sábado, 24 de marzo de 2012

Rabino Marshall T. Meyer, luchador por los DDHH en la Argentina del 24 de marzo de 1976



"Creo que vivir sin una fe que represente un compromiso total, es vivir unidimensionalmente."
Marshall T. Meyer Z''L (de bendita Memoria)

En marzo de 1976 se produce el fatídico golpe militar en la Argentina. La figura del Rabino Marshall T. Meyer cobra una dimensión gigantesca pues comienza a denunciar las violaciones a los derechos humanos. Trabaja arduamente para salvar vidas de centenares de personas que eran perseguidas por el régimen. Visita a numerosos presos políticos en las cárceles, llevando asistencia espiritual a todos ellos, sin importar si eran judíos, cristianos, ateos o lo que fueran. Entre los presos de fama pública se encontraba el periodista Jacobo Timerman. Por él y otros presos políticos Marshall co-organiza campañas internacionales para obtener su liberación.
Se enfrenta personalmente a las autoridades, es decir, a los dictadores que estaban llevando a cabo el terrorismo de estado. Su vida amenazada y en peligro constantemente, no es un obstáculo para su lucha por los Derechos Humanos.
Marshall Meyer fue miembro fundador de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y cofundador del Movimiento Judío por los Derechos Humanos.
Se enfrentó a los genocidas, reclamando y persistiendo por la aparición con vida de los desaparecidos, tomó para sí la frase talmúdica “quien salva una vida, es como si salvara un mundo entero” y puso manos a la obra.
El Rabino Meyer no hizo otra cosa que lo que le correspondía, es decir, pedir justicia. Su lugar fue al lado de las Madres de Plaza de Mayo y junto a los detenidos, cosa que es una verdad indiscutible.
Distintos investigadores coinciden en la importancia del rol de Marshall Meyer en la toma de testimonios para la redacción final del libro Nunca Más encabezada por Ernesto Sábato.
Como queda demostrado la lucha por los derechos humanos fue su modo de vivir y actuar, su testimonio fue mostrar al hombre que no pierde la humanidad activa.
Siempre luchó por sus convicciones, que son principios básicos y esenciales del judaísmo.
Con el retorno de la democracia, en 1984, Marshall fue nombrado miembro de la CONADEP, Comisión Nacional de la Desaparición de Personas, creada por el presidente Raúl Alfonsín. El documento final que produjo aquella comisión se denominó “NUNCA MÄS”, título sugerido por el rabino Marshall Meyer.
Recibió varios premios de distintas organizaciones de Derechos Humanos, entre los cuales se destaca la medalla de la “Orden del Libertador Gral. San Martín”.
En 1984 Marshall retorna a los EEUU luego de 25 años de titánica labor en la Argentina.
En 1993, en la ciudad de Buenos Aires, recibe el título “Doctor Honoris Causa” de la Universidad de Buenos Aires en reconocimiento a su labor en pro de las Derechos Humanos en los años de la dictadura.
El 29 de diciembre de ese año muere el Rabino Marshall Meyer a los 63 años de edad.
Buscó el diálogo con otras religiones en base a la lucha por los Derechos Humanos
Comprendió el mensaje de los profetas como pocos. En términos bíblicos, él sí fue “el guardián de su hermano”. Pudo haber abandonado el “barco” (muy mal tripulado por algunos) varias veces, ya sea en los años previos al horror o durante el mismo pero no lo hizo. Tal como –salvando la distancia – el gran rabino Leo Baeck (Z’’L) quien tuvo oportunidades de salir de Alemania antes de 1939 o incluso durante los primeros años de la guerra y prefirió quedarse con “su rebaño” hasta el final.
Comprendió al judaísmo en su esencia y actuó en consecuencia practicando un judaísmo humanista, comprometido y combativo por una sociedad mejor.
Rabino Marshal T. Meyer Z”L ( de Bendita Memoria), hoy 24 de marzo de 2012, aniversario del sanguinario golpe de 1976, que instituyo la última dictadura militar en Argentina te decimos: Presente!!!!
Compilado por Carlos Braverman


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