viernes, 25 de noviembre de 2011

Se debe derrocar a Netanyahu antes que sea tarde


Por Sefi Rachlevsky
Original Haaretz: http://www.haaretz.com/print-edition/opinion/israel-must-topple-netanyahu-before-it-s-too-late-1.395615
En español Carlos Braverman
Netanyahu no es Churchill, sino Chamberlain. Al igual que éste, optó por seguir su propio camino: continuar su asalto a la democracia hasta el punto mismo de destruir la Corte Suprema de Justicia y conseguir que el poder legislativo funcione como un brazo del poder ejecutivo.
Un estado democrático se prepara para librar una batalla existencial involucrando a todos sus ciudadanos y forjando alianzas internacionales; en cambio, la preparación por parte de un estado fascista comienza por la supresión de los opositores en el propio país, a la vez que intenta forjar alianzas en el extranjero; pero un estado fascista-mesiánico no sólo se dedica a suprimir a los opositores en el país, sino que se convierte en paria internacional.
Cualquier persona capaz de asustarse con la imagen de un líder israelí considerado en el exterior como "mentiroso" y extremista, al tiempo que demuestra una particular inclinación por suprimir la democracia en el país, debe comprender el contexto. Bajo el gobierno de Binyamín Netanyahu, quien se preparara ahora para una guerra existencial, Israel ha elegido. Incluso para el Likud, se trata de una revolución.
¿Habría sido posible la destrucción del reactor iraquí en 1981 sin el proceso de paz egipcio-israelí de 1977-79? Es poco probable. El primer ministro Menajem Begin comenzó a ocuparse del reactor iraquí en junio de 1977. No hay certeza de que él haya optado por la paz con Egipto, ni que haya prometido evacuar la totalidad del Sinaí -promesa que precedió la visita del presidente egipcio Anwar Sadat - solamente para generar la cobertura diplomática necesaria que le permitiera bombardear Irak. Pero queda claro que Begin comprendió que tenía la obligación estratégica de forjar un camino hacia la paz, y por lo tanto, de disipar el temor de Occidente ante su extremismo.
Esa es la razón que lo llevó a establecer un gobierno junto a Moshé Dayan y Yigael Yadin, y por eso decidió retirarse del Sinaí. Y en virtud de su famosa afirmación: "Hay jueces en Jerusalén", con la cual aceptaba la supremacía del imperio de la ley, junto con el crédito diplomático que había ganado, podía bombardear a Irak a pesar del considerable rechazo que generaba la medida; aunque contara con el apoyo entusiasta del jefe del Estado Mayor y del comandante de la Fuerza Aérea.
Y Begin no fue el único. Cualquiera que haya mantenido una conversación seria con el primer ministro Itzjak Rabín en 1992, pudo comprender aquello que lo había conducido hasta el proceso de paz. Desde su primer mandato como primer ministro, Rabín estuvo de acuerdo con la idea de la visa necesaria para visitar el bloque de asentamientos de Gush Etzión en Cisjordania, pero tenía una razón estratégica para adoptar esa medida.
En 1992, comprendió que el programa nuclear de Irán y su extremismo religioso constituían la verdadera amenaza para Israel; entonces, decidió poner en práctica un ordenado plan para lidiar con el problema. El proceso de paz tenía como objetivo convertir aquella ventana de supremacía nuclear que Israel, según fuentes extranjeras, había abierto en 1971, en una serie de acuerdos estabilizadores que enfriaran las tensiones en la región.
