sábado, 25 de febrero de 2012

NAPOLEÓN Y LOS JUDÍOS Por Ben Weider




Orgaización del culto israelita
Napoleón fue el primer jefe de Estado de Europa en acordar la libertad del culto para todas las religiones. En esta litografía de la época, se la concede al pueblo judío representado por la mujer que sostiene la ménorah. Estampa de la época.
Por el Doctor Ben Weider
Presidente de la Sociedad Napoleónica Internacional
Caballero de la Legión de Honor
Miembro del Alto Consejo Honorario del Instituto Napoleónico México-Francia
Caballero de la Orden nacional de Québec
Miembro del Salón de la Fama Canadiense (Canadian Hall of Fame) del Centro Comunitario Judío de Montreal.
Conferencia leída durante el Congreso de la Sociedad Napoleónica Internacional en Alejandría, Italia, del 21 al 26 de junio de 1997.
Traducción al castellano por el Instituto Napoleónico México-Francia ©.
Esta página está disponible al público de manera gratuita y puede ser reproducida con fines no lucrativos, siempre y cuando no sea mutilada, se cite la fuente completa y su dirección electrónica. De otra forma, requiere permiso previo por escrito de la institución.


EL GRAN SANEDRÍN

“Jamás, desde la toma de Jerusalem por Titus, tantos hombres ilustrados pertenecientes a la religión Moisés pudieron reunirse en un mismo lugar. Dispersos y perseguidos, los judíos fueron sometidos ya sea a impuestos punitivos, ya sea a la abjuración de su fe, o bien a otras obligaciones y concesiones opuestas a sus intereses y a su religión. Las circunstancias presentes son desde todo punto de vista diferentes a las que existieron en cualquier otra época. Los judíos ya no deben abandonar su religión ni aceptar las modificaciones que la profanarían en la letra o en el espíritu.”

“Durante las persecuciones de los judíos y durante las épocas en que debieron esconderse para escapar a dichas persecuciones, diferentes tipos de doctrinas y de costumbres vieron el día. Los rabinos tomaron individualmente la libertad de interpretar los principios de su fe cada vez que se presentaba una necesidad de clarificación. Pero la línea recta de la fe religiosa no puede ser trazada por gente aislada; debe ser establecida por un gran congreso de judíos legal y libremente reunidos y que comprenda miembros de las comunidades españolas y portuguesas, italianas, alemanas y francesas, es decir representantes de los judíos de más de los tres cuartos de Europa”.

23 de agosto de 1806, Napoleón a su ministro del Interior. Tomado de “El espíritu de Napoleón: Una selección de sus escritos y de sus declaraciones” editado por J. Christophe Herold.

“Debían huir para escapar a las piedras”

“Es un hecho extraordinario que los judíos, aunque dispersos en el mundo entero, hayan conservado las mismas costumbres y los mismos rasgos característicos. Antes de la Revolución de 1789, los judíos del condado Venaissin (une enclave del territorio papal, cercano a Aviñón en Francia) vivían en horribles condiciones. Los cristianos de esta región no consideraban que un hijo de Israel era un ser humano similar a ellos. Los judíos debían residir en un barrio que les era asignado y del cual no podían salir más que durante espacios horarios estrictamente impuestos. Si, por mala suerte, se encontraban en una calle en la que pasaba una procesión cristiana (lo que era frecuente), debían huir para escapar a las piedras que les eran lanzadas de todos lados.”

“Siempre tenían que portar un sombrero amarillo: las judías tenían que llevar una mascada del mismo color cruzada sobre su pecho. Malhaya a quienes dejaban su barrio sin esos signos distintivos. Los judíos debían obligatoriamente, inclinándose respetuosamente, saludar a todos los cristianos, incluso los mendigos, quienes les decían entonces “haced una ofrenda”. El judío debía obedecer y dar cinco tostones. Sólo Dios sabe cuantas piezas de de veinticinco centavos un judío estaba obligado a pagar de esta manera cada vez que salía de su casa.”

(Elzear Blaze, « La vida militar bajo Napoleón », traducido por John R. Elting).

Una de las numerosas contribuciones de Napoleón a la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones, y tal vez la más importante y la más durable, es el Código Civil. Comprometió su responsabilidad personal en la mayoría de los 2281 artículos que lo componen.

En esa época de la historia, los jefes políticos de la Revolución habían puesto trabas a las prácticas religiosas. Napoleón abrió las iglesias católicas cerradas desde hacía años y acordó la libertad de ce culto a los judíos y a los protestantes. En aplicación de la divisa « Libertad, Igualdad, Fraternidad », dio igualmente derecho de ciudadanía a los francmasones.

En aquel tiempo, los protestantes de Francia eran aproximadamente 680,000, o sea 480,000 calvinistas y 200,000 luteranos. Napoleón decidió que sus pastores recibirían un salario del Estado.


El Código Civil
o Código Napoleón
El Código Civil, también llamado Código Napoleón, promulgado en 1804, contiene 36 Leyes y 2281 artículos. Fue elaborado en cuatro meses de sesiones cotidianas, presididas en su mayoría por el Primer Cónsul en persona. El Código Napoleón sirvió de modelo a todos los juristas del Siglo XIX.



¿QUÉ LLEVÓ A NAPOLEÓN A INTERESARSE EN LOS JUDÍOS?

Napoleón Bonaparte no conoció judíos en su infancia, ni tal vez durante sus años de estudio en Francia. Su primer contacto con una comunidad judía se produjo el 9 de febrero de 1797 durante la Campaña de Italia.

Cuando Napoleón y su ejército entraron a Ancona, la comunidad judía de esa ciudad vivía confinada en un estrecho ghetto cerrado de noche. Le sorprendió constatar que ciertas personas llevaban gorros amarillos y brazales con la estrella de David. Preguntó la razón de ello a uno de sus oficiales. Éste le respondió que eran judíos que debían obligatoriamente regresar a su ghetto antes de la noche. Estaban marcados de esa manera para permitir verificar que no infringieran esta regla. Napoleón ordenó inmediatamente que los gorros y los brazales fueran quitados y los remplazó por la roseta tricolor. Suprimió el ghetto y dio instrucciones para que los judíos pudiesen practicar abiertamente su religión y vivir libremente en donde los desearan. Los judíos de Ancona estuvieron sorprendidos y encantados al constatar que los primeros soldados franceses que entraron en el ghetto eran judíos.

Más tarde, Napoleón liberó igualmente a los judíos de los ghettos de Roma, Venecia, Verona y Padua.

El “Liberador de Italia” abolió las leyes de la inquisición, y los judíos fueron finalmente libres.



¿POR QUÉ HIZO ESO NAPOLEÓN? ¿TENÍA UN MOTIVO?

He aquí otro hecho que merece ser señalado. El 12 de junio de 1798, cuando los franceses se apoderaron de Malta, Napoleón se enteró de que los Caballeros prohibían a los judíos practicar su religión en una sinagoga. Trataban a los prisioneros judíos como esclavos y los utilizaban o los vendían sin piedad. Napoleón dio inmediatamente a los judíos permiso de construir una sinagoga.

PREGUNTO NUEVAMENTE: ¿POR QUÉ NAPOLEÓN TUVO ESE COMPORTAMIENTO?
¿CUÁL PODÍA SER SU MOTIVACIÓN?

Pero he aquí un hecho sorprendente que es poco conocido.

Cuando los franceses asediaban San Juan de Acre, Napoleón había preparado una proclama creando en Palestina un Estado judío independiente.

Pensaba ocupar San Juan de Acre en los días siguientes y dirigirse enseguida a Jerusalem para lanzar ahí su proclama. A causa de los ingleses que acorrieron en ayuda de los turcos, no pudo realizar ese proyecto.

PROCLAMA A LA NACIÓN JUDÍA
Cuartel general Jerusalem,
1ero floreal, año VII de la República Francesa (20 de abril de 1799)
Bonaparte, comandante en jefe de las armadas de la República Francesa
en África y en Asia, a los herederos legítimos de la Palestina:

¡Israelitas, nación única que las conquistas y la tiranía han podido, durante miles de años, privar de su tierra ancestral, pero ni de su nombre, ni de su existencia nacional!

Los observadores atentos e imparciales del destino de las naciones, aún si no tienen los dones proféticos de Israel y de Joel, se dieron cuenta de la justeza de las predicciones de los grandes profetas quienes, la víspera de la destrucción de Sión, predijeron que los hijos del Señor regresarían a su patria con canciones y en la felicidad y que la tristeza y que los suspiros huirían para siempre jamás. (Isaías 35. 10).

¡De pie en la felicidad, los exiliados! Esta guerra sin ejemplo en toda la historia, ha sido emprendida por su propia defensa por una nación cuyas tierras hereditarias eran consideradas por sus enemigos como una presa ofrecida que desmenuzar. Ahora esta nación se venga de dos mil años de ignominia. Aunque la época y las circunstancias parecen poco favorables a la afirmación o hasta a la expresión de vuestras peticiones, esta guerra os ofrece hoy, contrariamente a toda espera, el patrimonio israelí.

La Providencia me ha enviado aquí con un joven ejército, guiado por la justicia y acompañado por la victoria. Mi cuartel general está en Jerusalem y en algunos días estaré en Damas, cuya proximidad ya no es de temer para la ciudad de David. ¡Herederos legítimos de la Palestina!

La Gran Nación que no trafica los hombres y los países según la manera de aquellos quienes han vendido vuestros ancestros a todos los pueblos (Joel 4. 6) no os llama a conquistar vuestro patrimonio. No, os pide tomar solamente lo que ya ha conquistado con su apoyo y su autorización de quedar amos de esta tierra y de conservarla a pesar de todos los adversarios.

¡Levantaos! Mostrad que todo el poder de vuestros opresores no ha podido aniquilar el valor de los descendientes de esos héroes que habrían hecho honor a Esparta y a Roma (Macabeo 12. 15). Mostrad que dos mil años de esclavitud no han sido suficientes para ahogar ese valor.

¡Apresuraos! Es el momento que tal vez no volverá de aquí a mil años, de reclamar la restauración de vuestros derechos civiles, de vuestro lugar entre los pueblos del mundo. Tenéis el derecho a una existencia política en tanto que nación entre las demás naciones. Tenéis el derecho de adorar libremente al Señor según vuestra religión. (Joel 4. 20).


Sin el fracaso frente a Acre, Napoleón, por medio de esta proclama impresa y fechada el 20 de abril de 1799, habría creado el Estado de Israel. Los judíos no hubieran debido esperar 150 años antes de volver a tener un estado independiente.

Esta proclama, sin embargo, produjo frutos. Dio nacimiento al sionismo al reforzar la idea de que era justo que los judíos recobraran una patria. Las ideas expresadas por Napoleón exaltaron el entusiasmo de todos aquellos que vieron en ellas la realización de la profecía bíblica según la cual los judíos recobrarían un día la posesión de la tierra de sus ancestros; muy especialmente en Inglaterra. Ciento dieciocho años más tarde, en 1917, el Conde de Balfour, que era el jefe del partido conservador, declaró que Inglaterra debía ayudar al pueblo judío a recuperar su patria en Palestina, pero no fue sino 31 años más tarde, en 1948, cuando el Estado de Israel será reconocido por un voto de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La declaración de Napoleón, ese primer día de Pascua de 1799, tendrá pues un papel importante en la creación del Estado de Israel.

