicio inconsciente merecedor de un esmerado tratamiento psicoanalítico. Personalmente yo apelé a amigos europeos en esa ocasión y no puedo ocultar el gusto amargo que sentí frente a silencios y falta de respuestas claras y contundentes. El panorama es malo, la iniciativa de la UN es válida a pesar de su historia, tema que profundizo en el artículo que mencioné (Braverman 2006, 2013). Para finalizar me resta recordar y expresar el dolor por las víctimas de este infortunado episodio en la historia de la barbarie humana y rendir mi tributo a todas sin catalogar que particularidad las convirtió en tales. También lamento que aún haya mayorías pasivas y silenciosas Amén.
Carlos Braverman
Tel Aviv Israel
27 de enero de 2014
*Carlos Braverman es Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles en Israel, militante por la coexistencia judeo-árabe en Israel y la paz con el pueblo palestino. Es miembro del Partido Socialista de Israel (Meretz), e integrante de Paz Ahora (Shalom Ajshav). Es Presidente del Instituto Campos Abiertos de Israel (Investigación y desarrollo en Ciencia Política). Su trabajo está centrado en la investigación, la academia, la docencia y la actividad política; así como en el periodismo y el trabajo por los derechos civiles.
Derechos reservados: Instituto Campos Israel ISBN963-03- 0316- 2 
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lunes, 13 de enero de 2014

Dieudonné hace resurgir en Francia un antisemitismo postcolonial por Jean-Loup Amselle






Aun si, como algunos estiman, los objetivos de estrategia política personal no están ausentes en la campaña desarrollada por Manuel Valls frente a Dieudonné, el eco encontrado por éste –que es más un político que un cómico— precisa de un análisis que no se conforme con recuperar las reflexiones tradicionales sobre el antisemitismo francés de los años 30 del siglo pasado.

En efecto, la proximidad de Dieudonné con Jean-Marie Le Pen, con el viejo antisemitismo francés, ha oscurecido la nueva configuración en la que se desarrolla el muy particular humor del inquilino del Théâtre de la Main d'or.

Dos pesos, dos medidas

Es imposible ignorar el contexto del nuevo antisemitismo, ese tan bien representado por los “chistes” de mal gusto sobre la deportación de los judíos durante la II Guerra Mundial como por las quenelles, ese saludo “tan nuestro” efectuado por Dieudonné y sus seguidores, en primera fila de los cuales se halla en lugar destacado el futbolista Nicolas Anelka.

La última provocación del provocador del esférico balompédico francés llama, en efecto, nuestra atención sobre el hecho de que Anelka es musulmán y de que, por eso mismo, su gesto no puede considerarse con independencia, no tanto de las relaciones más o menos hostiles inveteradamente existentes entre las pretendidas “comunidades” judía y musulmana, cuanto del conflicto eminentemente contemporáneo que enfrenta al Estado de Israel con Palestina.

Si Dieudonné encuentra tamaño éxito de público en sus representaciones, no es sólo porque recupere la vieja cantilena de los años 30 sobre los “judíos plutócratas”; es también, y sobre todo, porque habla en nombre del famoso “dos pesos, dos medidas”, concepto maestro de las ideas poscoloniales.

La popularidad de Dieudonné trae su origen en el hecho de que si, para él, uno puede meterse impunemente, o casi, con los negros, los árabes, los musulmanes, en una palabra: los subalternos, resulta casi imposible, en cambio, a causa del peso del lobby judío en la economía y en los medios de comunicación, tocarles un pelo a los judíos o rozar siquiera a Israel sin ser inmediatamente tachado de antisemita.

Antisionismo y antisemitismo

Es verdad, por otra parte, que la confusión hábilmente alimentada entre antisionismo y antisemitismo, de la que en su tiempo sufrieron Edgar Morin y algunos otros, no deja de dar cuenta de la seducción que ejercen las ideas de Dieudonné sobre un público discriminado, el de los barrios llamados sensibles, en el seno de los cuales circula toda una literatura antisemita de nuevo tipo basada precisamente en el antagonismo de décadas entre Israel y Palestina.

A este respecto, acaso no sea inútil repasar la sinuosa trayectoria político-ideológica de Dieudonné. Movilizado al principio contra el imperialismo y contra el Frente Nacional de Le Pen, se acercó luego a Le Pen y adoptó una postura claramente antisemita y negacionista.

Esa actitud responde en él a un rechazo del universalismo republicano, representado señaladamente por SOS-Racismo, y culpable a sus ojos de ocultar las diferencias raciales. De suerte que ha terminado por apreciar, en el pensamiento de Jean-Marie Le Pen, el reconocimiento de la existencia de la raza, de las diferentes razas, reconocimiento sobre el que funda ahora su temática del mestizaje entendido como coexistencia de razas distintas en el seno de la comunidad nacional. En eso se distingue de Kemi Seba, el dirigente de la extinta Tribu Ka, hostil a la coexistencia de razas y defensor encarnizado de la supremacía de la raza negra o “camita”, aun cuando, con el tiempo, los dos ideólogos han ido acercando posturas, convergiendo en una misma concepción del martirio de la raza negra oprimida por el “complot judeo-masónico”.

Un sometimiento esclavista y colonial

Según ellos, los negros han sido siempre oprimidos y explotados por los blancos, pero sobre todo –y aquí se recupera uno de los grandes temas de la Nación del Islam norteamericana— por los judíos, quienes habrían sido los instrumentos capitales de la trata negrera atlántica…

Se puede observar aquí un primer punto de patinazo antisemita, que volvemos a encontrar luego en las nociones de lobby, de comunidad o de pueblo judío, porque, aun si anduviera en lo cierto –que no es ni por asomo el caso— y los judíos hubieran jugado un papel preponderante en la trata esclavista, quedaría todavía por probar que participaron en esa empresa en tanto que judíos, y no simplemente en tanto que negreros.