En un mundo que veía a Rabín como a un "amigo" estratégico - capaz de llegar mucho más lejos que el presidente estadounidense Bill Clinton -, el poder de la cobertura estratégica que le había otorgado a Israel era enorme. Tal cobertura podría haber permitido el paso desde la ambigüedad nuclear a la disuasión abierta; le habría permitido a Israel resguardarse bajo el paraguas defensivo y disuasivo de la OTAN; y de ser necesario, habría permitido el ataque por parte de Israel con un amplio apoyo internacional.
Por lo tanto, Netanyahu no es Churchill, sino Chamberlain. Al igual que Chamberlain, ha optado por continuar su propio camino, como si no hubiera ninguna amenaza existencial. Y para Netanyahu - una versión mesiánica de Chamberlain - negarse a abandonar su propio camino equivale a continuar su asalto a la democracia, incluso, o más exactamente, hasta el punto mismo de destruir a la Corte Suprema. De este modo, Jerusalén, tal como en los días de la gran rebelión contra los romanos, que desembocó en la destrucción del Segundo Templo, está quemando los graneros del apoyo nacional e internacional.
La preciada gema que corona este movimiento anti-democrático se ha camuflado a sí misma bajo el ropaje de una cuestión técnica. Pero cambiar la composición de la Comisión de Nombramientos Judiciales no es para nada un asunto técnico. En Israel, que no tiene Constitución, donde el poder legislativo funciona como un brazo del poder ejecutivo, y donde parte de los medios de comunicación ha sido conquistado por el gobierno, la independencia del sistema legal es la última barrera que queda en pie. Una vez que los políticos, por medio de tales maniobras, logren hacerse con el control de la corte, los últimos restos de la democracia israelí habrán desaparecido por completo.
La mayoría fascista que se está quedando cada vez más con el control tendrá entonces la facultad de realizar maniobras adicionales antes de las elecciones. Será capaz, por ejemplo, de impedir la candidatura de un partido árabe, por lo cual los árabes tendrán motivos para boicotear las elecciones, y también podrá permitir el voto de los judíos en el exterior, todo ello sin ningún control judicial efectivo. Estos cambios técnicos menores habrán de asegurar por toda la eternidad una mayoría de derecha fascista y mesiánica.
Esta es, por tanto, la prueba para los ministros Dan Meridor, Benny Begin, Ehud Barak, y Gideón Saar, y, sobre todo, para el presidente de la Knéset, Reuven Rivlin, quien parece estar permitiendo e incluso apoyando este golpe de estado contra la Corte. Toda aquella conmoción expresada por Rivlin y sus colegas acerca de las leyes antidemocráticas de la Knéset no vale un centavo. Cualquier persona que propicie la destrucción política de ese último vestigio de la democracia, la Corte Suprema - y especialmente, en un momento tan aciago - está emprendiendo un asalto sobre Israel. El resto de estas leyes atroces no son más que bagatelas. El control de los Tribunales es lo que importa.
Así, Israel es conducido hacia su confrontación con Irán no por el "amigo" del mundo, sino por alguien que ha sabido granjearse el general aborrecimiento, tanto en Israel como en el exterior, en su figura de "mentiroso" anti- democrático.
Chamberlain fue expulsado por sus colegas en el último minuto, una vez que su error estratégico resultó evidente. Si Israel quiere seguir existiendo, Netanyahu debe sufrir un destino similar; y debe ser derrocado antes de que pase la tormenta.