En el Moniteur Universel de París, con fecha del 22 de mayo de 1799, hallamos: « Bonaparte ha publicado una proclama por medio de la cual invita a todos los judíos de Asia y de África a juntarse bajo su lábaro con miras a restablecer la antigua Jerusalem. Ya armó a un gran número, y sus batallones amenazan Alep. »

El 16 de agosto de 1800, Napoleón declaró: “Si yo gobernara una nación judía, restablecería el templo de Salomón.”



¿POR QUÉ HIZO NAPOLEÓN ESO?

Encontramos la respuesta a esta pregunta en el diario del doctor Barry O’Meara, el médico personal del Emperador en Santa Elena.

El 10 de noviembre de 1816, O’Meara había preguntado a Napoleón por qué había dado a los judíos tantos ánimos: El Emperador respondió, y lo cito: «Quería libertar a los judíos para hacer de ellos ciudadanos enteramente. Debían beneficiarse de las mismas ventajas que los católicos y los protestantes. Insistía en que fuesen tratados como hermanos puesto que somos todos herederos del judaísmo. Por lo demás, pensaba atraer a Francia un refuerzo precioso. Los judíos son numerosos y hubieran venido a instalarse en masa en un país que les acordaba más privilegios que cualquier otra parte. Sin los eventos de 1814, muchos judíos de toda Europa hubiesen ido a establecerse en Francia, en donde libertad, igualdad y fraternidad les eran aseguradas, y donde la puerta de los honores les estaba abierta. Así hubieran participado a la grandeza nacional».

A lo largo de su reinado, Napoleón sintió una gran simpatía por los judíos. Siempre hizo lo que le era posible para que éstos gozaran de los mismos derechos que los católicos y los protestantes.

La Revolución de 1789 había aligerado en Francia las medidas de ostracismo impuestas a los judíos. El 27 de noviembre de 1791, un decreto de la Asamblea Constituyente les había acordado la ciudadanía plenamente. De hecho, se trataba en este caso de una simple profesión de fe, sin dimensión práctica. En efecto, la Asamblea Legislativa no tomó ninguna medida de aplicación. En cuanto a la Convención, cerró las sinagogas, prohibió hablar hebreo y de una manera general le hizo la vida difícil a los judíos.

Durante el Directorio, las sinagogas fueron devueltas al culto y algunos judíos aislados pudieron dedicarse a los negocios o a una carrera política.

No obstante, la masa permaneció desaprobada o apenas tolerada. Cuando el poder es confiado a Napoleón en Francia, la condición de los judíos es pues precaria e inestable. Se halla sometida, según las regiones, al arbitrario de las costumbres locales, ora liberales, ora tiránicas. Las creencias personales de Napoleón en materia de religión nunca fueron demasiado marcadas. En cambio, tenía un espíritu de tolerancia fuera de comparación. Por doquier donde extendió su poder, estableció la libertad de cultos. Decía “La fe no es del dominio de la ley. Es un bien personal del hombre y nadie tiene derecho de pedirle que rinda cuentas sobre el tema”.

Él quería que los judíos tuvieran su Jerusalem en Francia

Metternich-Winneburg, quien era Cónsul de Austria en París, escribía en una carta dirigida en septiembre de 1806 al Conde Standion, Ministro de asuntos exteriores de Austria: « Todos los judíos ven en Napoleón a su Mesías. »

Napoleón fue el primer jefe de estado en acordar la igualdad a los judíos, en una época en que los demás los mantenían en la servidumbre. También suprimió los impuestos especiales impuestos a los judíos en Alemania y les dio, por vez primera, la igualdad cívica y política. Cuando una fuerte oposición se manifestó en Francia, Napoleón mantuvo firmemente su apoyo a los judíos.

Cuando Napoleón llegó al poder, no había más de 40,000 Judíos en toda Francia y estaban dispersos en diversas provincias. Era en Alsacia, en donde vivía la mitad de la población judía de Francia, donde las persecuciones eran más severas. En París, había aproximadamente 1,000 judíos. Les estaba prohibido dedicarse a los negocios, ocupar puestos oficiales y comprar propiedades.

Durante la elaboración de la ley del 8 de abril de 1802 sobre la organización de los cultos, el Consejero de Estado Jean-Etienne Portalis, principal autor del proyecto, declaró: “Los judíos gozarán, como los demás, de la libertad dictada por nuestras leyes.”

Aún cuando la oposición antisemita fue muy fuerte, Isaac Cerf-Beer, un ciudadano judío de los más eminentes, presentó a Portalis, recientemente nombrado ministro de los cultos, un notable plan de integración de los judíos en la nación. Este plan fue transmitido a Napoleón en el campo de Boloña en agosto de 1805. Lo aprobó y ordenó a Portalis ponerlo en práctica tan pronto como fuera posible.

En lo que concierne a los judíos, no cabe ninguna duda que las leyes de Napoleón constituyen el viraje decisivo que les permitió acceder a la libre sociedad tal como existe hoy en día.

Cerf-Beer jugó un papel importante en la abolición del gravamen impuesto a cada judío que pasaba un día en Estrasburgo. En la primavera de 1806, después de la campaña de Austerlitz, Napoleón intervendrá personalmente con el mayor vigor para que los judíos gocen realmente de una total libertad. Sin embargo, el «Mercure de France» publicó un artículo violentamente antisemita, en el cual se decía que para pretender a la libertad en Francia, los judíos deberían obligatoriamente convertirse al catolicismo. Una fuerte oposición dirigida por Molé, Beugnot, Ségur y Régnier trató de hacer abortar los planes de Napoleón a favor de los judíos.


Wieland y el Emperador Napoleón
Cristóbal Martín Wieland (1733-1813) era un poeta y filósofo judío de lo más respetado en Europa. Durante una estancia en Alemania, Napoleón insistió en conocerle.
Para dar fin a las arremetidas antisemitas retomadas por múltiples diarios, Napoleón declaró, lo cito: “No es de esta forma como se arreglará la cuestión judía. No se me podría proponer nada peor que expulsar de mis estados a un gran número de individuos que en ellos son hombres como los demás. Habría debilidad expulsando a los judíos, habrá fuerza asimilándolos.”

El 30 de mayo de 1806, un decreto prescribe la reunión en París de una asamblea compuesta por judíos de los más distinguidos y rabinos de todas las regiones de Francia con miras a estudiar y a establecer las formas propias para conferir a los israelitas la calidad política y civil de los franceses.

El sábado 26 de julio de 1806, ciento once representantes de la comunidad judía de los distritos de Francia y de Italia del norte se reúnen en la Capilla San Juan, una dependencia del ayuntamiento de París. Habían recibido una declaración del Emperador: « Mi deseo es hacer de los judíos de Francia ciudadanos útiles, conciliar sus creencias con su deber de franceses y alejar los reproches que pudieron hacérseles. Quiero que todos los hombres que viven en Francia sean iguales y gocen del conjunto de nuestras leyes. »


David Sintzheim (1745-1812)
Presidente del Gran Sanedrín, nombrado gran rabino del Consistorio central de los israelitas en el año 1808.
Desde la primera sesión, el banquero bordalés Abraham Furtado es elegido presidente. En su discurso inaugural hace, en términos vibrantes, elogio de Napoleón: “Aquel que quiso poner un fin a una sangrienta anarquía y a persecuciones seculares”.

La Asamblea va a estudiar diversas cuestiones en el transcurso de las sesiones llevadas a cabo en agosto y en septiembre. Si la mayoría no representan dificultades y suscitan respuestas francas, algunas, sin embargo, como los matrimonios mixtos y la definición de la usura dan lugar a debates confusos.

Es entonces cuando germina en el espíritu de Napoleón la idea de reunir al Gran Sanedrín a partir del año siguiente. De emanación esencialmente religiosa, el Gran Sanedrín es el consejo supremo de la nación judía. Esta asamblea había gobernado Israel de 170 antes de J.C. a 70 después de J.C.

El primero en levantarse contra este proyecto es Alejandro, el zar de Rusia. Se pronuncia violentamente contra la libertad acordada a los judíos y pide a la Iglesia Ortodoxa protestar con la mayor energía. Designa a Napoleón como « Anticristo y el enemigo de Dios ».

Un ataque ponzoñoso viene del Santo Sínodo de Moscú que proclama: « Con el fin de destruir las bases de las iglesias del Cristianismo el Emperador de los franceses ha invitado a su capital a todas las sinagogas judaicas y tiene el proyecto de fundar un nuevo Sanedrín hebreo, que es el mismo tribunal que osó antaño condenar a la cruz al Señor Jesús ».

En la católica Austria, la irritación es grande.

En Prusia, la iglesia luterana se muestra muy hostil y las reacciones en Italia, aunque menos virulentas, son sin embargo desfavorables. La reacción de Londres es también formal: « Rechazamos la política y la doctrina de semejante Asamblea. »

Napoleón no toma en cuenta esas protestas, aunque sean apoyadas, en la misma Francia, por personalidades muy influyentes.

Poco después de la victoria de Jena, dirige de Posen, el 29 de noviembre de 1806, una nota de ocho páginas en la que ya entrevé el estatuto que se le acordará a los judíos.

El Gran Sanedrín se reúne solemnemente el 9 de febrero de 1807 para llevar a cabo una sesión de un mes. El ceremonial es calcado de que se usaba en el Estado hebreo, hace dos mil años. La Capilla San Juan es dotada esta vez de una vasta mesa en semicírculo alrededor de la cual toman lugar los setenta y uno, como en el Templo de Jerusalem.

Comentando las disposiciones tomadas en el transcurso del Gran Sanedrín, el viejo rabino Sinzheim diría durante su alocución de clausura: “... y a tí, Napoleón, a tí, el bien amado, a tí, el ídolo de la Francia y de la Italia, a tí, el terror de los soberbios, el consolador del género humano, el apoyo de los afligidos, el padre de todos los pueblos, el elegido del Señor, Israel te eleva un templo en su corazón; todos sus pensamientos se dirigen sin cesar hacia todo lo que puede colmar tu felicidad. Dispón, sí, dispón completamente de la vida y de los sentimientos de aquellos a quienes acabas de poner en el rango de tus hijos, haciéndolos participar en todas las prerrogativas de tus más fieles súbditos.”


El Gran Sanedrín, que se reunió del 9 de febrero al 9 de marzo de 1807
El Gran Sanedrín era la más alta Asamblea de la nación judía. No había celebrado sesión desde hacía 18 siglos. Napoleón tuvo la idea de reunir a los principales notables judíos de toda Europa, con el fin de permitirles exponer los problemas que les concernían. Convocado por decreto del 23 de agosto de 1806, el Gran Sanedrín se reunió del 9 de febrero al 9 de marzo de 1807. Al final de la primera reunión, Napoleón fue proclamado el « Ciro » de los tiempos modernos (aquel rey de Persia, Cyrus el Grande, a quien se le debió la primera restauración de Israel). Fue calurosamente glorificado por todos los representantes unánimes.

El decreto de 1806 había liberado a los judíos de su aislamiento. El Gran Sanedrín de 1807, haciendo del judaísmo un tercer culto oficial, los ligaba estrechamente a su patria nueva. Las resoluciones del Sanedrín de 1807 conforman así una suerte de concordato que sigue siendo, aún hoy, la base orgánica del judaísmo francés.

Sin embargo, la oposición no se dio por vencida. El Cardenal Fesch, tío de Napoleón, le dijo “¿Sabéis que las Santas Escrituras predicen que el fin del mundo llegará cuando los judíos sean reconocidos como pertenecientes a una nación constituida?”.

