lunes, 18 de abril de 2011

La paz se hace con el enemigo o no existirá jamás por Carlos Braverman


En pocas horas más ya comienza Pesaj, escribí que su mensaje de libertad es perenne, que se renueva de generación en generación y que la transmisión del mismo es un precepto ineludible propio del judaísmo. Tenemos frente a nosotros en Israel la epopeya de la ciudadanía que se ocupa de profundizar nuestra democracia y de otorgar más relevancia al término ciudadano. Tenemos también la lucha por definir la naturaleza misma del Estado de Israel en tanto un Israel para todos los israelíes, la lucha contra los intentos de legislación racista, la lucha contra el intento de silenciar la libertad de expresión y contra la opresión de los trabajadores inmigrantes, la lucha por la promoción de la transparencia pública y de los derechos sociales, el derecho a la intimidad y sobre todo seguir prestigiando los derechos civiles.
Tenemos aparte a Hamás que muy lejos de ser una fuerza democrática y amante de los derechos civiles y humanos es el único gobierno en Gaza. Según publicó Wikileaks recientemente, un alto funcionario de defensa israelí dijo a un diplomático estadounidense que cualquier otra alternativa a él hoy sería peor.
La Realpolitik es justamente Realpolitik, e Israel debe reconocer al gobierno de Hamas de facto en Gaza justamente como una realidad existente. Israel debe negociar con ese gobierno cuestiones prácticas que requieren un arreglo inmediato.
Hamas debe reconocer también de facto al Estado de Israel para establecer procedimientos que resuelvan aspectos urgentes camino hacia un acuerdo firme y es necesario un tercero confiable para supervisar este proceso.
Debemos terminar la “desconexión” de Gaza de una vez por todas y esto significa permitir que ella se abra en todos los sentidos: la apertura del puerto, el aeropuerto y la frontera con Egipto si así lo entiende este país.
Israel ha demostrado que puede prevenir la entrada de armas de otras maneras más efectivas y mantener cerrada preventivamente también nuestra frontera interna con la Franja, estamos en nuestro derecho mientras persista la hostilidad.
Camino a setiembre, cuando la declaración unilateral de independencia del Estado Palestino, debemos dejar así el bloqueo y bajar la mayor cantidad de hipótesis de conflictos posibles y desde ya evitar profundizar los más.
No por repetido, es cierto que la paz se hace con el enemigo, no muchas veces más podemos repetir trucos infantiles, es bueno plantarse y que Hamas junto a los fundamentalistas que lo secundan respondan sí o no, que muestren si hay voluntad de acuerdos y tratarlos directamente. La supuesta calma en la superficie, la paz caliente, la no guerra y no paz, junto a todos los eufemismos juntos y luego la vuelta a las escaladas de violencia agotan la paciencia de los pueblos.
El Magreb y todo el Medio Oriente están llenos de pueblos que perdieron la paciencia en los últimos meses. Lo saben Hamas y los halcones locales, no lo ignora tampoco la Autoridad Palestina en Cisjordania.
En este Pesaj tenemos que tener más claro que nunca nuestros objetivos para responder al mandato ético de libertad y seguir transmitiéndolo de generación en generación.
Les deseo a todos Jag Pesaj Sameaj.
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judéo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas)

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