viernes, 18 de noviembre de 2011

El fin de la era Berlusconi por Flavia D’Angeli


Berlusconi se ha ido por fin. Tras diez y siete años, es todo un ciclo político el que termina, y las fiestas en las calles, el sábado, la tarde de su dimisión, expresaban una espera demasiado larga que superaba las dinámicas de las políticas de los partidos institucionales por otra parte sorprendidos (y algunos bastante irritados) por el carácter espontáneo de la fiesta.
La era berlusconiana estaba potencialmente acabada desde de la ruptura con el presidente de la Asamblea Nacional, Fini, en diciembre de 2010, los escándalos que han marcado todo su último gobierno, y sobre todo las derrotas electorales en las elecciones municipales y regionales de la primavera pasada y en el referéndum contra lo nuclear, por el agua pública y contra la inmunidad penal del presidente del Consejo, en junio. Y, también, el gobierno cae a causa de una crisis económica cuyo alcance no ha comprendido y a la que no ha sabido responder, incluso desde el punto de vista de la patronal, más que con ataques severos contra los derechos de los trabajadores.
Serán precisos tiempo y distancia para sacar un verdadero balance de estos diez y siete años, pero es evidente que hoy es un velo el que se desgarra y la política italiana podrá volver a los debates sobre los programas, los contenidos y los planteamientos estratégicos más que contentarse con determinarse entre pro y anti Berlusconi. Esta trampa, por otra parte, ha contribuido bastante, con muchos errores y ambigüedades estratégicas, a la derrota de la izquierda radical italiana que ha sido dominada por la “exigencia” de construir el “frente democrático” contra Berlusconi.
Esto podrá quizá ayudar a clarificar también la naturaleza del nuevo gobierno de unidad nacional, si llega a ver la luz, que debería estar apoyado por todas las fuerzas parlamentarias a excepción de la Liga Norte.
El gobierno Monti (eminente tecnócrata, antiguo comisario de la UE) tiene un programa muy claro, idéntico al de la Confindustria (la CEOE italiana ndt) y del BCE, quizá un poco edulcorado por una “equidad” que significará hacer pagar a los trabajadores más que lo que pagarán las empresas y los bancos. El impuesto sobre la fortuna, del que se habla, no representará por otra parte más que una redistribución de recursos hacia el capital, tomando a las rentas e ingresos para financiar los bancos y las finanzas.
Es por tanto imperativo organizar la oposición más fuerte y más amplia posible contra el nuevo gobierno y las recetas antisociales a la griega que quiere adoptar (aumento de la edad de jubilación, reducción de los salarios del sector público, posibilidad de despidos en el sector público, privatizaciones…).
¿Qué oposición? ¿Con quién? ¿Cómo? La sociedad italiana, como ha demostrado el 15 de octubre y en el momento de la fiesta por la dimisión de Berlusconi, no está en este esquema y habrá que trabajar en todos los movimientos sociales, entre las fuerzas sindicales y políticas radicales, para construir un frente unitario que luche contra el nuevo gobierno, que no tardará en mostrar su verdadero rostro a amplias partes de la población.
Flavia D’Angeli es portavoz de Sinistra Critica

sábado, 12 de noviembre de 2011

El PUÑO y la Rosa


El Puño y la Rosa fue creado por el Movimiento de Jóvenes Socialistas de Francia y diseñado por Yan Berrier en 1972.
Francois Mitterrand leyó el siguiente comentario en una película en el Verano de 1972.
El movimiento de la gente tiene un nombre, Libertad. La libertad: el derecho a vivir. La libertad: el derecho a aprender. La libertad: la igualdad de oportunidades. La libertad: la dignidad de los trabajadores.
Pero la libertad no existe como estado natural, debemos organizarnos para su conquista.
Los monopolios, los cárteles, los bancos son los nuevos señores. Que el trato que reciben los seres humanos es el de una mercancía y son sus manos del trabajo, sobre las que se fundan las riquezas de la tierra.
La tierra es lo único que tenemos. Esta vida es la única en que vivimos. No hay alternativa: tomar conciencia de la opresión, la miseria, la desesperanza y pensar las formas de combatirlas. Es la misión de los socialistas.
Ver esas marchas en las calles, esas personas que se reúnen, los que elevan los puños, se unen por las manos y, pronto, la última imagen del puño y una rosa, el puño de la lucha y la felicidad de la rosa.

Le poing et la rose
Ce qui fait bouger ces foules porte un nom, Liberté. Liberté: le droit de vivre. Liberté: le droit d’apprendre. Liberté: I’égalité des chances. Liberté: la dignité des travailleurs.
Mais la liberté n’existe pas à l’état naturel. Elle naît quand on l’organise. La liberté est une conquête.
Monopoles, cartels, banques, ce sont les nouveaux seigneurs. Ils traitent l’homme comme une marchandise et font main basse sur les richesses de la terre.
La terre, c’est la seule que nous ayons. La vie, c’est la seule que nous vivions. II n’est pas d’autre choix: prendre conscience de l’oppression, de la misère, du désespoir et prendre le moyen de les faire reculer. C’est la mission des socialistes.
Regardez ces cortèges dans la rue, ces gens qui se rassemblent, ces poings qui se lèvent, ces mains qui s’unissent et, bientôt, la dernière image, dans le poing une rose, le poing pour le combat, la rose pour le bonheur.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Dura lex, sed lex no por Carlos Braverman