El Mariscal Kellerman, apoyado por Molé, moviliza la oposición antisemita, lo que le cuesta ser objeto de las amonestaciones del Emperador: « Hay que impedirse reprochar al conjunto de los judíos lo que no es el hecho más que de una minoría de ellos. »

Chateaubriand declara: «... medidas impuestas que, de efecto en efecto, harán caer las finanzas del mundo en los quioscos de los judíos, y acarrearán por doquier una subversión total. »

A causa de toda esta oposición y tal vez sobretodo a razón de su luna de miel con el zar Alejandro, después de Tilsitt, Napoleón acepta firmar, el 17 de marzo de 1808, un decreto restrictivo que limitaba las libertades acordadas a los judíos.

El 11 abril 1808, Napoleón recibía al Sr. Furtado y a Maurice Levy de Nancy, quienes querían expresar la emoción de sus correligionarios acerca del decreto restrictivo. Después de haberlos escuchado, el Emperador dio inmediatamente la orden de anular este decreto en 13 distritos del sur, del suroeste y de las Vosges. En junio, fueron Livorno y los bajos Pirineos los que gozaron de esta medida.

Así, al cabo de tres meses, más de la mitad de los distritos restablecieron la libertad total para todos sus ciudadanos judíos.

En 1811, las últimas restricciones fueron levantadas en Alsacia. A partir de esta fecha nada en las actividades civiles o políticas en Francia distinguió a los judíos de los no judíos.

Una anécdota muestra hasta qué punto Napoleón era sensible a la causa judía. Una vez mientras condecoraba a un joven soldado, David Bloom, éste le dijo: “Majestad, yo soy de alsaciano y no puedo aceptar una condecoración mientras mis parientes no sean completamente libres.” El Emperador decidió entonces abolir las últimas restricciones.

Los judíos pudieron seguir los cursos de las Universidades y escoger su profesión en todas las ramas de la sociedad.

El Almanaque Imperial de 1811 menciona que la religión judía es una de las tres religiones oficiales de Francia. Las decisiones de Napoleón para libertar a los judíos se extendieron a todos los países bajo su autoridad. El Código Civil aseguró la libertad, igualdad, fraternidad para todos, cualesquiera que fuesen su religión o rango social.

En 1811, gracias a Napoleón, Portugal acordó a los judíos la total libertad y les permitió abrir sus sinagogas que estaban cerradas desde hacía más de 200 años.

En Alemania, en los Países Bajos y en Italia los judíos conocieron, por primera vez, la sensación de entrar en la vida moderna con la posibilidad de participar como hombres libres en la sociedad.

En las partes de España que no estaban bajo la autoridad de Francia, la inquisición proseguía sus torturas y sus perjuicios.

Después de Waterloo, la Santa Alianza reunida en Viena suprimió en toda Europa las leyes liberales de Napoleón. El retroceso más grave se produjo en los Estados del Papa. Era como si Pío VII hubiese querido vengarse sobre la población judía de las humillaciones que había sufrido en tiempos de Napoleón. Hizo restablecer los ghettos e impuso de nuevo la estrella amarilla.

En Francia y en Holanda, no fue hasta 1830 cuando los judíos recobraron la total libertad. Luego fue el caso en Suecia en 1834 y en Suiza en 1838. Es notable que en Inglaterra los judíos no fueron libertados hasta 1858. Lord Lionel Rothchild tuvo que ser elegido cinco veces antes de tener el derecho de tener un escaño en el Parlamento.

Es un hecho histórico que el final del reino de Napoleón conllevó un retroceso de la emancipación y hundió a los judíos en la desesperación. Hay que notar igualmente que las leyes de 1808 restablecidas en 1830, están todavía en vigor en Francia.

El encuentro del pueblo judío y de Napoleón marca un hito en la historia del judaísmo. En efecto, el Emperador es el primer jefe de Estado de los tiempos modernos en haberse interesado con lucidez y benevolencia en los problemas del pueblo judío y en haberle brindado soluciones satisfactorias y conformes a la ética universal de los derechos del hombre.

Napoleón hizo más que los demás jefes de Estado antes que él, para garantizar la seguridad y la libertad religiosa de los judíos en todas las naciones que controlaba. No tenía sin embargo sino bien pocas ventajas políticas que esperar de sus decisiones generosas, pues no había más de 40,000 judíos en esa época en Francia.

Los judíos de Francia y del Imperio reconocieron que sus beneficios eran la marca de un gran corazón y de su respeto por todas las etnias y religiones. Le estaban tan agradecidos, que compusieron la plegaria siguiente en su honor. Esta plegaria estaba comprendida en todos los misales de todas las sinagogas del Imperio. Como consecuencia, todos los fieles conocían esta plegaria que recitaban frecuentemente.

Plegaria de los hijos de Israel
Ciudadanos de Francia y de Italia
por el éxito y la prosperidad de nuestro Señor
el Emperador, el Rey Napoleón el Grande
(Que su gloria centellee)

Compuesta en el mes de Mar-Hechran, año 5567 (1807)
Salmos 20, 21, 27, 147

Imploro al Eterno, creador del cielo, de la tierra y de todo lo que en ellos vive. Tu as establecido todas las fronteras del mundo y fijado a cada pueblo su lenguaje. Tú has dado a los reyes el cetro del poder para que gobiernen con equidad, justicia y rectitud a fin de que cada uno, en su lugar, pueda vivir en paz.

Qué bienaventurados somos, cuan agradable es nuestra suerte desde que colocaste a Napoleón el Grande en los tronos de Francia y de Italia. Ningún otro hombre es tan digno de reinar, ni merece tantos honores y gratitud; él dirige a los pueblos con una autoridad benefactora y toda la bondad de su corazón.

Cuando los reyes de la tierra le han librado batalla, tú, Dios, le has prodigado tus beneficios, lo has protegido, le has permitido someter a sus enemigos. Le han pedido misericordia y él, en su generosidad, se las ha acordado.

Ahora, nuevamente, los reyes se han ligado para traicionar los tratados y remplazar la paz por la sangre de la guerra. Ejércitos se han juntado para combatir al Emperador; he aquí a los enemigos que avanzan y que nuestro amo con su poderosa armada se prepara a rechazar la agresión.

¡Oh Dios! Amo de la grandeza, de la fuerza, del poder y de la belleza, te imploramos mantenerte cerca de él. Ayúdale, sostenle, protégele y sálvale de todo mal. Dile « Yo soy tu salvador » y dale tu luz y tu verdad para guiarle.

Por piedad, desbarata los complots de todos sus enemigos. Que en las decisiones del Emperador aparezca tu esplendor. Refuerza y consolida sus legiones y a sus aliados, que todos sus movimientos estén marcados de inteligencia y de éxito.

Dale la victoria y obliga a sus enemigos a inclinarse ante él y a pedirle la paz. Esta paz, él se las concederá pues no desea sino la paz entre todas las naciones.

Dios de clemencia, Amo de la paz, implanta en el corazón de los reyes de la tierra sentimientos pacíficos para el mayor bien de toda la humanidad. No permitas a la espada venir donde nosotros a derramar la sangre de nuestros hermanos. Haz que todas las naciones vivan en la paz y la prosperidad eterna.

Amén.

BIBLIOGRAFÍA

1. Anchel, Napoléon et les Juifs, 1928
2. C. Roth, The Jews of Malta in: Transactions of the Jewish Historical Society of England, XII (1931).
3. The Jewish Press Magazine, abril de 1998, página 69.
4. The Memoirs of Dr. Barry O'Meara.
5. The New Judea, vol. 16, September 1949.
6. Simon Schwarz Fuchs, Napoleon, the Jews and the Sanhedrin.
7. Proctor Jones, The Memoirs of Baron Fain, First Secretary of the Emperor Cabinet, first edition, 1998.
8. Frans Kobler, Napoleon and the Jews (1975).
9. A.S. Yahuda, Conception d’un état juif par Napoléon, Evidences publication, 1951, nº 19, Mayo-Junio.

Ver también en este sitio:

- Napoleón, libertador castigado de los judíos, por el general Michel Franceschi.
- Cántico dirigido a Napoleón el Grande, por Moisés Milliaud.
- Napoleón, ¿un fundador del sionismo?, por Isis Wirth Armenteros..
- La interrogación napoleónica, por Douglas Lancelot Reed.
- Napoleón y los judíos, por isis Wirth Armenteros.



jueves, 23 de febrero de 2012

Bibi, las campanas doblan por ti por Carlos Braverman



Muchos amigos me preguntan escribiendo o en llamadas telefónicas sobre las posibilidades reales de un enfrentamiento Israel-EEUU con Irán, en ese orden, Israel primero. Escribo entonces estas líneas.
Netanyahu está convencido de que EE.UU no levantará un dedo para salvar a los judíos de Israel. Así que cree únicamente en la capacidad defensiva de Israel considerándola como infalible y la última defensa de la revolución sionista. La opción militar es por ahora parte del juego diplomático y tuvo éxito cercando política y económicamente a Irán.
Los tiempos de este juego se agotan y estamos muy cerca de un borde sumamente peligroso si de pronto la opción militar, se convierte en una opción real. En ese caso nuestra situación no es muy clara.
Supongamos que se pueda contar con la cantidad necesaria de aviones, supongamos que milagrosamente se pueda cruzar el espacio aéreo turco y por Gracia Divina se pueda proteger el frente interno con una suficiente cantidad de despliegue anti misiles por parte de Cúpula de Hierro, aún así la cantidad actual de misiles que nos apuntan, no desciende de 200 mil y la retaguardia sería entonces, nuestro verdadero frente.
Las propias cuatro bombas nucleares que hipotéticamente posee Israel y la gran cantidad de cabezas nucleares que también hipotéticamente están en su haber, no tienen tampoco otro fin que la disuasión, pues su utilización dañaría su propio territorio y población.
Los ayatolas no están en su mejor momento y es claro que se les puede obsequiar una legitimización valiosa y muy cara para nosotros que les alivie la agonía y hasta les permita recuperar su alicaída salud.
Hay una verdadera incapacidad para proteger el frente interno israelí, ya las carencias más importantes en la guerra del Líbano II se centraron en la falta de una defensa civil efectiva.
Geopolíticamente Israel tampoco puede forzar las alianzas estratégicas que le permiten la disuasión necesaria en la zona. Toda la postura disuasiva de Israel, que es lo que impide que esos 200 mil misiles apuntando que mencioné antes exploten aquí, se deriva de la alianza con Estados Unidos. Si Israel se ve en esta región no como parte del orden mundial estadounidense, cosa imposible hoy por hoy, sino como enfrentado a Estados Unidos, la disuasión se destruyó.
Ninguna guerra a partir de la de Yom Kipur fue inevitable y los resultados como las consecuencias posteriores, no fueron dignas de exhibirse como meritorios aportes para nuestra existencia y superación.
Hoy la ciudadanía está buscando mejorar la calidad de vida y la solvencia de una democracia alicaída al punto de lo peligroso. Yo diría que el gabinete, debe dejar de preguntarse por el sonido de las campanas, pues es hora de averiguar de dónde viene.
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Militante por la coexistencia judéo-árabe. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv).
Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).
*Solamente se puede reproducir en forma parcial o total citando autor y fuente.
Derechos reservados: Instituto Campos Israel ISBN963-03- 0316- 2 מסת"ב


domingo, 12 de febrero de 2012

Casi un año de la Primavera Árabe



عودة الروح: روحٌ جديدة 2011 | רוח ג'דידה | רוח חדשה Nuevo espíritu.2011 | Young Mizrahi Israelis’ open letter to Arab peers |