Sea ello como fuere, ese sometimiento esclavista y colonial se seguiría practicando hoy con la nueva trata que sufre África (la del pillaje de las materias primas) y, claro está, con la colonización sionista de Pastelina y la fundación del Estado de Israel, que representa la nueva figura del apartheid en Oriente Próximo.

Lo que paradójicamente une a ideólogos como Dieudonné y Kemi Seba con ensayistas como Alain Soral o con dirigentes políticos como Florian Philippot del Frente Nacional es un mismo odio al mundialismo y la defensa de una especie de desarrollo separado tendente a erigir fronteras entre los pueblos negro, árabe y blanco.

Para Dieudonné y sus acólitos, como para los ideólogos del Frente Nacional, se trata también de proteger a esos pueblos supuestamente autóctonos o arraigados, en particular a los palestinos, de la acción malhechora del lobby sionista, del que se supone que no cuenta en sus filas sino con judíos, los cuales quedan de entrada asimilados, además, a una comunidad o a un pueblo.

Como declara Kemi Seba, los árabes y los negros tienen claramente un enemigo común, los colonos judíos, y ese enemigo común es el fundamento de su solidaridad antiimperialista. En efecto, en esa tematización, el colono judío o el lobby sionista ocupan por excelencia –a despecho de que los judíos reivindiquen la primacía en la ocupación del territorio israelí— la posición del grupo desterritorializado, nómada, recuperando así la vieja imagen del judío errante o del pueblo sin hogar ni lugar.

Por una especie de transmutación del antiimperialismo de los años 70 en lucha de razas, el palestino, el africano, pero también el francés de pura cepa, en tanto que representantes de los pueblos autóctonos, han llegado a representar la antítesis absoluta del colono judío desarraigado y sionista, desesperadamente en busca de una tierra en la que ejercer sus fechorías y chupar la sangre de sus víctimas.

August Bebel (1840-1913), uno de los fundadores de la SPD alemana, declaró al romper el siglo XX que el antisemitismo era el socialismo de los imbéciles. Habría que preguntarse si no es aplicable también esa fórmula al poscolonialismo de Dieudonné y sus secuaces.

Jean-Loup Amselle es un antropólogo africanista de la estirpe de los grandes sabios marxistas franceses Claude Meillassoux y Maxime Rodinson. Inteligente defensor de la ciencia social y la historiografía clásica frente al asalto relativista posmoderno, poscolonial y subalternista (véase en SinPermiso la reseña de su libro de 2008 El Occidente descolgado, un formidable alegato científico y metodológico contra esas corrientes académicas en boga en las últimas décadas), su último libro (2011) es un lúcido ensayo sobre las consecuencias ideológico-políticas de la “Etnización de Francia”.

Traducción para www.sinpermiso.info: Miguel de Puñoenrostro

Le Monde, 31 diciembre 2013

viernes, 10 de enero de 2014

Dieudonné y la lectura de la Torah por Carlos Braverman


Escribo esta líneas en este Shabath especial, donde la porción de la Torah que leeremos está dedicada a la libertad y el miedo a ella. Pocas veces me reservo el tema de antisemitismo en mis intervenciones, es común que éste aparezca en escena de la mano del anti-israelismo o el anti-sionismo. Dieudonné M’Bala M’Bala en Francia es una excepción, constituye un tema que hace ya mucho tiempo estalló y está en pleno desarrollo y evolución. Es una cuestión de franco antisemitismo, sin otro flanco que el odio antisemita pleno y expuesto en forma cruda y ruin.
Junto con la islamofobia y el racismo contra la población Gitana en Europa es parte de la decadencia neo-liberal. Conforma con ellos la sintomatología de un capitalismo que no puede remontar su propia crisis y que la socialdemocracia fracasada no atina a dar respuestas para tal fin.
Guste o no, el caso de Dieudonné M’Bala M’Bala es Antisemitismo puro y llano, no se trata ya de anti-israelismo o anti-sionismo y es de esperar un tratamiento adecuado del hecho.
En Francia el ministro del interior y sus aspiraciones presidenciales no encuentran los causes apropiados, la representación de la comunidad judía, el CRIF, hace bastante pero no podrá parar la ola.
Así como en este Shabath reflexionaremos sobre la libertad, Francia y Europa toda, hacerlo con respecto a estos elementos neo-nazis. ¿Cuál es el límite para la libertad del Frente Nacional, la prédica de Jacques Sorel o Amanecer Dorado y sus socios en otros países? No somos necios y sabemos que las proscripciones sólo es esconder el síntoma, pero se debe actuar con algún plan claro, sobre todo sobre el fondo de la cuestión, que es la atrofia del sistema económico.
Con bendiciones para vosotros, me despido con las mejores expectativas de un mundo mejor para todos. No puedo esperar que Dieudonné M’Bala M’Bala reflexione, pero si albergo la esperanza que el pueblo de Francia lo haga, de las autoridades nacionales y europeas es poco lo que puedo decir al respecto, por lo que prefiero el silencio hacia ellos.
Carlos Braverman
Tel Aviv Israel
10 de enero de 2014


*Carlos Braverman es Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles en Israel, militante por la coexistencia judeo-árabe en Israel y la paz con el pueblo palestino. Es miembro del Partido Socialista de Israel (Meretz), e integrante de Paz Ahora (Shalom Ajshav). Es Presidente del Instituto Campos Abiertos de Israel (Investigación y desarrollo en Ciencia Política). Su trabajo está centrado en la investigación, la academia, la docencia y la actividad política; así como en el periodismo y el trabajo por los derechos civiles.
Derechos reservados: Instituto Campos Israel ISBN963-03- 0316- 2
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