Original en hebreo de Gush Shalom:
http://zope.gush-shalom.org/home/he/channels/avnery/1343411933/
Compaginado y revisado en español por Carlos Braverman
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"Habla sionismo", solía ser un comentario muy despectivo
cuando yo era joven. Significaba que algún anciano funcionario nos había hecho
perder el tiempo con un discurso aburrido que en gran medida consistía en
frases vacías.
Eso era antes
de la fundación del Estado de Israel. Desde entonces se ha elevado el término
sionismo a la condición de una ideología de Estado, si no de la religión
estatal. Todo lo que el Estado hace se justifica por el uso de esta palabra.
Alguien podría decir que el sionismo es el último refugio de un sinvergüenza.
Cuando visité
Praga por primera vez, justo después de la caída del régimen comunista, me
mostraron un hotel de un lujo increíble - candelabros de Francia, mármol de
Italia, alfombras de Persia, toda la riqueza. Nunca había visto algo así antes.
Me dijeron que el lugar - o palacio - había estado reservado para la élite
comunista.
Fue ahí y en
ese momento cuando comprendí la esencia de una ideología de Estado. Los
regímenes comunistas fueron fundados por idealistas, imbuidos de valores
humanistas. Terminaron como Estados de mafia, en los que una camarilla corrupta
de cínicos utilizaba la ideología comunista como justificación del privilegio,
la opresión y la explotación.
No me gustan
las ideologías estatales. Los Estados no deberían fomentar las ideologías.
Las únicas
personas que tienen una confirmación oficial de que están sanos son aquellas a
las que les han dado el alta en los hospitales psiquiátricos. De la misma
manera, puedo ser la única persona en Israel que tiene una confirmación oficial
de no ser un anti sionista.
Sucedió de
esta manera: cuando mis amigos y yo fundamos el Consejo Israelí para la Paz
Israelo-palestina en 1975, un órgano de la derecha nos llamó
"anti-sionistas". Me importó un bledo, pero mis co-fundadores
insistieron en demandarlos por difamación.
Puesto que yo
había publicado un libro titulado Israel Without Zionists [Israel
sin sionistas] unos años antes, fui llamado por los acusados como su testigo
estrella. Me interrogaron durante muchas horas en el estrado de los testigos
acerca de qué quería decir con este título. Al final, el juez me pidió que
definiera mi actitud hacia el sionismo en simples palabras. En el fragor del
momento acuñé un nuevo término: "post-sionismo".
Desde
entonces, el término ha sido expropiado como sinónimo de anti-sionismo. Pero yo
lo usé bastante literalmente. Como expliqué al juez, mi postura es que el
sionismo era un movimiento histórico tanto con sus gloriosos logros como con su
lado más oscuro. Uno lo puede admirar o condenar, pero de cualquier manera el
sionismo ha llegado a su lógico final con la creación del Estado de Israel. El
sionismo fue el andamiaje que hizo posible la construcción del Estado, pero una
vez que la casa está construida, el andamio se convierte en un obstáculo y debe
ser eliminado.
Así que el
juez decidió que no soy un anti sionista. Se ordenó a los acusados pagar una
indemnización considerable, que nos ayudó a financiar nuestras actividades.
Aún me adhiero
a esa definición.
Hoy, cuando el
término se utiliza en Israel, puede significar muchas cosas diferentes.
Para los
judíos israelíes ordinarios, no significa mucho más que patriotismo israelí
combinado con el dogma de que Israel es un "Estado judío", o el
"Estado del pueblo judío". Estas definiciones, por sí mismas,
permiten muchas interpretaciones diferentes. Para el legendario "hombre o
mujer de la calle" significa que los judíos en todo el mundo son un
"pueblo" y que Israel "pertenece" a este pueblo, aunque los
judíos no tienen ningún derecho en Israel a menos que vengan aquí y obtengan la
ciudadanía. Por supuesto, a los judíos del mundo nunca se les ha pedido decidir
si Israel es su Estado o no.