A los hombres y mujeres de nuestra generación en Oriente Medio y África del Norte
רוח ג'דידה / רוח חדשה 2011 – מכתב בנות ובני יוצאי ארצות ערב והאיסלאם בישראל לבנות ובני דורנו במזרח התיכון ובצפון אפריקה
Un grupo de poetas y escritores israelíes, procedente sus ascendientes de los países árabes, son los autores de una carta abierta a sus contemporáneos en la región.
Un grupo de poetas israelíes y escritores cuyo origen es de los países árabes, encabezados por el escritor Almog y el poeta Behar, escribieron una carta abierta a sus contemporáneos en la zona en la que desean expresar su solidaridad y su creciente interés por las revoluciones en el mundo árabe.
La denominan carta de "un nuevo espíritu” , "espíritu de reconciliación, por una visión sobria, lucha por la justicia, el respeto de las diferentes religiones y culturas diferentes”
Nosotros, descendientes de comunidades judías en el mundo árabe y musulmán, del Mashrek (oriente) y el Maghreb (oeste), y como segunda y tercera generación de sefardíes y mizrajim (judíos orientales) en Israel, seguimos con gran emoción y enorme curiosidad el rol central que cumplen con gran coraje las mujeres y los hombres de nuestra generación en el mundo árabe en sus manifestaciones y protestas por la libertad y el cambio. Nos identificamos y tenemos esperanza en cuanto a las revoluciones que tuvieron éxito en Túnez y en Egipto, y sentimos dolor y tensión ante la gran pérdida de vidas en Libia, Bahrein, Yemen, Siria y otros lugares.
La protesta de nuestra generación contra la represión, contra los regímenes esclavizantes y explotadores, el llamado al cambio, a la libertad y a la constitución de regímenes democráticos, que permitan la participación de los ciudadanos en los procesos políticos, representa un momento dramático en la historia del Medio Oriente y de Africa del Norte fracturados hace generaciones entre diversas fuerzas, externas e internas, que arrollaron los derechos políticos, económicos y culturales de la mayoría de sus ciudadanos.
Somos israelíes y somos descendientes de judíos que vivieron en el Medio Oriente y en Africa del Norte durante siglos. Nuestros antepasados contribuyeron al desarrollo de la cultura de la región y fueron parte de ella. Así también para nosotros, la cultura de los países del Islam y el sentido de pertenencia a esta región son parte inseparable de nuestra identidad. Sentimos que somos parte de la historia religiosa, cultural y lingüística del espacio del oriente medio y nor-africano, a pesar que pareciera que hemos sido "olvidados" como hijos de esta historia: primero en Israel, que se imagina a si misma como si estuviera ubicada entre el continente europeo y Norteamérica; y luego en el mundo árabe, que pareciera muchas veces haber aceptado la dicotomía entre judíos y árabes y la imagen de los judíos como europeos, y prefirió reprimir la historia de los judeo-árabes como un capítulo marginal de su pasado, o como uno que ni siquiera existió; y tercero, y hay que confesarlo, dentro de las mismas comunidades orientales, que muchas veces, tras el colonialismo occidental, el nacionalismo judío y el nacionalismo árabe, se avergonzaron de su pasado común con los pueblos árabes, y así muchas veces intentamos acomodarnos en las corrientes más poderosas de la sociedad, borrando o disminuyendo nuestro pasado. Las inmensas influencias mutuas entre la cultura judía y la árabe fueron sometidas a un duro intento por borrarlas en las recientes generaciones, pero aún se puede también distinguir sus señales en distintos ámbitos de la vida, entre ellos la música, la oración, la lengua y la literatura.
Queremos expresar nuestra identificación y nuestra esperanza en esta etapa de cambio generacional en la historia del oriente medio y del norte de África, y esperamos que traiga una apertura de libertades y justicia, y de una distribución justa de los recursos de la región, y nos dirigimos a las mujeres y hombres de nuestra generación en el mundo árabe y musulmán con la aspiración a un diálogo sincero que nos incluya en la historia y cultura de la región.
Observamos con envidia las imágenes de Túnez y de la plaza Tahrir (en árabe significa liberación), ante la capacidad de organizar una resistencia cívica no-violenta que logró sacar a cientos de miles a las calles y plazas, y finalmente obligó a los gobernantes a renunciar. También nosotros vivimos una realidad en la que un régimen a pesar de su pretensión de presentar una apariencia ilustrada y democrática no representa a amplios sectores de los habitantes del país, dentro de las fronteras de la línea verde (fronteras de junio de 1967, Israel internacional y legalmente reconocido) y en los territorios ocupados, avasalla con los derechos económicos de la mayoría de los ciudadanos, se encuentra en un proceso de reducción de las libertades democráticas, y construye muros racistas ante la cultura del oriente, la judía y la árabe. Pero, a diferencia de los ciudadanos de Túnez y de Egipto nosotros estamos aún lejos de la capacidad de crear una solidaridad entre los distintos grupos como la vista en Túnez y en Egipto, de unirse y marchar juntos hacia las plazas, todos los habitantes, reclamando un régimen cívicamente, económicamente y culturalmente justo.
Creemos que nuestra lucha en Israel como sefardíes y mizrajim (judíos orientales) por nuestros derechos económicos, sociales y culturales, se apoya en la comprensión que un cambio político no puede basarse en las potencias de occidente que explotaron a nuestra región y sus ciudadanos durante largas generaciones. El cambio tiene que surgir de un diálogo regional interno, y en conexión con las diferentes luchas que se realizan hoy en los países árabes, y específicamente también en las luchas de los palestinos ciudadanos de Israel, por derechos políticos y económicos dentro del estado de Israel, y frenar su exclusión racista, y de los palestinos en Cisjordania y en Gaza que viven bajo ocupación militar, en su reivindicación por terminar la ocupación y obtener la independencia.
En nuestro mensaje anterior tras el discurso de Obama en El Cairo en 2009 hicimos un llamado al surgimiento de la identidad medio-oriental democrática y a nuestra inclusión en ella. Ahora esperamos que nuestra generación, en todo el mundo árabe, musulmán y judío, sea una generación de renovados puentes, que sorteen los muros y la hostilidad de generaciones anteriores, y que reanude el diálogo profundo, sin el cual nosotros no nos podemos concebir a nosotros mismos, entre judíos, sunitas, shiitas y cristianos, entre árabes, curdos, bérberes, turcos y persas, entre sefardíes y ashkenazies (judíos de origen europeo), entre palestinos e israelíes. Teniendo un pasado en común miramos hacia el futuro con identificación y esperanza. Creemos en el diálogo regional interno, con el objetivo de corregir y reconstruir todo lo que fue destruido en las últimas generaciones, como la clave para renovar el modelo de sociedad musulmana-judía-cristiana de Al Andalus, con la ayuda de Dios, Inshaalá (Dios quiera, en árabe), y como una introducción a una era de oro cultural e histórica para nuestros países. Esta era de oro no podrá crearse sin una ciudadanía democrática igualitaria, sin justicia económica distributiva en los recursos y en las oportunidades y la educación, sin igualdad entre mujeres y hombres, y sin aceptar a todos los humanos, con sus creencias, sus colores, sus orígenes de clase, su sexo, sus inclinaciones sexuales y su pertenencia confesional y étnica, como partes iguales en la construcción de la nueva sociedad a la que aspiramos. Estamos comprometidos a obtener estos objetivos, en un diálogo continuo entre todos los ciudadanos de la región, y en un diálogo nuestro con judíos de distintos grupos en nuestro país y en el mundo.
Shva Salhoov (Libia), Naama Gershy (Serbia, Yemen), Yael Ben-Yefet (Iraq, Eden), Leah Aini (Grecia, Turquía), Yael Berda (Túnez), Aharon Shem-Tov (Iraq, Kurdistán iraní), Yosi Ohana (nacido en Marruecos), Yali Hashash (Libia, Yemen), Yonit Naaman (Yemen, Turquía), Orly Noy (nacida en Iran), Gadi Algazi (Yugoeslavia, Egipto), Mati Shemoelof (Iran, Iraq, Siria), Eliana Almog (Yemen, Alemania), Yuval Evri ((Iraq), Ophir Tubul (Marruecos, Argelia), Moti Gigi (Marruecos), Shlomit Lir (Iran), Ezra Nawi (Iraq), Hedva Eyal (Iran), Eyal Ben-Moshe (Yemen), Shlomit Binyamin (Cuba, Siria, Turquía), Yael Israel (Turquía, Iran), Benny Nuriely (Tunisia), Ariel Galili (Iran), Natalie Ohana Evry (Marruecos, Gran Bretaña), Itamar Toby Taharlev (Marruecos, Jerusalem, Egipto), Ofer Namimi (Iraq, Marruecos), Amir Banbaji (Siria), Naftali Shem-Tov (Iraq, Kurdistan iraní), Mois Benarroch (born in Marruecos), Yosi David (Tunéz, Iran), Shalom Zarbib (Argelia), Yardena Hamo (Kurdistan iraquí), Aviv Deri (Marruecos) Menny Aka (Iraq), Tom Fogel (Yemen, Polonia), Eran Efrati (Iraq), Dan Weksler Daniel (Siria, Polonia, Ucrania), Yael Gidnian (Iran), Elyakim Nitzani (Líbano, Iran, Italia), Shelly Horesh-Segel (Marruecos), Yoni Mizrahi (Kurdistán), Betty Benbenishti (Turquía), Chen Misgav (Iraq, Polonia), Moshe Balmas (Marruecos), Tom Cohen (Iraq, Polonia, Inglaterra), Ofir Itah (Marruecos), Shirley Karavani (Túnez, Libia, Yemen), Lorena Atrakzy (Argentina, Iraq), Asaf Abutbul (Polonia, Rusia, Marruecos), Avi Yehudai (Iran), Diana Ahdut (Iran, Jerusalem), Maya Peretz (Nicaragua, Marruecos), Yariv Moher (Marruecos, Alemania), Tami Katzbian (Iran), Oshra Lerer (Iraq, Marruecos), Nitzan Manjam (Yemen, Alemania, Finlandia), Rivka Gilad (Iran, Iraq, India), Oshrat Rotem (Marruecos), Naava Mashiah (Iraq), Zamira Ron David (Iraq) Omer Avital (Marruecos, Yemen), Vered Madar (Yemen), Ziva Atar (Marruecos), Yossi Alfi (nacido en Iraq), Amira Hess (nacida en Iraq), Navit Barel (Libia), Almog Behar (Iraq, Turquía, Alemania).


