sábado, 10 de septiembre de 2011

11- S: Madrid, Londres y la memoria de Salvador Allende por Carlos Braverman


Dentro de unos días será el décimo aniversario de los hechos del 11 de setiembre de 2001 en el World Trade Center y el XXXVIII aniversario del sangriento derrocamiento del presidente Salvador Allende. No hace mucho dije que los atentados del 11-S y el 11-M, los del metro en Londres, los atentados y la destrucción de las Embajada de Israel en Buenos Aires, las norteamericanas en Tanzania y Kenia, los ataques mortales a turistas en Luxor (Egipto), Marruecos y Kenia por grupos fundamentalistas es un nefasto eslabón de oprobio y sinrazón no justificable, no argumentable en beneficio de ninguna causa. Tampoco son sostenibles los hechos en Somalia, Darfur, Ruanda, Irak, Afganistán, los “istam”, Osetia, Georgia, Líbano y los que ocurren en la Autonomía Palestina e Israel, lugares donde también sobran víctimas del terrorismo.
Terrorismo es el uso sistemático del terror indiscriminado y sin ningún parámetro humanitario para coaccionar a sociedades o gobiernos, utilizado por organizaciones políticas-armadas en la promoción de sus objetivos. Existe también el terrorismo de estado, que no se diferencia de los terrorismos en general en las metodologías contra los ciudadanos para lograr sus fines. Hoy, la multiplicación de víctimas y la industrialización del crimen contra ciudadanos son un asesinato cada vez más difícil de matizarlo con el barniz de una causa principista, es parte de un engranaje económico que tiene como sabemos un presupuesto global y se llama negocio de la guerra y del terror.
El terrorismo y la industria de la guerra vulneran los derechos humanos, cosa que es una verdad obvia, desprecia la vida, la dignidad y cosifica al hombre frente al manipuleo del poder hasta su desaparición física con penurias insufribles.
El 11 de setiembre de 1973 es derrocado el gobierno de Salvador Allende en Chile y la Operación Cóndor comienza a articularse en el Cono Sur de la América Latina. Es el fin de las instituciones democráticas en la zona, el triunfo del imperialismo y el Plan Nixon. Los derechos humanos como expresión del conjunto de facultades y garantías que cualquier persona debe poseer para proteger su integridad física y su dignidad moral, los derechos que el hombre exhibe por el mero hecho de serlo desaparecen. Su estatus de inalienables y fuera del alcance de cualquier poder político se desvanece. El razonamiento que la dignidad humana representa la garantía que la persona no va a ser objeto de afrentas a su integridad moral, preservando además el respeto a su dignidad física, parece una broma de mal gusto frente a este panorama actual. Las dictaduras latinoamericanas con su metodología paradigmática del terrorismo de estado representaron la violación infinitamente multiplicada de este concepto; para solventar su proyecto político y económico, generaron entre otras atrocidades la existencia del cruel estatus del “desaparecido”. Sus oponentes, o a quienes consideraban enemigos, no estaban ni vivos ni muertos. Sinónimo por antonomasia de Desaparición Forzada de Personas, pilar de un régimen de terror que se ejecutó con matemática precisión.
Los atentados terroristas mencionados antes no representan menos, especialmente el 11- S da lugar a polémicas, están quienes hablan de auto atentado o permisividad para el mismo, pero hay que ser muy mal avenido para no considerar las decenas de millares de víctimas civiles que ofrendó. Los otros atentados, no son menos tributarios de la cruenta negación de los derechos humanos y la sistemática industrialización de la muerte. Me canso de repetir según la definición de Pierre Truche en «La Notion de crime contre l'humanité», que el crimen contra la humanidad es la negación de la condición humana a miembros de un grupo de hombres en virtud de la aplicación de una doctrina. Los crímenes de lesa humanidad se distinguen de otros, según la Corte Penal de Roma, ya que son cometidos “como parte de un ataque generalizado o sistemático”, es decir, pueden ser ejecutados por una agresión militar o en la aplicación de las llamadas medidas administrativas en cumplimiento de objetivos políticos (desaparición forzosa, tortura, etc.), por parte de las acciones de un estado o una organización armada subversiva o rebelde. La acción de estos actos que atentan contra el derecho internacional humanitario no es exclusiva de los estados como mencioné, incluyen también a aquellas organizaciones no estatales que delinquen a lo largo y ancho de los territorios nacionales, junto a sus similares de carácter transnacional que enmarcan sus acciones en guerras asimétricas contrariamente a la garantía de los Derechos Humanos y a la aplicación del Derecho Internacional Humanitario. Recordamos entonces así hoy, hechos que se encuadran en la violación de la dignidad del ser humano. Estos hechos no se pueden resolver con fobias étnicas o religiosas por una parte, o con guerras preventivas que aumenten las ganancias del capitalismo bélico por otro. En el caso latino americano se debe rescatar y honrar la memoria de los pueblos con resoluciones legales efectivas aunque ya tardías contra los genocidas que entronizaron el terrorismo de estado contra sus conciudadanos, pero se debe trabajar sin pausa para preservar los derechos civiles y humanos del día a día. Para mí, lo fundamental es la batalla global por los derechos humanos, la dignidad del hombre y el “no definitivo” al coqueteo con cualquier desviación de los mismos.
Ninguna organización terrorista de cualquier signo puede merecer simpatía alguna; como ningún estado que invoque la negación de garantías constitucionales o jurídicas “para el bien de la población”, debe ser tolerado por la comunidad internacional democrática.
Nunca más miremos para otro lado y rindamos homenaje a todas las víctimas de estos hechos diciendo muy fuerte:”presente”.
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judeo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).Derechos reservados Instituto Campos Abiertos Israel ISBN 965 387 008 9 זכויות יוצרים

1 comentario:

  1. Como siempre un gran articulo..."PRESENTE".Shabath Shalom amigo.Shavúa Tov.

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