A partir de
aquí las definiciones van en muchas direcciones diferentes.
Al principio,
el color dominante del sionismo era de color rojo (o, al menos, de color rosa).
El sueño sionista iba unido al socialismo (no necesariamente de tipo marxista),
un movimiento que construyó la sociedad judía pre-estatal en Palestina, un
sindicato todopoderoso, el kibutz y mucho más.
Para los
sionistas religiosos (a diferencia de los ortodoxos anti-sionistas), el
sionismo fue el precursor del Mesías, que seguramente sólo vendría cuando todos
nosotros observáramos el Shabat. Los sionistas religiosos
quieren que Israel se convierta en un Estado gobernado por la Halajá,
del mismo modo que los islamistas quieren que sus Estados que se rija por
la Sharia.
Los sionistas
de derecha quieren que el sionismo signifique un Estado judío en toda la
Palestina histórica, en su lenguaje "la totalidad de Eretz Israel [la
Tierra de Israel]", con la menor cantidad posible de habitantes no-judíos.
Esto se puede puede unir fácilmente a visiones religiosas, incluso mesiánicas.
Dios lo quiere, como Él les ha dicho confidencialmente.
Theodor Herzl,
el fundador, quiso un Estado liberal y laico. Martin Buber, el destacado
humanista, se denominaba a sí mismo sionista, lo mismo que Albert Einstein.
Vladimir Jabotinsky, el ídolo de los sionistas de derecha, creía en una mezcla
de nacionalismo extremo, liberalismo, capitalismo y humanismo. El rabino Meir
Kahane, un fascista puro, era sionista. Lo mismo que, por supuesto, los
colonos.
A muchos
fanáticos anti-sionistas en todo el mundo, judíos incluidos, les gustaría ver
el sionismo como algo monolítico, con el fin de hacerlo más fácil de odiar. Así
hacen, en nombre del amor, muchos amantes de Sion, la mayoría de los cuales no
soñarían con venir a vivir aquí.
En conjunto,
una imagen bastante extraña.
Hoy el
sionismo está firmemente en manos de la extrema derecha, una mezcla de
nacionalistas, fanáticos religiosos y los colonos, apoyados por judíos muy
ricos en Israel y el exterior.
Ellos
controlan las noticias, tanto de forma directa (son dueños de todas las cadenas
de televisión y los periódicos) como metafóricamente. Cada día las noticias
contienen muchos elementos en los que figura "el sionismo".
Por el
sionismo se desplaza por la fuerza a los beduinos del propio Israel de las
grandes extensiones de tierra que han ocupado durante siglos. Por el sionismo a
una academia de colonos ubicada en lo más profundo de los territorios ocupados
le es concedida (¡por el gobernador militar!) el estatus de
"universidad", lo que da un nuevo impulso al boicot académico
internacional a Israel. Cientos de nuevas construcciones en los asentamientos
se están construyendo sobre tierras privadas palestinas en nombre del sionismo.
En Ramala, la capital de la Autoridad Palestina, soldados israelíes dan caza a
los africanos sin permiso de inmigración israelí. De hecho, nuestro ministro
del Interior, cuya única pasión parece ser la caza de africanos en busca de
empleo, utiliza la palabra sionismo casi en cada frase.
En el nombre
del sionismo nuestro fanático Ministro de Educación de derecha está enviando a
los niños israelíes en edad escolar a viajes de adoctrinamiento a los
"Santos Lugares" en el territorio ocupado, con el fin de inculcar en
su conciencia desde el principio que todo el país les pertenece a ellos. Para
reforzar sus convicciones sionistas también se les envían a Auschwitz.
Los colonos
afirman - no sin cierta justificación - que ellos son los únicos verdaderos sionistas,
los legítimos herederos de 130 años de la colonización y expansión sionista.
Esto les da derecho a recibir enormes cantidades de fondos estatales para sus
actividades, mientras que gravan nuevos impuestos incluso a los más pobres de
los pobres en Israel, como otro aumento del uno por ciento del IVA.