אנחנו, כצאצאיות וצאצאים לקהילות היהודיות בעולם הערבי והמוסלמי, במשרק ובמגרב, וכדור שני ושלישי של מזרחים בישראל, מתבוננים בהתרגשות רבה ובסקרנות עצומה בתפקיד המרכזי שתופסים באומץ כה רב הנשים והגברים בני דורנו ברחבי העולם הערבי בהפגנות ובמחאות למען חירות ושינוי. אנו מלאי הזדהות ותקווה באשר לעתיד המהפכות שזכו להצלחה, בתוניסיה ובמצרים, וחשים כאב ומתח לאור אובדן החיים הרב בלוב, בחריין, תימן, סוריה ומקומות נוספים.
המחאה של בני דורנו כנגד הדיכוי, כנגד משטרים משעבדים ומנצלים, והקריאה לשינוי, לחירות ולכינון משטרים דמוקרטיים, אשר יאפשרו את השתתפות האזרחים בתהליכים הפוליטיים, מסמלת רגע דרמטי בהיסטוריה של המזרח-התיכון וצפון-אפריקה שנקרע מזה דורות בין כוחות שונים, חיצוניים ופנימיים, אשר רמסו את זכויותיהם הפוליטיות, הכלכליות והתרבותיות של רוב אזרחיו.
אנחנו ישראלים, ואנחנו צאצאים ליהודים שחיו במזרח התיכון ובצפון-אפריקה במשך מאות ואלפי שנים. אבותינו ואמהותינו תרמו להתפתחות תרבות האזור, והיוו חלק ממנה. כך גם עבורנו, תרבות ארצות האיסלאם ותחושת השייכות רבת הדורות לאזור הן חלק בלתי נפרד מזהותנו. אנחנו חשים שותפות להיסטוריה הדתית, התרבותית והלשונית של המרחב המזרח-תיכוני והצפון-אפריקאי, אף על פי שדומה ש"נשכחנו" כבני היסטוריה זאת: ראשית בישראל, המדמיינת עצמה כמצויה בין יבשת אירופה לבין צפון-אמריקה; שנית בעולם הערבי, אשר דומה כי קיבל פעמים רבות את הדיכוטומיה בין יהודים לערבים ואת הדמיון של היהודים כאירופאים, והעדיף להדחיק את ההיסטוריה של היהודים-הערבים כפרק שולי בעברו, או ככזה שכלל לא התקיים; ושלישית, יש להודות, בתוך הקהילות המזרחיות עצמן, אשר פעמים רבות, בעקבות הקולוניאליזם המערבי, הלאומיות היהודית והלאומיות הערבית, התביישו בעבר המשותף להן ולעמי ערב, וכך פעמים רבות ניסינו להשתלב בזרמים החזקים יותר בחברה, תוך מחיקה או צמצום של עברנו. ההשפעות ההדדיות העצומות בין התרבות היהודית לערבית היו נתונות לניסיון מחיקה קשה בדורות האחרונים, אך גם ניתן להבחין בסימניהן במרחבים רבים בחיים, ביניהם המוזיקה, התפילה, הלשון והספרות.
אנחנו מבקשים לבטא את ההזדהות ואת התקוות שלנו בשלב זה של מעבר דורות בהיסטוריה המזרח-תיכונית והצפון-אפריקאית, ומקווים כי הוא יביא פתח לחירויות ולצדק, ולחלוקה הוגנת של המשאבים של האזור, ופונים אל בנות ובני דורנו בעולם הערבי והמוסלמי בשאיפה לדיאלוג כן אשר יכיל אותנו בתוך ההיסטוריה והתרבות של האזור.
התבוננו בתמונות מתוניסיה ומכיכר א-תחריר בקנאה, לאור היכולת לארגן התנגדות אזרחית לא אלימה אשר הצליחה להוציא מאות אלפים אל הרחובות והכיכרות, ואילצה בסופו של דבר את השליטים להתפטר. גם אנחנו חיים במציאות שלטונית שעל אף התיימרותה להציג חזות נאורה ודמוקרטית אינה מייצגת חלקים נרחבים מאוכלוסיית המדינה, בשטחים ובתוך הקו הירוק, רומסת את הזכויות הכלכליות של רוב האזרחים, נמצאת בתהליך של צמצום החירויות הדמוקרטיות, ובונה חומות גזעניות מול תרבות המזרח היהודית והערבית. אך בשונה מאזרחי תוניסיה ומצרים אנחנו עדיין רחוקים מן היכולת ליצור סולידריות בין הקבוצות השונות כמו זו שנראתה במצרים ובתוניסיה, להתאחד ולצעוד יחדיו, כלל התושבים, אל הכיכרות בתביעה למשטר צודק, אזרחית, כלכלית ותרבותית.
אנו מאמינים כי המאבק שלנו כמזרחים בישראל על זכויותינו הכלכליות, החברתיות והתרבותיות, נשען על ההבנה ששינוי פוליטי אינו יכול להישען על מעצמות המערב אשר ניצלו את אזורנו ואת אזרחיו לאורך דורות ארוכים. שינוי חייב לנבוע מתוך דיאלוג פנים אזורי, ומתוך חיבור למאבקים השונים המתנהלים כיום בארצות ערב, ובאופן ספציפי גם למאבקים של הפלסטינים אזרחי ישראל, לזכויות פוליטיות וכלכליות שוות בתוך מדינת ישראל, ועצירת דחיקתם הגזענית, ושל הפלסטינים בגדה ובעזה, החיים תחת כיבוש צבאי, בתביעתם לסיום הכיבוש ולעצמאות.
במכתבנו הקודם קראנו בעקבות נאום אובמה בקהיר ב-2009 לעליית הזהות המזרח-תיכונית הדמוקרטית ולשותפותנו בתוכה. עתה אנו מקווים כי הדור שלנו, בכל רחבי העולם הערבי, המוסלמי והיהודי, יהיה דור של גשרים מחודשים, שידלגו על פני החומות והאיבה של הדורות הקודמים, ויחדשו את הדיאלוג העמוק, שאנחנו איננו יכולים להבין את עצמנו בלעדיו, בין יהודים, סונים, שיעים ונוצרים, בין ערבים, כורדים, בֶּרְבֶּרִים, תורכים ופרסים, בין מזרחים לאשכנזים, בין פלסטינים לישראלים. כבעלי עבר משותף אנו מביטים בהזדהות ובתקווה גם אל עבר העתיד. אנחנו מאמינים בדיאלוג הפנים אזורי, שמטרתו לתקן ולשקם את כל מה שנהרס בדורות האחרונים, כמפתח לחידוש מודל השותפות המוסלמי-יהודי-נוצרי של אנדלוס, בעזרת השם, אינשאללה, וכפתח לתור-זהב תרבותי והיסטורי של ארצותינו. תור-זהב זה לא יוכל להיווצר ללא אזרחות דמוקרטית שווה, ללא צדק חלוקתי כלכלי במשאבים ובהזדמנויות ובחינוך, ללא שיוויון בין נשים וגברים, וקבלת בני האדם כולם, על אמונתם, צבעם, מעמדם, מינם, נטיותיהם המיניות ועדתם, כחלקים שווים בבניית החברה החדשה לה אנו שואפים. אנו מחוייבים להשגת מטרות אלו, בדיאלוג מתמיד בין כל אזרחי האזור, ובדיאלוג שלנו עם יהודים מקבוצות שונות בארץ ובעולם.
על החתום:
שבא סלהוב (לוב), נעמה גרשי (תימן, סרביה), יעל בן-יפת (עיראק, עדן), לאה איני (נשדידן-תורכיה, יוון), יעל ברדה (תוניסיה), אהרון שם-טוב (כורדיסטאן האיראנית, עיראק), יוסי אוחנה (יליד מרוקו), יאלי השש (תימן, לוב), יונית נעמן (תימן, תורכיה), אורלי נוי (ילידת איראן), גדי אלגזי (מצרים, יוגוסלביה), מתי שמואלוף (סוריה, עיראק, איראן), אליענה אלמוג (תימן, גרמניה), יובל עברי (עיראק), אופיר טובול (מרוקו, אלג'יריה), מוטי גיגי (מרוקו), שלומית ליר (איראן), עזרא נאווי (עיראק), חדוה אייל (איראן), אייל בן-משה (תימן), שלומית בנימין (תורכיה, סוריה, קובה), יעל ישראל (איראן, תורכיה), בני נוריאלי (תוניסיה), אריאל גלילי (איראן), נתלי אוחנה-עברי (מרוקו, בריטניה), איתמר טובי טהרלב (מצרים, ירושלים, מרוקו), עופר נמימי (עיראק, מרוקו), אמיר בנבג'י (סוריה), נפתלי שם-טוב (כורדיסטאן האיראנית, עיראק), מואיז בן-הראש (יליד מרוקו), יוסי דוד (איראן, תוניסיה), שלום זרביב (אלג'יריה), ירדנה חמו (כורדיסטאן העיראקית), אביב דרעי (מרוקו), מני אקא (עיראק), תום פוגל (תימן, פולין), ערן אפרתי (עיראק), דן וקסלר דניאל (סוריה, פולין, אוקראינה), יעל גידניאן (איראן), אליקים ניצני (לבנון, איראן, איטליה), שלי חורש-סגל (מרוקו), יוני מזרחי (כורדיסטאן), אופיר איטח (מרוקו), בטי בנבנישתי (תורכיה), חן משגב (עיראק, פולין), משה בלמס (מרוקו), תום כהן (עיראק, פולין, אנגליה), שירלי קרוואני (תימן, לוב, תוניסיה), לורנה אטרקצי (עיראק, ארגנטינה), אסף אבוטבול (מרוקו, רוסיה, פולין), אבי יהודאי (איראן), דיאנה אחדות (איראן, ירושלים), מאיה פרץ (מרוקו, ניקרגואה), יריב מוהר (מרוקו, גרמניה), תמי קצביאן (איראן), אושרה לרר (עיראק, מרוקו), ניצן מנג'ם (תימן, פינלנד, גרמניה), רבקה גילעד (עיראק, איראן, הודו), אושרת רותם (מרוקו), נאווה משיח (עיראק), שרי אהרוני (עיראק, ארצות-הברית), ג'מילה יפית ביסו (ילידת סוריה), איילת צברי (תימן), ליהי יונה (מרוקו, עיראק), מייק דהאן (מרוקו), יגאל דוד (עיראק, מרוקו), יוסי דברה (תורכיה, גיאורגיה, יוון), סמי כנפו (מרוקו), זמירה רון דוד (עיראק), עומר אביטל (מרוקו, תימן), ורד מדר (תימן), זיוה עטר (מרוקו), יוסי אלפי (יליד עיראק), אפרת צדקה מישורי (עיראק), אמירה הס (ילידת עיראק), נוית בראל (לוב), אלמוג בהר (עיראק, תורכיה, גרמניה)

