miércoles, 12 de octubre de 2011

Shalit liberado o los dirigentes que necesitan oxígeno por Carlos Braverman


Netanyahu sabe que Israel necesita otra imagen, aún resuenan los aplausos al discurso de Abbas en la ONU y la acogida internacional del mismo. No sólo en los oídos de Netanyahu sino también en los de Hamas.
Si ésta aceptó un acuerdo sobre Shalit es por qué se estaba sintiendo acorralada en un rincón y Bibi debe responder a un público que reclama este acto y subsanar el incremento y expansión de las construcciones en los asentamientos mientras corren los tiempos fijados por El Cuarteto, que no contemplan estas maniobras.
Hamas se reafirmó con gran fuerza como resultado de esta operación. El impulso que el presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, recibió al optar por buscar el reconocimiento de la ONU de un Estado Palestino a pesar de la oposición de Washington por unos días se eclipsará por el acto de Hamas. Por ahora los éxitos de Abbas son puramente simbólicos, Hamas va a ser capaz de liderar los festejos de más de 1.000 prisioneros que regresan.
Nunca antes Israel pagó un precio tan alto por un solo soldado. Las familias de los presos que regresan se van a fotografiar en todos los medios de comunicación árabes e internacionales y Hamas llevará a cabo enormes procesiones para celebrar su victoria.
Hamas cuyo apoyo disminuyó en los últimos meses, tanto en Gaza como en Cisjordania, puede salir de la fosa profunda política en la que había caído.
Mientras tanto Benjamin Netanyahu, ha tomado una iniciativa que tira abajo los esfuerzos internacionales para superar el estancamiento actual en el proceso de paz.
Pocos días después de que Israel fue reprendido por los líderes del Cuarteto - que consiste en los Estados Unidos, la ONU, la Unión Europea y Rusia - sobre la construcción prevista en el barrio Jerosolimitano de Gilo, en la Línea Verde de 1967 y después de que pidió al Gobierno que se abstenga de similares medidas unilaterales, Netanyahu ha encontrado una nueva manera de provocar a los palestinos y avergonzar a los últimos de los amigos de Israel de todo el mundo.
El compromiso, de acuerdo con la Hoja de Ruta es congelar la expansión de los asentamientos, que constituye uno de los fundamentos en que se basa el Plan del Cuarteto. De otra forma sería usufructuar la tierra de los palestinos, sujetándolos a la benevolencia de las autoridades de ocupación israelíes.
Esto sería como escupir en la cara de los miembros del Cuarteto e implicaría cruzar una línea roja moral y legal.
Netanyahu obtiene un rédito grandilocuente con esta operación de la liberación de Shalit, frente a una población israelí que mira cómo insiste en dedicar sus energías a dañar el proceso de paz y generar discordias que provocan conflictos en lugar de la reanudación de las negociaciones y tomar medidas enérgicas contra la violencia de extrema derecha local. Vimos que Hamas obtiene su rédito. Ahora esperemos ver los resultados. Si todos los actores fueron racionales, el final será más o menos feliz, en caso contrario volveremos a pasar un límite que no augura nada bueno salvo otra vez escuchar los tambores de guerra.
*Carlos Braverman (Israel): Politólogo y Psicólogo, miembro de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. Activista por una coexistencia judéo-árabe mutuamente justa y el altermundialismo. Miembro del Partido Meretz (Partido Socialista de Israel - Tel Aviv). Presidente del Instituto Campos Abiertos (Investigaciones en Ciencias Políticas).
Derechos reservados: Instituto Campos Israel ISBN963-03- 0316- 2 מסת"ב

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