La propuesta es un Israel para todos los israelíes, un Israel para todos sus ciudadanos. Para los electores que llevan en sus corazones los valores de la izquierda: paz, justicia, igualdad, democracia, derechos humanos para todos, feminismo, protección del medio ambiente, separación entre estado y religión. Hablo de una izquierda renovada que defina un nuevo modelo del Estado de Israel, con una sociedad civil participativa. Soy un israelí postsionista, no antisionista.
miércoles, 21 de septiembre de 2011
La solución de dos estados es posible, Réquiem para los asentamientos por Carlos Braverman
Para el primer ministro Benjamin todos los discursos de Bar-Ilan, no pueden cambiar sus líneas ideológicas. Están grabadas profundamente en su visión del mundo y no tiene ni el deseo ni el coraje para borrar el pasado e iniciar un nuevo camino.
El primer ministro no soporta un Estado Palestino. Se apoya en condiciones que los árabes no van a aceptar.
Binyamin Netanyahu sueña con 60 años más de ocupación y los palestinos pueden exigir entonces la igualdad de ciudadanía en Israel.
Si alguien quería saber lo que realmente piensa Binyamin Netanyahu sobre el proceso de paz, lo dijo claramente a sí mismo la semana pasada: Según Netanyahu, el llamamiento palestino a la ONU "será la paralización de las negociaciones durante 60 años". Por lo tanto, 44 años después de la ocupación y 18 años después de que el gobierno israelí y representantes de los palestinos comenzaron a negociar, Netanyahu cree que es factible llevar a cabo unos 60 años más, más o menos. Y, por supuesto, si algo de eso sucede, será culpa de los palestinos. Si fuera por él - que se negó a aceptar el plan de Obama y comprometerse a las fronteras de 1967 - todo esto habría terminado por ahora. Pero los palestinos ahora son siniestros y prefieren ir a la ONU.
Las negociaciones directas entre Israel y los palestinos se iniciaron hace 18 años. Se suponía que debían estar terminadas en mayo de 1999 con un acuerdo final. Lamentablemente hemos sido gobernados por Netanyahu durante tres años críticos durante ese tiempo, Netanyahu dijo a los colonos que hizo todo lo posible para socavar los acuerdos de Oslo, mientras fingía que continuaban. Entonces Barak, fue electo, Arik Sharon subió el Monte del Templo, el ejército israelí disparó un millón de cartuchos en octubre de 2000 haciendo caso omiso de las órdenes del gobierno para un alto el fuego, los palestinos comenzaron su ola de gran terror, Sharon se convirtió en primer ministro y el resto es historia. Durante este período - entre septiembre de 1993 y septiembre de 2011 - el número de colonos en los territorios palestinos ocupados se duplico.
No por casualidad: los asentamientos de Cisjordania fueron lo más importante en las prioridades de Israel. Durante la última década, mientras que el gobierno canceló su apoyo a los presupuestos municipales en el propio Israel, el presupuesto se elevó para los colonos: Se llegó a 951 NIS por colono al año, mientras que el promedio en Israel fue de 303 NIS por persona por año.
Si el crecimiento de la población en el propio Israel fue de 18% promedio, en los territorios ocupados era del 47%.
Sin embargo no está del todo claro si el regreso a las fronteras de 1967 todavía es factible. En la década de 1980 el analista Meron Benvenisti presentó una tesis escandalosa: que dado el número de colonos en la Ribera Occidental y Jerusalén, la solución de dos Estados es una ficción, la realidad sobre el terreno era la de un estado bi-nacional. No es nada gracioso ni para los que no somos sionistas ni para el sionismo de izquierda y creo que el de derecha está a tiempo de reconsiderar el tema.
Cuando escribió Benvenisti sobre la cuestión el número de colonos en Cisjordania era alrededor de 30.000 y ahora son más de 300.000.
Los asentamientos se construyeron como las minas, o sea con la intención de explotar cualquier posibilidad de un Estado Palestino Estamos ante una opción de hierro, si queremos un estado que sobreviva a sus propósitos, a los motivos por los que fue concebido debemos terminar con la ocupación, eso significa retirarnos de Cisjordania y encarar los asentamientos, como sea terminar de resolver la futura ley del retorno de los palestinos negociada palmo a palmo y terminar nosotros de resolver el tema de la Ley de ciudadanía.
Yo veo un futuro optimista y difícil si se encaran las aciagas circunstancias que se generaron en estos 120 años de conflicto, pero veo un profundo abismo para mi país si no las encara y no busca soluciones para ellas.
Veo falta de democracia, veo decadencia, más enfermedad societaria y aislamiento internacional. No me olvido de mis muertos pero con vocación estadista pienso en las futuras generaciones de israelíes y de los demás pueblos de la zona, hablo de los palestinos especialmente y sé que no todos sus sectores son de fácil trato y exhiben vocación de democracia y paz.
Réquiem en latín significa descanso, el tema de los asentamientos debe resolverse con su descanso y retiro. Sin un propuesta razonable al menos sobre el congelamiento de los mismos ninguna propuesta es creíble, menos el fin de la ocupación.
Carlos Braverman
Tel Aviv Israel
20 de setiembre de 2011
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judeo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).Derechos reservados Instituto Campos Abiertos Israel ISBN 965 387 008 9 זכויות יוצרים
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