ننشر فيما يلي البيان الذي أصدرته مجموعة من المثقفين والناشطين والمبدعين اليهود الشرقيين من إسرائيل وخارجها، وهو مُوجّه إلى الشعوب العربية التي تناضل من أجل ربيعها منذ شهر آذار، عملاً منا بتوسيع رقعة الحوار الممكنة بين هذه المجموعة الإسرائيلية المغايرة والمتميزة وبين العالم العربي المتجدد:
نحن حفيدات وأحفاد الجاليات اليهودية في العالم العربي والإسلامي، في المشرق والمغرب، وكجيل ثالث من المشارقة في إسرائيل، نتابع بتًأًثرٍ كبير وبشغفٍ شديد الدور المركزي والشجاع الذي تتبوأه نساء ورجال أبناء جيلنا في أرجاء العالم العربي في الثورة والتظاهرات من أجل الحرية والتغيير. كما نشعر بالتضامن والأمل في مستقبل الثورات الناجحة في كلٍّ من مصر وتونس، نشعر بالألم والقلق الشديديْن لفقدان الأرواح الغالية وسفك دماء الشعوب الزكية في كلٍّ من ليبيا والبحرين واليمن وسورية، وغيرهم من شهداء الحرية في أماكن أخرى.
إنّ صرخة أبناء جيلنا في وجه الاضطهاد ووجه الأنظمة المستعبدة المستغلة المستبدة، ودعوتها إلى التغيير وللحرية وبناء أنظمة حكمٍ ديمقراطية، تكفل مشاركة المواطنين في الحياة السياسية، وتمثل في نظرنا لحظةً مثيرة وحاسمة في تاريخ الشرق الأوسط وشمال أفريقيا. هذه المنطقة التي تمزقت منذ أجيال نتيجة التّجاذبات والصّراعات التي جرت بين قوى خارجية وداخلية مختلفة والتي سحقت الحقوق السياسية والاقتصادية والثقافية لغالبية مواطني هذه المنطقة.
نحن إسرائيليون وأحفادُ وذريةٌ ليهود عاشوا منذ مئات بل آلاف السنين في الشرق الأوسط وشمال أفريقيا، حيث ساهم آبائنا وأمهاتنا في تطوير ثقافة المنطقة، وكانوا جزءًا لا يتجزّأ منها. هذا هو الحال بالنسبة لنا نحن أيضًا؛ فالثقافة العربية الإسلامية والشعور بالانتماء المتجذّر في نفوسنا، هما جزء لا يتجزأ من هويتنا ونظرتنا لذاتنا. نحن نحسّ بانتماء عميق للموروث الديني والثقافي واللغوي التابع للفضاء والواقع الشرق أوسطي والشمال أفريقي، على الرغم من أننا قد “نُسينا” أو تم التناسي بأننا تابعون لهذا التاريخ وهذا المجال: بدايةً من طرف إسرائيل، والتي تتخيل نفسها بأنها واقعة بين قارة أوروبا وأميركا الشمالية؛ وثانياً من طرف العالم العربي، الذي وكما يبدو لنا قد قبل في العديد من المناسبات بهذا الانشطار وهذا التضادّ بين العربي واليهودي وسلم بتخيل اليهودي على أنه غربي أو أوروبي، وآثر تناسي -أو قل دفع- التاريخ اليهودي-العربي جانباً، باعتباره جزءًا ثانويًا بالنسبة له، أو كأنه لم يكن أصلاً جزءاً من تاريخه.
ثالثاً يجب الاعتراف أيضًا بوجود خجل بهذا الموروث المشترك مع الشعوب العربية، في داخل الجاليات الشرقية ذاتها، نتيجة للاستعمار الغربيّ والحراك القومي اليهودي والعربي. وعليه فقد حاولت هذه الجاليات في العديد من المرات الاندماج والالتصاق بالتيارات الأقوى في المجتمع، مع محاولة محو أو تحجيم وتصغير ماضينا. لقد كانت هذه الثقافة وهذا التبادل الثقافي الضخم بين اليهودية والعربية ضحية محاولاتٍ عنيفة لمحوها وطمس معالمها في الأجيال الأخيرة، لكن يمكننا أيضاً أن نشاهد ثباتها واستمراريتها في مجالات ودوائر حياتية وثقافية مختلفة كالموسيقى والتعبد واللغة والأدب، وغيرها.
نريد أن نعبر أمامكم عن تعاطفنا وآمالنا من هذه المرحلة التي يتم فيها انتقال زمام الأمور من جيل إلى جيل في الشرق الأوسط وشمال أفريقيا، كما نأمل أن يكون هذا الانتقال مدخلاً للحرية والعدالة، والتقاسم العادل لمقدرات الأمة والمنطقة بين جميع المواطنين، بما يكفل العدالة الاجتماعية والتكافل الاجتماعي والمواطنة الكريمة لشعوب المنطقة الكرام.
كما نتوجه إلى بنات وأبناء جيلنا وأقراننا في العالم العربي والإسلامي آملين بفتح حوار يتيح لنا المجال بأن نكون جزءاً من التاريخ والثقافة في هذه المنطقة.
لقد تابعنا بغيره وانبهار الصور القادمة من تونس ومن ميدان التحرير، وأُعجبنا بالمقدرة على تنظيم معارضة شعبية سلمية استطاعت أن تدفع بمئات الألوف إلى الشوارع والميادين، تلك الجموع التي استطاعت في نهاية المطاف إجبار الحكام على التنحي جانباً والاستقالة. نحن أيضاً نعيش تحت واقع حكمٍ لنظام يقدّم للعالم صورة ديمقراطية ومستنيرة عن نفسه، إلا أنّ هذه الصورة وهذا النظام لا يمثلان شرائح واسعة من المجتمع واقعة تحت سلطته في المناطق المحتلة وداخل الخط الأخضر. فهو يسحق الحقوق الاقتصادية لغالبية المواطنين، وهو مستمرّ في محاولاته تضييق هامش الحرّيات والديمقراطية وبناء جدران عنصرية أمام الثقافة الشرقية العربية واليهودية. لكننا نختلف عن مواطني تونس ومصر ما زلنا غير قادرين على خلق تكافل اجتماعيّ وسياسيّ بين الفئات المجتمعية المختلفة، يُوحّد الصفوف ويعطينا المقدرة على الخطوّ قدماً بكلّ فئات المجتمع إلى الميادين، والمطالبة بنظام مدنيّ يكفل الحرية والعدالة الاجتماعية والثقافية.
نحن نؤمن بأنّ نضالنا كشرقيين داخل إسرائيل لتحصيل حقوقنا الاقتصادية والاجتماعية والثقافية، مبنيّ على فهمنا بأنّ التغيير السياسيّ لا يمكن له أن يعتمد على القوى العظمى من الغرب والتي لطالما استغلت منطقتنا وشعوبنا منذ أجيال عديدة. على التغيير أن يكون نتاجاً للحوار الداخلي في المنطقة، عبر التضامن والانضمام إلى النضالات المختلفة الجارية اليوم في البلدان العربية، وعلى وجه الخصوص نضال الفلسطينيين داخل إسرائيل لحقوقهم السياسية والاقتصادية والمساواة داخل إسرائيل، ووقف المدّ العنصري ضدّهم، إلى جانب نضال الفلسطينيين في غزة والضفة، الذين يعيشون تحت نير الاحتلال العسكري ودعم مطالبهم العادلة لإنهاء الاحتلال والاستقلال.
لقد سبق ودعونا في رسالتنا الأخيرة (http://arab-jew.blogspot.com/)، وبعد خطاب أوباما في القاهرة عام 2009، إلى بزوغ الهوية الشرق أوسطيه الديمقراطية ولمشاركتنا داخلها. أما الآن فنحن نأمل بأن يكون جيلنا -في جميع أنحاء العالم العربي والإسلامي واليهودي- جيل جسور حوار متجددة، يستطيع التعالي عن أسوار العداء بين الأجيال السابقة، مُجدِّداً بذلك الحوار العميق الذي لا نستطيع أن نفهم ذاتنا من دونه. حوار بين اليهود والسنة والشيعة والمسيحيين؛ بين العرب والأكراد والبربر؛ بين الأتراك والإيرانيين؛ بين الشرقيين والأشكناز؛ بين الفلسطينيين والإسرائيليين. نحن على ثقة بأننا كأصحاب ماضٍ وموروثٍ مشتركينْ ننظر أيضًا إلى المستقبل بتعاطف وآمال عريضة. نحن نؤمن بالحوار الداخلي في منطقتنا، والذي يهدف إلى الإصلاح وبناء ما قد هُدم في الأجيال السابقة، كمفتاح لإعادة النموذج الإسلامي-اليهودي-المسيحي المشترك في الأندلس، وكمدخل بعون الله وبالتوفيق منه إلى عصرٍ ذهبي آخر لثقافتنا وتاريخنا وحاضرنا المشترك يكون أهلا ومفخرةً لثقافتنا وماضينا العريق إنشاء الله.
هذا العصر الذهبي لا يمكن أن يحصل من دون تجذر المواطنة الحقّ والديمقراطية بما تعنيه من التداول السلمي للسلطة وسيادة دولة القانون وضمان الحريات واحترام الأقليات والعدالة الاجتماعية والمحاصصة العادلة لثروات ومقدرات الدول بين أفراد شعبها، وتساوي الفرص في التعليم ومساواة النساء بالرجال وقبول الناس أجمع على اختلاف معتقداتهم وألوان بشراتهم ووضعهم الاجتماعي وموروثهم الثقافي وجنسهم وميولهم الجنسية وطوائفهم وأعراقهم ولغاتهم، كجزء لا يتجزأ من مساعينا لبناء هذا المجتمع الجديد الذي نصبو له جميعاً.
نحن ملتزمون بمساعينا في تحقيق أهدافنا هذه، وفي استمرار الحوار الدائم بين كل مواطني المنطقة، وبحوارنا أيضاً مع فئات ومجموعات يهودية أخرى في البلاد وخارجها.

(http://arabjews.wordpress.com)


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شبا سلهوب (ليبيا)، موئيز بين هراش (من مواليد المغرب)، نعمه جرشي (اليمن، صربيا)، ألموج بيهار (العراق، تركيا، ألمانيا)، يعيل بين يفيت (العراق،عدن)، أهرون شيم طوب (كردستان إيران، العراق)، يعيل برداه (تونس)، يوسي أوحانه (من مواليد المغرب)، يالي هشش (اليمن، ليبيا)، يونيت نعمان (اليمن، تركيا)، أورلي نوي (من مواليد ايران)، ماتي شموئيلوف (سوريا، العراق، إيران)، أليعانه ألموج (اليمن، ألمانيا) يوفال عبري (العراق)، أوفير طوبول (المغرب، الجزائر)، موطي جيجي (المغرب)، شلوميت لير (إيران)، حدفا إيال (إيران)، إيال بين موشيه (اليمن)، شلوميت بين ـ يمين (تركيا،سوريا, كوبا)، يعيل اسرائيل (ايران،تركيا)، بني نوريئيل (تونس)، أريئيل جليلي(إيران)، نتلي أوحنا عبري (المغرب، بريطانيا)، إيتمار طوبي طهر ـ ليف (مصر،القدس،المغرب)، عوفير نميمي (العراق،المغرب)، أمير بنبجي (سوريا)، نفتالي شيم طوب (كردستان إيران، العراق)، ليئة إيني (تركيا، اليونان)، جدي الجزي (مصر،يوغوسلافيا)، عزرا ناوي (العراق)، يوسي داويد (إيران، تونس)، شلوم زربيب (الجزائر)،يردينه حامو (كردستان العراق)، ابيب درعي (المغرب)، مني اقا (العراق)، توم فوجل (اليمن، بولندا)، عران افراتي (العراق)، دان وكسلير دنيئل (سوري،بولندا، أوكرانيا)،يعيل جينديان (إيران)، اليقيم نيصاني (لبنان، إيران، إيطاليا)، شلي حوريش سيجال (المغرب)، يوني ميزراحي (كردستان)، اوفير ايطاح (المغرب)، بتي بنبينيستي (تركيا)،حين مسجاب (العراق، بولندا)، موشيه بالماس (المغرب)، توم كوهين (العراق، بولندا، بريطانيا)، شيرلي قراواني (اليمن، ليبيا، تونس)، لورينة اطرقصي (العراق، الأرجنتين)،ناويت بارئيلل (ليبيا)