La Agencia
Judía, una rama de la Organización Sionista Mundial, está dedicando casi todos
sus recursos a los asentamientos.
No hay ninguna
facción en la Knesset (con excepción de las dos pequeñas facciones árabes y la
facción comunista, predominantemente árabe, y por supuesto los ortodoxos) que
no proclame en voz alta su devoción total al sionismo. De hecho, la izquierda
sionista pretende ser más sionista genuino que la derecha.
¿Adónde nos
lleva todo esto? Ah, ahí está el problema.
La actual
política sionista inflexible del Estado de Israel contiene una paradoja
inherente. Lleva a la autodestrucción. La política de nuestro gobierno se basa
en mantener el status quo. Todo el histórico Eretz Israel/Palestina bajo
gobierno israelí, Cisjordania en un estado de ocupación, sus habitantes
palestinos sin derechos nacionales o civiles.
Si en algún
momento en el futuro un gobierno de derechas decide anexionarse Cisjordania y
la Franja de Gaza "oficialmente" (como fueron anexionados Jerusalén y
el Golán sirio hace mucho tiempo, sin el reconocimiento del resto del mundo) no
supondría ninguna diferencia real. La mayoría de los palestinos ya están
confinados en enclaves parecidos a los bantustanes sudafricanos del pasado.
En este Gran
Israel los árabes palestinos constituirían una minoría de al menos el 40% que
crece rápidamente hacia un 50% y más, por lo que cada vez sería menos
convincente el término de "Estado judío". El "Estado judío y
democrático" será cosa del pasado.
Por supuesto,
casi nadie en Israel soñaría con otorgar a los habitantes árabes del Gran
Israel la ciudadanía [de Israel] y derechos democráticos. Si, acaso por
intervención divina, esto llegara a suceder, dejaría de ser un "Estado Judío",
para ser entonces un estado árabe
palestino.
La única
salida sería la limpieza étnica a gran escala. Algo de esto ya está ocurriendo
discretamente en zonas más aisladas. Desde hace tiempo, en la zona más alejada
de Cisjordania, en el borde del desierto al sur de Hebrón, las autoridades de
la ocupación han estado tratando de sacar a la población árabe. Esta semana el
Ministro de Defensa, Ehud Barak, declaró el área "zona de tiro
militar" que debe ser evacuada inmediatamente. Las personas que
permanezcan allí corren el riesgo de ser baleadas. Los agricultores pueden
regresar y trabajar en sus tierras, pero sólo en Shabath y celebraciones
judías, cuando el ejército está de licencia. Es el sionismo en acción.
Actualmente
unos cinco millones de palestinos y unos seis millones de judíos viven entre el
mar Mediterráneo y el río Jordán. La limpieza étnica del país es altamente
improbable, por decirlo en pocas palabras. Mucho más probable es la realidad de
un Estado de apartheid, en el que los judíos pronto serán una minoría. Eso no
es una realidad que imaginaran los padres fundadores del sionismo.
La única
alternativa es la paz - Palestina e Israel, uno al lado del otro. Pero a eso se
le llama "post-sionismo", Dios no lo quiera.
Nuestros
líderes evaden esta realidad por medio un dispositivo muy simple: no pensar en
ello. No hablar de ello. Prefieren "hablar sionismo" - una serie de
frases vacías.
Pero en algún
momento del futuro se tendrá que hacer frente a las contradicciones del
sionismo.
lo paradojico del sionismo es que analogamente la OLP, al-fatah (hamas y la jihad islamica palestina en alguna parte tambien) buscan un objetivo similar al q el sionismo primigenio tuvo: un estado (palestino) con autodeterminacion, algunos podrian decir q en realidad buscan la destruccion del estado de israel pero ni israel ni palestina dejaran de existir asi q la salida no parece ser invadir libano o atacar iran o bulldozers para apoyar a colonos o la barrera de cisjordania
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