El proyecto de ley titulado "Ley Fundamental: Israel como Estado-Nación del pueblo judío" contraviene la definición esencial de Israel como un país democrático. Este proyecto de ley, establece que el régimen democrático de Israel estaría subordinada a la identidad judía del Estado y limita al árabe como idioma oficial.
El proyecto de ley contraviene la Declaración de Independencia y sus principios, también pone en peligro el delicado equilibrio entre la identidad nacional del Estado y su carácter democrático y civil.
El proyecto de ley puede muy bien cumplir los requisitos técnicos para su presentación a la Knesset, pero es una empresa muy arriesgada.
Si se aprueba, sería un hito para la democracia israelí pues sería responsable de violar totalmente la línea divisoria entre los principios de un régimen democrático y la preferencia categórica e indiscutible para la mayoría judía.
Así se profundizará la creciente desconfianza entre los ciudadanos árabes del estado y los judíos.
Diputados y ministros que se oponen al proyecto de ley, deben hacer un esfuerzo extraordinario y luchar por todos los medios legítimos contra la proclamación de la misma. Será una prueba importante para la democracia y para reservar una legislatura real y no una versión bizarra de un poder legislativo serio.
Dura lex, sed lex, no, ya tenemos bastante.
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judéo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos -Investigaciones en Ciencias Políticas