We, as the descendents of the Jewish communities of the Arab and Muslim world, the Middle East and the Maghreb, and as the second and third generation of Mizrahi Jews in Israel, are watching with great excitement and curiosity the major role that the men and women of our generation are playing so courageously in the demonstrations for freedom and change across the Arab world. We identify with you and are extremely hopeful for the future of the revolutions that have already succeeded in Tunisia and Egypt. We are equally pained and worried at the great loss of life in Libya, Bahrain, Yemen, Syria, and many other places in the region. Our generation’s protest against repression and oppressive and abusive regimes, and its call for change, freedom, and the establishment of democratic governments that foster citizen participation in the political process, marks a dramatic moment in the history of the Middle East and North Africa, a region which has for generations been torn between various forces, internal and external, and whose leaders have often trampled the political, economic, and cultural rights of its citizens. We are Israelis, the children and grandchildren of Jews who lived in the Middle East and North Africa for hundreds and thousands of years.
Our forefathers and mothers contributed to the development of this region’s culture, and were part and parcel of it. Thus the culture of the Islamic world and the multigenerational connection and identification with this region is an inseparable part of our own identity. We are a part of the religious, cultural, and linguistic history of the Middle East and North Africa, although it seems that we are the forgotten children of its history: First in Israel, which imagines itself and its culture to be somewhere between continental Europe and North America. Then in the Arab world, which often accepts the dichotomy of Jews and Arabs and the imagined view of all Jews as Europeans, and has preferred to repress the history of the Arab-Jews as a minor or even nonexistent chapter in its history; and finally within the Mizrahi communities themselves, who in the wake of Western colonialism, Jewish nationalism and Arab nationalism, became ashamed of their past in the Arab world. Consequently we often tried to blend into the mainstream of society while erasing or minimizing our own past. The mutual influences and relationships between Jewish and Arab cultures were subjected to forceful attempts at erasure in recent generations, but evidence of them can still be found in many spheres of our lives, including music, prayer, language, and literature. We wish to express our identification with and hopes for this stage of generational transition in the history of the Middle East and North Africa, and we hope that it will open the gates to freedom and justice and a fair distribution of the region’s resources. We turn to you, our generational peers in the Arab and Muslim world, striving for an honest dialog which will include us in the history and culture of the region.
We looked enviously at the pictures from Tunisia and from Al-Tahrir square, admiring your ability to bring forth and organize a nonviolent civil resistance that has brought hundreds of thousands of people out into the streets and the squares, and finally forced your rulers to step down. We, too, live in a regime that in reality—despite its pretensions to being “enlightened” and “democratic”—does not represent large sections of its actual population in the Occupied Territories and inside of the Green Line border(s). This regime tramples the economic and social rights of most of its citizens, is in an ongoing process of minimizing democratic liberties, and constructs racist barriers against Arab-Jews, the Arab people, and Arabic culture. Unlike the citizens of Tunisia and Egypt, we are still a long way from the capacity to build the kind of solidarity between various groups that we see in these countries, a solidarity movement that would allow us to unite and march together–all who reside here–into the public squares, to demand a civil regime that is culturally, socially, and economically just and inclusive. We believe that, as Mizrahi Jews in Israel, our struggle for economic, social, and cultural rights rests on the understanding that political change cannot depend on the Western powers who have exploited our region and its residents for many generations.
True change can only come from an intra-regional and inter-religious dialog that is in connection with the different struggles and movements currently active in the Arab world. Specifically, we must be in dialog and solidarity with struggles of the Palestinians citizens of Israel who are fighting for equal political and economic rights and for the termination of racist laws, and the struggle of the Palestinian people living under Israeli military occupation in the West Bank and in Gaza in their demand to end the occupation and to gain Palestinian national independence. In our previous letter written following Obama’s Cairo speech in 2009, we called for the rise of the democratic Middle Eastern identity and for our inclusion in such an identity. We now express the hope that our generation – throughout the Arab, Muslim, and Jewish world – will be a generation of renewed bridges that will leap over the walls and hostility created by previous generations and will renew the deep human dialog without which we cannot understand ourselves: between Jews, Sunnis, Shias, and Christians, between Kurds, Berbers, Turks, and Persians, between Mizrahis and Ashkenazis, and between Palestinians and Israelis. We draw on our shared past in order to look forward hopefully towards a shared future. We have faith in intra-regional dialog—whose purpose is to repair and rehabilitate what was destroyed in recent generations—as a catalyst towards renewing the Andalusian model of Muslim-Jewish-Christian partnership, God willing, Insha’Allah, and as a pathway to a cultural and historical golden era for our countries. This golden era cannot come to pass without equal, democratic citizenship, equal distribution of resources, opportunities, and education, equality between women and men, and the acceptance of all people regardless of faith, race, status, gender, sexual orientation, or ethnic affiliation. All of these rights play equal parts in constructing the new society to which we aspire. We are committed to achieving these goals within a process of dialog between all of the people of Middle East and North Africa, as well as a dialog we will undertake with different Jewish communities in Israel and around the world.
We, the undersigned: Shva Salhoov (Libya), Naama Gershy (Serbia, Yemen), Yael Ben-Yefet (Iraq, Aden), Leah Aini (Greece, Turkey), Yael Berda (Tunisia), Aharon Shem-Tov (Iraq, Iranian Kurdistan), Yosi Ohana (born in Morocco), Yali Hashash (Libya, Yemen), Yonit Naaman (Yemen, Turkey), Orly Noy (born in Iran), Gadi Alghazi (Yugoslavia, Egypt), Mati Shemoelof (Iran, Iraq, Syria), Eliana Almog (Yemen, Germany), Yuval Evri ((Iraq), Ophir Tubul (Morocco, Algeria), Moti Gigi (Morocco), Shlomit Lir (Iran), Ezra Nawi (Iraq), Hedva Eyal (Iran), Eyal Ben-Moshe (Yemen), Shlomit Binyamin (Cuba, Syria, Turkey), Yael Israel (Turkey, Iran), Benny Nuriely (Tunisia), Ariel Galili (Iran), Natalie Ohana Evry (Morocco, Britain), Itamar Toby Taharlev (Morocco, Jerusalem, Egypt), Ofer Namimi (Iraq, Morocco), Amir Banbaji (Syria), Naftali Shem-Tov (Iraq, Iranian Kurdistan), Mois Benarroch (born in Morocco), Yosi David (Tunisia Iran), Shalom Zarbib (Algeria), Yardena Hamo (Iraqi Kurdistan), Aviv Deri (Morocco) Menny Aka (Iraq), Tom Fogel (Yemen, Poland), Eran Efrati (Iraq), Dan Weksler Daniel (Syria, Poland, Ukraine), Yael Gidnian (Iran), Elyakim Nitzani (Lebanon, Iran, Italy), Shelly Horesh-Segel (Morocco), Yoni Mizrahi (Kurdistan), Betty Benbenishti (Turkey), Chen Misgav (Iraq, Poland), Moshe Balmas (Morocco), Tom Cohen (Iraq, Poland, England), Ofir Itah (Morocco), Shirley Karavani (Tunisia, Libya, Yemen), Lorena Atrakzy (Argentina, Iraq), Asaf Abutbul (Poland, Russia, Morocco), Avi Yehudai (Iran), Diana Ahdut (Iran, Jerusalem), Maya Peretz (Nicaragua, Morocco), Yariv Moher (Morocco, Germany), Tami Katzbian (Iran), Oshra Lerer (Iraq, Morocco), Nitzan Manjam (Yemen, Germany, Finland), Rivka Gilad (Iran, Iraq, India), Oshrat Rotem (Morocco), Naava Mashiah (Iraq), Zamira Ron David (Iraq) Omer Avital (Morocco, Yemen), Vered Madar (Yemen), Ziva Atar (Morocco), Yossi Alfi (born in Iraq), Amira Hess (born in Iraq), Navit Barel (Libya), Almog Behar (Iraq, Turkey, Germany).


miércoles, 8 de febrero de 2012

"SÓLO UN DIOS NOS PUEDE SALVAR" por Leonardo Boff




Esta frase no viene de ningún papa, es de Martin Heidegger (1889-1976), uno de los más profundos filósofos alemanes del siglo XX, en una entrevista concedida al semanario Der Spiegel el 23 de septiembre de 1966, pero solamente publicada el 31 de mayo de 1976, una semana después de su muerte. Heidegger siempre fue un atento observador de los destinos amenazadores de nuestra civilización tecnológica. Para él la tecnología, como intervención en la dinámica natural del mundo para beneficio humano, ha penetrado de tal manera en nuestro modo de ser que se ha transformado en una segunda naturaleza.
Hoy en día no nos podemos imaginar sin el vasto aparato científico-técnico sobre el cual está asentada nuestra civilización, pero está dominada por una compulsión oportunista que se traduce en la fórmula: si podemos hacerlo, también nos es permitido hacerlo sin ninguna otra consideración ética. Las armas de destrucción masiva surgieron de esta actitud. Si existen, ¿por qué no usarlas?
Para el filósofo, una técnica así, sin conciencia, es la más clara expresión de nuestro paradigma y de nuestra mentalidad, nacidas en los albores de la modernidad, en el siglo XVI, pero cuyas raíces se encuentran ya en la metafísica clásica griega. Esta mentalidad se guía por la explotación, por el cálculo, por la mecanización y por la eficiencia aplicada en todos los ámbitos, pero principalmente en relación con la naturaleza. Esta comprensión ha entrado en nosotros de tal manera que 
consideramos la tecnología como la panacea para todos nuestros problemas. Inconscientemente nos definimos contra la naturaleza que debe ser dominada y explotada. Nosotros mismos nos hacemos objeto de la ciencia, al ser manipulados nuestros órganos y hasta nuestros genes.
Entre ser humano y naturaleza se ha establecido un divorcio que se revela por la creciente degradación ambiental y social. El mantenimiento y la aceleración de este proceso tecnológico, según el filósofo, puede llevarnos a una eventual autodestrucción. La máquina de muerte have decenios que está ya construida.
Para salir de esta situación no bastan los llamamientos éticos y religiosos, mucho menos la simple buena voluntad. Se trata de un problema metafísico, es decir, de un modo de ver y de pensar la realidad. Estamos en un tren que corre veloz sobre dos raíles; está yendo al encuentro de un abismo que hay más adelante y no sabemos cómo pararlo.¿Qué hacer? Esa es la cuestión.
Si quisiéramos, podríamos encontrar una mentalidad distinta en nuestra tradición cultural, en los presocráticos como Heráclito entre otros, que todavía veían la conexión orgánica entre ser humano y naturaleza, entre lo divino y lo terreno, y alimentaban un sentido de pertenencia a un Todo mayor. El saber no estaba al servicio del poder sino de la vida y de la contemplación del misterio del ser. O en toda la reflexión contemporánea sobre el nuevo paradigma cosmológico-ecológico, que ve la unidad y la complejidad del único y gran proceso de la evolución, del cual todos los seres emergen y son interdependientes. Pero este camino nos es vedado por el exceso de tecnociencia, de racionalidad calculatoria y por los inmensos intereses económicos de los grandes consorcios que viven de este statu quo.
¿Hacia dónde vamos? En este contexto de indagaciones fue donde Heidegger pronunció esta famosa y profética sentencia: «La filosofía no podrá provocar directamente un cambio del estado presente del mundo. Y esto no es válido sólo para la filosofía sino también para toda actividad de pensamiento humano. Sólo un Dios puede aún salvarnos (Nur noch ein Gott kann uns retten). La única posibilidad que nos queda, en el pensamiento y en la poesía, es preparar nuestra disponibilidad para la manifestación de ese Dios o para la ausencia de Dios en tiempo de ocaso (Untergrund); dado que nosotros, ante el Dios ausente, vamos a desaparecer».
Lo que Heidegger afirma está siendo gritado también por notables pensadores, científicos y ecólogos. O cambiamos de rumbo o nuestra civilización pone en peligro su futuro. Nuestra actitud es de apertura a un adviento de Dios, esa Energía poderosa y amorosa que sustenta a cada ser y a todo el universo. Él podrá salvarnos. Esta actitud está bien representada por la gratuidad de la poesía y del libre pensar. Y como Dios, según las Escrituras, es «el supremo amante de la vida» (Sabiduría 11,24), esperamos que no permitirá un fin trágico para el ser humano. Éste existe para brillar, convivir y ser feliz.

lunes, 6 de febrero de 2012

MÉXICO SE MUERE DE HAMBRE CON EL TLC




Por Laura Carlsen

Desde que México aprobó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) millones de mexicanos se han unido a las filas de los hambrientos. Mientras que la violencia y la sangre de la guerra contra las drogas se apodera de los titulares muchos mexicanos, sobre todo mujeres y niños, hacen frente a la silenciosa y violenta suerte del hambre.

