martes, 30 de abril de 2013

Una docena de razones por las cuales un israelí judío debe ser post-sionista


Para disipar malentendidos, quiero dejar claro que mi creencia en la justificación moral y la necesidad histórica del sionismo no se ve afectada por mi revisión crítica de los dirigentes sionistas. La historia del sionismo demuestra hasta qué punto la necesidad de crear una nueva sociedad, que contiene los valores universales de la democracia y la justicia social, era inherente al movimiento sionista y responsable de su progreso en condiciones adversas. El problema de Israel hoy está en la desintegración de estos valores, debido principalmente a la intoxicación con el éxito militar y la creencia de que la superioridad militar es un sustituto de la paz. A menos que los valores liberales y progresistas del sionismo se restauren y se reconozcan los derechos palestinos a la libre determinación dentro de un marco de convivencia pacífica, la búsqueda de paz de Israel está condenada al fracaso. Creo firmemente que estas tendencias en última instancia se convertirán en la fuerza decisiva de Israel. Simjah Flapan

1. Algunas razones que fundamentan el postsionismo

En el post anterior, dejé abierto el interrogante, sobre la motivación por la cual un sionista de izquierda como yo devino en postsionista.
Algunos dicen que el post-sionismo es un clima más que una ideología, pero lo cierto es que representa un fenómeno social que se ha instalado y posee múltiples expresiones intelectuales, culturales y societarias en Israel.

2. Algunas definiciones del postsionismo

El postsionismo se basa en varios criterios, fundamentalmente que el sionismo cumplió su meta con el advenimiento del Israel moderno.
En otros aspectos, en el político sobre todo, advierte de la tensión que significa definir a Israel como un Estado Judío y Democrático. Es decir o predomina lo judío, o lo democrático según esta argumentación.

3. Algunos contenidos del postsionismo

Es decir que el postsionismo es el pasaje de una perspectiva étnica a una ciudadana más acorde al concepto republicano, res-pública, espacio de todos.
En la realidad de hoy los derechos civiles son universales en Israel, pero la propiedad y la conducción del Estado no.

4. Redefiniendo el carácter de la identidad societaria

Por lo cual al proponer una redefinición de la identidad colectiva de Israel, se genera una tensión entre el propio post-sionismo y el neo-sionismo. El post-sionismo está orientado al ciudadano (apoya la igualdad en las decisiones cívicas independientemente de lo étnico y en ese sentido favorece un estado de todos sus ciudadanos dentro de los límites de la Línea Verde), es universalista y globalista en sus concepciones.

5. El neo-sionismo

El neo-sionismo es particularista, étnico, nacionalista, fundamentalista, incluso fascista en su periferia, es la derecha representada por los colonos, los asentamientos y la expansión a través de los Territorios Ocupados.
El neo-sionismo es el discurso nacionalista-religioso, es la exclusión de las minorías y el colonialismo.

6. La igualdad y los derechos civiles

La presencia de los ciudadanos árabes del país, que representan aproximadamente una quinta parte de la población, dentro de la sociedad civil, es probable que obligue a Israel a tomar una decisión sobre la cuestión de sus derechos. “Si no quiere convertirse en un Estado de apartheid judío, tendrá que convertirse en un estado democrático, cívico y pluralista.”, dice Uri Ram (historiador post-sionista)
Ram, se autodefine como socialista post-sionista y él es optimista sobre el futuro del post-sionismo, aunque en “el camino se ven las cosas, ahora es difícil de vislumbrar alguna luz al final del túnel”.

7. Algunos fenómenos nuevos en la sociedad israelí

Desde el asesinato de Rabin hemos tenido regímenes que nos llevan de una catástrofe a otra.
Dos grandes fenómenos destructivos, que no han sido suficientemente investigados, se están produciendo simultáneamente en la sociedad israelí. Uno de ellos es el desarrollo de un régimen político neo-colonial, que se expresa en los patrones de la ocupación, el despojo y la opresión de los palestinos, así como en la discriminación contra los ciudadanos árabes de Israel.

8. Neo-sionismo y exclusiones

Esto, es una consecuencia del neo-sionismo, que pretende fomentar la creación de un régimen de apartheid hacia la minoría árabe en Israel y hacia los palestinos en los Territorios Ocupados. Todo el proceso de la prolongada ocupación, los asentamientos y la militarización crea una situación de violencia y desigualdad que pone en peligro la continuación de la democracia en Israel.

9. El neoliberalismo entra en escena

El segundo fenómeno es el desarrollo de un régimen social neo-liberal, que es la creación de las diferencias de clase en Israel que están entre las más drásticas de la OCDE en el mundo occidental. Es el lado oscuro del neo-liberalismo en el sentido de que hay un proceso que desecha la solidaridad colectiva. Un aspecto de esto es el intento de legitimar en términos liberales la igualdad civil, cosa que hay que celebrar, pero el otro aspecto es un ataque al estado de bienestar que es la faz más problemática.

10. Tensiones societarias

No hay duda que somos una sociedad con tensiones muy difíciles pero que estamos dispuestos a abordarlas. Queremos un país con justicia, según John Rawls, esto es sinónimo de igualdad de libertades e igualdad en la distribución de los bienes básicos materiales y simbólicos societarios.

11. Decir no a la auto-deslegitimación

Ser postsionista hoy es evitar ser la propia usina de deslegitimación, revisar la historia y reconocer los aspectos negativos propios y los de los palestinos, romper el imaginario de buenos y malos.

12. Decir sí al futuro democrático de Israel y preservar su sentido histórico

Ser postsionista es fracturar mitos y narraciones nacionales excluyentes, es caminar por la integración y la paz, es buscar un país donde no gobierne la historia y donde el presente esté regido por las oportunidades que brinda un futuro mejor para todos.
Sobre Carlos Braverman
Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles en Israel, militante por la coexistencia judeo-árabe en Israel y la paz con el pueblo palestino. Es miembro del Partido Socialista de Israel (Meretz), e integrante de Paz Ahora (Shalom Ajshav). Es Presidente del Instituto Campos Abiertos de Israel (Investigación y desarrollo en Ciencia Política). Su trabajo está centrado en la investigación, la academia, la docencia y la actividad política; así como en el periodismo y el trabajo por los derechos civiles.

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