martes, 26 de noviembre de 2013

Jánuca y los derechos civiles por Carlos Braverman



Mañana miércoles 27 de noviembre de 2013, al salir la primera estrella es la primera noche de Janucá, que en hebreo significa “consagración”, es una celebración que se realiza durante ocho días generalmente en el mes de diciembre –mes de Kislev en el calendario hebreo- para conmemorar el logro de los Macabeos en la conservación de la identidad judía. El símbolo esencial de esta celebración es la luz y se representa a través del encendido de velas: una la primera noche, otra la segunda y así hasta que al final de la octava jornada arden todas las luminarias en un candelabro de ocho brazos. Simboliza el derecho de todos a ser diferentes, a expresar una identidad, una cultura, a vincularnos con otras culturas por libre elección y a decir no a la opresión. Conmemoramos la reapertura del Gran Templo mediante la victoria militar sobre los Asirios que imponían entonces su cultura y valores los hebreos mediante la opresión. Pero una victoria militar implica muerte, dolor y angustia. Mientras que el encendido de la Menoráh representando la re-dedicación del Gran Templo es un acto humano positivo. De esta forma no rendimos tributo a la victoria militar sino a la vida. En Janucá celebramos los derechos de las minorías a ser diferentes, a expresar sus sentimientos y a practicar sus costumbres y tradiciones. Un sistema democrático se distingue por ser representativo de la voluntad de la comunidad que se expresa a través de él. En las tiranías y los modelos despóticos, los grupos que no gozan del consentimiento de las masas, imponen mediante la opresión sus intereses. El pueblo si no establece resistencia sufre entonces el yugo que se le impone. Pero aún en sistemas ostensiblemente democráticos, se intenta imponer con frecuencia una dictadura de las mayorías. Éstas pueden ser más opresivas aún, porque gozan del aval de las elecciones libres. En el judaísmo, en cambio, sostenemos la inviolabilidad de ciertos derechos humanos básicos, que ningún grupo puede abrogar. Janucá es una auténtica manifestación de los valores de la libertad y los  derechos civiles. Cada individuo y cada grupo tienen el derecho inviolable del libre pensamiento, de la libre expresión y a vivir de acuerdo con sus propias tradiciones y creencias. En la historia de la humanidad todos los pueblos, en todas las épocas, tienen sus mártires por una vida digna, tienen  victimas renombradas y desconocidas. Los pueblos siempre avanzan en la construcción de su historia. Jánuca en el calendario común promedia el 10 diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos. Con la universalización de los derechos humanos estos se vuelven generales en todo el mundo y el hombre ha adquirido la calidad de sujeto del derecho internacional, ya que todo hombre puede llevar denuncias o quejas ante las organizaciones supra-estatales, para que sus derechos sean respetados y defendidos. Universalizar los derechos humanos, es admitir que todos los hombres en todo el mundo, deben gozar de derechos porque el hombre es persona. Internacionalizar los derechos humanos es hacer exigible en virtud del derecho internacional público que todo estado reconozca derechos a todos los hombres, también porque el hombre es persona. Los derechos humanos significan una estimativa axiológica en virtud del valor de justicia, que se impone al estado y al derecho positivo. Todo el mundo debe reflexionar sobre estas cuestiones, nosotros en Jánuca, los israelíes judíos estamos más que obligados.
Nuestra sociedad israelí sufre de una democracia muy deteriorada, la ocupación y los asentamientos siguen avanzando y afianzándose, las fracturas de ésta democracia se están ampliando con leyes nacionalistas y excluyentes de las minorías legisladas casi sin interferencias insttucionales.
Nuestra sociedad se volcando con prisa desmesurada hacia una  derecha y nacionalista peligrosa.
Para fraseando a  Spencer: si es un deber mantener los propios derechos, también es un deber respetar los derechos de los demás.
 ¡Feliz Jánuca!¡Jag Jánuca Sameaj!
חג חנוכה סמח
*Carlos Braverman es Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles en Israel, militante por la coexistencia judeo-árabe en Israel y la paz con el pueblo palestino. Es miembro del Partido Socialista de Israel (Meretz), e integrante de Paz Ahora (Shalom Ajshav). Es Presidente del Instituto Campos Abiertos de Israel (Investigación y desarrollo en Ciencia Política). Su trabajo está centrado en la investigación, la academia, la docencia y la actividad política; así como en el periodismo y el trabajo por los derechos civiles.
Derechos reservados: Instituto Campos Israel ISBN963-03- 0316- 2 מסת"ב



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