Los últimos informes muestran que el número de personas que viven en "pobreza alimentaria" (la incapacidad para adquirir la canasta básica de alimentos) aumentó de 18 millones en 2008 a 20 millones a finales de 2010. Alrededor de un quinto de los niños mexicanos sufren de desnutrición. El Instituto Nacional de Nutrición estimaba el 18 de octubre de 2011 en 728.909 el número de niños menores de cinco años desnutridos. Las estadísticas del gobierno informan que el 25% de la población no tiene acceso a los alimentos básicos (1). Desde la crisis alimentaria de 2008, ha habido un aumento del 3% de la población sin acceso adecuado a los alimentos. Los recién nacidos muestran los mayores índices de desnutrición, lo que indica que la tragedia comienza con la salud materna.

El dramático cambio en los hábitos alimenticios de México desde que se aprobó el TLCAN no sólo se refleja en los millones de personas que se acuestan con hambre. En el lado opuesto de la escala, México se ha convertido en tan sólo una década y media en el segundo país del mundo en obesidad mórbida. El primero es EEUU. La obesidad infantil, sobrepeso y diabetes constituyen en la actualidad los principales problemas de salud, junto con el problema más tradicional del hambre.

No es que los ricos se hagan demasiado gordos y los pobres muy delgados. La gordura ya no representa la abundancia. Son los pobres los que beben Coca-Cola barata cuando no tienen acceso a agua potable o que dan a sus hijos una bolsa de papas fritas cuando los alimentos frescos de la zona ya no están disponibles.

Con otra crisis alimentaria debido al aumento de los precios internacionales, México podría enfrentar disturbios por los alimentos, así como la propagación del hambre y sus consecuencias durante el próximo año. A menos que los disturbios se vuelven violentos o se produzca una convulsión social más amplia como lo ocurrió en los países árabes, no es probable que los medios de comunicación le presten atención.

TLC: un modelo de (in)seguridad en los alimentos

Algo ha ido terriblemente mal. La nación que afirmaba entrar en la prosperidad con la firma del TLC se ha convertido en un ejemplo internacional de graves problemas estructurales en la cadena alimentaria, desde la forma en que produce sus alimentos hasta qué y cuánto (o cuán poco) que consume.

La desnutrición de México tiene sus raíces en la firma del TLC y otros programas neoliberales que han obligado a la nación a alejarse de la producción de alimentos básicos para su propio modelo de "seguridad alimentaria". "La seguridad alimentaria" afirma que un país es seguro, siempre y cuando haya suficientes ingresos para importar sus alimentos. Separa de empleo no agrícola de la seguridad alimentaria y hace caso omiso de la desigualdad de acceso a los alimentos dentro de un país.

La idea de la seguridad alimentaria basado en el acceso al mercado proviene directamente del principal argumento sobre las "ventajas comparativas" del TLCAN. En pocas palabras, la eficiencia económica exige que cada país debe dedicar su capacidad productiva a lo que mejor sabe hacer y liberalizar el comercio transfronterizo. Bajo la teoría de la ventaja comparativa, la mayor parte de México fue considerado no apta para producir su alimento básico, el maíz, ya que sus rendimientos estuvieron muy por debajo de la media de su vecino del norte y socio comercial. Por lo tanto, México debe recurrir a las importaciones de maíz y dedicar sus tierras a los cultivos en los que supuestamente tenía una ventaja comparativa, como las frutas de temporada y tropicales y hortalizas. Suena simple. Sólo tienes que eliminar tres millones de productores ”ineficientes” de maíz ineficiente (y sus familias) y trasladarles a la fabricación o ensamblaje, donde su mano de obra barata constituye una ventaja comparativa. Las consecuencias culturales y humanas para estos campesinos y comunidades enteras de obsoletos indígenas no preocupan en esta ecuación.

Diecisiete años después del TLCAN, más de 2 millones de agricultores se han visto obligados a abandonar sus tierras por los bajos precios y el desmantelamiento de los apoyos del gobierno. No encontraron puestos de trabajo en la industria. En cambio la mayoría de ellos pasaron a formar parte de un éxodo masivo como migrantes mexicanos a los Estados Unidos, que se estima en medio millón al año. En los primeros años del TLCAN, las importaciones de maíz se triplicaron y el precio al productor cayó a la mitad.

La conversión a otros cultivos llevó años en la mayoría de los casos. Los precios fueron volátiles y poco confiables las cosechas. En muchas ocasiones no eran cultivos factibles para las pequeñas parcelas, a menudo rocosas que veían en el maíz una garantía para su dieta de subsistencia. El resultado es que sólo creció un 2% la producción agrícola total.

Las áreas que se adaptaron con éxito a la agricultura industrial y los cultivos de agroexportación se caracterizan por una flagrante violación de los derechos laborales de los trabajadores agrícolas migrantes, contaminación generalizada, aguas residuales y la extrema concentración de tierras y recursos.

Para los hambrientos, esto significa que los precios fijados en el mercado internacional determinan quién come y quién se muere de hambre. Los consumidores mexicanos ahora pagan más por las tortillas de maíz y alimentos en general. Los aumentos de precios en el mercado internacional a empujar al alimento básico fuera del alcance de los millones de pobres en el país.

La dependencia de alimentos

En el post-TLCAN, el 42% de la comida que se consume en México proviene del extranjero. Antes del TLCAN, el país gastó 1.800 millones de dólares en importaciones de alimentos. Ahora gasta la friolera de 24.000 millones. En una entrevista, el investigador Ernesto Ladrón de Guevara señaló que en algunos alimentos básicos la dependencia de las importaciones es dramática: 80% en arroz, 95% de la soja, 33% en frijol y 56% en el trigo. Es el primer país del mundo en importación de leche en polvo. El una vez próspero México en el sector lácteo ahora, en virtud del TLCAN, debe importar la leche en polvo de una multinacional vinculada a la crisis de la desnutrición infantil.

México importa el 33% de lo que consume, pasando de 250.000 toneladas antes del TLCAN a los 13 millones actuales. El departamento de Agricultura de EE.UU. estima que si continúan las tendencias actuales México va a adquirir el 80% de sus alimentos de otros países (principalmente Estados Unidos). La FAO, el organismo de la ONU para la Agricultura y la Alimentación, considera que un país es dependiente en cuestión alimenticia cuando las importaciones superan el 25% del total de las exportaciones.


Cara, yo gano; cruz, tú pierdes

La toma del poder corporativo del sistema alimentario de México ha llevado a la catástrofe alimentaria y de la salud. Las empresas transnacionales de alimentos no sólo importan libremente en los mercados de comida mexicana, ahora son los productores, exportadores e importadores, todo en uno, que operan en el interior del país.

Desde el TLC, las empresas han devorado los recursos humanos y naturales en una escala casi increíble. La producción ganadera ha pasado de pequeñas granjas para los mercados locales a Tyson, Smithfield, y Pilgrims Pride. El uso masivo y la contaminación del agua y la tierra ha conducido desastres ambientales y sanitarios en todo el país. Millones de empleos se han perdido por la concentración y los métodos de la agricultura industrializada.

Tomemos el caso de Com Products International (CPI). La transnacional presentó una reclamación contra el gobierno mexicano en 2003, acogiéndose al TLC, alegando una pérdida para su negocio debido a un impuesto sobre el jarabe de maíz de alta fructosa en las bebidas. La razón de México para imponer el impuesto era para salvar una industria de caña de azúcar que proporciona empleo a miles de ciudadanos y desempeñó un papel económico crucial en muchas regiones. Curiosamente, el gobierno vio frustrado su intento de acceder, también en virtud del TLC, al muy protegido mercado estadounidense del azúcar.

Un tribunal del TLCAN dictaminó sobre el caso en 2008. México tuvo que pagar 5'8 millones de dólares a una compañía que tiene unas ventas netas de 3.700 millones de dólares anuales. La multa pagada por el gobierno mexicano podría haber cubierto un año de la canasta básica de alimentos a más de 50.000 familias pobres. La CPI es una empresa subsidiaria de la Corn Products Arancia, una de las transnacionales de alimentos más poderosas que operan en el país, junto con Maseca /Archers Daniel Midland y Cargill. Son las grandes empresas de agronegocios que desempeñaron un papel clave en la crisis de la tortilla de maíz de 2007 por el acaparamiento de las cosechas y elevación del precio internacional. Esa crisis provocó la protesta de miles de mexicanos pobres ante lo que supuso un aumento del 50% del precio de la tortilla de maíz.

El TLCAN y otros acuerdos de libre comercio otorgan a las corporaciones el poder de decidir qué comemos, qué compramos, quién tiene trabajo y quién no y si un pueblo dedicado a la producción local de alimentos va a sobrevivir o presencial el final de sus tradicionales medios de subsistencia durante generaciones.

Alimentar a los hambrientos, arreglar el sistema

Las organizaciones mexicanas han comenzado a reunirse después de años de divisiones para responder a la crisis alimentaria y arreglar un sistema en muy mal estado. Lograron que una reforma constitucional para incluir el derecho a la alimentación. Ahora la batalla es en la adaptación al presupuesto rural para que ese derecho sea una realidad.

Organizaciones de pequeños agricultores se han unido a organizaciones de agricultores familiares en los Estados Unidos y Canadá para pedir la renegociación del TLCAN y eliminar de él los alimentos básicos y la producción agrícola. Pero la Administración Obama, con sus compromisos adquiridos, deja muy poco espacio para el cambio. Sin embargo, no cejan en sus esfuerzos para arreglar el sistema alimentario antes de que se agrave la crisis. Las organizaciones de EEUU están viendo la oportunidad de unir sus demandas a las del movimiento Ocupar Wall Street Ocupar en todo el país.

El control corporativo del sistema alimentario encerrado en el TLCAN no sólo afecta a las personas en México. Nadie espera que la situación mejore por sí misma. Al profundizarse la crisis, los movimientos ciudadanos deben buscar puntos de unión transfronteriza para proteger su salud, sus medios de subsistencia y sus derechos. En el futuro, lo que comemos, cómo comemos, y si comemos dependerá de sus esfuerzos.

*Directora del Programa de las Américas para el Center for International Policy en México