Barak rugió, quien no temerá? por Nehemia Shtrasler


En español Carlos Braverman
Original en hebreo:http://www.haaretz.co.il/opinions/1.1557119
Durante años, el titular más conocido para los jefes de los organismos de defensa israelíes era "Misiles Shihab-3 apuntan al corazón de Tel Aviv". Cada vez que se trataba el asunto del presupuesto de defensa, se convocaba con urgencia a los corresponsales militares al ministerio de Seguridad en Tel Aviv, donde tiene su sede el Estado Mayor.
Allí, los oficiales superiores les informaban, en el más absoluto secreto, que los planes nucleares de Irán no detenían su avance y que sus misiles ya era capaces de alcanzar Israel. El resultado era toda una serie de grandes titulares en los periódicos del día siguiente, dando cuenta de los cohetes que apuntaban directamente al corazón del país y afirmando que, por lo tanto, era imposible reducir el presupuesto de defensa cuando son nuestras vidas las que están en juego.
Pero este año, el ministro de Defensa, Ehud Barak, tuvo un inconveniente. El gobierno decidió, en contra de su opinión, reducir el presupuesto además de instituir algo de transparencia y ejercer algún control sobre el mismo. No se trata de un gran recorte, es verdad, sólo de una pequeña quita hecha solamente sobre la adición concedida a Tzáhal. Pero Barak ni siquiera estuvo de acuerdo con esto, y por eso decidió aparecer ante el Comité de Finanzas de la Knéset y sugerir - sugerencia la suya tan sutil como un león - que Israel podría encontrarse en una situación en la que sería necesario atacar a Irán solo, sin ayuda de nadie. Incluso mencionó una fecha: el año decisivo de 2012. Entonces, ¿quién tendrá ahora el coraje de recortar el presupuesto de defensa cuando posiblemente el año que viene debamos enfrentar una guerra en la que la vida y la muerte habrán de decidirse a cada instante?
Las tácticas del miedo utilizadas por los jefes de los organismos de defensa no constituyen ninguna novedad. Érase una vez que los ministros de Defensa iban a invocar a Egipto, entonces se trasladaron hasta el Irak de Saddam Hussein y el frente oriental. Pero ahora, lo único que queda es Ahmadinejad en Irán. La verdad es que no existe una gran conexión entre las amenazas reales y el tamaño del presupuesto de defensa de Israel.
Tzáhal siempre exagera los peligros; siempre exige más dinero, pero, a fin de cuentas, el presupuesto se determina por la fuerza política del ministro de Defensa y no por ninguna amenaza real.
No importó si ganamos la guerra en 1967 o si sufrimos una tremenda derrota en 1973: en ambos casos, el presupuesto del ejército se incrementó. No importó si firmamos un acuerdo de paz con Egipto o con Jordania; si por una década entera el frente oriental estuvo paralizado a causa de la guerra entre Irán e Irak; si penetramos en el Líbano o si nos retiramos: en todos los casos, el presupuesto terminó siendo mayor que antes.
¿Y cuándo se recorta el presupuesto? Eso es algo que también ocurre sin ninguna vinculación con las amenazas que nos rodean. Se recortó solamente cuando nos tocó enfrentar una difícil situación económica. Ocurrió en 1951, cuando el gobierno de David Ben Gurión no tenía dinero suficiente para comprar combustible ni trigo. Ocurrió otra vez en 1985, cuando la crisis hiperinflacionaria casi deja al país sin un solo centavo.
En referencia a las consideraciones de Barak acerca de Irán, el ministro de Gabinete, Moshé Yaalón, declaró que la decisión del ministro de Defensa de plantear el tema en la agenda "fue una jugada cínica e irresponsable que perjudica la seguridad del Estado". Pero además de esta falta de responsabilidad, Barak sobresalió también en otra forma de irresponsabilidad, ya en el ámbito económico. Aseguró que el gobierno debe dedicar mayores recursos para hacer frente a la protesta social, pero de inmediato agregó que el presupuesto de defensa debe incrementarse.
En total, se necesitarían otros 7 u 8 mil millones de shekels anuales "para responder a las amenazas que todos ya conocemos: Hamás en Gaza, Hezbolá en el Líbano e Irán en segundo plano". Es decir, defensa y bienestar, sin orden de prioridades. Como si fuera realmente posible aumentar el déficit actual sin tener que pagar por ello un alto precio.
Después de todo, sólo esta semana el Ministerio de Finanzas dio a conocer datos que revelan que la recaudación impositiva fue disminuyendo como consecuencia de la desaceleración económica y de las pérdidas en el mercado de valores. Por tanto, ¿cómo es posible aumentar aún más los gastos? ¿Es que Barak no se ha enterado de la grave crisis que enfrenta Grecia? En los últimos años, Grecia se ha comportado exactamente como él recomienda hacerlo ahora: aumentando descuidadamente los gastos; incrementando el déficit y tomando préstamos - hasta que finalmente colapsó y tuvo que cambiar bruscamente el rumbo. Actualmente mendiga de puerta en puerta, aplicando recortes de un 25 por ciento en el sector público; deja sin empleo a 30.000 personas; descuenta decenas de porcentajes de las pensiones públicas y aumenta drásticamente los impuestos. ¿No se da cuenta Barak que será ese también nuestro destino en el caso de que sigamos sus consejos?
Entonces, ¿qué es más grave? ¿Las irresponsables declaraciones de Barak acerca de la cuestión iraní, o sus irresponsables propuestas en el ámbito económico?
Usted decide.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Aniversario del asesinato de Itzjak Rabin: los cobardes mueren muchas veces, los valientes sólo una Por Carlos Braverman (*)


