jueves, 22 de noviembre de 2012

Algo más que esperar otra escalada por Carlos Braverman



 El acuerdo sobre un alto el fuego entre Israel y Hamas entró en vigor a las 9:00 PM hora local de Israel. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ofreció una conferencia de prensa a las 8:30 PM y poco después de las 9:00 PM, doce misiles más fueron disparados desde la Franja de Gaza hacia Israel, Desde entonces, parece que Hamas está llevando a cabo su parte del acuerdo.
Considero  que estamos ante una tregua muy precaria a pesar de cierto maquillaje de solidez que se trata de imprimir en un acuerdo imposible. El punto C del texto de alto el fuego dice:” Apertura de los cruces y facilitar los movimientos de personas y la transferencia de bienes, abstenerse de restringir los movimientos de los residentes en las zonas fronterizas…después de 24 horas desde el inicio del alto el fuego”. Si entiendo bien, esto significa el fin del bloqueo de Gaza, cosa que no la imagino en ninguna agenda política de la dirigencia israelí.
Netanyahu y Haniyeh, son mucho más que socios, diría que llevan en conjunto una vocación mutua que tiene dos facetas: ninguno de ellos cree en la paz y los une su aversión a Abbas. Haniyeh repite hasta la saciedad que nunca reconocerá a Israel. Netanyahu, hace mucho más acrobacia que un equilibrista en la cuerda floja para no reconocer jamás un estado palestino.
Para el líder palestino de Hamas, Abbas es un rival con una iniciativa confiable y posible que lleve a la concreción de un estado para el pueblo palestino fuera de la intransigencia de Hamas. Es obvio que tampoco es recomendable para la intransigencia del líder israelí una ANP con un liderazgo como éste, negociador y contenedor de la violencia. Bibi necesita un liderazgo palestino dividido, y ahí el más adecuado para justificar sus políticas es Hamas.
El 29 de noviembre próximo Abbas vuelve a presentarse en la Asamblea General de la ONU para solicitar la admisión de Palestina como estado observador.
Hamas salió reforzado de esta escalada. Israel y Egipto deben aflojar el bloqueo a la Franja y podría así ésta reclamar para sí un logro significativo, también como su fortalecimiento en tanto  el principal partido de la oposición a la ocupación.
Hamas  ha cumplido en gran medida sus objetivos: ha desviado la atención de la batalla por las Naciones Unidas de Abbas, para el reconocimiento de Palestina, y queda por verse si Abbas procederá ahora con él. Hamas ha ocupado un lugar de honor en la mesa de negociaciones y estableció una buena relación de trabajo con el gobierno egipcio de  Mohamed Morsi.
Éste ha demostrado que puede ofrecer seguridad y credibilidad en una situación de conflicto mayor. Pero queda encerrado en el punto
C del acuerdo. Un paso importante es el de Rafah que une Gaza con Egipto y deberá abrirlo si quiere seguir gozando de credibilidad sin el consentimiento de Abbas, para cumplir los objetivos del punto C. El costo es grande, pues lo hará en detrimento de Abbas que queda “más sólo que la una”, en una desolada Cisjordania que tiene como chance, presentarse solitaria a la ONU, con Hamas mirando de reojo a quien apoye al devaluado Abbas.
Allá se encontrará con la propuesta de Israel, dejar la oferta de ser estado observador por un reconocimiento de estado con fronteras provisorias por tiempo indeterminado.
Es posible que el as en la manga lo tenga Obama, él puede presionar en estas 48 hs a Israel para aceptar la Iniciativa de paz de la Liga Árabe, que ha estado sobre la mesa desde 2002. Su esquema básico ofrece a Israel el reconocimiento, plenas relaciones diplomáticas y la normalización con todos los miembros de la Liga Árabe a cambio de una retirada total a las fronteras de 1967. Sobre la base de la Iniciativa de la Liga Árabe un cambio radical hacia la paz es posible. Una vez que este proceso que involucra todo el mundo árabe esté en camino, Abbas tendrá la legitimidad otorgada por la Liga Árabe, y Hamas será despojado de cualquier profundidad estratégica. Se dará cuenta de que su postura de rechazo a la paz con Israel está apoyada exclusivamente por Irán, que dicho sea de paso, Hamas espera de él una nueva partida en días de misiles FJR-5, y se verá obligado a cambiar sus objetivos y estrategias. Para Israel es hora de examinar toda la política israelí respecto a Gaza y su posicionamiento internacional, es hora de atender el derecho de la población palestina a la dignidad, la justicia y la esperanza. Sólo entonces este alto el fuego será algo más que una introducción a la escalada que viene. La iniciativa de paz de la Liga Árabe, es la única ruta que puedo ver como viable, para obligar a Hamas a renunciar a su objetivo declarado de destruir a Israel. Si Hamas se da cuenta de que el mundo árabe quiere un acuerdo de paz con Israel, es probable que entienda que es hora de avanzar hacia este compromiso. Coquetear con Haniyeh, Hamas y Netanyahu, como  ningunear a Abbas y a la ANP es un camino minado de desesperanza, los pueblos israelí y palestino esperan un futuro, no el retorno eterno del pasado.
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Militante por la coexistencia judeo-árabe y un camino alternativo a la globalización neo-liberal. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).

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