El 9 de próximo de acuerdo al calendario hebreo, se cumple un nuevo aniversario del asesinato de Itzjak Rabin, perpetrado por un fanático judío el 4 de noviembre de 1995.
Los fanatismos se hermanan más allá de los credos o las ideologías; son fanatismos y sólo los mueve el odio a las democracias y al bienestar de las amplias mayorías.
Igal Amir y los que idearon la operación son fanáticos fascistas
La tarea de Rabin por la paz fue titánica, fue un hombre de la guerra que tuvo la lucidez y el heroísmo para comprender una coyuntura histórica y realizar los actos políticos necesarios para torcer un rumbo nefasto.
Si en su vida existieron actos heroicos, que los hubo en exceso, este fue el más valiente; creo que exige más coraje desandar un camino que comenzar uno nuevo.
Los Acuerdos de Oslo fueron el comienzo de una nueva etapa, pero ante todo representaron desandar un camino oscuro de mutuos desentendimientos y recíprocos errores fatídicos en las conducciones de ambos pueblos hacia un estatus de justa existencia entre la naciones del mundo, obligaron a todo tipo de realineamientos en un Medio Oriente de crónicas convulsiones, que aún hoy con la sangre que se siguió derramando nadie puede volver a la etapa previa a los mismos.
El fanático criminal y mediocre Igal Amir, ese día de turno para los señores de la guerra y el odio, pudo retrasar la marcha de la historia pero no la pudo detener, extensas filas de militantes seguimos cantando la Canción de la Paz, mientras peleamos por el mismo ideal: una sociedad mejor en nuestro país, con tolerancia y coexistencia, sin fanatismos fundamentalistas de ningún tipo en Medio Oriente y el entendimiento entre los pueblos.
Seguimos peleando contra los mismos que ejecutaron el crimen, pues ellos siguen de pie con sus oscuros principios, hermanados como dije en el comienzo de la nota más allá de cualquier frontera, con la bandera del desprecio a la vida y a una sociedad equitativa y progresista para los pueblos.
"Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes gustan la muerte sólo una vez"- William Shakespeare.
No fue el caso de los que mueren muchas veces antes de su verdadera muerte, tuvo la valentía de enfrentar una decisión y un destino, dejó además un legado simbólico al morir con el impacto de la bala cerca del bolsillo donde guardó la letra de la Canción de la Paz, que había terminado de entonar en el palco donde pronunció su último discurso por ella.
La guardó en el bolsillo interno de su saco, justo sobre el corazón, vaya este homenaje de Shir Lashalom ( Canción de la Paz), para el compañero muerto.
http://www.youtube.com/watch?v=MrbTlNehD4o
¡¡Shalom Javer!!
Carlos Braverman
Israel
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judéo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Haifa). Presidente del Instituto Campos Abiertos -Investigaciones en Ciencias Políticas

Bibi, Irán y el consenso mezquinado por Carlos Braverman


Hay que entender que como la operación de Irak, el bombardeo de instalaciones nucleares de Irán es efectivamente equivalente a comenzar una guerra. Las implicaciones de tal decisión son susceptibles de ser algo dramático y doloroso para toda la opinión pública israelí.
Teniendo en cuenta esto, es de gran importancia el diálogo limitado que está teniendo lugar entre el gobierno y el público, y entre las diversas partes de la opinión pública respecto a la posibilidad de un ataque. Cosa nefasta en un contexto democrático
Una cosa que falta en el debate público sobre Irán es una consideración seria de las consecuencias de un ataque israelí. La respuesta iraní - tanta directa como por parte de poderes como Hezbollah y Hamas - podría ser muy difícil y si realmente hace un gran daño o da lugar a un gran número de víctimas civiles, Israel podría verse a tomar represalias. Una nueva espiral de violencia a cuenta de una supuesta certeza como las armas de destrucción masiva de la operación Irak que cité anteriormente.
Irán aún no tiene el arma nuclear y es cierto que está cerca de lograrla, pero la capacidad de disuasión por medio de la agresión bélica pude lograr un solo resultado que es el que comenté.
La disuasión militar es un arma de doble filo, que está destinado a prevenir la necesidad de utilizar la fuerza militar, pero termina conduciendo a ella..
Por lo tanto, la formulación correcta de la pregunta no es un ataque contra Irán, es una posible guerra con Irán y sus aliados regionales. Una escalada de este tipo podría resultar con la colaboración de los Estados Unidos y otros países, probablemente contra su voluntad, en una lucha lamentable. Una vez más, las consecuencias para todas las partes - israelíes, palestinos, iraníes, libaneses y sirios tal vez - podrían ser terribles.
El hecho de que Natanayhu está muy lejos de disfrutar de un consenso nacional detrás de él en relación a Irán, incluso antes de que haya un solo disparo, me hace pensar que tal vez un ataque no está a la vuelta de la esquina al menos por el momento.
Carlos Braverman
Tel Aviv Israel
4 de octubre de 2011